Reflexionando en
mitad del campo, analizaba mi situación personal y concluí que me había
convertido sin darme cuenta en un ser solitario. No sé si porque a diario me
rodeo en demasía de multitud de gente, por mi trabajo profesional o simplemente
porque he llegado a mi origen concluía que me he convertido en un ser solitario,
no sé si porque he vivido demasiado en compañía o porque he llegado a mi
esencia natural como persona.
Dicen
que cuando alguien prefiere tener un pequeño círculo de amigos y no le importa
pasar tiempo solo, entonces se les llama solitarios, dando una imagen de depresión y aislamiento, y la pura verdad
es que en la mayoría de los casos no es así, es como los perciben los
demás pues en realidad, nunca se sienten solas.
Por
mi experiencia puedo decir que estar bien con uno mismo es ya una experiencia
religiosa en cuanto que hace sentirte pleno,
en contacto contigo mismo y llegar a un pensamiento propio y reconocer de una
forma muy claro aquello que te rodea.
La
cuestión es que desde la perspectiva de los demás la gente piensa que el ser
solitario está sólo y este pensamiento nada tiene que ver con la realidad, pues
un ser solitario siempre tiene límites, que marcan el respeto así mismo ya las
demás personas. La sociabilidad de un ser solitario versa en que prefieren su propia compañía a la de
otros, pues conoce muy bien la banalidad como concepto de interrelación y sólo se
relacionan cuando encuentran gente que les parece fiable, precisamente porque están seguros de su pensamiento, lo
que no significa que sean cerrados, si no que no les compensa el actuar en un
teatro que no sea su propio escenario.
Una
de las ventajas que poca gente conoce es
la consecuencia de ser solitario y es el
hecho de tener la posibilidad de conocerse a sí mismo , disfrutar de aquello
que les gusta y desde el respeto hacer los que les viene en gana, sin dar
explicaciones.
También
es cierto que este estado natural de comportamiento desarrolla una actitud
innata para afrontar las adversidades, gracias a la auto reflexión para afrontar
cualquier situación, pues su pensamiento es nítido y racional, la convivencia con ellos mismos les ha
preparado para una reacción activa y pragmática.
La
creatividad es una virtud que les enriquece , ya que su tiempo lo dedican a
aquello que les gusta , organizan su tiempo mucho más efectivamente que cualquier
otro tiempo , valorando lo que es principal y que es lo secundario, pues ese
tiempo de soledad, les sirve para recargar energía vital.
Otro
rasgo característico es que tienen a hablar solos, es decir a hablar consigo
mismo como una conversación entre su yo y su ego, lo cual resulta chocante en
cuanto si bien todos vivimos con nosotros mismos, muchas veces en nuestro foro interno detectamos
contradicciones y comunicarnos con el propio ser es algo vital, algo catártico
y emocionalmente necesario para atendernos como merecemos.
Como
siempre les animo a plantearse y enfrentarse, un ratito con ustedes mismos, pues como decían
los sabios, cuando te mueres, se muere tu mejor amigo.
Ferrán Aparicio
30 de abril de 2018