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lunes, 10 de noviembre de 2014

TIEMPOS DE REFLEXION


TIEMPO DE REFLEXION
Mucho hemos aprendido en esta última década con la ayuda de los medios de comunicación, en la que  ya no dependemos de programas televisivos de tipo cultural; desde los documentales a las tertulias, hoy con Internet nos acercamos a un mayor numero de contenidos, ideas, teorías y opiniones por decir un algo . Pero me pregunto si dedicamos un tiempo de reflexión como algo necesario para filtrar la información, de lo sucedido encadenadamente y de la información y vivencias del nuestro presente incluso atreviéndose un poquito más allá, alzar la barrera de nuestro pasado.

Cuando reflexionamos sobre el presente reflexionamos sobre lo coetáneo,  es decir, lo que nos está ocurriendo y lo que intentamos planificar o resolver en su caso lo que estamos viviendo. El problema surge cuando reflexionamos sobre el pasado y podemos sentir como la caja de Pandora se abriera y salieran los truenos, porque aunque seguramente ha habido de todo, solo nos trae a colación los sentimientos y experiencias negativas. Sin embargo esto no es así desde un punto de vista de la actitud positiva o del sistema PNL.

Si cogemos un papel, y empezamos a escribir en una listado de columnas, temas como el amor y nuestras relaciones, nuestra visa profesional, nuestras experiencias emprendedoras, nuestros amigos que han caído en la nada, las relacionamos en el tiempo, e independientemente de los éxitos o fracasos que perduran en el recuerdo, si bien tenemos un sentimiento innato de fracaso, también podemos leer entre líneas que hemos vivido y el único miedo que ahora tenemos es el miedo al nuevo fracaso.

Sin embargo lo hemos intentado y esa es la lectura positiva de todo lo que vemos en esta reflexión, y es que un fracaso bien llevado es un éxito asegurado. Bien es cierto que todos en el fondo, muy en el fondo estamos jartos de tanta fracesita de autoayuda, que  hechos son amores y no buenas razones, pero también es cierto que se hace camino al andar y  que debemos optimizar todos nuestros fracasos desde la reflexión.

Por aquello que reflexiono, mes siento positivo desde la perspectiva del tiempo y de los propios fracasos, que he vivido y que  todo es relativo y tiene su explicación y el tiempo finalmente nos pone a todos en nuestro sitio.

En definitiva optimizar el sentido de nuestro fracasos es la postura inteligente que solo el tiempo es capaz de rentabilizar, por que en definitiva y como dice Cayetano Veloso, mas vale ser alegre que ser triste y me uno en que más vale ser positivo y tener la capacidad de evaluar y aprender de nuestras vivencias, pues por muy malas que estas hayan sido siempre se aprende algo.

Obtener y dedicar esos tiempos de reflexión, visualizar nuestra vida en un trozo de papel, pensar que el tiempo pasa y tomar la distancia suficiente es la mejor esencia para una plenitud paralela al fracaso y desde la autocrítica si no hemos ganado el pulso, aprender en que dirección debemos dirigir nuestras fuerzas.

                                                        Ferran Aparicio
                                                   10 de noviembre de 2014

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