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miércoles, 15 de junio de 2016

UN SOMBRERO PARA EL VERANO

Dicen que con el sol del verano es necesario y muy recomendable llevar sombrero, pero también me viene a colación el libro de Edward Bono: “seis sombreros para pensar”, y tal cual se define en el libro, dentro de su teoría del pensamiento colateral, el separar las posibles formas de pensar por colores y concretar en distintos sombreros, los cuales puede ser usados para actuar según el objetivo de cada uno de ellos, nos pueden ayudar a encontrarnos con un verano muy placentero.

Cada sombrero independiente de su ala, forma y copa, puede tener un color y en función de su color ayudarnos a pensar de una forma totalmente distinta.

Para Edward Bono el sombrero blanco ayuda a pensar de manera más objetiva y neutral, quizás es el que más combina y el más llevadero, pero también con la radiación del sol es el que más calienta.

Sin embargo el sombrero rojo, afirma que sirve para expresar nuestros sentimientos, sin necesidad de justificación, es evidente que siempre el rojo se ha relacionado con la pasión y es fácil de identificar independientemente del tipo de pasión sentimental que queramos expresar.

Un clásico seria el sombrero negro, sencillo a la par de elegante, pero siempre ampara una elección para ser críticos de una manera negativa y pensar por qué algo no podría salir bien, el negro como color, siempre ha dado una connotación de miedos y negatividad, pero muy a su favor, protege del calor del sol y no calienta la cabeza.

Para los atrevidos y con carácter poco artístico, por aquello de que el amarillo da mala suerte a los artistas, el sombrero amarillo, que muy al contrario del sombrero negro intenta luchar con los aspectos positivos sobre un determinado aspecto venciendo cualquier tipo de supersticiones.

Para los de la esperanza filial, el sombrero verde, que dicen que abre las posibilidades creativas y está íntimamente relacionado con su idea de pensamiento lateral o divergente, siendo en cierto modo empático desde su percepción y conciliador de cualquier situación.

Para los más escépticos en la teoría del pensamiento colateral y que siempre quieren acertar en cualquier situación, el sombrero azul, que es el que controla el resto de los sombreros, controlando los tiempos y el orden de los mismos, independientemente de su connotación. Es el que yo elegiría y si el azul es un azul índigo, entonces éxito asegurado en un verano prometedor.

Al final de todo y antes de empezar un verano prometedor, solo se trata que según esta teoría, aplicar el pensamiento lateral a la vida cotidiana a través de la visualización de la elección de un sombrero, que según el color elegido, nos convertiría cada elección en un habito asiduo para dominar la técnica de alumbrar los problemas desde distintos puntos de vista, permitiría encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas para problemas ya conocidos y que hasta ahora sólo contemplábamos desde la perspectiva de un color.

Quizás y solo quizás, el abrirnos a contemplar la vida desde otro punto de vista y con otro color del que asiduamente lo hacemos, nos permita invertir los problemas, para ver cual es su contrario y ver como se puede solucionar, pues al final de todo, todo depende con el color con que se mira cada cosa y problema, incluso la vida misma.

Ferrán Aparicio
15 de junio de 2016



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