Cada uno de nosotros,
podemos vivir diferentes tipos de crisis a lo largo de nuestra vida, desde la
simple emocional a la profesional y en
cualquiera de ellas, necesitamos reinventarnos a nosotros mismos para salir
adelante.
Es
bien cierto que resulta importante reciclarse de vez en
cuando, pero es en los malos momentos cuando detectamos el hastío de la
involución; la renovación se convierte
en una auténtica necesidad.
Cambiar,
es la mejor forma de adaptarse a los cambios, pero para lograrlo, necesitamos
permitir que nuestra creatividad nos muestre el camino, de ese rumbo que en el
fondo desconocemos.
Y es que a veces, dar por sentado que
la situación es mala, además de no ayudarnos a salir adelante, nos confunde y
acrecienta nuestro malestar desde una seudo actitud toxica y negativa, por lo
que es importante ser realistas, pues es
la única forma de superar los problemas siendo conscientes de ellos, pero eso
no significa que no podamos ser positivos.
Durante las crisis, hemos de hacer un
mayor esfuerzo en pensar de forma positiva, en darnos cuenta de lo que tenemos
y no solo lo que nos falta, y a pesar de que las comparaciones nunca son
buenas, es también el momento de ser conscientes de que hay muchas otras
personas que lo están pasando peor que nosotros.
Es cierto que para vivir nuevas situaciones, es necesario cambiar de rumbo por aquello de que si quieres cosas nuevas, debes hacer cosas nuevas .
El cambio de rumbo significa muchas
veces salir de nuestra zona de confort y aburrimiento y modificar nuestra forma de vivir, desde nuestros hábitos hasta nuestra actitud, eso si desde nuestro propio mundo
sin hacer caso omiso a lo que hacen los demás simplemente para no caer en
comparaciones y como mucho como ideas referentes de comportamiento a observar y
en su caso experimentar, pues como dice
el dicho lo de los demás está de más.
Les animo a planteárselo y
re-programar su mente para tener un flujo positivo de conciencia, pues aún
siendo paciente y dándose el tiempo necesario, es fundamental plantearse la
dirección que vamos a emprender desde una actitud positiva, pues en cualquier
caso el punto de partida es único y exclusivo, ya que al fin y al cabo es
nuestro propio punto.
Ferrán Aparicio
30 de octubre de 2015