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domingo, 20 de septiembre de 2015

SILOGISMO ABSOLUTO


Todos  conocemos el funcionamiento gramatical de un silogismo, partiendo de una premisa mayor y con la presencia de una premisa lógica menor alternativa llegamos a una conclusión, hasta cierto punto lógica, pero con  variable contenido en cuanto que podemos derivarla hacia donde nos interese a cada uno, pero siempre con unas reglas de coherencia lógica, ya que la  ausencia del sujeto en una de las premisas no correspondida con la naturaleza de la otra premisa, aunque tengan el mismo término medio, produce una conclusión errónea, por decir un ejemplo.
Está claro que somos capaces  de pensar lo que se nos ocurra, lo que no está tan claro es si el silogismo que elaboramos en el contexto de nuestras circunstancias, tiene una conclusión verdadera, cierta, incluso adecuada por no hablar de falacias.

Dicen que si vives cada momento al máximo tus posibilidades, entonces eres una persona inteligente, sin embargo los sentimientos no son simples emociones  que te suceden; son reacciones que eliges tener y eres dueño de tus reacciones.

Si contemplas el silogismo como la conjunción entre los sentimientos y las emociones y su conclusión es parte de tu elección quedando claro que en cierta forma estás pensando lógicamente.

El problema del silogismo  es que cuando cometes un error lógico, el resultado es una falacia, siendo esta un razonamiento falso, que puede darse por usar premisas equivocas, por cambiar el orden de las premisas o simplemente por tomar elementos de juicio ajenos a las premisas, eliminando elementos necesarios para la comparación, lo cual no es cuestión baladí.

Así tu premisa menor se apoya en una verdad, donde tus sensaciones te llegan precedidas por un pensamiento y sin la función del cerebro no puedes experimentar sensaciones, para dar coherencia a la lógica aplicada.

Pero en realidad todo es mucho más fácil de lo que parece, se trata de ejercer el control entre las partes y la conclusión del silogismo  será irreversiblemente ineludible.

En conclusión si controlas tus  pensamientos, tus sensaciones y tus sentimientos provienen de tus pensamientos, entonces eres capaz  de controlar tus propios sentimientos y sensaciones.

En cualquier caso para ser una persona libre y coherente en el ejercicio de tu pensamiento tienes que actuar y aprender a pensar de una forma diferente en el camino hacia tu libertad personal, pues hacerte cargo de ti mismo comienza de alguna forma  con tener conciencia de ti mismo, independientemente de la conclusión lógica a la que llegues.

 

                                                                Ferrán Aparicio
                                                           20 de septiembre de 2015