Hablar De inteligencias y
capacidades es hablar de palabras mayores, solo hay que murar alrededor de
donde usted esta situado en este momento para darse cuenta que los recuerdos y acontecimientos que mejor se fijan en nuestra
mente son aquellos asociados a vivencias emocionales.
Si somos sinceros y examinamos nuestra
memoria honestamente nos damos cuenta que gran parte de lo que recordamos no
sucedió tal como nosotros lo recordamos, salvo error o excepción.
La mente es capaz de viajar al pasado sin
embargo nuestra mente está sesgada por nuestros sentimientos y creencias
actuales, lo cual supone un filtro a la hora de valorar las emociones vividas
en el pasado.
Jeff Hawhins definía la inteligencia como
la capacidad para realizar predicciones válidas para nuestra vida, de ahí lo
inteligencia y capacidad van asociadas en una proyección hacia el futuro que
depende mucho de la fragilidad de nuestra memoria en cuanto a creencias y
emociones vividas o sentidas.
En este sentido nuestro posicionamiento
ante la vida nos sesgara hacia lo
positivo o lo negativo en cuanto al posicionamiento de pensar que la felicidad
que nos traerá un determinado bien o acontecimiento.
Cuantas veces nos hemos preocupado por algo
que nos estaba pasando y con la perspectiva del tiempo nos hemos dado cuenta
que realmente era una tontería el haber sufrido por algo que realmente no valía
la pena. A contrario sensu cuantas veces hemos creído que algo no valía la pena
y una vez obtenido hemos sentido la felicidad de lo deseado.
Esto nos pasa en ocasiones más o menos a
todos, pero también hay personas que viven más inmersas en una de estas
tendencias. El posicionamiento a sesgo hacia lo positivo y sesgo a lo negativo,
es lo que diferencia la inteligencia emocional de cada persona. Lo curioso del
caso, es que no sólo esos escenarios imaginados no suelen ocurrir nunca, sino
que además en el caso que ocurran, la reacción de la persona suele ser mucho mejor
de lo que ella se esperaba, tanto a sesgo positivo como a negativo.
Le animo
con su inteligencia y capacidad a detectar en que tendencia nos
identificamos más para saber si vamos a tener un sesgo positivo o negativo ante
la vida , porque una vez te has equivocado siempre existe un plan “B”, con el
rectificar y ajustarte a los nuevos datos , vivencias y emociones que tienes en
este momento, tu momento.
Ferrán Aparicio
5
de julio de 2016