Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta ENERGIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ENERGIA. Mostrar todas las entradas

domingo, 1 de diciembre de 2019

ETAPAS,.., SIMPLEMENTE ETAPAS


Otro año más y sin habernos dado casi cuenta estamos a día uno de diciembre y empieza el preámbulo del espectáculo de la navidad para acabar con esa presunta noche vieja especial, que ya a determinadas edades, nos aburre soberanamente, pues fue objeto de ilusión y descontrol en otras etapas de nuestra vida.

Si reflexionamos en voz alta como muchas veces lo suelo hacer a través de estos escritos, es bien cierto que la vida es un conjunto sucesivo de etapas.

Al principio somos como niños ansiosos y queremos que todo llegue lo antes posible, soñamos con devorar experiencias, con exprimir la vida, con jugar y divertirnos , nada nos afecta  y la consciencia no llega más allá de conseguir ciertos deseos banales que no tienen más que una gran inocencia.

Cuando llega la pubertad, incluso la adolescencia tomamos decisiones, desde cómo queremos enfocar nuestra vida profesional, hasta con quien queremos el resto de nuestras vidas,  con triunfos y fracasos, ilusiones y desilusiones, tropiezos que nos hacen más fuertes, pero en definitiva de una forma consciente e inocente al mismo tiempo nuestra obsesión es avanzar, de asumir cambios y ser humildes en todo ese maravilloso trayecto vital lleno de juventud y energía.

Y la vida sigue transcurriendo, de lunes a domingo y de enero a diciembre, y pasan y pasan cosas, pasmos a nuevas etapas madurez,  incluso llegamos a la segunda y tercera edad y desde la perspectiva del tiempo vemos que los buenos momentos se quedarán impresos en nuestra memoria, bien los recordaremos por fotografías, o con encuentros anecdóticos con gente que ha pasado en nuestro camino.

Admitir que nuestra vida discurre un poco más cada día y que avanza con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y que nos obliga a reflexionar, pero en cualquier caso no hay que tener miedo a esa sucesión de etapas, de ese camino, pues todos tenemos a alguien que se quedó hace tiempo en un punto distante al que ahora estamos viviendo.

Después de todo te das cuenta  que simplemente somos inquilinos temporales de un mundo cambiante pero lleno de cosas maravillosas si centras la atención en ellas y que no hay que tener miedo a cambiar de etapa pues , en realidad es parte del camino.

En la vida todo cambia, excepto las esencias, pues que en esta vida todo llega, todo pasa y todo cambia, pero hay puntos fijos que vamos arrastrando etapa tas etapa aunque cambien de edad y talla y van desde la autoestima a la necesidad de seguir aprendiendo y valorar la pasión como motor  de la ilusión por ir quemando etapas.

La clave en el paso del tiempo, de etapas es en su conjunto  valorar y cultivar ; el amor, el respeto, la dignidad y nuestra necesidad por cultivar el crecimiento personal, que deben ser pilares esenciales en tu día a día, aunque muchas veces  parezcan veletas que guiar con fuerza y entereza en tu camino, en tu etapa,.., sea cual sea.

                                                            Ferrán Aparicio
                                                      1 de diciembre de 2019

martes, 15 de marzo de 2016

VOLUNTAD DE VOLUNTADES


VOLUNTAD DE VOLUNTADES,.., TODO ES VOLUNTAD
Después del último post en el que se hablaba de la intuición como el despertador biológico de los instintos básicos que las personas tenemos de una forma innata, en ese instinto básico de la supervivencia, sólo queda añadirle un poco de sal, para tener la receta perfecta y es que voluntad de voluntades,.., todo es voluntad.
 
El gran filósofo José Antonio Marina describe la voluntad como “la motivación inteligentemente dirigida ó la motivación dirigida por la inteligencia” e  intuitivamente no le falta razón.
 
No hay nada que se pueda comenzar si no hay voluntad de hacerlo, por mucho que tengamos claro el poder del deseo. La voluntad de hacer y ponerse en marcha es lo que determina que la motivación aparezca, ya que es la manera de ejecutar inteligentemente el motivo que nos mueve.
 
En ese acto inerte y voluntario, valga la redundancia es donde comienza la chispa  que enciende el mecanismo para que comportamientos que suelen ser  automáticos, empiecen a ser conscientes y voluntarios y es ahí donde nuestra libertad de hacerlo o no hacerlo tropieza con el factor motivación.
 
Normalmente nada es gratuito y todo nos cuesta algo, es por ello que muchas veces la voluntad  quede rezagada en la desgana, el cansancio o simplemente en el aburrimiento bien por falta de motivación, bien porque no tenemos claro que lo que nos proponemos voluntariamente  va a tener una meta clara.
 
El deseo es una llamada a la acción que necesita ser  reforzado por la voluntad, sin embargo una interrelación  en exceso o defecto de deseos   afectan a la voluntad, haciendo nuestros objetivos más inapetentes de la misma forma  que la esclavitud de la voluntad nos hace prisioneros en forma de adicciones y emociones.
 
De todos es sabido que  aplazar  la realización de nuestros trabajos y  proyectos consume más tiempo y energía que iniciarnos en su camino de ese momento mejor que sin embargo nunca llega.
 
Otros depredadores de la voluntad son aspectos como, la rutina, la inconstancia, la incapacidad, la obcecación o la tozudez, pues marcan un  camino improductivo que reducen la voluntad haciéndola fracasar.
 
Al final  de cualquier razonamiento  llegamos a la primera premisa como con cualquier silogismo en que la calidad de la voluntad va a depender de la calidad de la inteligencia, es decir en valorar lo que queremos voluntariamente e inteligentemente, porque  en cualquier caso, voluntad de voluntades,…, todo es voluntad.
 
                                                         Ferrán Aparicio
                                                    15 de marzo de 2016