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lunes, 24 de febrero de 2014

FENG SHUI

Todos hemos oído hablar, en alguna ocasión del Feng Shui, sin embargo como es mi caso, muchos no le hemos prestado demasiada atención a su contenido.

La cuestión es que el Feng Shui es algo más que una filosofía, es una manera de vivir. Se centra fundamentalmente en su propio significado Feng significa viento y Shui Agua en el lenguaje milenario de China.

El Feng Shui es un arte milenario que intenta utilizar los elementos a nuestro alcance para hacernos más favorables las energías de la propia vida y en especial la presencia y posición del agua y el movimiento del aire.

La pura realidad es que no entra dentro de nuestras costumbres el pararnos en éstos detalles, ya que no se integra dentro de nuestra cultura y costumbres, el plantearnos la posición y orientación tanto del espacio como de los elementos que componen nuestra vida, tanto los bienes muebles como los inmuebles, como de la luz, la energía y el agua.

La mayoría de las personas en occidente tenemos la costumbre de adecuar nuestras costumbres a nuestras casa y modelo vida, guiándonos por nuestra comodidad y siguiendo modelos de moda o decoración, y los más avanzados aplicando su sentimiento intuitivo, que todos los seres humanos tenemos en mayor o menor medida.

El Feng Shui, estudia y define la posición y orientación del espacio, como cuestión a tener en cuenta, además fortalece la teoría de color como las más favorable para cada espacio, las formas de los muebles, los detalles de decoración, y en general un “modus vivendi” que destaca por su simplicidad impecable, y según esta filosofía pueden afectar a nuestra propia existencia.

Esta claro que por intuición, muy pocas veces vamos a acertar la coincidencia de orientación y posición, si bien tenerlo en cuenta no es una virtud desaconsejable.
El Feng Shi se plantea a dos niveles , el de las formas y la orientación a partir de los cuatro puntos cardinales, como medio de potenciar la fortuna, la salud, la familia o los benefactores, según los coloque en los lugares apropiados y con sus formas correspondientes, normalmente redondeadas y evitando ángulos rectos, se conseguirán los objetivos pretendidos.

Otro factor importante es la limpieza y el orden como medio de que fluya la energía, así como los colores, que en general deben ser utilizados correctamente en cada habitación de la casa; recomendando colores relajantes como el azul, los tono beige y claros en dormitorios y colores como el verde, el amarillo o el rojo en la sala de estar, hablando de colores no solo como el tono de las paredes si no al color general de los objetos que existen en el lugar.

Os animo a echarle un vistazo a esta concepción del mundo que se aplica no solo a la arquitectura, interiorismo y jardinería, sino a la propia vida como filosofía de existencia, comprobando sus resultados, de una forma muy amena y divertida.

Ferran Aparicio
24 de febrero de 2014


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