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lunes, 10 de abril de 2017

PENSAMIENTO COLATERAL

El pensamiento es la actividad y creación de la  mente incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación, pero  pensando sobre este concepto me viene a la cabeza cuando se nos ocurren intuitivamente cosas, conceptos, incluso actividades fuera de toda lógica y racionalidad.

Estudiando  y divagando por internet, he llegado a conocer lo que es el pensamiento lateral o pensamiento colateral para mí, que me gusta cambiarlo todo a mi antojo, por aquello que lo que es de uno no pasará de largo.

El pensamiento lateral es una forma específica de organizar los procesos de pensamiento, que busca una solución mediante estrategias o algoritmos no ortodoxos, que normalmente serían ignorados por el pensamiento lógico. Este se caracteriza por producir ideas que estén fuera del patrón de pensamiento habitual y funciona específicamente como  al evaluar un problema existiría la tendencia a seguir un patrón natural o habitual de pensamiento  lo cual limitaría las soluciones posibles.

Lo bueno de esta teoría y del propio pensamiento lateral es la técnica de alumbrar los problemas desde distintos puntos de vista, por lo que permitiría encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas para problemas ya conocidos.

Al enfocar un problema con un pensamiento vertical es posible que no se encuentre la solución. Usualmente, se deducen cosas que son factibles pero que seguramente no son la respuesta buscada. Con una "mente abierta" se enfrenta a cada nuevo problema que se presenta, y de una forma intuitiva se encuentra diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas.

Lo más importante en el pensamiento lateral es saber qué preguntas deben formularse. Cuando se utiliza este método para resolver problemas se debe comenzar haciendo preguntas generales para enmarcar adecuadamente el problema. Luego, examinar los datos conocidos con preguntas más específicas sometiendo a examen las hipótesis más obvias, hasta alcanzar una visión alternativa cercana a la solución.

La imaginación es otra herramienta clave del pensamiento lateral o creativo. La costumbre de ver los problemas siempre desde un mismo enfoque no siempre ayuda a resolverlos. Se trata entonces de enfocarlos creativamente desde otro ángulo. La perspectiva lateral será más efectiva a la hora de resolver cuestiones aparentemente no convencionales.

Para lograr un pensamiento lateral bien desarrollado es requisito refinar el análisis de modo lógico, la deducción y la disciplina del razonamiento, ya que sin estos elementos el pensamiento lateral sería un pensamiento anhelante, que sólo se limita a extraer ideas excéntricas.

El recurso de las analogías nos sirven para comparar sucesiones de ideas que están deslindadas de ideas que sean racionales o críticas y con esto se incrementa la velocidad para crear ideas y alejarte de estereotipos marcados, no encasillándote solo en una idea, sino  buscando diferentes opciones por más excéntricas que éstas parezcan., pues al fin y al cabo sólo se vive una vez.

                                                               Ferrán Aparicio

                                                           10 de abril de 2017

miércoles, 15 de junio de 2016

UN SOMBRERO PARA EL VERANO

Dicen que con el sol del verano es necesario y muy recomendable llevar sombrero, pero también me viene a colación el libro de Edward Bono: “seis sombreros para pensar”, y tal cual se define en el libro, dentro de su teoría del pensamiento colateral, el separar las posibles formas de pensar por colores y concretar en distintos sombreros, los cuales puede ser usados para actuar según el objetivo de cada uno de ellos, nos pueden ayudar a encontrarnos con un verano muy placentero.

Cada sombrero independiente de su ala, forma y copa, puede tener un color y en función de su color ayudarnos a pensar de una forma totalmente distinta.

Para Edward Bono el sombrero blanco ayuda a pensar de manera más objetiva y neutral, quizás es el que más combina y el más llevadero, pero también con la radiación del sol es el que más calienta.

Sin embargo el sombrero rojo, afirma que sirve para expresar nuestros sentimientos, sin necesidad de justificación, es evidente que siempre el rojo se ha relacionado con la pasión y es fácil de identificar independientemente del tipo de pasión sentimental que queramos expresar.

Un clásico seria el sombrero negro, sencillo a la par de elegante, pero siempre ampara una elección para ser críticos de una manera negativa y pensar por qué algo no podría salir bien, el negro como color, siempre ha dado una connotación de miedos y negatividad, pero muy a su favor, protege del calor del sol y no calienta la cabeza.

Para los atrevidos y con carácter poco artístico, por aquello de que el amarillo da mala suerte a los artistas, el sombrero amarillo, que muy al contrario del sombrero negro intenta luchar con los aspectos positivos sobre un determinado aspecto venciendo cualquier tipo de supersticiones.

Para los de la esperanza filial, el sombrero verde, que dicen que abre las posibilidades creativas y está íntimamente relacionado con su idea de pensamiento lateral o divergente, siendo en cierto modo empático desde su percepción y conciliador de cualquier situación.

Para los más escépticos en la teoría del pensamiento colateral y que siempre quieren acertar en cualquier situación, el sombrero azul, que es el que controla el resto de los sombreros, controlando los tiempos y el orden de los mismos, independientemente de su connotación. Es el que yo elegiría y si el azul es un azul índigo, entonces éxito asegurado en un verano prometedor.

Al final de todo y antes de empezar un verano prometedor, solo se trata que según esta teoría, aplicar el pensamiento lateral a la vida cotidiana a través de la visualización de la elección de un sombrero, que según el color elegido, nos convertiría cada elección en un habito asiduo para dominar la técnica de alumbrar los problemas desde distintos puntos de vista, permitiría encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas para problemas ya conocidos y que hasta ahora sólo contemplábamos desde la perspectiva de un color.

Quizás y solo quizás, el abrirnos a contemplar la vida desde otro punto de vista y con otro color del que asiduamente lo hacemos, nos permita invertir los problemas, para ver cual es su contrario y ver como se puede solucionar, pues al final de todo, todo depende con el color con que se mira cada cosa y problema, incluso la vida misma.

Ferrán Aparicio
15 de junio de 2016