Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta SIMPLEMENTE VIVIR. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta SIMPLEMENTE VIVIR. Mostrar todas las entradas

martes, 30 de junio de 2015

COMPARTIR TAMBIEN ES VIVIR


No sé si porque los últimos acontecimientos de ver tanta gente angustiada y dolorida, rezando con otros ritos y otras religiones y ante una catástrofe como ha sido el terremoto de Nepal, se me ha removido la conciencia en el sentido de que compartir es vivir.

No podemos ya como en otras ocasiones  mirar hacia otro lado  y si la muerte llamara a nuestra puerta pedirle una tregua, en cuanto que aún nos quedan cosas que hacer y no hemos hecho postergando la oportunidad que la vida nos da a diario  y sobretodo compartir que al fin y al cabo no es nada más que  vivir.

Cuando uno va cumpliendo años y van surgiendo las primeras canas te das cuenta que ya has hecho muchas cosas, que has investigado, vivido e incluso  avanzado en campos que nunca hubieses imaginado, unos por casualidad otros por voluntad propia, por curiosidad o porque se te han puesto en medio de tu camino y es entonces donde de una forma inconsciente empiezas a buscar otro sentido a tu vida, ese sentido no vanal donde lo relativo se acerca por difícil que parezca a lo absoluto y donde lo importante ya no eres tu ni tus circunstancias, sino lo que te rodea, pues te das cuenta que  aparecer o desaparecer es algo tan relativo como comprender que nacemos para morir y esto es un pasar al cual le tenemos que dar el máximo sentido.

La dicotomía emocional surge cuando te planteas que tener una vida con cierto sentido y ser felices pueden ser aspectos  no muy compatibles por el estilo de vida que llevamos en general muchas personas.

Es bien cierto que muchas etapas de nuestra vida nos la hemos pasado montando un presente y un futuro, solo en el punto de unión de todos los tiempos  pasado , presente y futuro, sea quizás la forma de empezar a interpretar que compartir es vivir.

Para algunos no es más fácil dar que recibir, sin embargo sólo si le damos sentido a esa acción es cuando nos sentimos plenamente pletóricos.

Cuando uno llega a un punto que con  lo que tiene le es suficiente y en cierta forma, aún es capaz de compartir lo que le sobra o lo que no le sobra tanto pero no necesita, es cuando reconocemos un cambio de conducta pro social que nos acerca a una sensación de felicidad.

Yo reconozco que compro ya bastante poco y consumo mucho menos, pues  es obvio que no siento la necesidad, pero sin embargo estoy reflexionando en voz alta, el hecho de que para que una vida tenga sentido  no hay que hacer  grandes cosas sino practicar el agradecimiento por lo que tenemos y no nos falta, pues esa forma de ver la vida y compartirla con los demás es  lo que nos empatiza con la sociedad con la que vivimos , aunque sólo por aquello de que compartir también es vivir.

                                  

                                                           Ferrán Aparicio
                                                        30 de junio de 2015