Hace unos día y en
esas conversaciones después de una sobremesa un amigo me preguntaba si
realmente éramos herméticos o simplemente reservados. Es bien cierto que todas
las personas tenemos una parte de nuestra vida que nos pertenece y no queremos compartir,
es algo tan personal que no es trasferible, muchas veces por la dificultad de
poder explicarlo o simplemente por pudor o reserva no negociable ni discutible.
La
cuestión y como siempre me hizo pensar y empecé a investigar sobre el
hermetismo ilustrado y la vedad que como corriente filosófica no tiene
desperdicio. La pura verdad es la Wikipedia es un medio muy fácil de llegar a
un primer de aproximación a aquello que
nos interesa.
El
hermetismo es una tradición filosófica y religiosa basada principalmente en
textos pseudoepigráficos, atribuidos a Hermes Trismegisto .El hermetismo
filosófico se erige sobre la base de un conjunto de escritos supuestamente
aparecidos en Egipto bajo el período de dominación romana (entre los siglos I y
IV d. C.), y puestos bajo la advocación de Hermes Trismegisto.
Con
un nivel elevado de conciencia, el hermetista, ayudándose de los siete
principios universales, conocidos en El Kybalion, puede transmutar las
condiciones externas de su vida, al igual que las limitaciones y defectos de su
personalidad hasta llegar a una verdadera liberación.
Los
principios de la verdad son siete; Mentalismo, correspondencia ,vibración
polaridad, ritmo, causa y efecto, y del género o generación y aquel que conoce éstos, con comprensión, posee
la llave mágica ante cuyo toque todas las puertas del templo se abren de repente,
lo cual no es cuestión baladí.
El
principio del mentalismo incorpora la verdad de que “todo es mente” y todo lo
que es evidente a nuestros sentidos materiales es espíritu, que en sí mismo es indefinible,
pero que puede ser considerado y concebido como una mente infinita.
El
principio de correspondencia: «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es
arriba.» Este principio incorpora la verdad de que hay siempre una
correspondencia entre las leyes y fenómenos de los diversos planos de
existencia y vida. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como
uno de los más importantes instrumentos mentales por el que el hombre era capaz
de atisbar a un lado de los obstáculos que ocultan lo desconocido a la vista.
El
principio de vibración: determina que nada
descansa; todo se mueve; todo vibra, este principio explica que las diferencias
entre manifestaciones diferentes de materia, energía, mente, e incluso espíritu,
resultan mayormente de frecuencias de vibración variables.
El
principio de polaridad: determina que todo es dual; todo tiene polos; todo
tiene su par de opuestos; semejante y desemejante es lo mismo; los opuestos son
idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado: los extremos se encuentran;
todas las verdades no son sino medias verdades; todas las paradojas pueden ser
reconciliadas.
El
principio de ritmo: determina que todo fluye, fuera y dentro; todo tiene sus
mareas; todas las cosas suben y bajan; la oscilación del péndulo se manifiesta
en todo; la medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la
oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa.
El
principio de causa y efecto: es evidente que toda causa tiene su efecto; todo
efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la ley
El
principio de género: El género está en todo; todo tiene sus principios
masculino y femenino: el género se manifiesta en todos los planos, determina la verdad de que hay un género manifestado en
toda cosa.
Al
final el hecho que todo tenga la misma
naturaleza permite al hermetista trabajar con estas leyes sin importar de lo
que se trate y trabajando con los siete
principios herméticos se pueden cambiar las circunstancias personales y las de
su entorno, pues la Filosofía Hermética es una filosofía viviente, no es un
mero saber, “sino que constituye, a la par que una enseñanza, un sistema
cósmico de evolución; una puerta de escape que permite al ser humano trascender
su condición animal para convertirse después de un largo camino en una especie
diferente, que es el hombre estelar, del que se aprehende todo.
Ferrán
Aparicio
5 de Febrero de 2018