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lunes, 20 de marzo de 2017

CAMBIANDO DE PLANES

Uno de los hábitos que he mantenido en los últimos años, ha sido viajar solo, y es que viajar solo, también es viajar. 

La verdad es que la rutina hace costumbre y viajar solo es una de las mejores experiencias de la vida.

Cada uno somos de una pasta, con unas actitudes y aptitudes, pero lo que está clara que las personas que somos de alguna forma independientes, si hay algo que nos caracteriza es el hecho de cambiar de planes a cualquier hora y cada día , lo cual en el campo de los viajes y desplazamientos es una gran ventaja.

Las ventajas son muchas: no tienes que rendir cuentas a nadie, te conoces mejor a ti mismo y hay más posibilidades de hacer amigos nuevos. A muchos la idea les asusta. Temen la soledad, los peligros o que puedan llegar a aburrirse.

No pretendo animar a nadie a dejar de viajar en grupo, sino simplemente a estar preparado para no tener que esperar a preparar a un grupo  de viaje o encontrar un grupo con el que te sientas a gusto para empezar a viajar, aunque la contra respuesta sea  simplemente, viajar solo.

Viajar sin acompañante, no significa que vayas a estar solo. Si es tu primera vez y te asusta que no vayas a encontrar a nadie, entonces te aconsejamos que te apuntes a algún grupo, excursión o viaje organizado. Allí conocerás a más gente como tú, con los mismos intereses por conocer el destino y con los que podrás compartir experiencias, esto es lo que hice yo hace más de veinte años y no me arrepiento he conocido mucha gente en el camino y sobre todo he compartido emociones y buenos ratos.

Por el camino conocerás a un montón de gente nueva, bien sean lugareños u otros viajeros, pues La ventaja de viajar solo es que estarás más abierto a conocer a otras personas y a vivir momentos que, de ir con acompañante, seguramente te perderías. 

Es necesario enfrentarse al destino con una visión positiva, tolerante y de respeto hacia los demás. En el mundo hay países con gente muy hospitalaria que estará encantada de ayudarte, y la experiencia te lo irá demostrando.

Seguramente tendrás que enfrentarte a muchas situaciones propias de un viaje, desde perderte en el camino o en el centro de una ciudad a preguntar por una determinada calle, coger un taxi, pedir en un restaurante, etc. Aunque hoy en día con el inglés uno puede comunicarse en un gran número de países, pero que es bien cierto que preguntando se resuelve cualquier dudad por pequeña que sea y conectas mucho mejor con los locales, quienes a su vez estarán agradecidos de que intentes conocer su cultura. 

Pensar en viajar solo puede parecer que tiene sus riesgos y peligros, al final solo se trata de informarte donde están las zonas peligrosas y evitarlas, en éste sentido los foros de viaje en internet,te ayudan y advierte de determinadas situaciones que te ayudan a rehuir de cualquier situación desagradable. Viajar significa conocer otras culturas, costumbres y formas de vida diferentes a las nuestras y sobre todo abrir tu mente al mundo, experiencia que con el paso del tiempo te hará una persona más comprensiva, abierta y tolerante. 

Ferrán Aparicio
20 de marzo de 2017

sábado, 5 de noviembre de 2016

MARGEN PARA SOÑAR

En un mundo donde cada vez hay menos margen para soñar, llevar una vida intrascendente es tan sencillo como dejarse arrastrar por la rutina y aceptar que de nuestra existencia no hay que esperar grandes cosas.

Sin embargo hay momentos en la vida de un ser humano que son cruciales, son momentos etapas que nos forjan como personas que seremos, que nos ayudan a superar las crisis personales y también las ajenas, y les hablo de los viajes y los lugares mágicos encontrados y deseados a través de ellos.

La rutina de la vida nos va en cierto forma entumeciendo, solo y digo solo, cuando salimos de nuestra dichosa zona de confort y vemos otros mundos es cuando reconocemos y apreciamos la polaridad de la vida y empezamos a valorar y de alguna manera  entender los principios y valores fundamentales y que todo se complementa desde la salud a la enfermedad como partes de un todo, de una unidad , a la alegría y la tristeza o la luz y la oscuridad, por no hablar del sol y la luna, que cuando uno llega la otra desaparece pero complementarse se complementan con su propia luz.

Los viajes bien sean en solitario, bien en compañía nos regalan la posibilidad de estar preparados para disfrutar no solo de lo que vemos y conocemos en su escala, color y luz natural sino también su percepción, bien por las situaciones que encontramos de culturas y costumbres diferentes, bien en las sensaciones de bienestar, bien porque aprendehendemos de los errores y de los contratiempos, como primer paso para ser felices  incluso, en la adversidad.

Viajar por sí mismo, no es trasladarse físicamente, es un concepto más amplio y sugerente, donde descubrir aquello que nunca hubieses imaginado incluso habiendo visto fotografías de lo que te ha enganchado, pero en cualquier caso tampoco es cuestión de economía es cuestión de perseverar en aquello que estamos convencidos que queremos y de alguna forma nos va a hacer feliz, eso sí con tiempo y rigor para reconocerlos.

Cuando de alguna forma llegas a la conclusión que la vida no vale la pena si uno no es capaz de hacer con ella lo que quiere, es cuando te lanzas a un mundo sin fronteras y sin miedos, pues el miedo es paralizante y desconfiado y siempre encontrarás escusas para mostrar su presencia, en especial ese miedo a lo desconocido que se llama tu destino.

Es bien cierto que michas personas utilizan el viaje como una manera de huir de los problemas, las cosas y las personas, una forma de poner tierra por medio, un intento de olvidar lo que uno no puede ni debe olvidar, pero también es cierto que cuando comprendes el  verdadero sentido del concepto de libertad y de lo  que significa un mundo sin fronteras, encuentras ese margen para soñar que la vida ofrece a todo el mundo y no todo el mundo utiliza y comprende.

El camino de la felicidad es recto y sencillo con que déjese el miedo a los desconocidos en sus casas, que lo mejor está por llegar especialmente si tienen elegido su próximo destino.

                 Ferrán Aparicio
          5 de noviembre de 2016

jueves, 16 de enero de 2014

VIAJAR SOLO, TAMBIEN ES VIAJAR

VIAJAR SOLO, TAMBIEN ES VIAJAR
No se si por necesidad, oportunidad o casualidad, hace años ya tome una decisión y es no dejar pasar una oportunidad aunque tuviera que afrontarla a solas.

Dicen que hay trenes que sólo pasan una vez en tu vida.

Con la perspectiva que te da el tiempo y con la influencia de determinados tropiezos y accidentes y en general acontecimientos de mi vida, estos me han demostrado que esa frase hecha, era cierta.

Hace ya bastantes años un día cuando vi, que disponía de tiempo, dinero e ilusión por cambiar de aires, me di cuenta que estaba sólo, pues mi circulo de amigos, compañeros o familiares, no disponían de ese triangulo mágico, que permitía el iniciar un viaje, y fue cuando decidí viajar sólo, si se terciaba y aprovechando cualquier oportunidad.

Después de años puedo decir con tranquilidad después de muchas experiencias de todo tipo que viajar sólo es ya una realidad a la hora de viajar aquel viaje que hemos deseado en cada momento.

Siendo realista e independiente, viajar sólo es poder hacerlo donde y cuando uno quiera sin tener contar con nadie y con todas sus consecuencias.

Otra modalidad que suelo utilizar es viajar solo, pero en grupo es decir integrarme en determinados circuitos que me facilitan la comodidad de un viaje organizado sin tener que recurrir a la socorrida mochila, lo que facilita muchos inconvenientes que nos podemos encontrar en un viaje recurriendo al grupo al que supuestamente nos hemos integrado pero manteniendo nuestra individualidad para ejercer nuestra voluntad, aún llevando encima una cierta soledad , muchas veces condición necesaria pero no suficiente y todo lo contrario al mismo tiempo.

De la última moda de los viajes singles, de momento no puedo hablar ya que nunca he asistido a este tipo de congregaciones, pues singles en el camino vas encontrando con demasía, pues somos muchos los que ejercemos en este sentido un “modus vivendi”, con el hecho de viajar solos, y en los que no entra la necesidad de ser single para entablar una conversación o compartir una mesa, con el hecho del estar casado, soltero, divorciado o viudo y todos sus contrarios.

Por experiencia, animo a cualquiera a que tenga una primera experiencia, si no la habéis tenido ya, ya que viajando sólo os puedo decir que conocerás mucha más gente de la que podías haber conocido antes de emprender tu último viaje.

No voy a hacer apologías del árbol caído, pero sí de como leí en un artículo que hablaba de cómo viajar en grupo determinaba que el principio básico era la claridad en la organización que debía iniciarse con una puesta en común de intereses y advertencias de la cual todo el mundo que participaba ponía en común a efectos de no llevarse sorpresas una vez iniciado el camino.

Muchos son los decálogos que existen para ayudar a viajar sólo, pero por experiencia hay trucos para sobrellevar esta situación y obtener un máximo rendimiento.

Elegir un destino donde te sientas cómodo, independientemente de la lengua que se hable o costumbres locales es una buena base de partida para determinar un buen resultado final.

Disponer de información antes de iniciar tu viaje , en cuanto a lugares de concurrencia por si aún te apetece mover el esqueleto después de un día en el que no has parado , es un buen consejo para establecer un ambiente de empatía para establecer el inicio de conversaciones y quien sabe si algo más, simplemente por la coincidencia de oportunidades.

La comunicación en lugares de espera y en la misma puerta de embarque hace de un lugar especifico para compartir información, intereses, resolver dudas y quitarse el poco o mucho miedo que te queda encima, por que yo reconozco, que emprender un viaje siempre cuesta, una vez despegas, todo va hacia delante como los de Alicante.

Conocer gente nueva, disfrutar de la cultura local, aprender a orientarse o la libertad para la improvisación de intereses e inquietudes, con sus respectivos aciertos y errores son algunos de los motivos por los que hacer un viaje sin compañía merece la pena.

La cita: "El mundo es como un libro abierto, quien no viaja sólo ha leído la primera página" de autor desconocido podría servir como impulso inicial para animar a decidirse a emprender un viaje en solitario o a repetir la experiencia, que uno debería hacer alguna vez en la vida.

Mezclarte con la gente, compartir situaciones, ver otras culturas, maneras de ser y de pensar, costumbres, y un largo etc., de ventajas te va a nutrir de un conocimiento incalculable, que te hace estar abierto a nuevas experiencias y sobre todo la sensación de libertad, que todos cada día más anhelamos en el mundo que vivimos y como decía Fernando Pessoa: “Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”.

Ferran Aparicio
15 de enero de 2014