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lunes, 17 de julio de 2023

SOLEDAD O AISLAMIENTO

Siempre me he planteado si existe un paralelismo entre soledad y aislamiento y siempre he llegado a la conclusión que son dos conceptos voluntariamente diferentes.

En la ambigüedad de los conceptos de soledad y aislamiento, es bien cierto que sentirse querido acompañado y aceptado mejora la autoestima y la seguridad de uno mismo.

Pero no es lo mismo soledad que aislamiento. El aislamiento versa sobre mantener un contacto nulo o casi nulo con otras personas, otros círculos, otros grupos, otros roles y por tanto es un estado objetivo.

Sin embargo la soledades un estado subjetivo derivado de no ser capaz  de encontrar o mantener relaciones personales que en el fondo desearíamos. Y se ratifica su subjetividad en cuanto que no depende de tener o no tener  un círculo de amistades, sino que proviene de un desequilibrio entre lo que nos gustaría tener y lo que de verdad tenemos.

Ninguno de los dos conceptos son negativos en cuanto que son elegidos por la propia persona y en el caso de la soledad, bien elegido es el camino de partida para el autoconocimiento.

No obstante lo anterior hay que tener cuidado en ambas posturas pues mal llevadas pueden desencadenar instantes y momentos de vacío y angustia.

Para evitar un enquistamiento personal en el vacío, se deben recordar algunas reglas de obligado cumplimiento, aunque sea de una forma esporádica como es e hecho de  andar y relacionarnos con las personas  de nuestro entorno.

También es importante en el hecho de vivir  en soledad o aislado, el mantener nuestro contacto físico emocional, abrazar, tocar, besar, mostrar cariño con firmeza y mantener el sistema inmune y su desarrollo cognitivo.

También la postura ante los demás  es importante, podemos vivir como queramos, en soledad o aislados, pero nunca debemos perder el don de la conectividad que garantiza una empatización externa independientemente de nuestro habito diario.

La terapia de realización de trabajos solidarios en voluntariado ayuda y transforma como terapia a los que se sienten solos y aislados, recuperando la socialización como sistema inmune a la resiliencia.

 

                                                          Ferrán Aparicio

                                                      25 de Junio de 2023

 

sábado, 30 de abril de 2022

SOLEDAD EN LIBERTAD

Recuerdo, que  hace tiempo, leí una  frase de las que se llaman lapidarias, que la había  escrito Chavela Vargas, la gran cantante mejicana  que decía : No hay nadie que aguante la libertad ajena: a nadie le gusta vivir con una persona libre y si eres libre, ese es el precio que tienes que pagar: la soledad”.

Es bien cierto que cada persona somos de una pasta y tenemos nuestro propio genio, cuando además de serlo, sientes una necesidad máxima de libertad como modus vivendi, quizás tienes que aceptar el precio de tu independencia, que es la soledad.

Pero la soledad bien llevada, consensuada y vivida desde la tranquilidad de disfrutar de cada momento con uno mismo, puede incluso ser placentera, pues los humanos en manada tenemos la capacidad de complicarnos y amargarnos la vida hasta límites insospechados, cosa que no es agradable para nadie y en especial para aquellos que disfrutamos de nuestra libertad e independencia como un anhelo diario de convivir con nosotros mismos de una forma tranquila y placentera.

Cuando ya has vivido el efecto de vivir en manada y te has ido buscando tus propios parajes, te acostumbras a tu soledad como algo natural y en cierta forma sana y tranquila. Sin embargo el ser humano en su versión social y socializante necesita estar en contacto con los que le rodean, unos porque los elige y otros porque aparecen en tu camino, esa es la cara y cruz de nuestro raciocinio, que nos sirve para crear , imaginar, planificar y ejecutar un plan de encuentro social personalizado, pero también nos sirve para sin querer darles vueltas al pasado en relación a las experiencias vividas y a posibles problemas futuros, lo que nos crea un bucle vital que se traduce en darle vueltas a la vida pensando en cosas que ya pasaron y no tienen por tanto solución y en otras que tal vez nunca pasarán, por ello si lo pensamos fríamente cuando estamos en soledad con nosotros mismos es cuando de alguna forma disfrutamos de la actividad que estamos realizando o ejecutamos o no ejecutamos , pero que de alguna forma estamos viviendo sin volar mentalmente al pasado o al futuro.

El dilema de la soledad placentera del ser que se convierte en independiente, pero no aislado  y es cuando se plantea que en estado de plenitud donde notamos por una parte que el tiempo vuela y a la vez se estira porque estamos inmersos en nuestro propio mundo es si realmente estamos perdiendo la oportunidad de encontrar una manada a la que seguir a distancia , eso si dentro de la misma especie pues las otras ya tenemos claro que no nos interesan y en su ausencia preferimos mantener nuestra propia soledad.

La clave como siempre independientemente de vivir en el presente es la de poner consciencia a lo que estamos haciendo, pues al fin y al cabo estamos invirtiendo en aquello que nos interesa y nos beneficia directamente aunque simplemente sea un valor espiritual de sentirnos realizados en algún aspecto que nos interesa.

La consciencia se transforma y es observadora de nuestra propia experiencia siendo una capacidad de focalizar esa manada,  que es lo que queremos o anhelamos para convivir y combatir nuestra soledad, utilizando el yo observador como elemento vital, de una simple búsqueda de personas, con carácter independiente que no dependiente, con la que compartir nuestros intereses y constituyan nuestra propia manada, lo cual no es cuestión baladí.


Ferran Aparicio
30 de Abril de 2022

viernes, 15 de mayo de 2020

CONFINAMIENTO ETERNO



Si lo piensas fríamente todos en algún momento hemos pasado una simple gripe o hemos sido víctimas de una operación y consecuentemente hemos estado confinados. 

El problema surge cuando el confinamiento es consecuencia de un estado de alarma, aunque en el fondo no queramos llamarlo como estado de excepción, pues en realidad en nuestro país, es lo que es aunque no queramos enfrentarnos a este estado. 

El problema del confinamiento alargado ya ocho semanas es que ya nos empieza a alterar física y emocionalmente apareciendo de una forma espontánea el Insomnio, la ansiedad, la irritabilidad, la regresión a etapas previas son algunas de las consecuencias que provoca el encierro de las personas. 

El confinamiento derivado de la pandemia del coronavirus se alarga y con ello la tensa espera para salir a la calle, un anhelo que se convierte en una necesidad física y emocional para todas las personas , hasta el punto de que cada vez se escuchan más voces que piden al Gobierno flexibilizar las salidas puntuales para no perder la masa muscular. 

Probablemente, todavía es pronto para adelantar cuáles serán las secuelas que puedan permanecer a largo plazo en la sociedad , demasiado tiempo nos ha hecho pensar que todos somos vulnerables a pillar aquello que nos da miedo , y es el virus. 

Las secuelas psicológicas, que podrían llegar a convertirse en un trauma desde tener un aumento de obesidad a la depresión, pues el confinamiento actual es duradero y no es efímero , no sabemos cuándo va acabar el estado de alarma y menos que consecuencia va a tener en las relaciones humanas. 

El confinamiento produce también efectos psicológicos negativos, como síntomas de estrés postraumático, confusión y enfado. Los factores estresantes están asociados a una mayor duración de la cuarentena, temores de infección, aburrimiento, frustración, suministros inadecuados, información insuficiente, pérdidas financieras y estigma. 

El impacto psicológico del aislamiento es amplio, sustancial y puede ser duradero. El manejo psicológico de la cuarentena debe ser realizado con cuidado, porque privar a las personas de su libertad para el bien público en general es a menudo polémico, pues no se puede generalizar y cada uno tenemos un estilo de vida. 

También es bien cierto que al pueblo le llega la mitad de la misa , por decir un algo es decir , no tenemos la totalidad de datos y lo que deberían tener claro los políticos es que los ciudadanos deben saber qué está sucediendo, por qué y cuánto tiempo durará. 

El paro obligado de la actividad también produce en las personas las lógicas preocupaciones socio laborales, así como una merma general de poder adquisitivo, en muchos casos también se producirá la pérdida del puesto de trabajo., por lo que la sociedad debe recordar las situaciones de otros ciudadanos, esperemos que esto sólo sea un aviso y pase pronto, independientemente de las consecuencias que tendremos que asumir directamente. 

Ferrán Aparicio 
15 de Mayo de 2020 

sábado, 20 de abril de 2019

SOLEDAD FUNCIONAL


Dice un dicho y valga la redundancia que quien mucho espera, se decepciona y sufre. La verdad es que la falta de interés duele, y mucho y va más allá de la decepción, son crueles punzadas de dolor en el estómago, como si algo por dentro nos desgarrara el alma, y entonces llega el momento de aceptar la soledad funcional como una etapa más de nuestras vidas.

La verdad es que tanto  la vida el tiempo como los daños nos cambian, haciendo que lo que hoy nos apetecía compartir mañana no nos resulte tan atractivo y esto no contradice ni  justifica la falta de sinceridad ni de correspondencia con los demás.

La soledad funcional nos lleva a reconocer tristemente, la falsedad y la hipocresía son tan resbaladizas que solemos encontrarlas en el rincón que menos esperábamos cuando ya es demasiado tarde. Normalmente, la esperanza de que alguien es lo que creemos conocer nos hace estar tranquilos cuando en realidad deberíamos mantenernos expectantes, pues ni es oro todo lo que reluce  y Las apariencias engañan.

Entonces es cuando vienen los problemas, pues la verdad es que abunda la gente interesada y a nosotros nos cuesta abrir los ojos y esto normalmente ocurre porque nos resistimos a creer que alguien a quien consideramos tan indispensable en nuestra vida no sea sincero.

La soledad funcional, ese apartamiento vital, nos sirve para  regalar tu ausencia a quien no valora tu presencia y  a no forzar situaciones que creemos necesarias.

A lo largo de nuestras vidas nos cruzamos con muchas personas que forman parte de nuestro entorno, algunas de ellas solo pasan de forma transitoria, mientras otras toman lugares realmente importantes en nuestros corazones y decidimos invertir gran parte de nuestras vidas en ellas, hasta que llega el momento que los cambios recíprocos de estilo de vida o simplemente de intereses nos alejan, y lo mejor es redirigir nuestra energía, principalmente hacia nosotros mismos y posteriormente a otra persona que tenga la intención de retribuir nuestros sentimientos y nuestra atención de una forma más recíproca.

Si bien es cierto que debemos dar sin esperar nada a cambio, es más sano para nosotros cuando lo que damos lo recibimos de alguna buena forma de vuelta, nos sentimos queridos, amados, considerados por las personas que forman, por elección, parte de nuestras vidas.

Una de las bases de nuestra existencia es amar y ser amados, pero cuando no hay respuesta sentimos un vacío en nuestro corazón, pudiéndonos inclusive llegar a sentirnos poco merecedores de afecto. Al final de das cuenta  que no te merece quien, con su indiferencia, te hace sentir invisible y ausente, sino quien, con su atención, te hace sentir importante y presente.  

La soledad funcional te  permite cerrar ciclos y al mismo tiempo nos permite abrir nuevos,  pues mientras invertimos nuestra vida en alguien que no está dispuesto a formar parte de ella, seguramente estamos perdiendo la oportunidad de cruzarnos con esa persona que sí puede hacerlo.

                                                            Ferrán Aparicio
                                                           20 de abril de 2019


lunes, 30 de abril de 2018

SOLITARIO


Reflexionando en mitad del campo, analizaba mi situación personal y concluí que me había convertido sin darme cuenta en un ser solitario. No sé si porque a diario me rodeo en demasía de multitud de gente, por mi trabajo profesional o simplemente porque he llegado a mi origen concluía que me he convertido en un ser solitario, no sé si porque he vivido demasiado en compañía o porque he llegado a mi esencia natural como persona.

Dicen que cuando alguien prefiere tener un pequeño círculo de amigos y no le importa pasar tiempo solo, entonces se les llama solitarios, dando una imagen  de depresión y aislamiento, y la pura verdad es que en la mayoría de los casos no es así, es como los perciben los demás  pues  en realidad, nunca se sienten solas.

Por mi experiencia puedo decir que estar bien con uno mismo es ya una experiencia religiosa en cuanto que hace  sentirte pleno, en contacto contigo mismo y llegar a un pensamiento propio y reconocer de una forma muy claro aquello que te rodea.

La cuestión es que desde la perspectiva de los demás la gente piensa que el ser solitario está sólo y este pensamiento nada tiene que ver con la realidad, pues un ser solitario siempre tiene límites, que marcan el respeto así mismo ya las demás personas. La sociabilidad de un ser solitario versa en  que prefieren su propia compañía a la de otros, pues conoce muy bien la banalidad como concepto de interrelación y sólo se relacionan cuando encuentran gente que les parece fiable, precisamente  porque están seguros de su pensamiento, lo que no significa que sean cerrados, si no que no les compensa el actuar en un teatro que no sea su propio escenario.

Una de las ventajas que poca gente  conoce es la consecuencia de ser  solitario y es el hecho de tener la posibilidad de conocerse a sí mismo , disfrutar de aquello que les gusta y desde el respeto hacer los que les viene en gana, sin dar explicaciones.

También es cierto que este estado natural de comportamiento desarrolla una actitud innata para afrontar las adversidades, gracias a la auto reflexión para afrontar cualquier situación, pues su pensamiento es nítido y racional,  la convivencia con ellos mismos les ha preparado para una reacción activa y pragmática.

La creatividad es una virtud que les enriquece , ya que su tiempo lo dedican a aquello que les gusta , organizan su tiempo mucho más efectivamente que cualquier otro tiempo , valorando lo que es principal y que es lo secundario, pues ese tiempo de soledad, les sirve para recargar energía vital.

Otro rasgo característico es que tienen a hablar solos, es decir a hablar consigo mismo como una conversación entre su yo y su ego, lo cual resulta chocante en cuanto si bien todos vivimos con nosotros mismos, muchas veces  en nuestro foro interno detectamos contradicciones y comunicarnos con el propio ser es algo vital, algo catártico y emocionalmente necesario para atendernos como merecemos.

Como siempre les animo a plantearse y enfrentarse,  un ratito con ustedes mismos, pues como decían los sabios, cuando te mueres, se muere tu mejor amigo.

                                                        Ferrán Aparicio
                                                     30 de abril de 2018


jueves, 10 de agosto de 2017

EL YIN YANG DE LA SOLEDAD

Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.

El yin yang son dos conceptos del taoísmo, que expone dualidad de todo lo que existe en el universo. El yang es una energía luminosa, positiva que se presenta de manera intensa, en cambio, el yin es una luz pasiva, negativa. 

Cada objeto o situación se relaciona con estas dos dualidades y el feng shui se encarga de encontrar un equilibrio para lograr bienestar y fortuna.

Algunos autores relacionan el yin yang con luz y sol, hombre y mujer pero son definiciones equivocadas ya que el taoísmo es compuesto básicamente por energía positiva o negativa. Las dos esferas dentro del símbolo representan la idea de que cada una de las fuerzas alcanza su punto extremo y se manifiesta dentro de sí un sentimiento opuesto.

En relación al punto anterior, cuando existe un equilibrio es sinónimo de bienestar pero cuando se rompe el mismo se puede observar conflicto en la vida del ser humano, ya que no debe de existir exceso ni carencia de yin o yang ya que influye en la energía de forma negativa y la práctica de feng shui permite percibir y buscar el equilibrio en los hogares y en la vida del individuo.

Con la soledad sucede un poco lo mismo pòr una parte resulta pasiva, oscura y absorbente ya al mismo tiempo en ese yin yang del equilibrio es luz, actividad y penetración.

La soledad tiene muchas caras: conformismo, valentía, disfrute o sufrimiento. Frida Kahlo las resume todas en este precioso poema, que como siempre les transcribo:

Se venden soledades frágiles, esas que susurran al oído que no somos felices si no tenemos a alguien más.

Se regalan soledades conformistas, las que te obligan a quedarte en un lugar donde tu corazón no quiere estar.

Se rompen soledades adictas al sufrimiento, baja autoestima y doble moral.

Se desechan soledades de rechazo y culpabilidad, de terribles reproches y represiones, de esa pertubadora voz que te dice que nada cambiará.

Oh, querida soledad, de ti han hablado muy mal, has devorado almas pero tu objetivo es transformar. Asustas y quebrantas, eres la portadora de un nuevo comenzar.

Se alquilan soledades apacibles, las que cautivan y cuestionan la feminidad. Las que con sus silencios nos llevan a conocer nuestra sexualidad.

Se comparten soledades que buscan enseñar, ver más allá de físicos y etiquetas, lo divino que es cambiar.

Se transforman soledades en donde la mujer se pueda apoderar de esas crueles mentiras y cadenas que no nos dejan avanzar.

Se enamoran soledades, la justicia y la maldad, lo blanco y lo negro, el eterno balance, así eres tú, irónica soledad.

¡Oh, “querida” soledad, te hemos juzgado mal!

      Ferrán Aparicio
10 de agosto de 2017

lunes, 20 de junio de 2016

ELEUTERIO, ELEUTERIO,..., SIEMPRE TRISTE Y SIEMPRE SERIO

El otro día revisando y organizando las fotografías de toda una vida, cosa que les recomiendo, pues aun siendo muy aficionado a la fotografía, reconozco públicamente que por vagueza o como decimos todos por falta de tiempo, no lo suelo hacer muy a menudo, me encontré que en todos los viajes siempre había ido a parar al cementerio local, como un punto de referencia de la endosicrasia de un pueblo.

Lo más chocante es después de capturar las imágenes de nuevo llegué a pensar, cuan diferentes eran todos entre si, desde el cementerio de “La recoleta” en Buenos Aires donde la ostentosidad  del estilismo arquitectónico sorprende al visitante al de  Santiago de Chile donde los nichos se multiplican en alturas como si de bungalows se tratara, pasando por la sobriedad de Perú o los escandinavos donde no existen cruces sino piedras con nombres, sobre un mar de césped o nieve en invierno.

Pasear por los cementerios, sea cual fuera el lugar, ciudad o nacionalidad, da una sensación de bienestar en primer lugar, porque tienes la sensación de estar vivo, si lees los epitafios te das cuenta como de distintos somos todos y sobre todo porque encuentras tu propia soledad y la de los demás en un principio de igualdad de destino, que no tiene limite ni de físico, sexo o edad.

No hay mayor soledad que la que transmite un cementerio y allí no hay nada más que símbolos que reflejan a los difuntos y mucha materia orgánica sin espíritu ni alma.

Yo soy de las personas que creen en la inmortalidad del alma y como tal creo en su liberación tras la muerte del cuerpo y estando el espíritu libre de su atadura carnal, solo queda lo supuestamente orgánico, sin embargo es el único elemento pseudo tangible de la memoria del difunto y por todo ello me merece su correspondiente respeto y de ahí la paz y soledad que se respira entre nichos y mausoleos.

Es bien cierto que en contra de la soledad y espiritualidad del cementerio, está el negocio de la muerte bien sea por cremación; bien por entierro y es que hasta para morirse hay que recurrir a la dignidad del dinero  por la parafernalia y negocio que gira alrededor de la muerte, pero también es cierto que hoy por hoy cada uno es libre de elegir como quiere acabar; si al libre albedrío del  sus cenizas al viento de donde le place, bien antes pasado por el horno ó enterrado serenamente en el lugar elegido, normalmente nicho o panteón familiar, pues con la crisis está de moda las reducciones y hoy en contra de lo que sucede con las viviendas cada día cabemos más  en ellos y hasta la Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos; sin embargo, no prohíbe la cremación, a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana.

En fin, esta es la historia de cómo hemos cambiado de concepto cada uno  de nosotros en cuanto como acabar nuestros días, pero en contra de nuestra canción: “Eleuterio, Eleuterio, siempre triste siempre serio,..” les animo a ser felices y alegres , pues al final de una forma u otra , nuestras almas acaban en el mismo sitio.

                                                                 Ferrán Aparicio
                                                             20 de Junio de 2016



jueves, 5 de mayo de 2016

HABLANDO DE SOLEDADES

El otro día cayó en mis manos uno de esos decálogos que van transmitiendo los secretos para una vida, como si sencillo fuera vivir, como un tres en uno, que sirve para todo o casi todo y cada uno de los problemas que se nos presentan diariamente y la verdad que me hizo reflexionar sobre las trascendencia de la vida y las decisiones que un día u otro por necesidad, omisión o simplemente por sentido común, tenemos que tomar, todos los que nos sentimos los humanos.

Siempre me he preguntado por qué me gusta la soledad y la verdad que hay muchos motivos y en especial cuando ya has vivido con demasiado ruido en todas y cada una de las situaciones y etapas que todos tenemos en la vida y al final te das cuenta que necesitas respirar de vez en cuanto en tu propio ambiente.

La verdad que la situación de soledad no es cuestión de edad o a lo mejor sí, en cuanto que cada día nos hacemos más selectivos y apreciamos el sentido del silencio como algo sobrenatural en el mundo de la naturaleza que nos rodea y sobretodo porque nunca nos sentimos en absoluto silencio pues al menos nuestra respiración nos acompaña en todo momento, hecho que en contrario, sería mal asunto para el que reflexiona sobre la soledad y el silencio.

La cuestión es que la sociedad y el mundo de la filosofía y en especial la psicología clínica ha empezado a cambiar el concepto de la soledad como concepto de un diagnóstico claro de una variante de la depresión, para catalizar la idea del individuo como ser perfecto en habilidades que puede activar el individuo solo consigo mismo sin necesidad del rechazo o aprobación de los demás.

Soledad en términos sociales significa estar solo sin acompañamiento de una persona u otro ser vivo, pero también hay que reconocer en el origen su etimología como la propia elección como individuo libre al impuesto por la sociedad por alguna traba personal social o simplemente una enfermedad.

En este sentido Arthur Schopenhauer, sostenía que «la soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.» y es que la soledad como instinto básico es necesaria porque nos permite descubrirnos quienes somos y que necesitamos.

En cualquier caso y en el caso que uno no acepte la soledad como el antídoto del ruido extremo en todos sus niveles y extensiones, vivir acompañado es el mejor antídoto contra la soledad, como lo es aun viviendo sólo utilizar los medios posibles para mantener y tener relaciones de una forma periódica.

Otros antídotos de cualquier decálogo versan sobre la actitud de mantenerse activo durante el mayor tiempo posible aprendiendo y compartiendo cosas nuevas a lo largo de una vida, eso sí solo o acompañado según de la actividad que se trate, pero en definitiva sólo se trata de hablar de soledad profundizando en uno mismo para detectar los motivos de nuestro sentimiento de soledad.

                                     Ferrán Aparicio
                                  5 de mayo de 2016




lunes, 25 de mayo de 2015

EL ARTE DE LA SOLEDAD


No sé si es porque la primavera la sangre altera  o porque  las amapolas están invadiendo el campo y está cerca la llegada del verano veranete, pero la verdad es que me estoy planteando el tema de la soledad como concepto absoluto en mi vida, no sé, si por  necesidad de un gran cambio o por cultivar una excelente  virtud, pero si al menos por curiosidad de saber que significa el arte de la soledad.

Como siempre tampoco sé, si por casualidad o causalidad, ha caido en mis manos un ejemplar del arte de la soledad de Osho y dentro de su filosofía particular, la comparto con ustedes, pues como siempre y en su peculiar linea, no tiene desperdicio y dentro de sus contradicciones, producidas por una dificil traducción, tiende a crear ciertas contradicciones en el lenguaje cognostitivo  del mundo occidental.
Por circunstancias personales he tratado mucho con la señora soledad, bien por mi formación y dedicación politecnica, bien porque mi constante hiperactividad, que me ha mantenido entretenido conmigo mismo,  con quien me llevo estupendamente por cierto , si bien nunca me he  aislado del mundo.

Pero lo que se concluye en el libro de Osho , es que el arte de estar sólo es un conocimiento de ejercicio interior  y aunque no nos lo parezca es una gran verdad. No podemos estar todo el día distraidos con lo que nos piden los demás,  el cuerpo la vida emiten señales que se van manifestando y hay que escucharlas y para ello es necesario llamar a la soledad o ejercer el arte de la soledad.

En este sentido la gente en general confunde el socializar con tener buenas relaciones, en cuanto que la gente se apega  y cuanto más se apega, más asusta a la otra persona, en cuanto le hacer sentirse menos libre, de una manera inconsciente, pues las dependencias no son buenas consejeras.
Lo que casi todo el mundo coincidimos es que el deseo de libertad es mucho mayor que cualquier otro deseo, pues es el que mejor y más refleja nuestra propia identidad como personas y como seres humanos, su profundidad es la que determina un comportamiento real y consciente de como nos queremos sentir o al menos nos gustaría, pues no  todo en la vida  es como nos imaginamos o deseamos, es como es y muchas veces como tiene que ser.

Lo que nos trasmite el arte de la soledad tanto en el relato, como en la vida misma es que estar centrado en tu propio ser, sin ansiar la necesidad de los demás es estar en autentico bienestar contigo mismo, en una situación en la que no se necesita nada más, y en definitiva es  la soledad y el arte de la soledad lo que prevalece.

Estar arraigado a tu propio ser, es lo que en definitiva te permite amar y arraigarte a los demás de una forma selectiva y no dependiente , sino de una forma amable y voluntaria desde tu propio conocimiento, pues como dice Osho : “si aprendes a estar solo y dichosamente solo, todo será posible”.

                                                               Ferran Aparicio
                                                          25 de mayo de 2015