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miércoles, 10 de abril de 2024

DIALOGO INTERNO


Cuantas veces nos encontramos hablando con nosotros mismos o mentalmente con un dialogo evidente con preguntas y respuestas hasta que nos sorprendemos y paramos la conversación.

En la mayoría de los casos, esa conversación con nosotros mismos no es positiva ni correcta. Esto se debe a que somos nuestros peores saboteadores o dicho de otra manera, somos los más duros con nuestros errores. Ponemos la atención sobre nuestros defectos y no las sobre nuestras virtudes o sobre las acciones que sí tienen un resultado positivo.

Es por esta razón que nuestros diálogos internos están basados en el no, el nunca, el imposible, y con cada frase negativa en nuestra charla, estamos reforzando ese hábito. Se forma así un círculo vicioso.

Existe un gran grupo de seres humanos que hacen de la queja una forma de vida y contagian esa actitud a los demás

La vocecilla que está alojada en nuestra mente y nos habla continuamente algunos indican que es la consciencia, otros que se trata de pepito grillo y están los que creen que es fruto de nuestros principios y valores y en principio no tiene por qué ser mala ni negativa, pues la mayoría de las veces es una respuesta del inconsciente ante las actuaciones que estamos ejecutando, por lo que todo depende de nosotros.

La idea es entender cómo esta especie de voz de conciencia puede ayudar a superarnos, a ser mejores personas, a no claudicar, a tener confianza en lo que hacemos, a no dejarnos llevar por las circunstancias que nos rodean.

Un buen punto de partida para que la voz interna no sea perjudicial es manejar los parámetros con los que nos juzgamos.

Ser conscientes de lo que nos dice el diálogo interno y saber en qué momento detenerlo es vital, por lo que el secreto es cambiar la charla interna y toma el control de tu vida y tus pensamientos.

Si te aceptas y te quieres tal cuál eres, no le estarás dando lugar a la voz de la consciencia para que hable, y si lo haces, tendrás las herramientas suficientes como para acallar ese pensamiento que no suma, sino que resta en tu calidad de vida.

Muchas personas son conscientes de tener una voz interior que proporciona un monólogo constante en sus vidas a lo largo del día. Esta voz interior o diálogo interno, que combina pensamientos conscientes junto a creencias y prejuicios inconscientes, proporciona una forma para que el cerebro interprete y procese las experiencias diarias.

Es por ello que debemos ser conscientes que nuestro diálogo interno puede ser alegre y de apoyo o negativo y contraproducente, por lo que no es bueno ni malo, pues el diálogo interno puede ser beneficioso cuando es positivo, calmando los temores y reforzando la confianza. Desafortunadamente, la naturaleza humana, es propensa al diálogo interno negativo, incluyendo afirmaciones negativas como no puedo hacer nada bien o soy un completo fracaso y eso es lo que hay que evitar, como siempre sin más.



Ferrán Aparicio
10 de abril de 2024

viernes, 7 de julio de 2023

ABRAZANDO LA MADUREZ

Cuando hablamos de madurez, lo primero que nos viene a la cabeza es el estado de un fruto que ha alcanzado un desarrollo completo.

 En el caso de las personas se refiere al estado en que la persona ha alcanzado su pleno desarrollo, o de una persona que ha alcanzado su mejor momento en algún aspecto.

 En términos psicológicos, no existe una edad que determine la madurez emocional. Este tipo de madurez se detecta con actitudes concretas como la capacidad de tener un pensamiento crítico, una conducta razonable, aceptar críticas y brindarlas de manera educada.

Lo que es bien cierto y todos aceptamos es que una persona madura acepta las consecuencias de sus actos, es responsable. La tolerancia y la falta de reacciones ilógicas también son rasgos característicos de madurez emocional. .

Analizando la procedencia y desarrollo del concepto de madurez concluimos  que son las virtudes y conductas necesarias para alcanzar este estado, se aprenden principalmente en el hogar.

Está claro que todas las personas tenemos más o menos madurez en función de muchos factores: la educación que hemos recibido, las cosas que nos han ido pasando a lo largo de la vida y cómo hemos procesado toda esa amalgama: a qué conclusiones hemos ido llegando y qué impacto han tenido en nosotros esos acontecimientos.

Dicen los especialistas en materia  que sea como sea, calma: la madurez total no existe y yo les doy la razón , pues en un análisis exhaustivo todos tenemos alguna tara y  no hay nadie que sea cien por cien “maduro”,  igual que no hay nadie cien por cien  inteligente o simpático , empático o cualquier virtud que sea medible y concreta.

En definitivamente ser maduro implica  saber disfrutar y se esforzarse por hacerlo, reservando  tiempo para tus propios placeres y encontrando espacio suficiente en tu vida para la diversión, cumpliendo adecuadamente con tus responsabilidades y obligaciones, sin poner en serio riesgo las cosas importantes de su vida a no ser que sea por poderosas razones. .

Conocer en qué consiste eso de la madurez puede ayudarte a ser consciente de tus virtudes y tus carencias y también te ayudara  a ser benevolente con la manera que tienen los demás de funcionar en la vida. .

Independiente de lo que nos  aporta la madurez, su paralelismo con el nivel de consciencia es  grande, pues mientras mayor nos hacemos y cumplimos años, más ganas por la vida tenemos y más aprecio por ella tenemos.

Cuando somos jóvenes independientemente de nuestro crecimiento físico, psíquico y emocional no le prestamos atención al paso del tiempo, pues pensábamos que somos eternos, pero cuando pasa el tiempo, tienes que aceptar que lo importante es  abrazar tu madurez.

                                                               Ferrán Aparicio

                                                            30 de Abril de 2023

lunes, 25 de julio de 2022

LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO

Me resuena aquello tan sonado como que: “las bicicletas son para el verano”, pero también lo es el amor como un concepto universal relativo a la afinidad entre los seres humanos, por aquello de “todo lo que necesitas es amor”, como fórmula mágica y el verano es tiempo de amor y además puede estar definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista.

Lo que bien es cierto es que el verano además de tener una buena temperatura, horas de luz y de sol y sensación general de bienestar, nos aporta tiempo de relación, como siempre para lo bueno o para lo malo, y es que tanto tiempo de relación, el que la tenga, debe también ejercerse un control consciente de las emociones, pues dicen los expertos que después de un verano, estadísticamente es cuando se producen más separaciones.

La palabra amor nos evoca inmediatamente la sensación de bienestar, así como el concepto de amor y especialmente en occidente ya que dentro de nuestra mentalidad colectiva, el amor es nuestra esencia espiritual que trasciende nuestra vida terrenal. 

Ciertamente, la existencia o no de este sentimiento de su expresión y de su contenido, sin entrar en más variantes dependerá de las creencias que tengamos. 

Para alguien que crea que nuestro cuerpo es todo lo que somos, el amor no es más que el producto de unas prácticas sexuales, pero el significado de la palabra amor no sólo lo hemos de ceñir a las creencias y prácticas físicas, sino también a las espirituales.

La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad.

Es bien cierto que nuestro espacio interno tiene muchos niveles de profundidad, y lo que vemos y en cierta forma sentimos, es lo que aflora en la superficie por aquello de la consciencia de lo presente, pero lo que también es cierto es que hay sentimientos emocionales que se alojan en el interior bajo esa superficie tan reconocida y con el amor funciona de una cierta forma igual; hay amores conscientes y otros que llevamos en otros niveles más interiores y que no afloramos.

Quizás con la llegada del verano sería una oportunidad de bucear en ese interior para visitar las profundidades y atender a ciertas necesidades y sueños, bien como acciones dirigidas a otros o simplemente hacia unos mismo, pero sobretodo basadas en el afecto.

Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles, por eso les animo que con un verano por delante, al menos lo utilicen cada uno en su forma y manera como facilitador de las relaciones personales, lo cual ya es un acto altruista y gratificante, aunque sea para uno mismo.

Ferrán Aparicio
25 de Julio de 2022


martes, 15 de septiembre de 2020

ADVERSIDAD Y PACIENCIA

Dicen que la paciencia es la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. Pero la pacienciA como estado también comprende  y atiende a  la calma o tranquilidad para esperar y al mismo tiempo hacer frente a la adversidad.


En relación con el tiempo  resulta la capacidad de realizar una actividad larga, pesada o que requiere mucha precisión como es el caso de nuestra actitud ante la pandemia.

Sin embargo, la paciencia podemos definirla como una actitud,  una característica, un estado, una manera… sea cual sea la definición que le demos a la paciencia, definitivamente es una virtud, una virtud que acompaña al ser humano y que se caracteriza por el poder soportar todos los contratiempos y las dificultades que se nos atraviesan en el camino, incluso en tiempos de confinamiento.

La paciencia está muy relacionada con la perseverancia, pues la paciencia es la constancia valerosa que se opone al mal y a pesar de lo que sufre el hombre no se deja dominar por él y en cierto modo también con la resiliencia, pues ser paciente ante las adversidades nos hace crecer y ser más fuertes.

La paciencia es un ingrediente fundamental para  relacionarnos y ejercer cualquier actividad es como la sal en la cocina , es lo que le da un sabor especial a la vida, pues muchos momentos de nuestra vida requieren de paciencia, pues implica tolerancia, calma, pasividad frente a la manera en la que accionamos ante determinadas situaciones o determinados momentos, especialmente cuando somos conscientes de la situacióin que vivimos.

Al fin y al cabo ser paciente no implica  únicamente el  poseer la virtud del aguante, de la tolerancia a las adversidades, consiste además en enfrentar estas contrariedades con fortaleza, con entereza y sin lamentos, esto es lo que caracteriza a las personas maduras, aquellas que saben esperar con calma lo que no depende de ellas y que definitivamente transforman el sufrimiento que acompaña la espera.

A todo el mundo nos ha ocurrido  que en determinadas  circunstancias en nuestra vida lamentablemente no podemos cambiar de forma inmediata, hay momentos que no podemos transformar de una manera rápida, y definitivamente no siempre se obtendrán resultados que esperamos o que queremos, sin embargo, desarrollando la paciencia, cultivando la sabiduría de esperar y de tolerar cualquier adversidad y cualquier situación, esa espera será distinta, nos hará diferentes, será parte de la madurez del ser humano, será parte de nuestra personalidad y de nuestra manera de enfrentar la vida… y finalmente, sabremos reconocer cuando llegan los resultados oportunos y sacar provecho de ellos.

El reconocer la paciencia , ser consciente de ella  convertirla  en tu aliada, es aprehender a ser una persona más serena, más comprensiva, con menos prejuicios y consecuentemente  tener una visión más clara de todas las cosas, pues  al final de todo,  uno de los secretos de la vida, es tener simplemente paciencia ante las adversidades de la vida.

 Ferrán Aparicio
15 de Septiembre de 2020

martes, 25 de diciembre de 2018

COLLAGE 2019

Hace años descubrí a través de un artículo que cayó en mis manos de la psicóloga Mertxe pasamontes, experta en psicoterapia y especialista como se define ella como gestora del cambio generativo y transformacional, que el collage era una de las formas mas interesantes para retrotraer y organizar ideas desde el subconsciente y llevarlas al estado consciente, solo había que vencer la pereza de coger un montón de revistas, fotografías , titulares , empezar a recortar aquello nos llamaba la atención y empezar a relacionarlas bajo un mensaje un poco ilegible pero armonioso, y que tenia como resultado final, una proyección de carencias de querencias y de querencias postergadas a ser reconocidas.
El collage tal cual lo define wikipedia es una técnica artística que consiste en ensamblar elementos diversos en un todo unificado, y ese todo unificado busca en el caso que les voy a contar un auto-análisis de la vida que estamos llevando.
Cada año que pasa es una sucesión de tiempo que tiene un principio y final , si no existe un criterio o problema especifico vale la pena pararse en estas épocas del año para hacer una análisis de lo acontecido en esa última etapa y si no estas totalmente de acuerdo con la vida que estas llevando o simplemente necesitas un cambio pequeño , mediano o grande, utilizar este momento para analizar y pensar hacia donde quieres caminar. Es el momento de que te plantees un tema importante: para qué, por qué y cómo hacerlo.
Parar cualquier problema que nos surge diariamente y en especial los que tienen cierta envergadura y antes de tomar una decisión estratégica, es necesario efectuar una análisis con diagnostico de la situación, de lo que piensas de ti mismo, de los objetivos que quieres o necesitas cubrir y conseguir y sobre todo materializar un plan de acción para alcanzar lo que queremos y conseguir paralelamente la motivación suficiente para llevarlo a cabo y logar el éxito de lo planificado.
Si en cualquier tema que nos afecte desde la salud a la enfermedad, a estudiar o trabajar por decir algo, antes de tomar una decisión estratégica, es necesario hacer un diagnostico de la situación, también es necesario hacerlo con nosotros mismos y una vez hemos decidido nuestros objetivos, hacerse valerse de una de las herramientas más eficaces que te permitirán hacer un magnífico recorrido por todos los activos que tienes como persona, sin olvidar aquello que puede contribuir a minimizar los resultados deseados.
El análisis DAFO, tan oído y reconocido tanto desde el mundo de la psicología, como del coaching empresarial, es un método sencillo y eficaz para poder decidir sobre tu futuro, porque recoge cuatro campos importantes que te definen, como son: las debilidades, las amenazas, las fortaleza y las oportunidades.
Realmente dicho tal cual suena parece algo abstracto, pero racionalmente no lo es y en cualquier caso te ayudará a conocerte, a trazar tu objetivo, para luego plantearte aquellas acciones que debes poner en marcha para aprovechar todas las oportunidades que se te presenten, prepararse contra las amenazas, siendo consciente de tus debilidades, pero apoyándote en tus fortalezas, conseguir tu objetivo, efectuando los cambios que deseas.
El DAFO ayuda a plantearnos las acciones que deberíamos poner en marcha para aprovechar las oportunidades detectadas y ayudarnos a ser consciente contra las amenazas, teniendo consciencia de nuestras debilidades y fortalezas.
Como en cualquier tipo de investigación o programación siempre hay dos caras, la cara y la cruz, en nuestro caso nos referiremos al análisis interno y al análisis externo como partes integrantes de la unidad.
Es fácil deducir que el análisis interno corresponde a aquello íntimamente persona y los análisis externos a cuestiones variopintas relacionadas con nuestro entorno, y como todos los datos hay que tratarlos desde la sinceridad sin autoengaños y con un alto grado de reflexión.
Es cierto que cuanto te enfrentas a algo abstracto como es un collage o a un análisis datos, es como cuando en una partida de cartas, se reparten cartas y no ves la relación entre ellas hasta que las vas ordenado, relacionando y pensando tu estrategia de juego.
Pero también es cierto que en cuanto empieza el juego cada acción va llevando y relacionándose con la jugada, en el paso siguiente, muchas veces en función de las tiradas externas.
En la lista del análisis interno, se desarrolla para las debilidades y las fuerzas, y en el análisis externo para las amenazas y para las oportunidades.

Una vez los datos asociados en función de su análisis externo o interno, resultará mucho más fácil identificar las áreas que necesitas mejorar y luego tomar acción para cambiar tus debilidades en fortalezas y las amenazas en oportunidades.
Si has leído este post hasta el final es porque quieres realizar algún cambio, pues no lo pienses más, coge papel, lápiz, imágenes y tijeras y realiza tu collage-dafo para el 2014, es una forma simple de focalizar lo que ya sabemos pero no somos conscientes o no queremos serlo.

El collage te ayudará a conseguir esos cambios y a aprovechar todas las oportunidades, no solo porque desarrollas tu parte creativa, sino por que analizas todos tus valores tanto positivos como negativos, tanto exteriores como interiores, con que anímate y demuéstrate a ti mismo que tu si que vales.

En mi caso y dentro de la corriente minimalista que he elegido para este próximo año les muestro mi opción, sencilla a la par que elegante y llena de un trasfondo emocional desde la observancia.

Ferran Aparicio
25 de diciembre de 2018

sábado, 5 de mayo de 2018

LOS TRES MONOS


Todos hemos visto en alguna ocasión la imagen o escultura de los tres monos. Aparentemente siempre nos vuelve a llamar la atención y nos recuerda la virtud del saber ser y saber estar y por supuesto saber esperar, estando callados, no oyendo y no viendo situaciones que personalmente no son de nuestra incumbencia.

En occidente estamos familiarizados con la figura de los Tres Monos Sabios, uno que no ve, uno que no oye y el otro que no habla, independientemente que cada cultura los haya situado en un orden según sus principios, religiones y valores idiosincráticos  en éste orden. Lo que sí es curioso es trío lo asociamos a la idea de que en ocasiones es mejor no ver, no escuchar o no hablar para evitar meternos en problemas.

La leyenda de los Tres Monos Sabios es de origen chino, aunque se hicieron más populares a partir del siglo VIII en la mitología japonesa, donde se les ha consagrado un templo, el Templo de Toshogu, en la ciudad de Nikko.

Lo curioso y como suelen hacer los dioses en su incomprensible comportamiento, los dotaron de una curiosa condición: cada uno de ellos tendría un defecto y dos virtudes, del mismo modo que  cada uno debería tener su función a la hora de cumplir su tarea.

En el caso de Kikazaru, el mono que no oye, su misión era la de usar la vista para observar las malas acciones de los hombres, y se las transmitía mediante la voz a Mizaru. Mizaru, el mono que no ve, no necesitaba de la vista porque su tarea era la de transmitir los mensajes entre Kikazaru e Iwazaru. Iwazaru, el mono que no habla, era el que escuchaba el mensaje de sus compañeros y decidía el castigo que los dioses usarían con los malvados.

Colocados los tres monos jerárquicamente en función de sus habilidades y de sus discapacidades, obtenemos un mono que ve, escucha y habla. Los monos juntos y bien organizados pueden alcanzar metas que, sin duda alguna, no lograrían por separado; un claro ejemplo de cooperación sinérgica exitosa.

Hemos visto o si las buscamos muchas  posibilidades de colocar jerárquicamente a los tres monos; pero todas ellas, excepto una,  son situaciones de comunicación fallida, de asistencia colaborativa imposible.

Aunque hay quien plantea que su significado puede ser que, para permanecer limpios de espíritu es necesario que nos neguemos a escuchar las maldades, que no queramos ver las malas acciones y que tampoco digamos cosas malas de nadie.

En tiempos difíciles y complejos, lo razonable parece ser reorganizar la escala de valores y, como cuando se complica la salud, aprender a apreciar lo que en la vida resulta más determinante. Incluso hace falta que el comportamiento, las maneras y el estilo se depuren hacia un modo de ser menos engolado y pomposo, que parte de este principio de los tres monos sabios , la cooperación sinérgica exitosa, siendo prudente con los que vemos ,oímos y hablamos.
                                                            Ferrán Aparicio
                                                           5 de mayo de 2018

jueves, 5 de octubre de 2017

LO QUE QUIERO AHORA


Será porqué me tenía nuevamente que operar con una anestesia total, porque quizás había cerrado etapas en espera de abrir unas nuevas, por dejar la nevera llena  por si volvía, la cama hecha , incluso el testamento hecho , le había visto las orejas al lobo, pero incluso con la casa perfectamente hecha y la casa arreglada, me fui operarme sólo, pero con la convención de que me iba con  la sensación de haber vivido y haber hecho casi todas las cosas que me había propuesto desde la perseverancia , el esfuerzo y el trabajo, que cada meta suponía.

A estas alturas de la vida y gracias a Dios o sin ella, somos capaces de rememorar aquello que nos ha ido bien, salvo en determinadas situaciones que vuelven a verse referencias y estamos alertados de aquello que nos pasó. Yo prefiero ni recordar y enfrentarme a un  nuevo día con ganas de ver el sol, quizás y sólo quizás, gracias y por desgracia de mi educación procuro olvidar, en otras ocasiones prefiero cambiar de tema , sin más , no me vale la pena recordar la toxicidad que ciertas actuaciones ajenas me producen , y más por aquello de que, quien más puso más perdió y ese fui yo , y a pesar de todo y de nuevo desde la perseverancia y la motivación he salido adelante, precisamente con el secreto de dejar lo negativo atrás y empezar de nuevo, la rueda de la vida en el posicionamiento que me he quedado.

Cuando despiertas de nuevo de una anestesia general, a pesar de lo jocoso, que suelo ser con el anestesista que se me despidió con unas buenas noches, aunque eran las diez de la mañana, cuando te despiertas te das cuenta de que casi nada de lo que creemos es más importante de lo que parece. Esta misma sensación la tienes cuando te enfrentas a un notario a decirle tus últimas voluntades y te das cuenta; si ha valido la pena tanto esfuerzo y sufrimiento para abandonarlo todo, tan livianamente, por un destino de tu propia vida.

Al final de todo, te das cuenta de que ni el éxito ni el poder, ni el dinero, ni las grandes experiencias,  van más allá de lo imprescindible para vivir  y sólo es necesario para recuperar un minuto de tu vida.

Al final te das cuenta de que convivir, es hacerlo con gente que valga la pena, que la toxicidad de los malhumorados, interesados, absorbedores de tu energía, no te han servido más que para dejar de vivir otras maravillosas experiencias que has dejado por fidelidad a los que creías fieles y sinceros.

Al final te das cuenta de que el cinismo de la sociedad que sólo piensa en su bienestar se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche y en especial a esas personas insípidas que nunca se meten en los y pasan desapercibidas, como si la vida les pasara de lado.

Al final valoras la sencillez, el minimalismo, ver un amanecer o un atardecer, aunque lo veas sólo, pues a los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser, casi prefiero verlos por la acera de enfrente y escaquearme de saludarlos.

En este de momento de mi vida, con la nevera llena, la casa limpia y mi vida organizada y aun estando convaleciente he decidido, que no quiero nada, casi nada, tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de los pocos amigos que, de verdad, me quedan.

Al final esa forma de ser que me caracteriza y con mi don de la fuerza del trabajo, que aplico en mi vida, ni nada ni nadie me va impedir lo que yo quiera , pues me he quitado las barreras del miedo y solo me queda que mantener la libertad y el espíritu crítico que me caracteriza,  por los que pago a gusto todo el precio que tenga que pagar, como lo hago cuando viajo. Sólo queda tener la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno, pues cuando me toque esfumarme, me esfumaré con mi mejor amigo que soy, simplemente yo.

                                                           Ferran Aparicio

                                                     5 de octubre de 2017


viernes, 1 de septiembre de 2017

PERDER TAMBIÉN ES VIVIR

Hace años leí un artículo de F. Sabater que se titulaba Perder. Si bien la memoria es caprichosa, el autor hablaba d como con el paso del tiempo todos vamos perdiendo. Perder es parte de la vida como ser y estar, pensar y sentir o simplemente comer o beber.


Perdidas muertes o distancias en el tiempo de amigos, amores y seres queridos. Vuelos muy queridos y también desconocidos. Proyectos y realidades que se esfumaron dejándonos dentro un paso que tuvimos que  entender con el paso de los años.

Todas las perdidas traen cierto dolor, vacios, miedos y sufrimentos,…, porque solo se siente así cuando lo perdido es algo o alquien profundamente valioso para cada uno de nosotros.

Cabría ahora aquí unos cuantos sinónimos de perder: dejar, descuidar, desperdiciar, extraviar, malgastar, olvidar… Resultan obvias connotaciones negativas de toda la lista. Se entendería que uno ha tenido que ver con esa pérdida, de la que debería hacerse responsable y más en el sentido judeocristiano de la culpabilidad. A mi modesto entender esta es la causa más probable del sufrimiento y quizás del enganche más insano al drama y a la negatividad. Es uno de nuestros mayores engaños: hacemos responsables de asuntos que más tienen que ver con las circunstancias , que son cambiantes, las fronteras y los limites ,.., que con nuestras acciones  y responsabilidades , que en definitiva son circunstancias , hechos y razones que no dependen siempre de nosotros mismos.

Todos y digo todos,  a lo largo de nuestras vidas perdemos. Hay que decirlo así y aceptarlo como siempre sin más. Forma parte de la vida  humana. También el dolor, el vacio, el miedo y el proceso hasta asimilarlo. Es así de sencillo.

Como pragmático de la vida que me considero, se aprehende más del éxito que del fracaso, porque este te dice una forma correcta de cómo llegar a donde quieres ir , cuando sabes realmente que es lo que quieres y donde te diriges. El fracaso por otro lado sólo te dice una forma de no llegar y cuando hay varias acciones y opciones, no se sabe cuál es la correcta.

Hemos visto y vivido el éxito y como nos emborrachaba hasta vivir en una nube todo el tiempo. También hemos visto y conocido el fracaso de cerca y como éste nos arrastraba por el fango hasta despellejar lo vivo.

Quizás  y solo quizás, la receta radique en la experiencia y en la acción, dentro de un protagonismo ineludible, siendo conscientes que la dificultad radica en el riesgo que entraña estar en crecimiento evolutivo y en movimiento constante. 

No es lo mismo aprender a través de treinta años de experiencia que de un año repetido treinta veces, que decía un proverbio chino, pues las metas y los riesgos son la sal de la vida y solo son evitables desde la apatía existencial. Al final como decía el poeta…” sufrir también es vivir. Perder y sufrir también es vivir, pues como el equilibrio estable es tan desproporcionado como el equilibrio inestable, pues  en el fondo todos vivimos sabiendo que perder también es vivir.     

Ferrán Aparicio
1 de Septiembre de 2017

martes, 15 de agosto de 2017

SORPRESAS TE DA LA VIDA

Es bien cierto que sabemos lo que estamos haciendo en este momento y quizás incluso tenemos un plan para mañana, pero lo que también es cierto que la vida corre como un galgo, sin darnos cuenta que no avanzamos hacia el infinito, sin tener garantizado ni cómo ni cuando acabaremos este proceso vital.

Hay momentos como cuando se acerca tu aniversario, que paras y reflexionas y te das cuenta que has pasado un año más para la cuenta atrás, y que  las décadas van pasando con todas su connotaciones, los veinte , los treinta , los cuarenta ,…, una gran crisis de medianía de edad , y llegan los cincuenta , colmatados de experiencias y desafíos,.., y siguen los sesenta y aunque cada día tenemos más esperanza de vida, empiezas a verle las orejas al lobo, aun cuando no tienes  que enfrentarte a una serie de desafíos físicos  y psicológicos, y estando gozando de la plenitud de tu vida.

Pero cuando lo piensas fríamente y haces un ejercicio de valoración te das cuenta como se han ido sucediendo las etapas en tu vida, con todo lo bueno, lo menos bueno, incluso con aquello que te ha hecho mella y llegas a la conclusión que el secreto de asumir tu edad y sólo la tuya, es mirarlo a la cara y ser consciente que ya no tienes dieciocho años y que existen una serie de limitaciones a las que te tendrás que enfrentarte, eso sí con alegría.

Al final a parte de las canas, las arrugas, y alguna que otra dolencia, lo que más valoras es tu propia experiencia, esa que te has ganado a pulso y de una forma voluntaria, y es por ello que centrándote en esta experiencia es donde encuentras la clave imprescindible para dedicarte el máximo tiempo a ti mismo y a lo puramente personal, pues ya no hay más escusas para no hacerlo.

La madurez es un grado que no tiene desperdicio, ya no pierdes el tiempo en cosas superfluas y valoras lo que  a ti te interesa y a quien te interesa, pasando de convencionalismos. Ya sabes lo que no quieres, lo que evitas, lo que en el fondo te interesa y lo que ya definitivamente no te interesa.

Los cánones de la belleza ya no te interesan como lo hacía en etapas anteriores, desde el mundo de la moda hasta los cánones de belleza, sin embargo esas canas que te hacen tan interesante, son las que de alguna forma tienes que cuidar, pues es una forma de alimentar la autoestima independientemente de generar tu mejora de salud , lo cual no es cuestión baladí.

Si analizamos la autoestima como principio y valor,  te das cuenta que simplemente estamos hablando de amor propio, algo personal e intransferible. Es por ello que una vez asumida tu edad y a pesar del duelo que produce  asumirlo, sólo tienes que tener en cuenta tus propias limitaciones y priorizar en aquello que realmente te apetece y te hace feliz, siendo consciente que toda tu vida se ha sustentado en aquello que voluntariamente has conseguido.

Al final solo se trata de reorganizarte y plantearte o retomar nuevos proyectos o retomar aquellos que dejaste a un lado, siendo consciente de tus propias limitaciones.

Ferrán Aparicio
     15 de agosto de 2017

miércoles, 15 de febrero de 2017

ACTOS CONSCIENTES

Llevamos unas semanas derivando en el mar de los propósitos, tras la entrada en un año nuevo lleno de buenas intenciones. Es un acontecimiento que sucede año tras año y este año, y este año he decidido coger el toro por los cuernos y que no se me escape una año más, antes de la cuenta atrás, pues el tiempo no vuela, galopa especialmente cuando  pasas el hemisferio de los cincuenta.

Cada día tengo más claro y en ese sentido estoy y sigo escribiendo, que para llegar a un estado de plenitud continuo, solo se trata de simplificar cualquier procedimiento o situación  y poner consciencia a lo que estamos haciendo.

Solo se trata de visualizar y fijar unas metas y objetivos diarios, que junto a los  hábitos que vamos fijando, mecanizan el procedimiento de una forma natural, desarrollando esa parte de nosotros mismos, es decir la conciencia, que es observadora de nuestra propia experiencia.

Siempre y cada día más, he creído y atendido a la sincronicidad de las cosas y situaciones como una esencia fundamental y espíritu de vida, pero lo que es bien cierto o al menos a mí me lo parece es que la visualización de lo que queremos,  es una capacidad para focalizarse en la experiencia pero sin perder la conciencia de que estamos en esa experiencia, desde el yo observador.

Lo bueno de observar desde la observancia, de ser espectador  de nosotros mismos, es que las situaciones no nos arrastran  sino que podemos decidir cuándo nos entregamos a ella  y cuando mantenemos una distancia prudencial. Al final solo   se trata de un acto consciente  selectivo  en el que materializamos una manera de ver el mundo y relacionarnos con él, sabiendo que es algo nuestro, propio e interno y que no depende de nada exterior.

El observar desde la observancia, es simplemente ejercer lo que muchos gurús tildan de meditación y simplemente desde el espacio neutro de una mente en blanco, enfocar para aprehender a observar nuestro ego o dicho de otra forma captar lo que nuestra mente está intentado transmitir desde su interior, para trasladarla al aquí y el ahora o simplemente para visualizar de una forma la esencia de algo que tenemos pendiente o simplemente nos preocupa. Lo que está claro y el tiempo y tu corazón a través  de tu tensión arterial te va a demostrar, es que también se trata de ir bajando el ritmo, no podemos seguir en un estado de stress continuo corriendo de un lado para el otro.

Cuando tenemos una decepción, un duelo o dolo o simplemente perdemos a alguien cercano, nos viene a la cabeza siempre y comúnmente a los humanos el hecho de que esta vida es un pasar , y que sólo se trataría como actos conscientes que son el disfrutar de las pequeñas cosas y a veces no tan pequeñas que la vida nos da cada día, agradeciendo estar vivos y  con la posibilidad de disfrutar de todo y cada uno de lo que las vida nos aporta, pues es una forma  de actuar que nos lleva de vuelta al presente, a lo que hay aquí y ahora. De la misma forma aceptar que la vida no es perfecta y aceptar que cada día la vida nos va a traer pequeñas contrariedades sin importancia o con ella pero que al fin y al cabo sin tiene solución serán subsanables y si no la tienen  simplemente habrá que aceptarlas como lo que son contrariedades.

Estas actitudes son la base desde la que luego podrás construir aquello que desees, porque lo esencial es sentirse bien en el interior y con uno mismo, cada día como un acto consciente,  y a partir de ahí se pueden todo lo que te propongas.

                 Ferrán Aparicio
15 de Febrero de 2016

sábado, 10 de diciembre de 2016

IMPULSOS BASICOS

Hace poco tiempo he tenido una experiencia que me gustaría compartir, por aquello en lo que creo y es que compartir también es vivir, y hablar en voz alta y escribir lo que escucho me ayuda a aprehenderlo y repasarlo mucho mejor, no sólo conceptualmente sino también emocionalmente.

Salí de casa de una forma aleatoria, en el sentido de  que no estaba de alguna forma predispuesto a hacerlo, ni entraba en mis planes el moverme. La verdad es que suelo planificar mucho mi tiempo, mis  acciones en el tiempo y mi localización, no sé si por obsesión  o simplemente por deformación politécnica dentro del ámbito profesional e implícitamente en el ámbito personal.

En cualquier caso me deje llevar como si de un zombi  se tratara, pero cada paso era un movimiento del subconsciente, hasta que ya habiendo andado un tiempo, me di cuenta que me estaba moviendo y haciendo cosas bajo un impulso básico.

Pensándolo fríamente me di cuenta  que la única explicación,  era que la voz de la conciencia nos llama, pero somos libres para desatender su llamada. La alternativa es simplemente un impulso básico consciente o inconsciente de: escuchar y obedecer en la medida de nuestras posibilidades o la desatender la llamada, sin más.

Es bien cierto  y por mucho que nos despistemos en el camino o miremos hacia otra parte y a pesar de estar en una radical incertidumbre, estamos obligados a elegir. Al no poder tomar una decisión, nos aferramos a preceptos, dogmas, axiomas, mandamientos, leyes y principios de origen divino, que no deforman el impulso básico como concepto.

Al final llegas a la simple conclusión que con un impulso básico  y aun no teniendo toda la información de una situación para adentrarnos en ella, debemos aventurarnos una y otra vez en un mar de incertidumbres, que nos lleva a un estado de consciencia pura de algo que  entendemos sin racionalizar el contenido en su estado más puro.

Si  reconocemos ese impulso básico y le sumamos  el  espíritu de aventura requerido para actuar a pesar de nuestra incertidumbre, necesitamos proveernos también de la virtud de la tolerancia, pues la tolerancia  como concepto y como acto reflexivo, no implica aprobar todos los hechos de los demás, sino ha de basarse en el verdadero dialogo en el que cada uno se sitúa y presenta su forma de ver y de ser.

Lo que la psicología ha reconocido es  que la conciencia es una fuerza intuitiva interior que trae consigo la consecuencia de que nuestra conciencia puede revelarnos la verdad; ahí donde ésta es inaccesible a nuestra comprensión racional y esto sucede porque básicamente todas nuestras decisiones existenciales importantes son intuitivas y la forma de justificarlas es racionalizándolas posteriormente, a través del ser conceptual.

Cada momento nos somete a una decisión, cada decisión origina conflictos y cada conflicto genera tensión, la tensión es parte de la condición humana y es la tensión que existe entre lo que un hombre es y lo que su conciencia le indica que debiera ser: la que existe entre su realidad y sus ideales y todo ello guiado por un impulso básico,.., personal e intrasferible, que como siempre, se mueve, .., sin más.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                  10 de diciembre de 2016

martes, 1 de noviembre de 2016

BUSCANDO EL NORTE



En ocasiones he sentido sensaciones de estar viviendo como una brújula, unas veces buscando el Norte y otras el Sur al mismo tiempo, como si de un campo magnético se tratara, capaz de no reconocer en qué punto me encontraba y en otras ocasiones y desde la observancia, he podido ver y reconocer, cuantas contrariedades suceden a mi alrededor, especialmente una vez que pones cierta atención en cuanto y a donde se dirige la gente observada.

Es bien cierto, que como personas nuestra mente es capaz de seleccionar el estado consciente en el que queremos estar; desvirtuando, olvidando o escondiendo ciertos factores o elementos en el mundo subconsciente.

Sin embargo y siendo conscientes o inconscientes, si sentimos la idea, de estar acertados o equivocados sobre la dirección que no nos movemos, especialmente cuando nuestra mente y nuestro cuerpo trabajan al unísono y sentimos una satisfacción vital.

Sin embargo y en medio de esa brújula que siempre busca el norte por definición, se encuentra en medio el alma o ánima, de nuestra psique, de la que no somos conscientes pero de la que proceden los impulsos, sueños, anhelos y en definitiva deseos que nos llevan o nos han traído al momento y lugar donde estamos.

Y cuando eres consciente de esa anima o alma, es cuando llegas a comprender la trascendencia de la existencia del plano interior de nuestro ser que nos demuestra que existe y es importante atender sus necesidades al igual que hacemos con nuestro cuerpo y nuestra mente en un estado consciente.

Este proceso se nos plantea cuando nuestra brújula interior está marcando el norte y nosotros caminamos en otra dirección o simplemente desconocemos a donde nos dirigimos y que dirección estamos tomando. Surge en este estado como una alarma interior muy difícil de explicar y muy relacionada con el sentimiento intuitivo de que algo no va bien y el ánima solicita que reconozcamos su existencia y la tengamos en cuenta de vez en cuando.

Esa revisión o supervisión de nuestro estado anímico, refleja la necesidad espiritual de contrastar los valores existenciales con los reales a efectos de rectificar ese norte que todos buscamos y que no es más que un estado de búsqueda de eterna felicidad que no existe en general, salvo error o excepción, más que como suma de pequeños momentos de felicidad.


Al fin y al cabo nuestro interior, nuestro ego, también tiene necesidad de sentirse satisfecho y cumplir sus sueños y que sus anhelos, sean satisfechos y el alma o ánima que como ente abstracto no tácitamente reconocible nos llama la atención para que de alguna manera atendamos la necesidad interior de experimentar satisfacción y alegría en nuestra vida.

Al final sólo se trata de hacer coincidir conscientemente nuestra brújula exterior con lo que de una forma intuitiva espiritual e interior nos va marcando el verdadero norte, nuestra anima, como siempre , sin más.

Ferrán Aparicio
1 de Noviembre de 2016





jueves, 25 de febrero de 2016

SUPERVIVENCIA VITAL


Si hay algo que nos caracteriza a todos los humanos, por muy valientes que nos consideremos es la reacción ante nuestros miedos.

Ante el miedo sea del tipo que sea tenemos que reaccionar racionalmente, pues teniendo claro como concepto que es el miedo, solo se trata de utilizar los antídotos vitales de la supervivencia para vencerlo.

El miedo como concepto es una emoción caracterizada por una intensa sensación de percepción de peligro real  o supuesto, incluso intuitivo, como sensación de amenaza a nuestra integridad y sobre todo a  nuestra seguridad.

También es cierto que la máxima expresión del miedo es aquello que formalmente reconocemos como terror y que simplemente se corresponde con la dimensión del miedo ante la amenaza.

El problema surge cuando reflexionamos y nos damos cuenta de cuantas veces hemos sentido miedos de todas las índoles y colores y con la perspectiva del tiempo y una vez superadas las situaciones nos damos cuenta lo absurdo que ha sido nuestro comportamiento, pues  al fin y al cabo era un supuesto  a lo que nos enfrentábamos.

Una vez entramos en contacto con el concepto de miedo nos damos cuenta que el miedo es simplemente una respuesta adaptativa de supervivencia vital  y defensa ante algo o alguien que nos presupone un peligro para nuestra integridad física o psíquica.

Sin embargo el problema de adaptación surge cuando presupones algo que como premisa no es cierta y sobre la que elaboramos el argumento de un suceso, es entonces cuando la amenaza no es real y es cuando no puede ser resuelta con los mecanismos básicos de supervivencia.

Al final  de cualquier reflexión sobre el concepto del miedo te das cuenta que muchas veces es temporal y sólo se trata de enfrentarse a las situaciones con prudencia pero con ahínco, pues en definitiva los miedos son personales y no trasferibles en la mayoría de los casos.

La intervención de un punto de vista externo como  en cualquier situación  natural que manejamos en la vida nos puede dar un punto de  vista objetivo que puede ayudarnos a ver el problema o situación desde otra perspectiva.

Como con cualquier problema, solo se trata de encontrar la solución más adecuada y plantearnos que no podemos estar limitados a la convivencia de nuestros miedos pero tampoco por lo contrario podemos estar en contacto con amenazas y riesgos.

Como siempre bajar al plano de lo práctico, analizar que nos ocurre en el presente y de alguna manera nos amenaza sin llegar a idealismos y supuestos teóricos, es una forma de practicar la supervivencia vital de la presencia mental consciente con la sensación en el acto de conocernos.
                                                      Ferrán Aparicio
                                                25 de febrero de 2016

 

 

 

sábado, 20 de febrero de 2016

DUENDE


Hablar del duende es hablar del personaje misterioso que todos tenemos dentro y muchas veces aflora  sin avisar y que normalmente siempre trae consigo algo positivo y creativo, en cualquier campo o aspecto de la vida.

Pero el duende como tal es un  concepto intangible dentro del pensamiento intelectual, pues su racionalidad carece de fundamento, es pura pasión y de alguna manera reflejo de sentimiento.

Normalmente como concepto se asocia a las artes y  se asocia a un estado de expresión que refleja una emoción interior de cierta autenticidad, es como el personaje que nos habla desde el subconsciente y transmite ideas evocadoras de un tema que conscientemente o no, podríamos haber llegado a ellas.

Analizando el tema he descubierto el texto de Federico García Lorca, en  su brillante conferencia titulada "La teoría y la Función del Duende", donde  intenta arrojar algo de luz sobre el misterioso e inexplicable tristeza que vive en el corazón de ciertas obras de arte, donde el duende es el poder  y no la obra.

Simplemente transcribiendo algún párrafo de este ensayo se capta el anima del duende mostrando la relación entre el arte y verdad, entre ética y estética, sin más: "Todas las artes son capaces de duende pero donde encuentra más campo es en la música, en la danza y en la poesía hablada, ya que éstas necesitan un cuerpo vivo que interprete, porque son formas que nacen y mueren de modo perpetuo y alzan sus contornos sobre un presente exacto"

Sin embargo el duende como tal es un estilo vivo, esa forma lógica de hacer las cosas que aparece de nuevo y no se repite nunca, quizás porque nosotros no somos siempre los mismos y vamos mutando y evolucionando como un tránsito del alma en el que el personaje que exteriorizamos refleja la voz del arte, la voz del amor y en su esencia, el de la muerte que se nos aproxima.
El origen del término duende viene del espíritu de la evocación y de todos es conocido bien como conocedores bien como espectadores que viene desde el interior como una respuesta física y emocional de un acto de alguna forma expresivo.

Pero la estética del duende no entiende de palos,  ni de personas, ni de educación, incluso de clases sociales,.., y aunque habitualmente se le ha asociado al flamenco en cualquier expresión representa  el espíritu de la energía que ayuda al artista a ver las limitaciones de la inteligencia ayudando al artista a crear y comunicar  lo más  espontáneo de nosotros mismos sin ningún tipo de esfuerzo y de alguna manera consciencia.

Les animo como siempre a despertar a su duende como símbolo de ese poder misterioso que todos sentimos y tenemos y ningún filósofo puede explicar y racionalizar , pero como las brujas haberlas,…, hailas.

                                                          Ferrán Aparicio
                                                   20 de febrero de 2016