Dicen que la
rutina es lo peor que puede pasar una persona como fenómeno destructivo, pero
no hay que confundir rutinas con hábitos diarios.
Los hábitos no sólo
tienen que ver con la actitud ante la vida, sino que tiene que ver con una
forma de afrontar cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día y sólo se
trata de tener unos hábitos como virtudes mentales a la hora de enfrentarnos a
cada acontecimiento.
Los hábitos son
como principios mentales que tenemos fijados o debemos plantearnos el fijar y es
retroactivar un planteamiento definido que puede ir desde agradecer que estamos
vivos cada día cuando nos levantamos; a saber elegir nuestro entorno laboral,
familiar o de círculos de amistades, pues en cualquier caso constituyen los
pilares fundamentales de nuestra vida.
Es cierto que la
actitud vital marca la diferencia en cuanto a cómo desarrollamos nuestros hábitos
diarios, no es lo mismo aceptar a los demás por lo que son y el lugar que
ocupan en nuestra vida sin tratar de cambiar a nadie desde el respeto personal,
que pensar que todo que nos rodea tiene que ser o estar a imagen y semejanza de
lo que exigen nuestro hábitos diarios.
Como todo en la
vida el uso de nuestra creatividad es lo que nos permite abrir nuestra mente a
nuevas expectativas y a buscar soluciones ante cada problema que se nos
presenta.
También resulta
otro habito saludable el plantearnos aquello que nos gusta pues las cosas que
nos agrada hacer son las que resultan
más fáciles independientemente de la dificultad que entrañen.
Es importante el disfrutar
de la vida, pues llega un día que te das cuenta que esto ha pasado y ya es tarde para recuperar aquello que está
en tu mano, el aprehender a disfrutar del presente es también un hábito diario saludable.
Otro habito diario
que a mí me resulta muy gratificante es el hecho de reírme por definición y sin
ninguna mala intención, sino simplemente porque es más agradable ser alegre que
ser triste.
En este mismo
sentido no debemos olvidar que somos seres sociales y aunque todos necesitamos
nuestros momentos de soledad es fundamental habituarnos a cultivar nuestras relaciones encontrando el justo tiempo para compartir
nuestra vida con amigos y familiares.
También otro complemento
vitamínico en cuanto a hábitos es mantener nuestra honestidad como principio
fundamental, pues toda acción o decisión
que se tome debe basarse en la honestidad.
Hábitos diarios hay
muchos desde ser proactivos a mantener un ilimitado optimismo , pero en
cualquier caso sólo se trata de parar cinco minutos a meditar sobre ese gesto
que debemos incorporar a nuestra vida diaria.
Ferrán Aparicio
25 de
noviembre de 2015