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lunes, 30 de noviembre de 2015

SABER SER, SABER ESTAR,..., SABER ESPERAR

Hoy me viene a la cabeza el recuerdo vagamente  de las ideas del famoso libro de Montserrat Solé, “saber ser, saber estar”, y yo que procuro reflexionar  sobre todo lo que cae en mis manos bien físicamente, bien intelectualmente y sin más le he añadido por los últimos acontecimientos que estamos viviendo en esta generación de la crisis eterna, aquello de saber esperar .
 
 El libro aporta unas ideas muy clásicas sobre el protocolo de actuación en sociedad, sin embargo y desde la distancia  y con el paso del tiempo habría que pensar que cada individuo que componemos esta sociedad tenemos nuestra propia individualidad, nuestra propia esencia del ser, que busca expresarse y manifestarse en la vida exterior de una manera personal e intransferible, eso si desde el respeto como herramienta básica de funcionamiento mecánico.
 
El problema surge cuando por circunstancias ajenas nos alejamos de nuestra propia esencia y buscamos ser o aparentar y funcionar como alguien diferente de quien realmente somos, muchas veces en el intento de lograr el éxito o la atención y el reconocimiento de los demás, sin darnos cuenta que nuestra mejor garantía de éxito  y de atención, es ser nosotros mismos, desde la sencillez , la humildad y por supuesto desde la autenticidad.
 
Como siempre muchas veces nuestra actuación no gusta a los demás, pero si nos sentimos auténticos, solo se trata de “saber esperar”.
 
La experiencia por aquello de  que la vida comienza a partir de los cincuenta, te demuestra que cuando somos y no pretendemos otra cosa que ser y estar, nos convertimos en personas mucho más luminosos y atractivos, precisamente porque no necesitamos del reconocimiento ajeno y hemos vencido tras mucha espera,  la lucha con nuestro propio ego.
 
Cuando se supera la lucha de la barrera con nuestro ego, ya no es necesario demostrar nada a nadie , y sólo se trata después de mucha espera de calidad humana acumulada el haber conseguido encontrarnos bien en nuestra propia personalidad, que al fin y al cabo es la nuestra, demostrando que la autoestima tiene su raíces en el ser y en la expresión del ser dejando un poco lo de saber estar, cosa aprehendida con el tiempo.
 
Es bien cierto que cada día evolucionamos culturalmente y formalmente, más rápido que hace años gracias a los medios de comunicación y difusión en cuanto a modas y modismos , pero lo que también es cierto es que cuando realmente nos sentimos plenos y a veces felices es cuando logramos ser y estar , donde nosotros  mismos hemos elegido de acuerdo a nuestros valores , sintiendo  que estamos realmente vivos.
 
Les animo de este foro, desde la  humildad y la sencillez a reconocerse a ustedes mismos tal como son, sabiendo que saber ser y saber estar, sólo se complementa sabiendo esperar.
 
Ferrán Aparicio
30 de noviembre de 2015