Todos o casi todos los españoles y parte del extranjero hemos oído la canción háblame del mar marinero, de Marisol, parafraseando una parte dice algo así: “Dicen que el barco navega enamorado del mar
Buscando sirenas va, buscando sirenas nuevas, Que le canten al pasar .Dicen que
el barco navega enamorado del mar.
Pero “Amor marinero" es una expresión poética que puede tener varios significados dependiendo del contexto, pero en general evoca una relación sentimental marcada por la vida del mar, el viaje, la distancia y la espera. Aquí tienes algunas formas de interpretarla:
Un "amor marinero" suele simbolizar un amor siendo Intenso pero pasajero, como las estancias de un marinero en puerto; marcado por la distancia, donde uno de los amantes parte al mar, dejando atrás a quien lo espera y libre pero comprometido, como el mar: vasto, cambiante, pero profundamente fiel a su naturaleza.
En el flamenco y la canción española, es frecuente oír letras sobre "el marinero que se fue y no volvió", o "la mujer que llora frente al mar": “Amor marinero, de espuma y de viento, juraste quererme, te fuiste en silencio. Hoy miro las olas y escucho tu acento, amor que navega sin rumbo ni tiempo.”
El amor marinero es más que una metáfora poética: es una forma de sentir, de entregarse, de esperar y, a veces, de renunciar. Inspirado en la vida nómada de quienes habitan el mar, este tipo de amor combina pasión, incertidumbre y una melancolía que lo hace profundamente humano.
Quien ama a un marinero –o quien vive como uno– sabe que el tiempo y la distancia forman parte inevitable de la relación. El mar, como símbolo, representa lo inmenso, lo incontrolable, lo que se escapa de las manos. Amar en este contexto es aceptar que no siempre habrá certezas, que los cuerpos se alejan aunque el corazón se quede. Es un amor con sabor a sal, viento y despedidas en el muelle. Es un sentimiento que no conoce fronteras ni épocas, porque su esencia es universal: querer a alguien que siempre parte, y sin embargo, seguir queriendo.
En definitiva, el amor marinero nos enseña que hay formas de amar tan vastas como el océano. Que el amor no siempre es certeza, ni rutina, ni presencia constante.
Ferrán
Aparicio
5 de Agosto de 2025
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