Hace
poco descubrí en un artículo esta palabra compatía, una palabra que no aparece
en el diccionario y fue creada por un educador llamado Al Sierbert. La verdad es
que me sorprendió como la mente humana puede ser tan lógica y utilizar el
sentido común Aristotélico, de una manera tan pragmática, pues compatía es una
palabra que resulta de la unión de compasión y empatía.
Este término fue creado para
dar respuesta a situaciones en las que como persona requieres de una fortaleza
emocional significativa y una inteligencia emocional considerable para escuchar
y comprender a las personas que están enojadas o molestas contigo.
La compatía tiene como
finalidad el controlar el efecto feed back de nuestra intervención con personas
que están enfrentadas, enfadadas o simplemente en contra de nuestra persona o simplemente
en situaciones y pensamientos de enfrentamiento personal bilateral.
En definitiva, la compatía
tiene como finalidad poder resolver aquellos conflictos que te suceden con
personas que están enfadadas contigo por alguna razón. La compatía puede serte
de gran utilidad porque, proyectándola hacia esas personas que están enojadas
contigo, serás capaz de comprenderlas mejor, tendrás mayor capacidad de
resolución y sabrás qué decir y cómo decirlo, para que la situación de enojo
pueda revertirse en una situación de calma y diálogo.
Es muy difícil que un
conflicto se resuelva sin saber cómo se quiere resolver y sin que uno de los
dos lo sepan y el objetivo de la compatía es mediar los niveles de
comunicación con la idea de llegar
a compartir un objetivo común para una
posible solución al conflicto que ha causado el enojo, drama o simplemente falta
de entendimiento.
No hay nada más efectivo
cuando te enfrentas a una persona enojada que dicha persona perciba que la
estás escuchando. En muchas ocasiones en lugar de escuchar se tiende a mirar
para el otro lado o pensar en una réplica contundente. Si no escuchas o piensas
en cómo defenderte del enojo, difícilmente conseguirás crear opciones frente a
la persona enojada.
No es lo mismo compatía que empatía,
pues siendo empático lograrás comprender
lo que siente el otro y siempre separando su estado emocional del tuyo. Lo que
si es cierto es que la compatía te permite ser empático, pero a la vez generar
opciones para resolver un conflicto. En resumen, la empatía sirve para
escuchar, mientras que la compatía es la empatía destinada a la actuación y a
la resolución de conflictos.
En cualquier caso esta teoría es
mucho más compleja que la puedes llegar a comprender si lees el libro: “La
resiliencia: Construir en la adversidad, de Al Siebert.”, como siempre sin más.
Ferrán
Aparicio
5 de Noviembre de 2017