El otro día simplemente
paseando y dejando la mente en blanco,
cosa que dicen que favorece la creatividad, me vino a la cabeza, no sé por que
razón aquello de que “la vida iba en serio”.
Es bien cierto, que prefiero ser
alegre que ser triste, como casi todo el
mundo, pero también es cierto que hay personas que siempre están contentas,
incluso cuando luchan contra un montón de problemas y sin llegar a dramatizar,
con aquello de “luchar con la vida”, pues por definición son palabras mayores.
Al final, todo se trata de tener un hábito, por aquello
de que los hábitos crean costumbres, y todo resulta más sencillo o simplemente te
lo que parece, cuando el habito de la
alegría es tu propia conducta.
Agradecer estar vivos, por aquello
de que todos hemos dejado a gente en el camino, es un hábito que te acerca a la
alegría vital de levantarte cada día enfocando y visualizando las maravillas de
la vida.
Es algo real que las personas
felices se rodean exclusivamente de gente positiva, comparten sus valores y
objetivos y te ayudan en un buen ambiente a cumplir tus sueños o simplemente a
mantener ese grado de alegría que tú te has creado como un hábito llevado a
costumbre por su asiduidad.
No se trata de discriminar a nada
ni a nadie, simplemente se trata de aceptar a los demás por lo que son y el
lugar que ocupan en la vida, sin tratar de cambiar a nadie, pero tratando de
alegrar al día a todos los que causalmente encuentras o convives.
La reflexión como hábito tampoco
es mala compañera en el sentido de que
continuamente estamos aprendiendo de aquello que vivimos especialmente cuando
lo trabajamos desde el lado de la consciencia.
Al final sólo se trata de utilizar
esos valores como la intuición, la creatividad y la confianza por decir un algo
a modo de receta, para en lugar de ver
la vida llena de obstáculos y problemas, enfocarlos como una oportunidad para
hacer algo positivo.
Aprender a confiar en tus instintos y usar tu creatividad
para encontrar una solución, son dos pilares básicos, para haciendo lo que te
gusta, disfrutar de tu propia satisfacción como un hábito alegre.
Tomarse un tiempo para disfrutar de la belleza que nos
rodea, sin prisas pero sin pausas es también un hábito saludable, pues al fin y
al cabo y hablando de habitos como costumbres,…, solo se trata de aprender a
vivir en el presente en lugar del pasado o futuro , por que lo cierto es que la
vida va en serio.
Ferran Aparicio
30 mayo de 2015
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