El
trastorno bipolar, antiguamente conocido como psicosis maníaco depresiva, es una enfermedad mental en la cual las
personas alternan entre un estado de ánimo maníaco o hipomaníaco y un estado de
ánimo depresivo.
Es
bien cierto que si te mantienes como observador en la vida , y sabes distinguir
entre la persona y el personaje que representa
te das cuenta que en tu ámbito laboral, social, familiar cada día ves
más personas y personajes que varían su actitud con fluctuaciones de estado de
ánimo entre manía y depresión, que cambian
de forma muy rápida.
El
trastorno bipolar no tiene sexo ni edad, aunque los científicos lo enclavan
dentro de un trastorno genético, por lo que de padres con trastorno bipolar hay
mayor probabilidad que los hijos desarrollen la enfermedad.
Dentro
de ese trastorno bipolar hay síntomas claves independientes de su tipología
genérica, en la cual la persona alterna entre estados de hipomanía con estados
de depresión leve.
Pero
no sólo se alternas dos estados de alegría y tristeza , sino que dentro de
estos dos polos la persona incrementa su actividad de forma considerable, así
como su energía, el pensamiento se acelera de forma que le vienen a la cabeza
un sinfín de ideas grandilocuentes, que no pasan ningún tipo de filtro e
intenta llevarlas a la práctica, cosa que puede ocasionar serios daños para la persona, incluso puede llegar a tener
alucinaciones o delirios de grandeza, considerándose alguien muy especial o con
capacidades sobrehumanas.
En
los periodos más bajos se sufren una falta de motivación, y de energía para
hacer las cosas más cotidianas e incluso le pueden venir ideas de suicidio
Para
identificar las personas bipolares, que no hay que confundir como humanos que no divinos, que somos, hay
que observar tres síntomas básicos, que son: Pensamiento polarizado, altibajos emocionales
muy acentuados y repentinos y relaciones interpersonales caóticas.
Las
personas con trastorno límite de la personalidad poseen un pensamiento que va
de un extremo al otro, se muestran muy impulsivos y con facilidad cambian de
opinión y se van al polo opuesto.
Emocionalmente
tienen un desajuste muy importante, por ello necesitan constantemente sentirse
aceptados por el resto, e incluso que el resto les verbalice lo buenos que son,
o lo bien que se está con ellos. A nivel interpersonal su vida se vuelve muy
compleja, y tienen varias experiencias dolorosas de parejas, amigos… que les
han dado la espada o les han traicionado directamente.
La
pura realidad es que cuanto más investigas sobre un tema más te das cuenta que
bien la persona que tienes enfrente o simplemente tú mismo puedes sufrir algún síntoma,
pues al fin y al cabo y aunque lo intentemos todos los días, durante 24 horas
nos enfrentamos a situaciones bipolares que la propia vida nos presenta y somos
nosotros los que debemos saber controlar.
Ferrán
Aparicio
1 de octubre de 2017