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lunes, 15 de enero de 2018

MI SEXTO SENTIDO

Hablar de sexto sentido cuando sabemos que todos los humanos tenemos cinco es hablar de la capacidad natural de ser humano por intuir, anticipar o descifrar la sincronicidad de los acontecimientos y señales que nos ocurren diariamente.

Su manifestación es común y por todos o casi todos conocida es simplemente esa voz interior que nos llega desde la lucidez de esas corazonadas que nos adelantan o revelan un hecho, razón o simplemente una idea, pudiendo proceder del sentimiento o de nuestro pensamiento, siendo las sentidas las que provienen de nuestro interior y las pensadas de nuestra racionalidad.

El problema surge  en la baremación de la fiabilidad de ese sexto sentido y en cualquier caso hay que darle el valor que merece, pues al fin y al cabo son únicas y personales procedentes de nuestro cerebro de nuestro interior subconsciente y suelen ser la respuesta  adecuada a un instante de necesidad.

Los que somos abogado del planteamiento  de que las cosas llegan en su justo momento, ni antes ni después, confiamos en las señales , pensamientos y demás connotaciones que nos trasmite nuestro sexto sentido , desde la afinidad , a la empatía o simplemente a una observación puntual de advertencia.

 Su trascendencia así como su eterizad le permite el hecho de  siempre estar ahí, presente pero oculto, discreto pero guiando, modelando muchas de nuestras reacciones, de los caminos que tomamos en la vida, pues disponer de una buena inteligencia intuitiva es permitirnos profundizar más en nosotros mismos para adaptarnos mucho mejor a nuestro entorno, como algo personal e intransferible.

La faceta intuitiva del sexto sentido es un fabuloso sistema de supervivencia, pues de algún modo funciona, como un “sistema de alarma” y aviso a navegantes, cuando algo va a pasar ese sexto sentido nos avisa de un modo rápido y efectivo, se activa este fascinante circuito interior.

Es sin duda un don fascinante, y dicen que se desarrolla entre los cuarenta y cincuenta años, donde la consciencia de nuestro subconsciente se traslada al presente a través de estos procedimientos, eso sí desde la observancia no hay que perder la tierra de la vista

Es bien cierto que no somos gurús ni magos merlín en nuestras vidas , pero si sabemos que debes ver y tocar una cosa para creer en ella, cosa que en el caso de la intuición la creemos a ciencia cierta , como un fenómeno personal en el que creemos lo que sentimos y no vemos.

Al final y de una forma general  sólo se trata de escuchar tu voz interior, conectar con su soledad de forma frecuente y dejar la mente en blanco dentro de un procedimiento de meditación natural, fomentando la observancia y practicando  la atención plena, atendiendo a las corazonadas y no perdiendo de vista el contenido de los sueños, pues como dice el dicho tradicional, brujas haberlas hailas y al fin y al cabo el intelecto siempre tiene la razón, pero la intuición rara vez se equivoca.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                     15 de enero de 2018

miércoles, 10 de junio de 2015

SENTIMIENTOS INTUITIVOS


Dicen que la intuición es el conocimiento directo e inmediato que sin la intervención de la deducción o razonamiento, resulta evidente y coherente como contenido de pensamiento.

La pura  verdad que por su amplio espectro, la intuición va desde la especulación filosófica al campo de la ciencia positiva, pasando por una simplemente receta de cocina que se nos ocurre imaginativamente en un momento oportuno, siendo en general un tema de investigación que intenta racionalizar algo que sucede de una forma natural.

La intuición ha sido considerada como ese sexto sentido y se le atribuye normalmente a las mujeres, es por aquello de intuición femenina, sin embargo cualquier ser humano puede estar dotado con éste sentimiento o don natural, el llamado sentimiento intuitivo.

Sin embargo con los tiempos que corren no es fácil el fiarnos de sentimientos intuitivos sino todo lo contario debemos estar previniendo cualquier acontecimiento por precaución o simplemente como prevención a un error de lógica, pues lo lógico ha llegado un momento que ya no es real.

Es cierto que el sentimiento intuitivo es un conocimiento que no sigue un camino racional para su construcción y formulación y por lo tanto carece de una explicación racional que muchas veces roza lo inexplicable, pero lo que resulta también cierto es que las personas almacenamos información de una forma inconsciente que nuestro cerebro puede manejar a su libre albedrio como reacciones emocionales repentinas a determinados sucesos, percepciones o sensaciones , o simplemente aparecer sin más a tu lado.

Se podrían también definir los sentimientos intuitivos como pensamientos abstractos muy elaborados y sobre todo muy espontáneos que en un momento las arroja nuestro cerebro conscientemente como un ingenuo destello pero que condensa una gran información, tanto de experiencias vividas como de conocimientos adquiridos y almacenados.

El problema de su imprevisión y volatilidad hace que dudemos de estos sentimientos pues carecemos de racionalidad para poderlo comprobar tácitamente  y lo tratamos como algo volátil o simplemente intuitivo.

Sin embargo habría que diferenciar entre el carácter abstracto del sentimiento intuitivo y el sentimiento visceral que nos transmite el cuerpo de una manera automática como aviso de un pensamiento no estructurado pero cercano a la realidad.

Lo que está claro de una forma cierta, es que cada uno debe aprehender a descubrir cuáles son los mensajes y señales de aviso, bien como sentimientos intuitivos  bien como sentimientos viscerales, pues lo que único que nos queda, es utilizar correctamente la información que nuestro cuerpo y mente nos oferta sin previo aviso y sin juzgarnos, para no caer en  autoengaños.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                      10 de junio de 2015

 

 

jueves, 10 de abril de 2014

SEXTO SENTIDO

SEXTO SENTIDO
Siempre hemos conocido el sexto sentido como la capacidad general de intuir ciertos hechos o circunstancias. Pero cuando hablamos de intuición hablamos de palabras mayores, en cuanto que es una facultad que se supone tenemos todos, de comprender las cosas al instante sin necesidad de realizar ningún tipo de razonamiento.

Como habilidad que es, sólo se trataría de desarrollarla sin necesidad de una asociación formal a una idea, sino simplemente como presentimiento de algún conocimiento o acontecimiento.

El sexto sentido va muy asociado a la premonición, en cuanto que genera la sensación de que algo va a ocurrir está ocurriendo o en el mejor de los casos resulta una adivinación de algo que va a pasar.Sin embargo la intuición desde un punto de vista filosófico y en cierta manera también psicológica, está unida al conocimiento inmediato no precisando de un método racionalmente deductivo.

Es cierto que todo en esta vida tiene su relación, la sincronicidad es también parte de ese sexto sentido en cuanto que sincrónicamente somos capaces de conectar nuestras ideas con situaciones tanto materiales como espirituales, siendo el cerebro el que está trabajando sin darnos explicaciones, que luego de una forma consciente relacionamos inmediatamente con la realidad aparente.

Muy diferente es la faceta del sexto sentido intuitivo por si mismo , en cuanto que hoy en día se nos ofrecen diversas aplicaciones y funciones y en especial en el mundo de la informática en el que se nos transmiten como intuitivas, es decir, que sin grandes explicaciones ni pensamientos vamos a saber como funcionan.

El sexto sentido es una sensación difícil de explicar porque no es constante en el tiempo, se presenta inesperadamente y nos da una información posible pero no científicamente real, si bien la consideramos en cuanto nos pueda servir para estar prevenidos ante asuntos agradables o desagradables.

La intuición se percibe independiente de nuestros cinco sentidos y eso por eso que se le llama sexto sentido. Algunas personas tienen más afinado su sexto sentido que otras, esto se debe a que en su memoria además de datos se encuentran vivencias de situaciones y formas de resolución de conflictos que surgieron en el pasado.

El cuerpo y la mente son parte importante cuando actúa el sexto sentido, de igual manera lo es el alma quien debe estar abierta al proceso intuitivo a través de la amabilidad y el perdón.

Lo que esta claro es que tenerlo lo tenemos todos, solo se trata de ejercerlo y cultivarlo. Técnicas como la meditación o simplemente el realizar ejercicio dejando que nuestra mente vuele a su libre albedrío, puede generar el desarrollo intuitivo de la acción.

Hacer caso a lo que nos dice nuestro cuerpo y nuestra mente junto con el auto conocimiento son herramientas que nos van a ayudar a e evitar conclusiones equivocadas, ya que al intuir se debe actuar con honestidad y decir la verdad para no llegar a engañarse con ilusiones falsas.

Ferran Aparicio
10 de abril de 2015