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lunes, 15 de abril de 2024

ESPIRITU LIBRE

En la sociedad en que vivimos actualmente resulta difícil definir quien es un espiritru libre, por que en el fondo todos estamos atados por algo bien físicamente , bien psicológicamente, bien intelectualmente. Siempre se ha oído que las peores ataduras son aquellas que no notamos, pues ninguno es más esclavo que aquellos que falsamente creen ser libres, que escribió Goethe.

Nietzsche, quien dedicó parte de su trabajo en  pensar en cómo liberarnos de la tiranía social y  reflexionó de una forma teórica sobre cómo debe ser un espíritu libre como una receta y un conjuro, llegando a la conclusión de que un espíritu libre es una persona dueña de sus actos que piensa y decide por sí misma sin dejarse condicionar por la sociedad  y asume la responsabilidad por sus acciones.

El espiritu libre es un compendio de habilidades y actitudes y como la pócima no tiene una receta exacta con las materias básicas resulta un abanico de espíritus libres variados.

En general el espiritu libre por definición es un ser que escucha con la mente abierta y abre su mente a nuevos conocimientos y perspectivas.

Son ellos mismos, consideran que  la necesidad de buscar la aprobación y la aceptación nos puede alejar de nosotros mismos, haciendo que acallemos nuestros auténticos deseos y aspiraciones.

El espíritu libre se libera de la mentalidad de masas y de esa pereza privada que consiste en supeditarse a la opinión pública, escuchando, pero luego valorando y decidiendo autónomamente.

Ser un espíritu libre en una sociedad que hace de todo porque las personas encajen en moldes preestablecidos requiere mucha fuerza y coraje.

El espíritu libre tiene que ser capaz de ir más allá del bien y del mal y deshacerse de los condicionamientos morales y sociales para determinar nuestra vida por nosotros mismos, más allá de lo que se supone que debemos o no debemos hacer.

Lo que está claro es que no es lo mismo ser librepensador que tener una alma libre, pues los espiritus libre son personas  que no están encadenadas a las costumbres, convenciones sociales y estereotipos y mucho menos a los patrones de pensamiento imperantes, no solo en términos de ideas sino del propio proceso de pensamiento.

El librepensador puede cambiar de pensamiento en función de sus circunstancias , realidades y  visiones contemporáneas mientras que  el espíritu libre, al contrario, es un buscador incansable, un cuestionador tenaz que intenta formarse su propia imagen del mundo sin imponerla a los demás.

Por todo ello se trata de ser autónomo seas o no un librepensador o un espíritu libre que te permita disfrutar la vida sin encadenamientos.

 

  Ferrán Aparicio

  15 de Mayo de 2024

 

martes, 30 de noviembre de 2021

VALORES INTUITIVOS

Después de dieciocho meses de pandemia , la vulnerabilidad se ha convertido en la realidad diaria  de nuestras vidas y nos ha demostrado que  “la vida iba en serio”.

Es bien cierto, que prefiero ser alegre que ser triste, como  casi todo el mundo, pero también es cierto que hay personas que siempre están contentas, incluso cuando luchan contra un montón de problemas y sin llegar a dramatizar, con aquello de “luchar con la vida”, pues por definición son palabras mayores.

Al final,  todo se trata de tener un hábito, por aquello de que los hábitos crean costumbres, y todo resulta más sencillo o simplemente te lo que parece, cuando el habito  de la alegría es tu propia conducta.

Agradecer estar vivos, por aquello de que todos hemos dejado a gente en el camino, es un hábito que te acerca a la alegría vital de levantarte cada día enfocando y visualizando las maravillas de la vida.

Es algo real que las personas felices se rodean exclusivamente de gente positiva, comparten sus valores y objetivos y te ayudan en un buen ambiente a cumplir tus sueños o simplemente a mantener ese grado de alegría que tú te has creado como un hábito llevado a costumbre por su asiduidad.

No se trata de discriminar a nada ni a nadie, simplemente se trata de aceptar a los demás por lo que son y el lugar que ocupan en la vida, sin tratar de cambiar a nadie, pero tratando de alegrar al día a todos los que causalmente encuentras o convives.

La reflexión como hábito tampoco es mala compañera en el sentido  de que continuamente estamos aprendiendo de aquello que vivimos especialmente cuando lo trabajamos desde el lado de la consciencia.

Al final sólo se trata de utilizar esos valores como la intuición, la creatividad y la confianza por decir un algo a modo de receta, para  en lugar de ver la vida llena de obstáculos y problemas, enfocarlos como una oportunidad para hacer algo positivo.

Aprender a confiar en tus instintos y usar tu creatividad para encontrar una solución, son dos pilares básicos, para haciendo lo que te gusta, disfrutar de tu propia satisfacción como un hábito alegre.

Tomarse un tiempo para disfrutar de la belleza que nos rodea, sin prisas pero sin pausas es también un hábito saludable, pues al fin y al cabo y hablando de hábitos como costumbres,…, solo se trata de aprender a vivir en el presente en lugar del pasado o futuro , por que lo cierto es que la vida va en serio.


Ferran Aparicio
30 de Noviembre  de 2021

martes, 28 de septiembre de 2021

COSTUMBRE O RUTINA

 

Hablar de rutina es hablar de palabras mayores. Dicen que la creatividad es un motor en la alegría del vivir y a mí me parece bien cierto.


 El problema surge cuando en nuestra vida nos dejamos llevar por la rutina como un hábito de vida y no innovamos nuestras conductas y actuaciones, cuestión a replantear si queremos sentirnos en una evolución y evaluación positiva constante.

Es cierto que a todos en nuestra vida hay cosas que no nos acaban de convencer desde el trabajo diario que ejercemos, hasta una relación de pareja degradada que convivimos simplemente por una rutina decepcionante y ambos caso, aguantamos por no alterar ese hábito de supervivencia adquirido, lo cual  es como siempre cuestión baladí.

En el fondo de nuestros seres todos sabemos aquellas rutinas que no estamos de acuerdo, bien porque no nos  aportan nada o simplemente una indiferencia absoluta, sin hablar de la toxicidad que nos producen, bien porque no ejercemos un cambio como siempre por miedos a la incertidumbre del cambio.

Desde la tesitura que todo llega en su justo momento, un día llega ese momento en que te replanteas y dices basta ya de esa rutina decepcionante que no me aporta nada y en ese momento trágico es cuando por obligación o decepción comenzamos a recordar toda la rutina que hemos vivido de una forma consciente y automática y sobre todo regresamos al pasado para intentar recuperar un tiempo que no nos ha aportado nada.

Todos y digo todos, hemos vivido con los ojos cerrados ante algún tema o situación en nuestras vidas es como si no quisiéramos ver lo que está sucediendo en nuestro propio espacio y miramos hacia otro lado , pero sabemos que un día llegará ese momento, nuestro momento en el que tenemos que transformar nuestra rutina en una nueva situación.

Lamentablemente somos conscientes de esta situación cuando la muerte pasa cerca de nuestras vidas o perdemos aquellos clavos a veces incluso oxidados aguantan el cuadro de nuestro retrato.

Dicen que nunca es tarde cuando la dicha es buena  y que para ganar siempre hay que perder, es parte de la evolución.

Es por ello que les animo a revisar su rutina diaria en todos sus palos, a efectos de que cuando llegue ese momento que nos llega a todos y no es la muerte sino el encontrarnos cara a cara con nosotros mismos  y con nuestra vida diaria, no sufran un  traumatismo craneal, pues resulta mucho más práctico ir adaptando nuestra vida a una rutina más gratificante con pequeños cambios que para todos son asimilables y al fin y al cabo son los que nos aportan cierta felicidad.

 Ferrán Aparicio
 20 de Septiembre de 2021

 

domingo, 25 de abril de 2021

RETORNO A LA NORMALIDAD

Llevamos más de un año confinados , reprimidos ,  angustiados y apocados y parece que con la vacunación  vamos a  empezar a ver la luz en este túnel que nos han metido con la pandemia y  la verdad es que cuando el espíritu sale del cuerpo y se libera se ven las cosas con una perspectiva diferente.


Es bien cierto que cuando salimos de una rutina diaria y hacemos algo diferente descubrimos la otra cara de la luna, por que existir existe y se lo digo porque al fin y al cabo todos buscamos de algún modo sentirnos felices y en definitiva sentirnos bien.

Las personas estamos programados para buscar estados de bienestar y rechazar aquello que nos contraría a nosotros mismos, en mi caso viajar, es algo que me da una gran satisfacción, bien por enfrentarme a mentalidades, culturas, personas y personajes nuevos, bien por verme enfrentado a una rutina diferente de la que cada día tengo.

A la vuelta de la vida y después del camino recorrido, que para cada uno ha sido diferente, te das cuenta que la única aspiración de cualquier ser humano es aspirar a ser feliz, eso si cada uno a nuestra manera, pues no hay dos personas iguales, incluso cuando la genética es la misma y si no miren a su inmediato ambiente familiar y encuentren las siete diferencias.

Al final te das cuenta, si ya no es muy tarde que la felicidad, es un compendio de actitudes y comportamientos, que cada uno vamos eligiendo eso si dentro de nuestras propias posibilidades y por supuesto sin hacer daño a nadie.

Cuando lo piensas fríamente te das cuenta que independientemente de tener claro los factores , hechos y situaciones que aspiramos para obtener a cambio ese estado de felicidad, te das cuenta que incluso para esta aspiración , tienes que estar preparado.

La clave en mi opinión es tener una vida con sentido y ser coherente contigo mismo, incluso para esto tienes que prepararte pues nada es gratuito, desde estar descansado, comer bien o hacer ejercicio, son claves para hacer reaccionar al sentimiento de la pasión que al fin y al cabo como la ilusión , la pasión es el motor de la vida.

El a logaritmo o ecuación de la vida, es algo personal e intransferible, pero está claro que a la vuelta de la vida, nuestras relaciones sociales, ayudar a los demás y tener la capacidad para relajarte y llegar a tus metas internas para aceptar los contratiempos, son variables fijas, para obtener algo que al fin y al cabo nadie te va a servir en una bandeja, siempre y cuando el rebaño este mayoritariamente vacunado

Ferrán Aparicio
25 de Abril de 2021








viernes, 10 de enero de 2020

CUESTION DE COSTUMBRES

Dicen que la rutina crea costumbres, entendiendo el término  rutina como aquellos  hábitos adquiridos de hacer algo de un modo determinado, que no requiere tener que reflexionar o decidir, y la costumbre es un hábito o tendencia adquirida por la práctica frecuente de un acto. 

Las costumbres de la vida cotidiana son distintas en cada grupo social, conformando su idiosincrasia distintiva, que, en el caso de grupos definidos localmente, conforman un determinado carácter nacional, regional o comercial, algo como la idiosincrasia que los define .

Pero si nos hacemos una introspección o nos sentimos espectadores de nosotros mismos, es fácil que podamos distinguir entre los términos rutina y costumbre pues en el ámbito personal es algo que ejercemos de una forma automática e innata sin apenas pensarlo, y tiene matices distintos especialmente si lo aplicamos como algo definido como la vida misma. 

La vida cotidiana suele estar formada de rutinas, sobre todo en lo referente al ámbito personal, todos tenemos unas costumbres en función de nuestras circunstancias que van normalmente acompañada de una rutina diaria desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. 

Es bien cierto que lo rutinario suele ser asociado a lo tedioso o aburrido, razón por la cual aparecen necesidades de paréntesis temporales  como el momento elegido para dejar la rutina de lado y embarcarse en actividades que, por las obligaciones laborales o personales del resto del año, no pueden realizarse.

Si lo analizamos ajenos a nosotros mismos, la rutina es un mecanismo que brinda seguridad  y que permite ahorrar tiempo, pues no pensamos lo que hacemos sino simplemente actuamos como costumbre adquirida por su práctica habitual.

En los ámbitos más básicos como nuestra casa, nuestro museo y también nuestro mausoleo, somos unos adictos a la rutina, lo cual deferentemente nos crea una dependencia emocional crítica en cuanto a que nos aferramos  a la costumbre y no creamos cambios por la inseguridad que nos producen.

No podemos en un momento cuestionarnos toda nuestra vida que tantos esfuerzos nos han costado de montar, pero igual que distinguimos entre rutina y costumbre , podríamos empezar a diferenciar términos como casa y hogar, trabajo y profesión , amigos y conocidos y tantos otros que componen esa famosa rueda de la vida que muchas veces tiene abollones y pinchazos y zonas desinfladas , y aun circulando sabemos que el estado perfecto de la rueda es su homogeneidad en todos los aspectos, que la componen.

Al final de todo , es bien cierto que buscamos rodearnos de aquello que despierta en nosotros emociones agradables y positivas, creando  sensación de seguridad y calma, por lo que te animo a ir revisando esos aspectos que componen tu rutina ,pues solo en la calma,está  la buena vida.

Ferrán Aparicio
10 de Enero de 2019

lunes, 25 de noviembre de 2019

NORMA Y LEY


Por causalidades o casualidades acabo de llegar de Japón, un país que no estaba en miS planes, pues mis inquietudes e intereses v tienen otra direccionalidad , pero tengo que decir que me ha encantado y recomiendo mucho.

Si a coalición una cosa me ha llamado la atención es el concepto de norma de vida que tiene los nipones, algo que me ha hecho reflexionar entre la diferencia entre norma y ley.

Norma es un término que proviene del latín y significa “escuadra”;una norma es una regla que debe ser respetada y que permite ajustar ciertas conductas o actividades dentro de una sociedad.

En el ámbito del derecho, la ley es un precepto dictado por una autoridad competente. La ley , independientemente de su objeto y contenido, normalmente articulado,  exige o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de la sociedad en su conjunto.

 Sin embargo la norma es el conjunto de los usos habituales que los ciudadanos de un país  llevan a cabo en la vida cotidiana, sin pensarlo simplemente como un habito subconsciente de actuar , en el que se estima que es lo permitido y que es lo prohibido por el conjunto de sociedad.
 
En este sentido en Japón existen muchas normas de uso cotidiano , desde no poder fumar en la calle, hasta no poder hablar con el móvil en los medios de transporte público, por no hablar de no cruzar hasta que el semáforo está en verde, entre otras muchas normas de la vida cotidiana.

Si analizamos  su etimología  procedente del latín, lex, una ley es una regla o norma. Se trata de un factor constante e invariable de las cosas, que nace de una causa primera.

Como vemos hay una gran diferencia entre norma y ley, si lo vemos desde el punto  de vista casual de la vida cotidiana y muy similar si lo vemos desde el ámbito jurídico.

Al final podemos decir  que las leyes limitan el libre albedrío de los seres humanos que conviven en sociedad; funcionan como un control externo al cual se somete la conducta de las personas para asegurar que se cumplan una serie de normas que respondan a las necesidades de la comunidad, mientras que la norma en una sociedad es el modo común de actuar por todos los que cohabitan en un mismo ámbito geográfico.

La ley  es un acto reglado; mientras que la norma es un acto de costumbre que se transmite de padres a hijos. Sin embargo la  ley debe cumplir con diversos principios, como la generalidad  y al igual que la norma  debería comprender a todos los individuos, la obligatoriedad tanto de la ley como de la norma es imperativa, o al menos eso nos justaría a la mayoría  y la permanencia versa en su esencia pues es dictada con carácter indefinido salvo que sea derogada en el caso de la ley, pero nunca en caso de la norma establecida, entre otros.

En general en nuestra sociedad europea por mucho que presumamos de nuestra exquisita  educación, el ser humano no se caracteriza por respetar a los demás seres vivos, sean o no de su especie, y ciertas leyes o la ausencia de las mismas, y la propia norma   hace  evidenciar esta triste realidad.

                                                    Ferrán Aparicio
                                               25 de Noviembre de 2019

viernes, 1 de febrero de 2019

INDIFERENCIA VITAL

No les ha pasado a ustedes que por circunstancias personales, un día recapacitan y se dan cuenta que han vivido un día anodino.

 Así podría definirse a la sensación de que un día de tu vida ha pasado y no ha ocurrido nada extraordinario, nada remarcable, han pasado 24 horas de tu vida se han sucedido, una detrás de la otra, y dejan tras de sí un sinsabor, una especie de melancolía por pensar que no ha habido en el transcurso de la jornada nada que haya sido especial, que haya valido la pena.

 Este suceso vuelve a repetirse cuando las semanas se suceden cuando pasan de lunes a domingo , sin más que un paso temporal del tiempo que nos acerca de enro a diciembre al paso de un año, sin más , y así sucesivamente recibimos un año, otro y otro hasta que un día te levantas y con todos sus acontecimientos tedas cuentas que ha pasado demasiado tiempo y que no hemos valorado su paso , creyendo que la temporalidad tiene tendencia al infinito , cuando en verdad no es así y el tiempo está acotado en etapas de la vida y que con lleva un final que es el fin de nuestras vías.

No trato de ser dramático , sino de reflexionar sobre la consciencia de que el paso del tiempo tiene su temporalidad y hay que ser consciente ,de ello , nunca nos imaginamos que en cualquier momento pueden surgir contrariedades y que hay que superarlas y enfrentarnos a ellas , pero lo que también es cierto es que sin demasiadas obsesiones deberíamos controlar unas metas atemporales que nos permitieran visualizar la trayectoria que deseamos para encauzar el presente proyectado en un futuro inmediato.

Consecuentemente, por nuestra propia rutina, vamos avanzando de alguna forma en lo intelectual, lo profesional, lo laboral, en nuestras relaciones , la madurez va creciendo en nosotros mismos, en nuestro comportamiento , en nuestras reacciones incluso en nuestro ímpetu de lucha, que va perdiendo fuerza como el bicarbonato cuando reacciona y se diluye en el agua cuando pasan ciertos segundos, después de haber burbujeado fuertemente.
La cuestión se centra en cuantas cosas hemos perdido en el camino por seguir una rutina acelerada que no nos lleva a algo concreto, sino a algo abstracto como es la supervivencia formal en el tiempo.

La vida está llena de un gran contenido , como una biblioteca nacional donde puedes encontrar todo tipo de temas, argumentos , materias , ciencias incluso vivencias, el problema central responde al hecho de que no tenemos tiempo para encontrarlas y apreciarlas, básicamente porque nuestra receptividad está abandonada en aras a seguir un camino preestablecido.

Les animo a plantearse, a esquematizar que cambios quieren hacer a sus vidas, que objetivos semanales deben proponerse para no cocer sino enriquecer su vida a apreciar los momentos mágicos que disponemos todos los días y los dejamos pasar, y a pesar que resulta complicado encontrar tesoros cuando el tiempo se convierte en nuestro peor enemigo y, minuto a minuto, se nos escapa un día al que no le hemos dado la oportunidad de que sea maravilloso. 
Ferrán Aparicio
1 de febrero de 2019

sábado, 20 de octubre de 2018

ERRORES VITALES


Llevo tiempo reverberando sucesos que han ocurrido en mi vida y que han constituido ciertos errores , bien por la inexperiencia vital , bien por no haber acertado en el camino a seguir, pero lo que bien es cierto que como se dice en el lenguaje popular “nada cae en saco roto”.

La experiencia es un grado pero cuando lo piensas fríamente aprendemos de los errores , caemos y nos volvemos a levantar , cambiamos de camino de dirección, pero también tenemos que asumir el coste de nuestras decisiones y errores.

La cuestión es que todos cometemos errores vitales, en cada etapa de la vida , infancia , adolescencia pubertad , juventud, madurez y tercera edad, tiene sus connotaciones erróneas, lo que es también cierto si lo pensamos fríamente es que seguimos aprendiendo de nuestros errores vitales y recomponiéndonos , por mal que nos siente, independientemente del coste que nos produce el error cometido.

El cometer un error es un cometido humano por excelencia , pues todos lo hacemos y no voluntariamente, el problema surge cuando no aprehendemos del error y no lo transformamos en experiencia como situación vivida y reconocida.

Por otra parte nos encontramos con nosotros mismos ante el error , unas veces lo admitimos y otras veces lo obviamos, permaneciendo en una situación que reconocemos pero aceptamos, desgastándonos inútilmente y perdiendo el tiempo en algo que nop nos aporta nada más que frustraciones innecesarias , es el error repetido simultáneamente en el proceso vital.

En nuestra perseverancia por sobrevivir debemos reconocer que lo perdido,.., perdido está y cuanto antes lo asumamos, antes saldremos de ese círculo que enmarca un vacío que no nos deja evolucionar.

Es común cometer errores vitales , cuando nos engañamos a nosotros mismos crean do una realidad inexistente o simplemente una situación ideal que carece de fundamento, la mente nos hace ver y ceer en cosas que no se sostienen por si mismo desde el amor al trabajo , podemos creer que nos gusta y realmente es la rutina la que cvrea costumbre y nos habitua a pensar lo satifechos que nos encontramos sin reconocer que , en el fondo es todo lo contrario.

Por otra parte si somos pragmáticos y racionales y valoramos el error  en relación al factor tiempo, si somos realistas y contabilizamos, perdemos mucho tiempo de nuestras vidas , en cometer errores que no nos aportan nada  y nos hacen dejar de vivir otras situaciones más efectivas , incluso placenteras , siendo victimnas de nuestro conformismo vital creado por la rutina y la costumbre.

Al final de todo solo se trata de tomar decisiones  y aprender de los errores , pues
haber tomado una decisión errónea no es tan grave como pueda parecer, son las  consecuencias la que al final nos hacen salir del círculo del error cometido, sin vuelta atrás y como siempre ,.., sin más.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                    20 de octubre de 2018

martes, 20 de febrero de 2018

ABURRIMIENTO SOBERANO

Se llama aburrimiento al hastío, el desaliento o la desazón que experimenta una persona a partir de una determinada molestia o cuando no encuentra algo que le proporcione entretenimiento.

Se suele asociar el aburrimiento a perder el tiempo, cuando un individuo está aburrido, no le encuentra sentido a aquello que está viviendo.
 
En ese momento el sujeto no realiza ninguna acción o bien parece actuar en forma automática. En ciertos casos, el aburrimiento sí promueve algún tipo de acción, aunque ésta carezca de lógica o de coherencia, simplemente con la idea de ocupar su tiempo, aunque realmente carezca de interés en lo que  está haciendo.
 
Pero el aburrimiento en sí mismo como estado emocional es un concepto subjetivo, pues como otros conceptos como el amor, la libertad, la espiritualidad por decir unos cuantos, depende de la persona que lo siente como propio y resulta incomparable  al resto de los humanos.
 
El antídoto del aburrimiento es el entretenimiento, pero yendo más allá si la acción que nos entretiene se convierte en rutina, aumenta la sensación de estancamiento y, en consecuencia, genera aburrimiento.
 
Por otra parte la reacción ante el aburrimiento, en ciertos momentos, puede ser  una reacción positiva debido a que promueve la creatividad y el cambio ante la rutina.
 
La vida con la modernidad y la multimedia e independientemente de la economía de medios ha cambiado generando  un contenido  intenso y continuo y lo que procesamos nos crea a veces la imposibilidad de  llegar a estar en paz con nosotros mismos y con lo que nos rodea, como si fuera una misión imposible.
 
Saber escucharse a uno mismo, hacer caso a tu intuición, perderte por dónde los demás dicen que no vale la pena que vayas y encontrarte al final del camino es combatir al aburrimiento soberano que una vida se puede convertir por dejadez y apatía.
 
Cada uno debe conocer sus virtudes y defectos incluso su propias cicatrices frutos de la vida y de la experiencia pues lo que es evidente que las cicatrices del alma son invisibles, ero sólo cada persona debe de ser consciente que  las cicatrices del alma vuelven a abrirse por heridas del pasado que aún hoy duelen.
 
La vida nos da un tiempo limitado para que la disfrutemos, así que no pienso malgastar ni un segundo más ni físico ni de mis pensamientos y ni de mi tiempo en intentar entender  lo que significa una rutina, pues evitar el aburrimiento soberano es puro autoconocimiento.
Como siempre y reflexionando en voz alta, todo lo que sé ahora es un privilegio que no compré con dinero y a  mí me ocurrió simplemente cuando empecé a cuidarme, y es verdaderamente  es un regalo soberano.
Ferrán Aparicio
20 de julio de 2018

sábado, 20 de enero de 2018

ATASCO EMOCIONAL

Hay momentos de la vida que uno se siente estancado, bien porque no avanza ni física ni emocionalmente, bien porque no sabe para dónde tirar cayendo en  el sello del desconcierto.

En realidad no es que sean momentos malos, en estricto sentido, sino que con el paso del tiempo sientes hastía hasta la eternidad y que no estás evolucionando, que no creces., te sientes y estás atascado.

La sintomatología es muy clara y es que la vida es muy igual de un día para otro y la costumbre se convierte en rutina, como  un moho que se va esparciendo psicológicamente en nuestra vida, sin pena ni gloria, como se diría coloquialmente.

En contra de ésta situación debemos mentalizarnos que la vida es y debe ser un movimiento constante, ganando fuerza mientras lo haces, pues el  estancamiento es un estado en el que no logras ponerte en contacto con tus sentimientos y emociones más genuinas.

No se trata de aplicar el principio de acción, sino de generar un verdadero impulso hacia aquello que te enriquezca y haga más significativo el hecho de vivir.

Siempre hemos oído aquello de que hay tres cosas en la vida, salud, dinero y amor, y como dice la canción, el que tenga las tres cosas que le dé gracias a Dios, pero en realidad no es realmente cierto, pues puedes tener esas tres cosas y permanecer estancado.

Dice el dicho que Vivir sin vivir, no es vida, pero deambular por la vida es una pérdida de tiempo que nunca vuelve, pues el tiempo de existencia es muy corto como para desperdiciarlo en rutinas inútiles y relaciones insatisfactorias.

Al final de todo y del camino, la paz y tu felicidad, son el único objetivo por el que en verdad debes enfrentarte, pues  como dice un amigo que no para, ya descansaré cuando haya muerto, por lo que sino avanzas, cambia o al menos se consciente de que no se puede parar pero si aquietar tu vida para centrarte en la elección un nuevo camino desde el punto en que te encuentras.

Las etapas de estancamiento deben mirarse con cuidado y a veces exigen solamente un proceso de toma de conciencia y un replanteamiento de las condiciones en las que se vive, cumpliendo con lo que se te pide, tanto en el plano laboral, como en el plano personal, pero debes pensar que si  no quieres implicarte demasiado, el que estás perdiendo la oportunidad eres tú mismo, no los demás.

Al final sólo se trata de  no eludir  los desafíos y enfrentarte a un posible reto, o a una novedad, poniéndote a  prueba y dándole  sentido a ello, para evitar tu atasco emocional.

                                                               Ferrán Aparicio

                          
20 de Enero de 2017

martes, 30 de agosto de 2016

VUELTA DE VACACIONES

VUELTA DE LAS VACACIONES


En estos días casi la mayoría de las personas, casi un ochenta por cien de la población, vuelve de las vacaciones excepto los que nos hemos  quedado de guardia para atender las urgencias de turno, lo cual no es cuestión baladí, surge el tema de la vuelta de las vacaciones y la experiencia traumática de la vuelta al trabajo y a la vida cotidiana, hasta el año que viene.

Dicen las cabezas pensantes que las urgencias  son inversamente proporcional a su urgencia y por experiencia no les falta razón. La cuestión es que las vacaciones sirven para relajarse el que pueda, las ciudades se quedan vacías y al final nunca hay tiempo para hacerlo bien, pero siempre hay tiempo para volver a hacerlo.

La cuestión es como plantearse esa vuelta de vacaciones; si supone  el final de una etapa o el comienzo de otra de más larga duración. Al principio de esa nueva etapa surge la idea de lo  impresionante que es  el hecho de  cuánto se tarda en acabar algo en lo que no estás trabajando, sobretodo en el caso de que nada es imposible para las personas  que no tienen que hacerlo por sí mismos.

Al principio de ese trauma post vacacional recomiendan tomarse las cosas y el trabajo  de una forma evolutiva y creciente donde el primer 90% de la tarea ocupa el 10% del tiempo y el 10% restante ocupa el 90% del tiempo que queda.

Y es en ese sentido es  como nos acostumbramos a jerarquizar nuestros hábitos, costumbres y donde las tareas sencillas siempre se posponen porque ya habrá tiempo de hacerlas más adelante.

Al final siempre ocurre un poco de lo mismo el trabajo se expande para ocupar el tiempo disponible para su realización. La percepción de la importancia y la complejidad de la tarea en cuestión se inflan en proporción directa al tiempo necesario para su realización.

Lo cierto  es que en esa vuelta de vacaciones, sólo se trata de  hacer cada día  un poco más de lo que todos esperan y pronto todos tendrán más expectativas, incluso uno mismo por aquello de sentirse plenamente satisfecho de tus propias acciones.

Muy importante también es sentirte bien con tu propia vida y con tu propio trabajo como medio de vida, pues si te gusta lo que estás haciendo dicen los psicólogos que lo estás haciendo mal, por aquello del inconformismo racional que nuestra mente nos depara y los más prácticos en ‘sensun contrario’, dicen que si se hace un trabajo demasiado bien, nunca te lo quitarás de encima, supongo que como en todo en la vida,.., en el medio estará la virtud.

A la vuelta de la vacaciones y siendo muy práctico solo queda haber disfrutado de ese tiempo reglado que todo el mundo tiene para descansar de la rutina laboral, para los que nos toca ahora el relevo, integrarnos aunque sea de una forma escalonada de esas merecidas vacaciones con derecho a descanso, pues lo que al final está claro es nadie es capaz de dejar las cosas como están.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                 30 de agosto de 2016

martes, 15 de marzo de 2016

VOLUNTAD DE VOLUNTADES


VOLUNTAD DE VOLUNTADES,.., TODO ES VOLUNTAD
Después del último post en el que se hablaba de la intuición como el despertador biológico de los instintos básicos que las personas tenemos de una forma innata, en ese instinto básico de la supervivencia, sólo queda añadirle un poco de sal, para tener la receta perfecta y es que voluntad de voluntades,.., todo es voluntad.
 
El gran filósofo José Antonio Marina describe la voluntad como “la motivación inteligentemente dirigida ó la motivación dirigida por la inteligencia” e  intuitivamente no le falta razón.
 
No hay nada que se pueda comenzar si no hay voluntad de hacerlo, por mucho que tengamos claro el poder del deseo. La voluntad de hacer y ponerse en marcha es lo que determina que la motivación aparezca, ya que es la manera de ejecutar inteligentemente el motivo que nos mueve.
 
En ese acto inerte y voluntario, valga la redundancia es donde comienza la chispa  que enciende el mecanismo para que comportamientos que suelen ser  automáticos, empiecen a ser conscientes y voluntarios y es ahí donde nuestra libertad de hacerlo o no hacerlo tropieza con el factor motivación.
 
Normalmente nada es gratuito y todo nos cuesta algo, es por ello que muchas veces la voluntad  quede rezagada en la desgana, el cansancio o simplemente en el aburrimiento bien por falta de motivación, bien porque no tenemos claro que lo que nos proponemos voluntariamente  va a tener una meta clara.
 
El deseo es una llamada a la acción que necesita ser  reforzado por la voluntad, sin embargo una interrelación  en exceso o defecto de deseos   afectan a la voluntad, haciendo nuestros objetivos más inapetentes de la misma forma  que la esclavitud de la voluntad nos hace prisioneros en forma de adicciones y emociones.
 
De todos es sabido que  aplazar  la realización de nuestros trabajos y  proyectos consume más tiempo y energía que iniciarnos en su camino de ese momento mejor que sin embargo nunca llega.
 
Otros depredadores de la voluntad son aspectos como, la rutina, la inconstancia, la incapacidad, la obcecación o la tozudez, pues marcan un  camino improductivo que reducen la voluntad haciéndola fracasar.
 
Al final  de cualquier razonamiento  llegamos a la primera premisa como con cualquier silogismo en que la calidad de la voluntad va a depender de la calidad de la inteligencia, es decir en valorar lo que queremos voluntariamente e inteligentemente, porque  en cualquier caso, voluntad de voluntades,…, todo es voluntad.
 
                                                         Ferrán Aparicio
                                                    15 de marzo de 2016

jueves, 10 de diciembre de 2015

RUTINAS DECEPCIONANTES

Hablar de rutina es hablar de palabras mayores. Dicen que la creatividad es un motor en la alegría del vivir y a mí me parece bien cierto.

 El problema surge cuando en nuestra vida nos dejamos llevar por la rutina como un hábito de vida y no innovamos nuestras conductas y actuaciones, cuestión a replantear si queremos sentirnos en una evolución y evaluación positiva constante.

Es cierto que a todos en nuestra vida hay cosas que no nos acaban de convencer desde el trabajo diario que ejercemos, hasta una relación de pareja degradada que convivimos simplemente por una rutina decepcionante y ambos caso, aguantamos por no alterar ese hábito de supervivencia adquirido, lo cual  es como siempre cuestión baladí.

En el fondo de nuestros seres todos sabemos aquellas rutinas que no estamos de acuerdo, bien porque no nos  aportan nada o simplemente una indiferencia absoluta, sin hablar de la toxicidad que nos producen, bien porque no ejercemos un cambio como siempre por miedos a la incertidumbre del cambio.

Desde la tesitura que todo llega en su justo momento, un día llega ese momento en que te replanteas y dices basta ya de esa rutina decepcionante que no me aporta nada y en ese momento trágico es cuando por obligación o decepción comenzamos a recordar toda la rutina que hemos vivido de una forma consciente y automática y sobre todo regresamos al pasado para intentar recuperar un tiempo que no nos ha aportado nada.

Todos y digo todos, hemos vivido con los ojos cerrados ante algún tema o situación en nuestras vidas es como si no quisiéramos ver lo que está sucediendo en nuestro propio espacio y miramos hacia otro lado , pero sabemos que un día llegará ese momento, nuestro momento en el que tenemos que transformar nuestra rutina en una nueva situación.

Lamentablemente somos conscientes de esta situación cuando la muerte pasa cerca de nuestras vidas o perdemos aquellos clavos a veces incluso oxidados aguantan el cuadro de nuestro retrato.

Dicen que nunca es tarde cuando la dicha es buena  y que para ganar siempre hay que perder, es parte de la evolución.

Es por ello que les animo a revisar su rutina diaria en todos sus palos, a efectos de que cuando llegue ese momento que nos llega a todos y no es la muerte sino el encontrarnos cara a cara con nosotros mismos  y con nuestra vida diaria, no sufran un  traumatismo craneal, pues resulta mucho más práctico ir adaptando nuestra vida a una rutina más gratificante con pequeños cambios que para todos son asimilables y al fin y al cabo son los que nos aportan cierta felicidad.

 

                                                       Ferrán Aparicio
                                              10 de diciembre de 2015