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miércoles, 30 de octubre de 2019

EXPERIENCIAS PUBLICAS

He tenido la suerte de asistir últimamente a una feria variopinta donde cada exponente o expositor ofrecía su producto dentro del más amplio abanico que uno pueda imaginar y la verdad que al margen que no me ha ido nada mal como expositor, me ha hecho reflexionar.

Corren tiempos en que te reciclas o te reciclan, pero lo que nos diferencia a cada ser humano por su forma de ser o pensar es la actitud ante cada suceso de la vida.

Es cierto que en los tiempos que corren, si algo se fomenta en la sociedad en que vivimos, tanto nacional como internacional es la competitividad , y sin hacer referencia explicita a la cultura china, que merecería no sólo un artículo sino una tesis doctoral de cómo han ido cambiando.

Lo que es cierto que cada producto pertenece a un segmento de mercado y cuando asistes a un evento de estas características todavía se evidencia más la competencia bajo una mueca sonriente de buena convivencia. Pero lo que también es cierto que muchos lo que quieren es ser los primeros en todo, en publicidad en protagonismo y en un mundo variopinto siendo difícil sustraerse a todo eso.

Cada uno tenemos un espectro de ideas y relaciones mentales fruto de nuestra experiencia y actitudes, pero a pesar de que hace ya tiempo hay estudios que muestran como las actividades colaborativas obtienen mejores resultados que las actividades competitivas , siempre prima socialmente la actitud individual.

Desde un punto de vista del sentido común y lógico, es claro que la suma de inteligencias en grupo provoca una inteligencia superior e imposible de alcanzar por una sola persona, salvo error o excepción.

Pero también es humano como de una forma individual nuestro ego busca el sobresalir, destacar, ganar y ser reconocido, en aras de un protagonismo altamente satisfactorio para nuestra persona, sin menos cabo de la soledad del vencedor como efecto inmediato a este tipo de acontecimientos.

Está claro que no siempre se puede ganar y que hay rivales mejor que nosotros, pero es también cierto que la única opción no es el triunfo, pues en el desarrollo personal de control de nuestro ego, surge la magia de la consciencia de conocernos siendo el competir o mejor dicho participar una buena forma de mejorar y comprobar, conocernos y comprendernos mejor a nosotros mismos.

Después del espectáculo que he asistido; he llegado a la conclusión que hay que conocer nuestro ego y saber cómo ponerlo en el lugar que le corresponde, sabiendo que cualquier experiencia pública sirve para enfocar cómo aprovechar un esfuerzo que siempre valdrá la pena.

Ferran Aparicio
30 de Octubre de 2019

viernes, 25 de octubre de 2019

NAVEGANDO ENTRE DOS MARES

Leí hace algún tiempo una cita de Séneca, en esas páginas que a través de links asociados, te van redirigiendo de una a otra, de una forma algo intuitiva a la vez que caprichosa hasta perder el sentido del hilo inicial, que: “Cuando un hombre no sabe a donde navega, ningún viento le es favorable”.

La pura verdad es que últimamente toda la sociedad, bien por motivos económicos, bien por desgaste emocional, nos estamos reconstruyendo. Son tiempos de cambio, y esto no sólo lo dicen algunos políticos, sino es la realidad diaria de nuestras vidas.

Todos si hacemos una reflexión con respecto a nuestra situación y visión de la vida de hace diez años, hemos cambiado, una década por numerarla es una década, así hablamos de la década de los veinte a los treinta, de los treinta a los cuarenta y así sucesivamente hasta que llega un punto que hablamos del día a día y hasta que Dios quiera.

Pero llega un día que te das cuenta que el tiempo ha pasado y sigues navegando entre dos mares y sin rumbo fijo, llevado por la inercia de la fuerza de la mar y es cuando te revelas y te planteas como estás, todo lo que quieres y comienzas a marcarte los cambios que te lleven a conseguir una mejor calidad de vida.

Es cierto que uno de los factores que nos hecho navegar ha sido la inconsciencia de nuestros miedos, es decir sentimos tanto miedo a la vida y a sus situaciones que preferimos obviarlas cuando no ocultarlas, lo que nos impide centrarnos en un rumbo claro y exacto y sobre todo consciente.

También resulta que claro y exacto no hay nada más que el tiempo que lo referencia todo, pero si parece cierto que hay factores como la tranquilidad, el ocio y en general nuestro tiempo libre, es donde nos atraen nuestras condiciones motivadoras necesarias para liberarnos del stress del día a día.

Todos buscamos ejercer actividades satisfactorias, sin embargo no llegamos a buscar y encontrar todo aquello que podemos conseguir por falta de un planteamiento previo, cuando la innovación con riesgo es ya un factor satisfactorio de motivación.

Los amigos los elegimos nosotros supuestamente por afinidad y con estos son con los que compartimos nuestro tiempo libre, salvo que queramos individualizarlo para realizar algo en particular por lo que hemos soñado y no hemos hecho por falta de tiempo, recursos o simplemente información.

Les animo a marcarse su propio rumbo, pues existen rumbos muy satisfactorios que nos pueden marcar el camino a la consciencia de nuestro momento, incluso con los vientos que actualmente corren.

Ferran Aparicio
25 de Octubre de 2019

domingo, 20 de octubre de 2019

RESPONSABILIDADES VARIOPINTAS

La responsabilidad como concepto es un valor que está en la conciencia, dice la Wikipedia por definición y también y presuntamente está en la personas, entidades públicas y privadas, poderes; ejecutivo, legislativo y judicial, y en principio todo este concepto permite a cada una de la entidades reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, desde lo personal al poder judicial.

La teoría está muy bien, pero en la práctica estamos siendo espectadores de una serie de actos, hechos y razones, que nos demuestran que muchos poderes públicos, desde los bancos a grandes instituciones tanto privadas como públicas , se pasan el concepto de su responsabilidad y lo traspasan al pueblo como soberano de la nación según la constitución española.

No es mi intención entrar, ni comentar actos y hechos políticos, pues como apolítico que soy no voy a entrar en ese trapo rojo; pero si desde el idealismo que me caracteriza hacer un ejercicio de consciencia de la indignación desde la soberanía del pueblo.

Todos somos testigos y además de una forma descarada, respecto a los pocos datos que somos conocedores de las famosas inyecciones que el gobierno está haciendo a distintos entes privados de la banca, la energía o las infraestructuras para acabar pasando la factura al pueblo llano, pero soberano.

Realmente los grandes directivos de banca, de instituciones publicas o privadas conocen el concepto de responsabilidad o simplemente se atrincheran en su cargo sin ningún tipo de responsabilidad para acabar prejubilándose con unas cantidades llenas de ceros que se apañan entre ellos mismo en un consejo de administración cerrado y que finalmente son objeto de revisión judicial, por lo extrañas que resultan, me pregunto. Algo esta fallando pues en el mundo que vivimos todo está reglado y en especial en el mundo jurídico donde la trasgresión de una norma implica una responsabilidad judicial, que al margen de todo plantea la responsabilidad como complemento necesario de la libertad, en cuanto que somos libres para actuar responsablemente y ser consecuentemente responsables de nuestros actos.

Las personas tenemos una reacción por parte del derecho en cuanto que si atentamos contra este recibimos una reacción por parte del derecho, mediante la correspondiente sanción; pero que les pasa a las instituciones públicas o privadas, me sigo preguntando.

La idea es que muchas personas hemos hipotecado nuestras vidas no sólo en formación, vivienda o financiación empresarial a través de un préstamo y hemos o estamos intentando asumir nuestras responsabilidades, para luego ver a como con dinero público se efectúan aeropuertos que se cierran, clínicas que no funcionan o servicios públicos reducidos por no decir la cantidad de bancos y bankias que han desparecido engañando a la gente de una forma preferente.

Lo que es cierto es que responsabilidad es aquella actitud consciente que asume responsablemente sus actos directos e indirectos y es que después de tanta lucha por una democracia, por una constitución, por un desarrollo del principio de igualdad, las responsabilidades no son iguales para todos, lo cual no deja de pecar de injusto y poco solidario causalmente.

Ferran Aparicio
20 de Octubre de 2019



martes, 15 de octubre de 2019

SIMPLEMENTE ESTRATEGIA

La verdad es que nunca me había parado a pensar sobre el término estrategia, he visto por motivos profesionales, como determinados compañeros, amigos y conocidos  de los llamados trepas han ido montándose su propia escaleta y sin más llegar a lo más alto, o al menos a lo que creen que es lo más alto, por aquello que uno es más rico cuanto menos necesita a la par que uno es más alto cuando menos tacones utiliza en esta vida, por decir un algo.

Es cierto que todos nos movemos por unos intereses y que en la vida se trata de tomar decisiones en cada momento, planificarlas y ejecutarlas, lo hacemos desde de que nos levantamos hasta que decidimos acostarnos, pero el problema que surge en los tiempos que corren es si realmente estamos siendo honestos y claros con las decisiones que tomamos o debemos parar un poco y reflexionar, si realmente son oportunas y necesarias, nuestras acciones o en su caso el inmovilismo por el miedo a perder lo que hemos acumulado con tanto sacrificio, si es que realmente hemos acumulado algo.

Es de todos conocido que la humanidad somos unos seres de costumbres y cuando variamos nuestro modo vivendi, surgen esos miedos al cambio, pero también es cierto que llegados  a un punto debemos comenzar a empezar a ser estrategas de nuestra vida, por aquello de que lo perdido, perdido está y tenemos mucho por ganar.

Es cierto que cada uno de nosotros  nos hemos creado una zona de confort en la que con mejores o menores medios aguantamos y como el gueco,  para no movernos hasta ver una oportunidad clara, pues tenemos tendencia a adaptarnos a nuestro entorno inmediato independientemente que de algún modo sea letal.

Siempre he pensado y más con las perspectiva de la vida que las cosas han llegado en su justo momento ni antes ni después, pero también es cierto que ya resuena la historia como un recurso fácil y hay que empezar a posicionarse como estratega en una estrategia personal, pues las canas  van apareciendo y uno ya no es un chaval.

Las razones para cambiar son muchas  y las razones para no cambiar simplemente miedos, pero quizás la más importante no es la falta de opciones sino el miedo  a reinventarse  eso si desde la consciencia del estratega que utiliza la racionalidad y el sentido común para posicionarse y muy al margen de lo que puedan pensar los demás.
Es hora de hacer limpieza, derribar prejuicios e intentar algo nuevo y actuar como estratega de nuestra estrategia, estudiando el conjunto de acciones que componen nuestro plan para conseguir el logro que nos hemos establecido.
Es hora de empezar una nueva aventura, pero lo voy a plantear, explicar y  sobre todo comunicar escuchándome, de un modo muy distinto a hasta ahora. Eso quizás sorprenda, disguste, pero lo que es cierto es que un conjunto de acciones planificadas anticipadamente al menos cuyo objetivo es alinear recursos y potencialidades, no puede ser una mala estrategia, al menos para crecer como persona.
                                                                Ferrán Aparicio
                                                            15 de Octubre de 2019

lunes, 14 de octubre de 2019

idealist@s: CHARME

idealist@s: CHARME: Hay vocablos y muchas palabras que aparecen y desaparecen de nuestras vidas con cierta facilidad, por inusuales que son o porque no forma...

jueves, 10 de octubre de 2019

CHARME

Hay vocablos y muchas palabras que aparecen y desaparecen de nuestras vidas con cierta facilidad, por inusuales que son o porque no forman parte de nuestro entorno inmediato. Sin embargo cuando aparecen de nuevo, como es el caso del termino “charme”, se recuerdan con cierta añoranza.

No se si es cuestión de modas o modismos, pero lo que si es cierto es que “charme” se ha utilizado en determinadas épocas, como un termino importado del francés y que en determinada época estuvo muy en boga en España.

Aunque su traducción literal es “encanto”, esta palabra recoge muchos otros matices como elegancia, magnetismo, gusto y delicadeza.

Como término es difícil de explicar, es algo que se tiene o no se tiene, no se puede imitar y resulta como conducta algo intangible y como aptitud algo mágica. Quizás esto es debido a que el término “charme”, tiene que ver con los sentidos pero sentidos desde un punto de vista intelectual, dentro de un misterio quizás algo arrogante para los tiempos que corren, pero muy envidiable.

La persona con “charme” maneja de manera sorprendente su mirada desde una tranquilad absoluta, llegando a acompasar los tiempos en función de su propia música, por cierto muy llena de armonía, lo que le permite darse tiempo a sentir los movimientos y en esto se les percibe su radiante elegancia natural.

Al contemplar a una persona con “charme”, se despliegan los cinco sentidos, desde su voz, y su mirada a su movimiento natural genera un halo de misterio lleno de atracción, estilo y presencia.

La distinción que genera una persona con “charme” es de tipo genético, no se aprende ni se interpreta, pues lo que la hace distinta es esa mezcla entre; lo heredado, lo aprehendido, lo elegido, lo pulido, la educación, la cultura y la inteligencia, todas ellas en su justa proporción y situación y eso si de una forma natural.

Pero más importantes que estas cosas es gozar de la vida siguiendo la propia naturaleza, lo cual se logra solo gozando de buena salud y de estar enamorado de la vida, pues la fascinación es algo más notable que los gestos y modales, eso si siempre que se efectúe con naturalidad.

No se pueden vivir al mismo tiempo dos tipos de existencia: la necia, la excedida y la del prudente y moderada; ni se puede a partir de una cierta edad seguir haciendo vida nocturna y seguir con todo durante el día.

Cada uno tenemos nuestra filosofía y esa es la que nos acercará a nuestro éxito personal y lo que esta claro es que solo se vive una sola vez y más vale ser divertido que ser triste, y si no se tiene “charme”, saber apreciarlo y admirarlo, pues también es virtud, ya que la naturalidad es un factor a apreciar en cuanto que genera integridad y armonía.

Ferran Aparicio
10 de Octubre de 2019

sábado, 5 de octubre de 2019

ETERNOS

Siempre hemos pensado que la vida iba a ser eterna, hasta que en un momento nos damos cuenta de lo frágiles que somos. Esto nos pasa especialmente cuando perdemos un ser querido, hacemos una retrospectiva del pasado o simplemente recordamos a gente que ya no está entre nosotros.

La pura realidad es que sabemos conscientemente que eternos no vamos a ser nadie, que estamos de paso, que simplemente crecemos como personas o al menos lo intentamos y aun así cometemos los mismos errores, no priorizamos lo que más podemos disfrutar, dejando para mañana lo que no nos apetece hoy.

Hasta aquí creo que tenemos todos, todo claro, no hay que hacer un master de especialización para entenderlo, sentirlo o simplemente vivirlo.

Sin embargo lo eterno como concepto es muy relativo y lo podemos sentir muy positivamente como a una existencia sin tiempo o fuera del tiempo.

Una de las sensaciones del concepto eterno entre otras muchas, no relacionadas con la inmortalidad, es cuando uno pierde el sentido del tiempo, del movimiento y de la materia, y eso sucede por ejemplo cuando nos sumergimos en un fondo marino y perdemos la línea del horizonte.

En ese momento ya no existe el tiempo, no existe la materia como tal y no existe el movimiento pues como decía Aristóteles son los únicos principios que son eternos, y sin embargo han existido y existirán siempre.

Tenemos la mala costumbre de dejar para luego principios y cosas como pedir perdón, decir te quiero o simplemente decir lo siento, y no somos conscientes de que no somos eternos y somos susceptibles de no llegar a tiempo.

La vida que llevamos nos automatiza material y sentimentalmente y nos hace olvidar del placer de sentimientos gratuitos y placenteros, como es la gratitud de los pequeños detalles y sentimientos.

Tenemos la mala costumbre de dar consejos y juicios de valor sin ser conscientes del poder que pueden tener nuestras palabras, creyendo que lo sabemos todo.

En conclusión pensemos que la eternidad es un concepto relativo y que somos eternos por nosotros mismos en cuanto seamos conscientes de disfrutar cada momento como si fuera el último, sin que la mala costumbre sea la invitada de honor en los días que nos quedan por vivir a partir de hoy.

Ferran Aparicio
5 de Octubre de 2019

jueves, 3 de octubre de 2019

idealist@s: ABSTRAPTO

idealist@s: ABSTRAPTO: Siempre me ha llamado la atención el concepto de abstracto y mucho más el arte abstracto como tal, pero nunca había investigado sobre este...

idealist@s: EL VIAJE DE LA VIDA

idealist@s: EL VIAJE DE LA VIDA: La verdad es que si lo pensamos fríamente, el concepto de viaje puede asociarse a la vida como continuo movimiento de nuevas experiencia...

EL VIAJE DE LA VIDA


La verdad es que si lo pensamos fríamente, el concepto de viaje puede asociarse a la vida como continuo movimiento de nuevas experiencias donde desde la observancia estamos viviendo el presente. Pero si vamos más allá cuando llegamos al mundo somos hijos y esperamos mantenernos en esa condición toda la vida y la pura realidad es que no es así.

Mientras vivimos cómodamente en nuestra zona de confort, disfrutamos del regazo materno sobre el cual nos regocijarnos, de los consejos sabios que nos apartan de la duda existencial  nuestros padres  y cuando ya somos mayores reconocemos nuestra infancia en palabras y vivencias que nuestros padres nos recuerdan cariñosamente.

Sin embargo duele reconocer que no somos eternos y que  nuestros padres envejecen y empiezan a aparecer esas limitaciones que nos llevan a ser padres de nuestros padres.

Es duro aceptar que a esas personas que tanto queremos, pues como dice el sabio dicho popular, madre sólo hay una y a ti te conocí en la calle , ver cómo se van degradando lo mismo que nos pasará a nosotros, cuando lleguemos a su edad si es que llegamos ,  es reconocer que empiezan a suceder cosas como repetir y reiterar las cosas , hasta empezar a perder el oído y tener que forzar nuestra voz para comunicarnos con ellos.

Cuanto más pierden su vigor, audición, memoria, más solos nos vamos sintiendo, sin entender por qué va sucediendo a marchas forzadas lo inevitable, y es reconocer el conflicto interior  de que ellos no reaccionen al envejecimiento de su mente y de su cuerpo, sin darnos cuenta de nuestra propia confusión de que no tienen la misma conciencia que  nosotros, y aceptando que no tienen forma de impedir el paso de los años y que tienen el derecho de sentirse realmente cansados.

Como reacción natural vamos haciéndonos ceremoniosos por amor, intentando hablarles de aquello que es evitable y sin querer empezamos a invertir los papeles de protección protegiendo a nuestros padres de las desventuras de este mundo , transformando nuestro personaje pasando a ser padres de nuestro padres , en el teatro de la vida.

Al final cuando cambiamos el papel de nuestro personaje, nos empezamos a quedar de alguna manera huérfanos, no siendo tan fácil de aceptar incluso si eres padre, pues nadie te prepara para ser padre de tus padres teniendo que aprehender  las peculiaridades  de este papel para proteger a los que amas.

En medio de  esto siempre llega el día  que nuestros padres se transformen en nuestros hijos a los que hay darles de comer , vestir , lavar  y todo aquello que nos define como seres humanos, interfiriendo en sus vidas, pero viviendo ese momento con toda intensidad, pues la pura realidad es que no hay nada más grande que demostrar tu capacidad de amar y retribuir el amor que la vida te ofreció en tu papel de hijo.
                                                 
                                                         Ferrán Aparicio
                                                   1 de octubre de 2019