Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, o simplemente con otra batería de medidas urgentes o una huelga general, esta es una realidad como respuesta a la vulnerabilidad que estamos siendo sometidos.
Reconocer que
el principal problema de España es la mediocridad de los dirigentes es una realidad
contemplada por los grandes periodistas, desde el New York Times a la BBC, y
hay que admitirlo al margen que lo que digan los demás, está de más, al menos
para tratar de corregirlo, aceptando que nos hemos convertido en un país
mediocre.
Es bien cierto que ningún país alcanza semejante condición
de la noche a la mañana, sino como en una escena de teatro la trama del
guionista nos va llevando hasta el desenlace, sabiendo que es la situación
actual es el resultado de una cadena que
comienza en la educación y termina en la clase dirigente que va manipulando a
su libre albedrío.
Hemos creado una cultura ,
donde todo resulta válido , donde nos pasamos los principios y valores por el
forro, donde la educación primaria no existe, donde los sentimientos básicos ni
se consideran y en la que los mediocres son los protagonistas de nuestras
vidas, los que se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los único
que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan.
Estamos tan acostumbrados a nuestra
mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las
cosas y sus excepciones nos sirven para negar la evidencia.
Mediocre es un país donde
sus habitantes se dedican a mirar el móvil y pasan de conversar con la persona
que tiene enfrente independientemente del lazo que les una. Mediocre es un país
que en toda la democracia no hadado un presidente que hablara un inglés
correctamente o simplemente tuviera unos conocimientos mínimos sobre protocolo
o política internacional y necesite rodearte de 20 asesores, por decir un
número.
Mediocre es un país, que en después de instaurar una democracia y con un rodaje de cuarenta años instaura y camina hacia un sectarismo rancio, consiguiendo dividir y crispar a su población con aquello del insulto naturalizado.Mediocre es un país que ha reformado el sistema educativo tres veces en tres décadas, dependiendo del color de su mirada y en aras a llevar a la población al huerto de sus votos.
Lo que si es bien cierto, es que si me pillara con veinte años
menos me exiliaría a otro paraíso con más
calidad humana y menos política manipuladora y en definitiva menos mediocre ,
por aquello de que sólo se vive una vez.
Ferrán Aparicio
10
de Agosto de 2020