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viernes, 5 de diciembre de 2014

PODERES PREVENTIVOS

Al hilo de los últimos acontecimientos que han sucedido tanto en España como en América y sin tener que nombrar la palabra mágica de la cual todos somos conocedores, me he planteado como lo rápido que una situación puede a acabar con parte de la humanidad como cuando leemos en las novelas épicas que la peste lo hacía y todo había que quemarlo por si algún caso.
Es cierto que más vale prevenir que curar, el problema surge cuando no tenemos la fórmula mágica para solucionar la epidemia que se nos avecina y ahí es donde surge el cuestionamiento del concepto de poder preventivo de la persona y en especial de los especialistas en materia pública.

 El poder preventivo personal no difiere mucho respecto al poder preventivo social, y sólo se trata de analizar el problema y buscar rápidamente una solución, la diferencia fundamental es que el personal puede subsistir cuando sobreviene la incapacidad de hecho de actuación del poder preventivo social o colectivo.

De alguna forma cuando surgen estos problemas es cuando la persona adquiere conciencia de la pérdida de facultades de actuación del sistema público frente a la protección personal indefensa.

En este sentido la mentalidad colectiva tiene que estar abierta a que la protección comienza por uno mismo y la previsión de una circunstancia puede estructurar un sistema de autoprotección, así como evitar perjuicios contra otras personas aún cuando se comparten intereses comunes con estas y que se traducen en una supervivencia y en definitiva una calidad de vida.

Cada persona podrá reaccionar con una enfermedad personal como más le interese, pues el respeto debe existir en cuanto al concepto de su desarrollo. El problema surge cuando hablamos de palabras mayores como lo es de una epidemia.

Es también inminentemente cierto que un uso indebido del poder por parte del apoderado puede causar grandes perjuicios al resto de las personas, lo cual resulta como mínimo ciertamente inmoral, sin embargo y en cualquier caso puede suceder que con la medicina y el sistema medico y clínico general que usado indebidamente, puede convertirse en un veneno mortal, para la sociedad, lo cual no es cuestión baladí.

En cualquier caso cuando surgen problemas como la infección del ebola, nos damos cuenta que somos y estamos indefensos por una falta de conciencia del otorgamiento de un poder preventivo a alguien que no es consciente de la trascendencia del tema, pues evitar las necesidades inminentes es cuestión primaria antes de sobrevenir ante una capacidad de hecho repentina como de dotarse de estabilidad de cara a una situación posiblemente permanente, aunque sea solo por cuatro años.
Ferran Aparicio
5 de Diciembre de 2014



 

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