Llevo una temporada a régimen y no sé si
por excesos o defectos, de ejercicio o de no comer, me lo replanteo todo. Y es
que si a parte cae en tus manos el libro de Rold Dobelli “El arte de pensar”, todavía la tarea se hace
más ardua, pues el tema se centra y
versa sobre como proponernos evitar
hacer favores o evitar recibir para no tener que dar.
Es bien cierto que de una manera teórica,
todos reconocemos que la sociedad se ha reconducido en su tendencia
individualista, en donde el protagonismo es de uno mismo; pero también es bien
cierto; que las personas somos seres sociales y necesitamos retro alimentarnos
en algún momento de la gente que nos rodea , que en principio y al margen de
nuestras propias familias, son las que nosotros elegimos y algunas veces por error o excepción, no se cumplen las expectativas
que nosotros deseamos y acaban en el olvido con fecha de caducidad, por no
haber cumplido esa reciprocidad absurda.
Pero lo que también es cierto, es que de la misma forma que todos aceptamos el
teorema de la gravedad como algo que cae por su propio peso, también reconocemos
el principio de acción y reacción, por lo que
si queremos ser libres, mejor no deber
nada a nadie, lo cual resulta recíprocamente razonable, pues si evitamos
recibir favores o regalos no caemos en el sesgo llamado “dar y recibir”.
Por otra parte es evidente por lo que
hemos vivido y sentido o simplemente admirado, en toda la extensión de la
palabra, es que las relaciones duraderas, bien sean amorosas, de amistad o
incluso profesionales; reconocen el efecto del desequilibrio entre el dar y
recibir cuando se analizan las dádivas,
entiendo estas dádivas, como aquellas
cosas que se dan gratuitamente.
Un autor
anónimo dijo: “Es una perversión de la inteligencia creer que la razón lo
solventa todo", pero corregir sesgos lógicos nos acerca a lo racional y
nos hace personas más precisas, más ecuánimes, más eficaces, …, pero quizás y
sólo quizás , no más felices, no más plenos, no más fuertes , no más
resilientes, pues al final de todo en las relaciones unipersonales la reciprocidad
humana es para hablar de los procesos de seducción y de los mecanismos que
apuntalan las relaciones duraderas.
Al final
uno tiene que seguir el dictado de su corazón y ser de alguna forma paradójico
al mismo tiempo y darle la importancia justa a cada acontecimiento entendiendo
que no siempre se cosecha lo que uno
siembra, de la misma forma, que unas veces se gana y otras se pierde.
Aunque
resulte paradójico, con la llegada del razonamiento apareció también la duda… y
muchas veces con la duda, con la incertidumbre… la ansiedad, el sufrimiento e
incluso el bloqueo, pero en realidad no todo es verdadero o falso , sino que hay
veces que las cosas , los planteamientos , las actitudes y aptitudes son las
dos cosas al mismo tiempo, verdadero y falso esa tercera posibilidad de un
hibrido que sólo es llevadero sabiendo de su carácter no lógico, sino paradójico
de la realidad de la vida y que sólo se
sobrelleva ….viviendo cada momento.
Ferrán
Aparicio
1 de Marzo de 2017