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viernes, 20 de julio de 2018

CAMBIO INMINENTE


Es bien cierto que las personas evolucionamos con el tiempo, especialmente si reflexionamos como éramos hace veinte años, que principio y valores regían nuestras vidas , cuales eran nuestras necesidades básicas , cuales eran nuestras expectativas y finalmente como hemos cambiado en el tiempo.

Pero si analizamos  la idea de cambio de forma concreta será fácil de comprender el por qué es necesario y ponerlo en práctica de forma más “urgente”, pues aunque todo llega en su justo momento ni antes ni después, es bien cierto que todos necesitamos un cambio.

En el proceso del concepto de cambio  hay que tener en cuenta: los valores que atraviesan el cambio; la proyección a futuro; la estrategia que se va a trazar para implementarlo; las palabras clave que lo definen y el objeto que se pretende  cambiar o simplemente mejorar.

Los cambios van íntimamente relacionados con el auto mensaje que nos recuerda que es lo queremos cambiar, porque lo queremos cambiar y para que lo queremos cambiar , básicamente es la aplicación de “el que, el porqué y el para qué” , muy relacionado con la resolución de los problemas.

Para que la idea de cambio tome relevancia es importante repetirla y además, implementarla en todo lo que se pueda, siendo importante  percibir  la visión a futuro sin que pierda peso entre otras acciones.

Las personas somos todas distintas y por lo tanto, tenemos pensamientos distintos. Algunas nos adaptamos más rápido que otras. También es cierto  que según seamos de lanzados y atrevidos esto nos puede facilitar la puesta en marcha en el cambio , pues las personas   más conservadoras y en un contexto de cambio esto puede generar algo de resistencia.

El secreto del cambio es el  proceso de  la acción y simplemente se trata de  proyectar el cambio a través de objetivos en el corto plazo.

Para esto es importante que quien se proponga  un cambio fije  proyectos breves de éxito asegurado; que sean fáciles de implementar y de observar,  consiguiendo el cambio  por etapas.

No hay mayor satisfacción que percibir pequeñas transformaciones que otorguen resultados palpables y tangibles para uno mismo.

El cambio es un proceso, esto nos indica que se debe ir evaluando paso a paso y modificando lo que sale mal, lo que no es apto, implica ir construyendo sobre el cambio, abriendo nuevas alternativas, siempre sobre la misma premisa.

Finalmente  considerar que el cambio debe estar en todos los aspectos de nuestra vida desde nuestra vida  lo laboral a lo personal, incluso lo social, por lo que simplemente les animo a planteárselo, antes de que sea demasiado tarde.

                                                      Ferrán Aparicio
                                                    20 de julio de 2018

viernes, 20 de enero de 2017

MODELO TRANSTEORICO DEL CAMBIO

Dicen los especialistas que el  hábito es necesario; es el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que uno debe combatir incesantemente si quiere continuar  y es que  lo que voy a razonar  es que en el habito del orden esta la virtud, por decir un algo.

El otro día y como siempre no sé si por casualidad o porque necesitaba leer acerca de ello, cayó en mis manos el modelo  transteórico del cambio de Prochaska y Diclemente. En general y a pesar de ser un modelo teórico tiene connotaciones básicas que ayudan a replantearse cambios de vida hacia hábitos saludables, a través de un modelo evolutivo de racionalización de lo que se pretende.

En general todos y antes de que suceda algo en nuestra vida, no somos conscientes de tener un problema, hasta que una muestra nos llama la atención sobre lo que nos está pasando o lo que estamos viviendo, y se puede manifestar desde la negación a la racionalización o convencimiento en  versus contrario.

El problema surge cuando somos conscientes de que tenemos un problema y lo asimilamos o simplemente lo derivamos en el tiempo. Pasado ese tiempo que para cada uno tiene su dimensión se empieza a buscar la dirección a donde recurrir para solucionar lo que nos parece un problema y como concepto tiene solución, por aquello que de lo que no tiene  solución no resulta ser un problema.

Un día te levantas y sin excusas , ni demora te enfrentas a darle la solución a aquello que te preocupa, pues sin darte cuenta has ido psico analizando el problema, o cuestión en toda su dimensión  y la persona toma ya los pasos necesarios, sin excusas, ni demoras, para  dar los pasos planificados.

Una vez enfrentado a tu nueva realidad y habiéndose producido el cambio y teniendo la nueva conducta instaurada, sólo se trata de y transformarla en hábito diario, si bien y en cualquier caso la consolidación dependerá de la envergadura del cambio y del momento en que estemos.

Con el paso del tiempo y dentro del modelo transteórico del cambio, cuando se trata de un hábito  se dice que éste ya es sólido y es difícil abandonarlo, pues ya forma parte de nuestra vida.

Como todo en la vida todo tiene su proceso y procedimiento, simplemente se trata de tomar la decisión de hacer algo específico para cambiarlo, yo en  concreto y por poner un ejemplo, he dejado de fumar, después de estar años intentándolo, es decir he alargado el modelo transteórico  aumentando el tiempo de contemplación del problema realizando maniobras disuasorias y huidas hacia adelante para no tener que encarar el verdadero problema.

Al final llegas a la conclusión que cuando pases la primera etapa antes saldrás del modelo  transteórico del cambio, que al fin y al cabo es para todo el mundo igual, sin excepción alguna.
                                                           Ferrán Aparicio

                                                      20 de enero de 2017