Con la
llegada de la primavera, llega un cambio de tiempo normalmente drástico que sin
darnos cuenta puede afectarnos en nuestra vida diaria. El metabolismo en cierta forma se desestabiliza, desde el cambio de horario
, hasta el cambio de temperatura , incluso la corporal y hay que estar
prevenidos pues nuestra reacción puede derivarse a la abstenía , tristeza o
simplemente por llamarlo por su nombre una depresión temporal.
Muchas veces con cierta naturalidad decimos o sentimos que
estamos cansados, nos sentimos desafinados
y bajo ese agotamiento sin forma ni razón se esconde cierta tristeza que
pseudo conocemos y se acopla sin forma ni razón ese instala sin permiso en la
mente y el corazón para inocularnos la apatía y el recogimiento.
Todos lo hemos vivido en
algún momento y normalmente proveniente de algún problema que nos desconcierta
o descontrola, pues si tuviéramos la solución ya no constituiría en si mismo
ningún problema.
La prevención es el reto de
cuando notamos el mínimo síntoma levantar la alerta para ver qué se esconde en
aquello que nos ha sobrevenido y mientras
esta emoción no se prolongue en el tiempo y no interfiera de manera continuada
nuestro estilo de vida, tenemos una buena oportunidad, por paradójico que
resulte, para avanzar y crecer como personas.
A veces estamos cansados y
es absolutamente comprobable que es por un esfuerzo físico, stress o
simplemente por una acumulación de tareas en el tiempo que nos sobrecargan en agotamiento y podemos resolver
simplemente aquietando el ritmo o bien si resulta por necesidad ayudándonos vitamínicamente para recargar la batería
que nos mueve.
El problema es cuando no
reconocemos la tristeza como estado vital y
el auxilio de la farmacopea no nos asiste pues el foco del problema no
es más que la pura tristeza.La tristeza genera en nuestro organismo una disminución
de energía muy notable y modifica nuestra conducta sintiendo la necesidad de evitar las relaciones sociales
, nuestras rutinas , derivando a un estado de soledad.
La tristeza hablando en
general es una advertencia que conlleva la pérdida de energía, el estar cansados y
faltos de recursos mentales para desenvolvernos en el día a día son solo
síntomas de un problema evidente que debemos resolver, sabiendo que hay épocas
en nuestra vida donde el cansancio tiene poco de físico y sí mucho de emocional,
debiendo fomentar la prevención,.., simplemente prevención.
Ferrán Aparicio
5
de abril de 2019