Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta FENG SHUI. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta FENG SHUI. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de julio de 2019

FENG SHUI

Todos hemos oído hablar, en alguna ocasión del Feng Shui, sin embargo como es mi caso, muchos no le hemos prestado demasiada atención a su contenido.

La cuestión es que el Feng Shui es algo más que una filosofía, es una manera de vivir. Se centra fundamentalmente en su propio significado Feng significa viento y Shui Agua en el lenguaje milenario de China.

El Feng Shui es un arte milenario que intenta utilizar los elementos a nuestro alcance para hacernos más favorables las energías de la propia vida y en especial la presencia y posición del agua y el movimiento del aire.

La pura realidad es que no entra dentro de nuestras costumbres el pararnos en éstos detalles, ya que no se integra dentro de nuestra cultura y costumbres, el plantearnos la posición y orientación tanto del espacio como de los elementos que componen nuestra vida, tanto los bienes muebles como los inmuebles, como de la luz, la energía y el agua.

La mayoría de las personas en occidente tenemos la costumbre de adecuar nuestras costumbres a nuestras casa y modelo vida, guiándonos por nuestra comodidad y siguiendo modelos de moda o decoración, y los más avanzados aplicando su sentimiento intuitivo, que todos los seres humanos tenemos en mayor o menor medida.

El Feng Shui, estudia y define la posición y orientación del espacio, como cuestión a tener en cuenta, además fortalece la teoría de color como las más favorable para cada espacio, las formas de los muebles, los detalles de decoración, y en general un “modus vivendi” que destaca por su simplicidad impecable, y según esta filosofía pueden afectar a nuestra propia existencia.

Esta claro que por intuición, muy pocas veces vamos a acertar la coincidencia de orientación y posición, si bien tenerlo en cuenta no es una virtud desaconsejable.
El Feng Shi se plantea a dos niveles , el de las formas y la orientación a partir de los cuatro puntos cardinales, como medio de potenciar la fortuna, la salud, la familia o los benefactores, según los coloque en los lugares apropiados y con sus formas correspondientes, normalmente redondeadas y evitando ángulos rectos, se conseguirán los objetivos pretendidos.

Otro factor importante es la limpieza y el orden como medio de que fluya la energía, así como los colores, que en general deben ser utilizados correctamente en cada habitación de la casa; recomendando colores relajantes como el azul, los tono beige y claros en dormitorios y colores como el verde, el amarillo o el rojo en la sala de estar, hablando de colores no solo como el tono de las paredes si no al color general de los objetos que existen en el lugar.

Os animo a echarle un vistazo a esta concepción del mundo que se aplica no solo a la arquitectura, interiorismo y jardinería, sino a la propia vida como filosofía de existencia, comprobando sus resultados, de una forma muy amena y divertida.

Ferran Aparicio
10 de Julio de 2019

sábado, 15 de abril de 2017

DETALLES DE BIENESTAR

Dicen que el orden y el concierto son factores que facilitan el estado del equilibrio. Si de equilibrio estamos hablando no podemos dejar de pensar en el Feng Shui. 

El feng shui es un antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de éste una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan.

Está claro y todos hemos oído que se trata de un arte ancestral que parte de la cosmología china o, lo que es lo mismo, la ciencia que trata del origen y la evolución del universo, buscando adecuar las condiciones ambientales para fomentar el bienestar y equilibrio del individuo con su entorno.

También es cierto que el sentido común, algo ya no muy común en la sociedad que vivimos, nos puede ayudar a comprender el hecho de la existencia de una energía que puede verse afectada por las condiciones del espacio, la orientación o los cambios hagan que resulte de lo más interesante a la hora de decorar el hogar.

El Feng shui es una ciencia que es aplicable a todos los aspectos de  la vida, sin embargo se refleja mucho en nuestra casa y en especial en la imagen y en el sentido del orden que son detalles de bienestar pues donde reina el orden atrae la prosperidad y es que deshacerte del desorden libera energía y, en consecuencia, favorece la circulación de la energía positiva y atrae la prosperidad.

Dicen que el Feng shui se relaciona directamente con la habilidad de cada uno para atraer el dinero y que la cocina de nuestra casa en concreto, es la que nos determina esta relación. Tanto es así que mantenerla limpia y ordenada más que una recomendación es casi un imperativo para quienes buscan la abundancia aplicando las técnicas de esta filosofía milenaria.

Pero cuando hablamos de hacer Feng Shui yo personalmente lo relaciono con el orden y si tenemos en cuenta que una de las claves de Feng shui es la circulación de las energías y, en lo que a atraer el dinero se refiere, de las positivas en particular, lo peor que puedes hacer es acumular trastos que ya no necesitas.

Hacer  una limpieza profunda además de liberar espacio y acumular cosas que no necesitamos ni usamos  es y tener la oportunidad de hacer fluir una energía positiva, pues ya lo dice el dicho “donde no sale nada,…,  no entra nada“, y la verdad que no le falta razón.

Respeto a los colores , yo ya no estoy tan atinado  y de acuerdo como lo es el Feng Shui pues relacionar los colores rojos con la atracción del dinero y la suerte, parece que es una tradición china, que en occidente cambiaríamos por colores neutros en cuanto que nos transmiten mayor relajación , tranquilidad y en definitiva sensación de bienestar y la gama cromática debe ir en consonancia con tus gustos personales ya que la energía no parte solo de los colores elegidos, sino que se construye con los habitantes de la casa en cuestión y si no te gustan, difícilmente podrá circular la energía positiva que persigue el Feng shui.

                                                              Ferrán Aparicio

                                                           15 de Abril de 2017

domingo, 15 de enero de 2017

MI CASA, MI MUSEO, MI MAUSOLEO

Hace tiempo que estoy rondando la idea de hacer cambios en casa, hasta ahora quizás, por que no la vivía demasiado, por hallarme desplazado geográficamente por motivos laborales, bien porque no le daba la importancia que merecía en la distancia, pero ha llegado el momento de planteárselo pues lo que está claro es que pasamos muchas más horas de las que creemos en ella y tu casa deber ser tu refugio y tu santuario, independientemente que sea como un museo donde recoges la historia de tu vida y el mausoleo donde algún día, acabará resumida tu vida, como paso a la otra orilla.

Cuando te lo planteas y como espectador de tu propio teatro te das cuenta que tu casa como concepto no es sólo tu tarjeta de visita ante el mundo, sino es tu propio refugio y santuario. Al final y al cabo tiene que ser como tu propio reino, el lugar al que llegas y te encuentras feliz pues lo has creado hecho a imagen y semejanza de tus gustos criterios, incluso necesidades. El problema que surge, es que nosotros no somos los mismos en el transcurso del tiempo, e igual que cambiamos presuntamente evolucionando, también lo tiene que hacer nuestra casa como espacio vital, pues nuestra casa no sólo es una casa, es mucho más.

Nuestra casa debería ser nuestro hogar, nuestro templo, nuestra guarida, el lugar donde nos encontramos más seguros, tranquilos y relajados, protegidos y felices.

Hace poco me ofrecieron comprarme mi casa y la verdad es que me surgió la duda y después de mucho analizarlo me di cuenta que mi casa, me la había hecho a imagen y semejanza de como yo entendía la vida, de mis formas y costumbres, y fuera donde fuera no iba a encontrar aquello que yo había diseñado no solo como técnico, sino como persona y es que la clave para transformar una casa en un hogar está en los pequeños detalles que la hacen nuestra. 

Al final solo se trata de junto con la teoría del Feng Shui, iniciar el procedimiento de limpieza, donde el orden, la luz, las plantas y la decoración sean tus aliados. 

El desorden puede provocar estrés y por ello la importancia de que tus cosas no invadan todo el espacio, simplemente se trata de renovar y renovar implica deshacerte de aquello que no utilizas o al menos de derivarlas al trastero para intentar que el espacio que nos rodea sea lo más diáfano posible.

La decoración no sólo son objetos, cuadros y fotografías también las plantas y las flores tienen un impacto inmediato sobre la felicidad y a largo plazo tienen un efecto positivo en los estados de ánimo, además de incrementar el nivel de concentración. 

En cuanto a los colores es un elemento de vital importancia porque no sólo cambia el espacio y lo renueva, sino que cada tono puede hacerte sentir de una manera y unos pueden hacer que te encuentres más relajado que con otros. 

Al final solo se trata de saber elegir bien las formas, los colores, la iluminación y la disposición de los elementos para crear tranquilidad, alegría, recogimiento y rodearte de fotografías, elementos, esculturas, cuadros…, que te recuerden los sentimientos que tenemos en relación a otras personas y los que ellas sienten hacia nosotros, cosas y sensaciones que con el tiempo pueden cambiar por ello la necesidad de renovarte, pues tu casa es tu museo y tu mausoleo y el reflejo de tu yo actual.

Ferrán Aparicio
15 de Enero de 2016



lunes, 24 de febrero de 2014

FENG SHUI

Todos hemos oído hablar, en alguna ocasión del Feng Shui, sin embargo como es mi caso, muchos no le hemos prestado demasiada atención a su contenido.

La cuestión es que el Feng Shui es algo más que una filosofía, es una manera de vivir. Se centra fundamentalmente en su propio significado Feng significa viento y Shui Agua en el lenguaje milenario de China.

El Feng Shui es un arte milenario que intenta utilizar los elementos a nuestro alcance para hacernos más favorables las energías de la propia vida y en especial la presencia y posición del agua y el movimiento del aire.

La pura realidad es que no entra dentro de nuestras costumbres el pararnos en éstos detalles, ya que no se integra dentro de nuestra cultura y costumbres, el plantearnos la posición y orientación tanto del espacio como de los elementos que componen nuestra vida, tanto los bienes muebles como los inmuebles, como de la luz, la energía y el agua.

La mayoría de las personas en occidente tenemos la costumbre de adecuar nuestras costumbres a nuestras casa y modelo vida, guiándonos por nuestra comodidad y siguiendo modelos de moda o decoración, y los más avanzados aplicando su sentimiento intuitivo, que todos los seres humanos tenemos en mayor o menor medida.

El Feng Shui, estudia y define la posición y orientación del espacio, como cuestión a tener en cuenta, además fortalece la teoría de color como las más favorable para cada espacio, las formas de los muebles, los detalles de decoración, y en general un “modus vivendi” que destaca por su simplicidad impecable, y según esta filosofía pueden afectar a nuestra propia existencia.

Esta claro que por intuición, muy pocas veces vamos a acertar la coincidencia de orientación y posición, si bien tenerlo en cuenta no es una virtud desaconsejable.
El Feng Shi se plantea a dos niveles , el de las formas y la orientación a partir de los cuatro puntos cardinales, como medio de potenciar la fortuna, la salud, la familia o los benefactores, según los coloque en los lugares apropiados y con sus formas correspondientes, normalmente redondeadas y evitando ángulos rectos, se conseguirán los objetivos pretendidos.

Otro factor importante es la limpieza y el orden como medio de que fluya la energía, así como los colores, que en general deben ser utilizados correctamente en cada habitación de la casa; recomendando colores relajantes como el azul, los tono beige y claros en dormitorios y colores como el verde, el amarillo o el rojo en la sala de estar, hablando de colores no solo como el tono de las paredes si no al color general de los objetos que existen en el lugar.

Os animo a echarle un vistazo a esta concepción del mundo que se aplica no solo a la arquitectura, interiorismo y jardinería, sino a la propia vida como filosofía de existencia, comprobando sus resultados, de una forma muy amena y divertida.

Ferran Aparicio
24 de febrero de 2014