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viernes, 14 de julio de 2023

VOLVER A EMPEZAR

 

El paso del tiempo no solo nos afecta haciendo que aprendamos cosas acerca del entorno; aunque no nos demos cuenta, también hace que interioricemos una serie de creencias acerca de quiénes somos y hacia dónde vamos. Dicho de otro modo, la experiencia también sirve para que vayamos construyendo un autoconcepto.

Tener un autoconcepto bien asentado es muy ventajoso en muchos sentidos. Por ejemplo, en muchos casos permite fijarse epectativas realistas y no lanzarse hacia situaciones extremadamente arriesgadas en relación a lo poco que se puede ganar a partir de ellas.

Sin embargo, esta imagen que tenemos acerca de nosotros mismos puede convertirse en una cárcel. Y es que con el simple paso de los años podemos llegar a una conclusión errónea: “si durante todo este tiempo no hemos logrado un cierto objetivo, eso significa que no estamos hechos para alcanzarlo”

Dicho de otro modo, tener más información nos hace concluir falsamente que conocemos todos nuestros límites y que nunca es tarde para empezar de nuevo

Si algo nos distingue es nuestra increíble capacidad de aprender, pues los seres humanos prácticamente no tenemos instintos que condicionen nuestro comportamiento de una manera previsible y estereotipada, lo cual significa que no llegamos al mundo con esta clase de ayudas para adaptarnos al entorno.

Nuestra capacidad de aprendizaje forma parte del funcionamiento normal del cerebro, dado que este trabaja a partir de un mecanismo llamado plasticidad neuronal: nuestras neuronas cambian constantemente sus patrones de conectividad, reforzando ciertas relaciones y debilitando otras dependiendo de la utilidad de cada uno de estos puentes entre células nerviosas.

En conclusión, si nunca es tarde para empezar de nuevo es justamente porque no existen ataduras con el pasado que determinen aquello que seremos en el futuro. Ni nuestros genes ni nuestra historia pasada nos lleva a actuar. siguiendo en línea recta la dirección por la que llegamos hasta el presente.

Es cierto que el simple hecho de tener más edad hace que existan ciertos límites a la hora de profundizar en el grado de maestría que podemos alcanzar practicando una nueva habilidad, pero esto solo tiene importancia si queremos alcanzar niveles de élite. .

A fin de cuentas, volver a empezar de nuevo es simplemente la unión de dos elementos: el aprendizaje de nuevos hábitos y rutinas, y un cambio de aires relacionado con los entornos físicos y sociales por los que nos movemos. Esto es algo que es perfectamente realizable independientemente del tiempo que haya pasado desde el inicio de nuestro recorrido vital. Merece la pena aprovechar este simple hecho que nos permite desarrollar nuestros objetivos en cualquier dirección.

.Nunca es tarde para empezar de nuevo, nunca es tarde para ser feliz. La vida es para los valientes como tú, los que se la juegan a todo o nada. No desperdicies tu vida que solo tienes una, hazme caso.

                                                         Ferrán Aparicio

                                                    10 de junio de 2023

 

 

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sábado, 15 de julio de 2017

SIN EXCEPCION ALGUNA

Hay cosas que nos sorprenden y que realmente no acabamos de racionalizar, y es la capacidad de destacar dentro del estilo, como una forma de hacer las cosas o la genialidad como esa forma de alcanzar la excelencia que mucha gente deseamos y no alcanzamos , incluso asumiendo aquello de vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Hay quien piensa que un genio nace, no se hace: sencillamente, tiene el talento para una actividad concreta y le basta con desarrollarla para alcanzar la excelencia, pero esto es una visión racional y simplista y es que existen unos rasgos que de alguna forma natural los distinguen y les hace ser simplemente genialmente diferentes.

Yo personalmente estoy convencido que al margen de la genialidad que todos tenemos al menos en un grado , todo va acompañado en la perseverancia como actitud y aptitud para conseguir los objetivos que nos proponemos, independientemente que si hacemos lo que nos gusta ya iremos encaminados a buen puerto.

También es bien cierto que la preparación encamina a una excelencia en cuanto a lo productivo, pero resulta evidente que es una condición necesaria pero no suficiente y factores como la creatividad incrementan el resultado de los objetivos propuestos, pues de  alguna forma se lleva  la  pasión al límite, y la producción al éxito.

Dicen los grandes pensadores que el secreto del éxito se encuentra en dedicar tiempo en reflexionar acerca de lo que cada uno quiere alcanzar, y nos le falta razón pues en el éxito  y en el fracaso de un objetivo cumplido está también la perseverancia consciente.

Este tipo de reflexiones son unipersonales en cuanto la mente de cada uno no se puede compartir y la inversión personal en lo laboral o proyectado es tiempo y sólo tiempo, que implica un sacrificio personal y una merma en las relaciones sociales.

Como todo en sí es importante que lo que hagas lo hagas a gusto, lo que implica una dedicación exclusiva  por el placer de la actividad en sí más que por las recompensas extrínsecas.

Y ese es famoso elemento, ese que nos motiva y nos apasiona en  esa forma de alcanzar la excelencia que mucha gente deseamos y no alcanzamos, porque al fin y al cabo cuando nos desvivimos por nuestro trabajo o proyecto o simplemente por ese proyecto de vida, en ningún caso nos entregamos por dinero, sino  por pasión y vocación.

Al final las personas y los personajes, que desarrollamos en el teatro de la vida, materializamos nuestras pretensiones por el placer de la actividad, más  que por las recompensas extrínsecas, lo que en general tiene como consecuencia un resultado superior a la media, pues visto como espectador, aquellas personas a las que motivaba menos las recompensas extrínsecas, son las que finalmente las recibían, como siempre sin más.

Ferrán Aparicio
15 de julio de 2017

lunes, 30 de enero de 2017

BIBLIOTECAS ANDANTES

Si hay algo que en la actualidad cada día me llama más la atención es el flujo de información masivo que recibo cada día y la posibilidad de consulta  que tenemos con los nuevos o ya no tan nuevos medios de comunicación, que si queremos nos puede llegar a convertirnos en bibliotecas andantes.

La vida antes era de alguna forma estática,  en cuanto a posicionamientos y sin darnos cuenta se nos ha vuelto dinámica, en cuanto que podemos cambiar de punto de vista en función de los datos  y razones que vayamos  absorbiendo en un momento, la realidad no se detiene sin dejar que nuestra mente descanse ni un sólo instante, lo cual como siempre, no es cuestión baladí.

Pero el problema surge cuando como bibliotecas andantes, muchas personas somos actualmente incapaces de concentrarnos en un contenido, tendiendo a encadenar un mensaje o concepto tras otro,  sin apenas parar a digerir lo aprendido y sobre todo, sin aplicarlo, lo que muchas veces nos lleva a desvirtuar el significado de los conceptos y situaciones, así  como a no enfocar según nuestros propios principios y valores.

Lo cierto es que resulta  imposible aposentar los nuevos conocimientos si no los llevas a la práctica, si no haces uso de ellos, porque  final tienes la cabeza repleta de conocimientos que no sabes cómo usar.

Pensado fríamente, solo nos queda  que no parar, pero si aquietar nuestros actos y movimientos y comenzar a analizar el problema, donde se encuentra y vaciar de contenidos nuestra biblioteca andante para volver a poner los principios, conceptos y valores en su justo y necesario sitio.

Quizás y como siempre sólo quizás, al final solo se trate de   aprehender a vaciar nuestra mente y cuando la mente está vacía poder aprender nuevas cosas y desde esa vacuidad es más fácil centrarse, algo que podríamos tildar de Feng Shui mental.

Una mente atiborrada de ideas y conocimientos se colapsa y aunque  parezca un contrasentido, lo único que puede hacer es repetir patrones. Para ser creativos se necesitan experiencias reales, vividas, oídas, tocadas, olidas y degustadas. Es en ese estar en el mundo en dónde podemos sorprendernos, interesarnos, sentir la necesidad de introducir cambios. Si sólo vives dentro de tu cabeza, acumulando información, no necesitas cambiar nada.

Lo inteligente y en esa etapa de año nuevo, vida nueva, por colapso de ideas acumuladas solo queda que dejar que nuestro cerebro haga lo que mejor sabe y es clasificar toda esa información, eliminar lo accesorio y procesar lo importante.

Pero no desde lo racional, sino desde procesos inconscientes en los que confiamos que nuestra intuición es tan válida como nuestra razón e incluso más.

Por eso, para hacer cambios, para pensar creativamente, para variar nuestros hábitos, hemos de atrevernos a soltar. Hay que tener el valor de vaciar la mente, de soltar ideas preconcebidas, creencias, prejuicios, juicios y todo aquello que nos aleje del momento presente pues al final de ese vacío vital,  te encuentras a ti mismo, descubriendo que todo lo que querías ser ya lo eres, lo que querías tener ya lo tienes y que la vida se vive a cada instante a tu servicio.
                                                          Ferrán Aparicio

                                                     30 de Enero de 2017

sábado, 10 de septiembre de 2016

IMAGING PEOPLE

Vivimos en una sociedad donde gracias a los medios técnicos y de comunicación hemos llegado a un extremo en que nos pasamos la vida imaginando, como dice la canción imaging people.

Lo que está ciertamente claro es que de alguna forma vivimos en el imperio de lo mental de las experiencias pensadas pero no vividas , quizás por ese exceso de información tanto racional como imaginativa, bien por falta de tiempo para experimentar y asimilar toda la información que pasa por nuestras vidas, y que de alguna forma no  experimentamos.

Por otra parte es bien cierto que tendemos a la teorización; es decir no llegamos a experimentar aquello que de alguna manera aprehendemos y a veces contamos como si lo hubiéramos experimentado.

Una realidad virtual es que hoy en día, por poner un ejemplo podemos conocer cualquier destino viajero, sin apenas movernos de una silla frente a un ordenado, incluso ver las cosas en tres dimensiones.

En este sentido se manifiesta nuestra inteligencia que al fin y al cabo como dicen y coinciden algunos autores no es más que la capacidad para realizar predicciones válidas para nuestra vida.

Sin embargo no es tan fácil el proceso de imaginar pues al fin y al cabo nuestra memoria y capacidad sensitiva está sesgada por nuestros propios sentimientos, nuestras experiencias pasadas virtualizadas con el paso del tiempo y con nuestras creencias actuales, que de alguna manera serán pasajeras en cuanto se supone que todos evolucionamos con el tiempo.

Al final de todo proceso y cuando entramos en el estado de la duda aparece de repente nuestra intuición que es como la base de datos que nos permite racionalizar cualquier acontecimiento y nos salva de las falsas creencias en que hemos ido evolucionando, pues  al fin  y al cabo aunque situaciones pasadas no predicen situaciones futuras si nos dan una idea de cómo hemos evolucionado en el tiempo.

No hay mayor principio real que el de acción y reacción  y como humanos que somos sólo se trata de ante cualquier error o equivocación reaccionar y ajustar el proceso a la nueva base de datos que rigen nuestra vida en el momento presente.

Animo como siempre a practicar el imaging people, es decir imaginarnos como queremos ser, sentirnos en ese momento inmediato al que estamos viviendo, pues al fin y al cabo es un proceso racional de forzar la intuición, base general de datos de toda nuestra experiencia acumulada , como siempre personal e intransferible.

Imaginando, nos sorprenderemos descubriendo sensaciones y emociones que nunca hubiéramos imaginado, sino lo hubiéramos intentado, pues descubrir nuestra pasión interior es descubrir nuestro propio elemento.
           
                                                             Ferrán Aparicio

                                                    10 de septiembre de 2016

martes, 5 de julio de 2016

INTELIGENCIAS Y CAPACIDADES

Hablar De inteligencias y capacidades es hablar de palabras mayores, solo hay que murar alrededor de donde usted esta situado en este momento para darse cuenta que los recuerdos  y acontecimientos que mejor se fijan en nuestra mente son aquellos asociados a vivencias emocionales.

Si lo mejor que recordamos es aquello experimental-emocional hay que replantearse si en un mundo especialmente cambiante y comunicativamente rápido y complejo predecir en base al pasado puede ser coherente con nuestra realidad actual.

Si somos sinceros y examinamos nuestra memoria honestamente nos damos cuenta que gran parte de lo que recordamos no sucedió tal como nosotros lo recordamos, salvo error o excepción.

La mente es capaz de viajar al pasado sin embargo nuestra mente está sesgada por nuestros sentimientos y creencias actuales, lo cual supone un filtro a la hora de valorar las emociones vividas en el pasado.

Jeff Hawhins definía la inteligencia como la capacidad para realizar predicciones válidas para nuestra vida, de ahí lo inteligencia y capacidad van asociadas en una proyección hacia el futuro que depende mucho de la fragilidad de nuestra memoria en cuanto a creencias y emociones vividas o sentidas.

En este sentido nuestro posicionamiento ante la vida nos  sesgara hacia lo positivo o lo negativo en cuanto al posicionamiento de pensar que la felicidad que nos traerá un determinado bien o acontecimiento.

Cuantas veces nos hemos preocupado por algo que nos estaba pasando y con la perspectiva del tiempo nos hemos dado cuenta que realmente era una tontería el haber sufrido por algo que realmente no valía la pena. A contrario sensu cuantas veces hemos creído que algo no valía la pena y una vez obtenido hemos sentido la felicidad de lo deseado.

Esto nos pasa en ocasiones más o menos a todos, pero también hay personas que viven más inmersas en una de estas tendencias. El posicionamiento a sesgo hacia lo positivo y sesgo a lo negativo, es lo que diferencia la inteligencia emocional de cada persona. Lo curioso del caso, es que no sólo esos escenarios imaginados no suelen ocurrir nunca, sino que además en el caso que ocurran, la reacción de la persona suele ser mucho mejor de lo que ella se esperaba, tanto a sesgo positivo como a negativo.

Le animo  con su inteligencia y capacidad a detectar en que tendencia nos identificamos más para saber si vamos a tener un sesgo positivo o negativo ante la vida , porque una vez te has equivocado siempre existe un plan “B”, con el rectificar y ajustarte a los nuevos datos , vivencias y emociones que tienes en este momento, tu momento.


                                                              Ferrán Aparicio

                                                           5 de julio de 2016

sábado, 25 de junio de 2016

UN AMOR PARA EL VERANO

Me resuena aquello tan sonado como que: “las bicicletas son para el verano”, pero también lo es el amor como un concepto universal relativo a la afinidad entre los seres humanos, por aquello de “todo lo que necesitas es amor”, como fórmula mágica y el verano es tiempo de amor y además puede estar definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista.

Lo que bien es cierto es que el verano además de tener una buena temperatura, horas de luz y de sol y sensación general de bienestar, nos aporta tiempo de relación, como siempre para lo bueno o para lo malo, y es que tanto tiempo de relación, el que la tenga, debe también ejercerse un control consciente de las emociones, pues dicen los expertos que después de un verano, estadísticamente es cuando se producen más separaciones.

La palabra amor nos evoca inmediatamente la sensación de bienestar, así como el concepto de amor y especialmente en occidente ya que dentro de nuestra mentalidad colectiva, el amor es nuestra esencia espiritual que trasciende nuestra vida terrenal. 

Ciertamente, la existencia o no de este sentimiento de su expresión y de su contenido, sin entrar en más variantes dependerá de las creencias que tengamos. 

Para alguien que crea que nuestro cuerpo es todo lo que somos, el amor no es más que el producto de unas prácticas sexuales, pero el significado de la palabra amor no sólo lo hemos de ceñir a las creencias y prácticas físicas, sino también a las espirituales.

La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque, básicamente, el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista, basada en la compasión y la colaboración, y bajo otra egoísta, basada en el interés individual y la rivalidad.

Es bien cierto que nuestro espacio interno tiene muchos niveles de profundidad, y lo que vemos y en cierta forma sentimos, es lo que aflora en la superficie por aquello de la consciencia de lo presente, pero lo que también es cierto es que hay sentimientos emocionales que se alojan en el interior bajo esa superficie tan reconocida y con el amor funciona de una cierta forma igual; hay amores conscientes y otros que llevamos en otros niveles más interiores y que no afloramos.

Quizás con la llegada del verano sería una oportunidad de bucear en ese interior para visitar las profundidades y atender a ciertas necesidades y sueños, bien como acciones dirigidas a otros o simplemente hacia unos mismo, pero sobretodo basadas en el afecto.

Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles, por eso les animo que con un verano por delante, al menos lo utilicen cada uno en su forma y manera como facilitador de las relaciones personales, lo cual ya es un acto altruista y gratificante, aunque sea para uno mismo.

Ferrán Aparicio
25 de junio de 2016



lunes, 1 de febrero de 2016

COSTUMBRES PERFECTAS


Dicen que existen modus vivendi, es decir lo que vulgarmente se llama costumbres o rutinas de vida, que ayudan a acercarse al éxito y por eso se les tilda como perfectas.

Yo a pesar de ser algo escéptico no estoy muy de acuerdo en relacionar costumbres y éxitos, simplemente me apoyo en la vida de Santa Teresa de Jesús, por decir un simple ejemplo.

Dicen también que las personas que han llegado muy lejos en la vida, lo han conseguido debido a unos planteamientos ciertos, de hábitos sólidos y principios básicos fuertes, y a eso le llamo yo, perseverancia en el camino del éxito.

El mito del éxito muchas veces sin engañarnos demasiado simplemente se trata de la idea feliz de estar en el sitio adecuado y en el ambiente adecuado, independientemente de las decisiones que tomes en el camino de tu vida, y adquirir hábitos y rutinas y costumbres sanas, independientemente que la excepción no confirma la regla por hablar de algo o alguien hablaríamos de zorbas el griego, por ponerles otro ejemplo.

Quizás el problema radica en tener costumbres sin ser conscientes de ello, más bien como un estilo de vida propio que te beneficia a todos los niveles en la vida.

Dicen también algunos autores que no debe asociarte el dinero con el éxito, sin embargo todos tenemos claro que el dinero puede ayudarte a tener más oportunidades, tener menos preocupaciones y estar más conectado contigo mismo a la felicidad, a la paz interior incluso a las acciones positivas que te redirigen al éxito.

También es cierto que nada surge por casualidad, el método, tener claros los objetivos y metas, que en cualquier caso no es cuestión baladí, ayudan a llevar un camino con un rumbo claro y conciso.

Aunque muchos tenemos claro, que la perfección no existe y que se alcanza casi de una forma constante en el camino, queda claro que desarrollar y alcanzar los objetivos es una tarea que permite mejorar tuis resultados y en el fondo sentirte satisfechos en ese camino al éxito.

Otra costumbre perfecta, en cualquier ámbito y objetivo, es no centrase en cosas y personas negativas, la toxicidad si existe, solo basta que ingieran algo contaminado para saber cuál es el resultado físico de esa acción.

Como todo en la vida simplemente se trata de tenerlo claro, teniendo en cuenta que también el fracaso es una parte del juego y del crecimiento personal, pues aún siendo un virtuoso en cuanto a costumbres se refiere, los contratiempos y errores como oportunidades de una acción sirven para enderezar aquello en lo que nos hemos equivocado.

Como siempre y teniendo que una costumbre es algo que se hace habitualmente de una forma inconsciente les animo a transpolarlo a su lado consciente, al menos para saber que no se están equivocando.

Ferrán Aparicio
1 de febrero de 2016









sábado, 15 de agosto de 2015

OBJETIVOS CUMPLIDOS


Es cierto  y evidente, salvo error  u excepción que todas las personas de una forma consciente o inconsciente, nos marcamos unos objetivos temporales, bien sean diarios desde que nos levantamos hasta nos acostamos, bien sean semanales o simplemente mensuales, aunque sólo sea para llegar económicamente a cubrir nuestras necesidades básicas o bien de una forma emocional  y anual para ir creciendo como personas.

Lo que también es cierto que independientemente de llegar a conseguir nuestros objetivos y conseguir el éxito que ello supone, lo importante  es racionalizar que nada es gratuito y todo tiene su esfuerzo y sacrificio, incluso en aquellas ocasiones que encontramos respuestas a nuestras necesidades de una forma gratuita al final acabamos pagando un precio.

Muchas veces después de haber pasado las correspondientes penurias que suponen salir de una zona de confort para conseguir los objetivos marcados que nos hemos planteado; nos planteamos si ha valido la pena  llegado a un punto y no sabemos llegar al siguiente porque de alguna forma ni nos lo habíamos planteado, lo que  nos crea un vacío existencial independientemente de que hemos llegado al momento con aquello del objetivo cumplido.

Esto nos llega a plantearnos si realmente después del éxito viene el fracaso, como fenómeno posterior al éxito de la autocomplacencia o simplemente la organización tanto emocional como intelectual es más importante que el talento para vivir cada día de una forma independiente.

No siempre se puede saber la dirección ni el rumbo que nos va a llevar la vida; pero si es bueno plantearse y razonar que querer hacer demasiado puede ser un motivo más poderoso que la autocomplacencia de perder todo lo conseguido fruto de un esfuerzo fisico y emocional en un simple momento por aquello de no haber considerado la posibilidad de que menos es más en muchas ocasiones.
 
Nadie salvo muy pocas personas conocen su futuro tanto inmediato como lejano, por lo que no es fácil saber la trayectoria por la que navegar , pero si tener claro que el declive puede llegar una vez alcanzado el éxito por una marejada fruto del espíritu indisciplinado .
 
Muchos autores afirman en este sentido que se crece indisciplinadamente cuando se coloca el crecimiento como objetivo en lugar de como medio para alcanzar los objetivos cumplidos; sin embargo la adición al éxito y al correspondiente crecimiento puede desvirtuar las creencias y valores que nos han empujado a nuestro momento actual y llevarnos al de desconcierto y por ello les animo a marcar su ritmo de crecimiento, rodearse de talento y reconociendo que menos es más y mucho más, sobre todo  en los tiempos que corren.

                                                        15 de agosto de 2015
                                                               Ferrán Aparicio

miércoles, 5 de agosto de 2015

CUESTIONES PERSONALES



Dicen que las bicicletas son para el verano y no falta razón, como muchas veces esta época nos invita a descansar incluso a reflexionar sobre cuestiones personales que nos implican a nosotros mismos, como siempre, sin más.


La temperatura, el espacio vacacional, los días largos llenos de horas, el tiempo libre, el que lo tenga o lo disponga, que en realidad lo disponemos todos, son factores que nos ayudan a replantearnos de alguna forma si realmente estamos viviendo como queremos vivir y aún no es tarde para cambiar.

Si a esto le añadimos la absurda situación coyuntural de tanta pseudo ideología de fondo barato y cutre que nos van bombardeando por las redes sociales, entre unos y otros, y los de más allá, uno llega a la conclusión de que lo que importa responsablemente son las cuestiones personales que al fin y al cabo son las que sólo dependen de nosotros mismos.

Cuestionarse no es un castigo, sino todo su contrario es un procedimiento por el cual te planteas como vas errando inconscientemente por la pura rutina que llevamos los humanos del siglo XXI, sólo en determinadas ocasiones en que la vida nos da un palo es cuando planeamos un cuestionamiento integral personal.

En cuanto a aspectos exteriores, esto no supone ningún trauma, incluso nos viene bien una actualización desde un corte de pelo a ponernos a la última moda, el problema surge cuando hablamos de palabras mayores que afectan a nuestra zona de confort.

Hablar de zona de confort es hablar de personalidad, de profesionalidad, de trabajo, de tantos y tantas cosas y aspectos que confortan nuestra vida, incluso de vivienda, eso sin tocar la economía, también es tocar nuestras creencias aquello que hemos ido puliendo en el tiempo, pero reconociendo que el cambio es necesario o al menos cuestionable.

Hay gente que su vida es pura rutina y no necesita más, sin embargo aunque sea de una forma intuitiva podemos afirmar que la vida nos va llevando de etapa en etapa y esto de alguna forma hace que nos sintamos diferentes.

No es fácil enfrentarse a uno mismo, a ese yo verdadero, pues disuadimos aquello que no nos gusta obviándolo, pero es justo y necesario el plantearlo, pues sólo vivimos una vez y vale la pena sacarle partido al presente como medio de evolución al menos a un futuro inmediato.

Les animo a revisar sus actuales patrones y creencias como cuestiones fundamentales personales, pues yo ya lo estoy haciendo en esta etapa estival y en la lucha por el cambio espero valga la pena, por al menos haberlo intentado.

                                                                     Ferrán Aparicio
                                                                 5 de Agosto de 2015













jueves, 25 de junio de 2015

GENERANDO EXPECTATIVAS


Hace menos de un mes hemos asistido al circo mediático en el que todos los personajes que lo componen se sienten ganadores, desde los viejos elefantes, pasando por los payasos  hasta llegar a los  a  los domadores de fieras, y por supuesto con la asistencia de ese público general, sin diferenciar quien se sienta en palco o en  platea, o simplemente en el gallinero , porque cada uno en su papel  sólo actúan y son más de lo mismo, personas generando expectativas como seres humanos que son.

Generalizando no se ofende y como se dice al que le pica ajos come, a mí de momento no me pica nada más que la curiosidad de plantearme si todo el procedimiento que hemos vivido ha servido para generar alguna expectativa, porque en el fondo de la cuestión seguimos siendo los mismos por decir un algo.

Lo que también resulta curioso es pensar que las cosas que más ansiedad nos generan, son aquellas cosas que ocurren y simplemente pasan sin avisar y nos duelen en cuanto que no se corresponden   con nuestras expectativas imaginadas.

Así nos hemos quedado muchos españoles, viendo pasar el bolo de las expectativas sin que se haya cumplido nada más que un remix de intenciones banales que no van a ninguna parte y tenemos para unos  años de frustración compartida.

Es cierto que si lo pensamos fríamente todo  nuestro planteamiento era consecuencia de una imaginación y pensábamos desde un primer momento que las cosas iban a ocurrir  de una forma determinada y lo que ha sucedido es que cuanto más se desvía la realidad  de  nuestra imaginación, más angustiados nos sentimos.

Por otra parte,  siempre queda la novedad como algo diferente, aunque en el fondo no confiemos que sea la solución de nuestra vida, mientras se intenta se adquiere una experiencia eso sí que no sabemos cuánto nos va a costar ni cuánto va a durar , pero pasamos el tiempo y volvemos al ciclo de crearnos unas nuevas expectativas .

La dificultad está en cómo actuar de forma diferente sin haber modificado previamente nuestras creencias, porque es un círculo vicioso difícil de romper. Por supuesto que es posible, pero no es sencillo. Y ahí es donde hay que trabajar mucho en nosotros mismos, en conocernos y ponernos retos y no caer en falsas expectativas.

Si cuantificamos nuestras expectativas de una manera exacta al margen del tema u objetivo que nos planteamos, es mucho más fácil que obtengamos lo que queramos, sin tener que volver a repetir el ciclo de aliviar una frustración generándonos una nueva ilusión, que al fin y al cabo nada tiene que ver con la realidad, porque  eso sí que es nuestra realidad, el día a día.

Es difícil sustraerse a todas esas influencias pues provocan una sensación de tranquilidad y seguridad, pero para volver a descubrir esa esencia, ese yo perdido, hay que experimentar aunque sólo sea  generando expectativas.

                                              

                                                                 Ferrán Aparicio
                                                             25 de junio de 2015