Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta ESTILO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ESTILO. Mostrar todas las entradas

jueves, 7 de octubre de 2021

POST PANDEMIA

 

Llevo tiempo intentándole dar un nuevo estilo a mi vida, lo que los ingleses llaman “new   style” y yo lo traslado mentalmente a un “new age” y la verdad es que no sé por dónde empezar. Buscando y buscando,…, y no dejando de buscar, me encuentro con el boho como estilo y la verdad es que me convence bastante y encaja bastante con mi forma de ser y de pensar.


El estilo boho tienen la capacidad de crear ambientes viajados y llenos de color, y optimismo y en función de la cantidad de accesorios que vayas introduciendo, determinará el grado de exotismo.

En cualquier ambiente decorativo, el secreto se encuentra en su justa medida, pues el valor estético que proporciona cualquier detalle es tan enriquecidor que no hace falta introducir demasiadas piezas, siguiendo la regla que menos es más  podemos obtener un resultado igual de sorprendente.

El estilo boho es un estilo gracioso a la par que goza de un espíritu bohemio, optimista y creativo que invita a  soñar y a disfrutar de nuestro espacio personal.

Por aquel artículo que escribí hace un tiempo  “mi casa, mi  museo, mi mausoleo” pienso que la decoración de una casa debe incluir determinados objetos  que hemos comprado en distintos viajes y nos trasladan a diario como una forma de viajar a otras culturas e integrar a la casa la magia de distintos lugares con una fuerte impronta que refleja la esencia de otros países, convirtiendo nuestro espacio en casas viajadas.

Dicen los espertos que el  “boho chic”, es una especie de cóctel en el que se mezclan ecos hippies y bohemios, con un aire étnico y un toque relajado y desenfadado, mezclando desde muebles a cuadros, unos heredados y otros comprados pero utilizando casi todos los colores, los más populares son sin duda los rojos, azules, anaranjados, marrones y grises.

Es bien cierto que este estilo aporta mucho colorido y sorprende pero también representa y dota de una energía especial a las estancias utilizando telas para  aportar mucho colorido a cada habitación, desde caminos de mesa a copjines , pasando por cortinas , estores o simplemente un tapizado especial. Podemos utilizarlas como contraste y punto de atención en un dormitorio con tonos neutros, o bien, combinarlas con mobiliario y paredes de tonos alegres.

Es bien  cierto que el look boho no entiende de normas ni de convencionalismos. El espíritu bohemio conquista la casa en busca de interiores alegres, optimistas y creativos que invitan a soñar y a disfrutar de nuestra decoración.

Al final tu casa es tu tarjeta de visita, algo íntimo y personal y el resultado eres tú mismo, en mi caso una decoración bohemia enrriquecida con detalles personales que reflejan mis gustos e intereses, como obras de arte, retratos, libros, souvenirs de nuestros viajes…y con una variedad de materiales que contribuye a enriquecer aún más los interiores bohemios y  como todo en la vida, quien no arriesga no gana,…, y si el resultado no te gusta,.. pues se cambia y punto final.
                                                     
  Ferrán Aparicio
  5 de Octubre de 2021

domingo, 25 de octubre de 2020

SENTIDO COMÚN, EL COMÚN DE LOS SENTIDOS.

 

Hay cosas que nos sorprenden y que realmente no acabamos de racionalizar, y es la capacidad de destacar dentro del estilo propio, entendiendo el concepto estilo como una forma lógica de hacer las cosas  con nuestro sentido común , propio e intransferible y que nos caracteriza o simplemente  como la genialidad como esa forma de alcanzar la excelencia que mucha gente deseamos y no alcanzamos , incluso asumiendo aquello de vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Hay quien piensa que un genio nace, no se hace: sencillamente, tiene el talento para una actividad concreta y le basta con desarrollarla para alcanzar la excelencia, pero esto es una visión racional y simplista y es que existen unos rasgos que de alguna forma natural los distinguen y les hace ser simplemente genialmente diferentes.

Yo personalmente estoy convencido que al margen de la genialidad que todos tenemos al menos en un grado , todo va acompañado en la perseverancia como actitud y aptitud para conseguir los objetivos que nos proponemos, independientemente que si hacemos lo que nos gusta ya iremos encaminados a buen puerto, pero siempre partiendo de una habilidad natural e intrínseca propia.

También es bien cierto que la preparación encamina a una excelencia en cuanto a lo productivo, pero resulta evidente que es una condición necesaria pero no suficiente y factores como la creatividad incrementan el resultado de los objetivos propuestos, pues de  alguna forma se lleva  la  pasión al límite, y la producción al éxito.

Dicen los grandes pensadores que el secreto del éxito se encuentra en dedicar tiempo en reflexionar acerca de lo que cada uno quiere alcanzar, y nos le falta razón pues en el éxito  y en el fracaso de un objetivo cumplido está también la perseverancia consciente.

Este tipo de reflexiones son unipersonales en cuanto la mente de cada uno no se puede compartir y la inversión personal en lo laboral o proyectado es tiempo y sólo tiempo, que implica un sacrificio personal y una merma en las relaciones sociales.

Como todo en sí es importante que lo que hagas lo hagas a gusto, lo que implica una dedicación exclusiva  por el placer de la actividad en sí más que por las recompensas extrínsecas.

Y ese es famoso elemento, ese que nos motiva y nos apasiona en  esa forma de alcanzar la excelencia que mucha gente deseamos y no alcanzamos, porque al fin y al cabo cuando nos desvivimos por nuestro trabajo o proyecto o simplemente por ese proyecto de vida, en ningún caso nos entregamos por dinero, sino  por pasión y vocación.

Al final las personas y los personajes, que desarrollamos en el teatro de la vida, materializamos nuestras pretensiones por el placer de la actividad, más  que por las recompensas extrínsecas, lo que en general tiene como consecuencia un resultado superior a la media, pues visto como espectador, aquellas personas a las que motivaba menos las recompensas extrínsecas, son las que finalmente las recibían, como siempre sin más.

Ferrán Aparicio
25 de Octubre de 2020

viernes, 28 de septiembre de 2018

MODA Y MODISMO

Mucho se ha hablado y se sigue hablando en especial en los medios de comunicación, sus videos típicos y mensajes tipo, sobre la zona de confort y es que las modas y modismos existen y existirán siempre. El problema surge cuando una vez saturado sobre la expresión empiezas a psico analizarla y llegas a tus propias conclusiones, como es mi caso.

La Wikipedia,  que hoy en día resulta como un diccionario virtual abierto a dar mucha y variada  información, la cual hay que en cierta forma filtrar, pues el problema de la información que obtienes no implica su absoluta veracidad, define la zona de confort a cada uno de los lugares y situaciones donde nos sentimos seguros, y donde no existe riesgo alguno, y nuestra mente los interpreta como potencialmente de bajo riesgo, lo cual causa una dependencia a ciertos lugares y no nos permite conocer otros escenarios productivos para la vida.

Como definición parece acertada, el problema es la interpretación individual que cada uno hace de esta definición por que como moda o modismo, cada uno, lo hace propia en su propio ámbito y con su propio estilo, pues todos ya hemos oído alguna vez que estilo es esa forma lógica y personal de hacer las cosas.

De forma contraria, hay autores que definen la zona de confort como un estado mental que no permite el crecimiento personal y que aun estando bien posicionado en esa zona no puedes seguir creciendo, pues no necesitas esforzarte, motivarte o aprender o simplemente arriesgarte para seguir viviendo cómodamente.

Como casi siempre, yo creo que en el medio está la virtud, porque a nadie le amarga un dulce y no es necesario sufrir por necesidad de un liderazgo innecesario, cuando uno está a gusto en la zona que se ha creado el mismo, a efectos de dotar de cierta comodidad circunstancial a su vida. 

Así mismo me pregunto si resulta conveniente y necesario el vivir con una ansiedad vital de tener presuntamente para crecer como persona el obligarnos a mal vivir de una forma innecesaria.

Las modas y modismo son útiles en cuanto nos abren un abanico de posibilidades, pero somos nosotros los que tenemos que elegir que palo nos apetece utilizar pues al fin y al cabo somos  víctimas de nuestras propias decisiones, para bien y para mal.

De una manera o de otra todos vamos buscando el mejorar nuestra zona sea de confort o de desconfort y evitar por pereza, conformismo; el miedo y la inseguridad que puede llegar a ser nuestra zona de  convivencia  en una vida centrada en el Kaos.

Si analizas tu vida y tu zona de confort, eres capaz de ver que muchos de los elementos que la componen los has elegido tú mismo, circunstancia que lleva a pensar que son errores de elección o bien a temas de contexto. 

Al final llegas a la conclusión de que la zona de confort es un estado de las personas, puesto que somos las personas las que vivimos en un sistema y una coyuntura, cada una la suya y que el problema se genera cuando la zona de confort no se adapta al contexto.

Te digan lo que te digan, lo mejor es hacer aquello que te gusta, que te haga sentirte cómodo y que,... además, suceda en el contexto adecuado, lo demás,.. modas y modismos.

                                              Ferrán Aparicio
                                      30 de septiembre de 2018

miércoles, 20 de julio de 2016

CONTENIDO Y CONTINENTE


Hablar de contenido y continente a primera vista, es reconocer que nos estamos refiriendo de una forma simple al seguro de una casa, automóvil o contenedor, por decir un algo, sin embargo en el caso del arte estamos hablando de palabras mayores y es donde existen puntos de vistas muy contrapuestos.

El universo de la abstracción cambió el universo artístico de la historia del arte y de su expresión como continente, pero que había debajo de todo en su contenido, me pregunto.

Es bien cierto y en eso coinciden muchos autores que en el mimetismo minimalista  de la expresión que la abstracción tiene por definición, siempre hay una maestría escondida en su contenido, que refleja la mente del artista y su propio mensaje, sin embargo en el arte moderno es muy común que la gente quiera hacer arte abstracto pero no tiene dibujo en su contenido careciendo de base de cualquier argumento.

El artista  común destaca que lo primero son los bocetos o en su ausencia la idea clara de lo que quiere expresar mentalmente, sin embargo es consciente de alguna forma que el receptor no va a tener un único mensaje de recepción y respuesta ante lo que visualiza , siente o percibe el mismo como autor de la obra.

En este sentido el arte conceptual  en la actualidad es una prolongada meditación sobre al arte mientras que en  otros tiempos, tal reflexión no era necesaria, independientemente del simbolismo realista que se producía a través de la iconografía representada.

El arte moderno en sus diversas tendencias ha generado ciertas contradicciones incluso rivalidades, sin embargo ha demostrado que el arte puede hacerse de muchas formas mientras haya una relación  madura entre contenido y continente.

En la pasión del artista por el arte  es donde se unen ambos conceptos evitando lo meramente correcto y buscando un lenguaje propio lleno de nuevas posibilidades.

En cualquier caso, es la rememoración de una vida de artista propuesta desde la obra y desde los elementos, donde mas se integra el concepto de evolución y de la investigación, llegado a conseguir la  parafraseada frase “el estilo es la forma lógica de hacer las cosas”, y en el arte también así sucede.

Analizando el contenido y el continente  como producto final solo se trata de transmitir un mensaje  que refleje las inquietudes y experiencias y al final solo se trata de pensar qué significa hoy eso de ser artista.

Al final como de cualquier silogismo se tratara el sentido común, la comunicación y el trabajo bien hecho es lo que podemos concluir sobre que puede deparar el arte y como se va modelando la vida de un artista

                                                            Ferrán Aparicio
                                                           20 de julio de 2016





jueves, 15 de octubre de 2015

ESTILO, ESA FORMA LOGICA DE HACER LAS COSAS

Cada uno de nosotros tenemos unas cualidades únicas con las que podemos crear lo que nos apetezca.

Podemos fijarnos en cosas y aspectos que otros nos hacen sentir bien, si bien no tenemos que imitar a nadie, lo que nos hace únicos es nuestro estilo, como esa forma lógica de plantearnos nuestra vida y proyectarlo tanto en nuestro trabajo como en nuestras relaciones sociales.

Es cierto que la capacidad que tenemos hoy en día de conectar con profesionales variopintos nos hace deslumbrar de ejemplos que nada tienen que ver con nuestra realidad, pero precisamente porque cada persona es un mundo, eso nos hace piezas únicas, donde las diferencias las marcan las personas, más.
 
También resulta muy cierto que al margen del estilo que nos diferencia, la competencia es la capacidad de hacer algo personal y distinto y cualquiera desde su lógica puede a través de su preparación, formación, experiencia, ingenio y creatividad por decir una algo demostrar aquello que hace lo que en cierta forma le convierte en competente.
 
El problema surge cuando en una sociedad donde la comunicación se mueve más rápida que las personas, como mi cabeza lo hace con respecto a mi cuerpo, y nos encontramos con muchos profesionales competentes y capacitados para hacer algo y muchos otros que se añaden a la lista, aunque vayan presumiendo de serlo, sin realmente haberlo constatado.
Indiscutiblemente  uno puede tener un estilo muy definido pero no ser capaz de tener la capacidad de venderse, lo que como marca lo convierte en un puro desastre a nivel de competencia y competente.

El estilo en definitiva se transmite en todo lo que hacemos siempre y cuando no tratemos de ocultar lo que realmente somos, es por ello que estilo es esa forma lógica de hacer las cosas que nos hace auténticos.
 
El estilo en definitiva es la forma que tenemos todos las personas y profesionales de transmitir tus valores y creencias, y esa transmisión es la percepción que el resto tiene de nosotros, aprecia y valora, y eso es en definitiva un elemento diferenciador importante.

El estilo también engloba el carácter el temperamento, esas sensaciones que te caracterizan y que sirven para exteriorizar lo que te define como persona, es por ello la importancia de no ocultarlos, pues emocionalmente estamos viviendo como profesionalmente estamos produciendo y unidas ambas tendencias es lo que nos personaliza.

Llegar al mundo con nuestro propio estilo de una forma libre e independiente, es aparte de regirnos por el sentido común, el expresar aquello en cualquier faceta que nos distinga de forma que la gente se sienta atraída por lo que de alguna forma producimos o simplemente desprendemos en algún aspecto que nos caracteriza y de la que somos competentes, pues aunque sólo sea de una forma lógica, sólo se trata de sentirnos bien con lo que hacemos.

Ferrán Aparicio
15 de octubre de 2015









sábado, 30 de mayo de 2015

DOS PUNTO CERO, CERO PUNTO DOS


La verdad es que hay términos que sorprenden, por aquello que todo está inventado, pero leo historietas como la teoría del dos puntos cero en relación a la difusión en los medios de comunicación, y me viene a la cabeza cero punto dos, por aquello de lo jocoso que me resulta.

Además del dos punto cero, resuenan términos como branding, marca propia, mercadotecnia y un sinfín de ellos que se ha engrosado en los nuevos temarios de nuevas carreras de diseño industrial, diseño gráfico y otras hierbas, por decir un algo.

Lo que es cierto, es que podemos y pueden llamarlo como quieran, pero lo que también es cierto que simplemente se trata de conceptos asociados  en forma directa o indirecta al nombre o producto que alguien ha creado y que el mercado identifica por una serie  de características que lo definen con un estilo propio.

Es cierto que diferenciarse hoy resulta cada vez más difícil, pues las tendencias están muy focalizadas y la diversidad es una realidad, con lo que hay marcas y productos para todo un mundo consumista que sólo hace que elegir lo que le viene en gana en función de sus medios y necesidades.

Sin embargo  una de las cosas que vibra más en los productos y especialmente lo que buscan los creadores del producto dentro del proceso que intervengan  es transmitir una emoción en lo que crean, lo que en el elemento se llama pasión, trasladado a producción.

Independiente de la emoción existen otros factores que están psicoanalizados, por aquello del trabajo en equipo, es decir cada vez trabajan más especialistas en distintos temas en la creación de un producto desde el aparente diseñador gráfico hasta el sociólogo y psicólogo, pasado por el filtro del economista y como no supervisado por el especialista en marketing, por crear una de las múltiples combinaciones que se me ocurre aporreando las teclas de mi ordenador.

Sin embargo desde mi punto de vista y llevado a la vida diaria o en especial a mi vida  y al grupo con que empatizo y socializo, hay elementos que son básicos y cada vez triunfan más en la vida moderna de cualquier producto, los productos sencillos.

 Estos factores son tan básico como la trasparencia que debe transmitir la marca que representa pues ya estamos jartos de copias e imitaciones y de hacer ricos a grandes diseñadores que sólo ponen el nombre, que podía ser el suyo o cualquier otro, que les identificara visualmente.
 
También buscamos la sencillez, tanto del producto como de su presentación, no es que estemos en una etapa plenamente minimalista, pero ya estamos saturados de tanta creación colorista, simbolista, repetitiva y combinativa.

 Animo a los dos punto cero o a los cero punto dos, a seguir su trabajo, eso sí desde la sencillez y en la idea de que el diseño debe ser único, como única debe ser la marca, pues lo que  finalmente caracteriza al producto es que sea relevante sin perder nunca su esencia primaria.

 

                                                                  Ferrán Aparicio
                                                             30 de mayo de 2015