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martes, 23 de octubre de 2018

idealist@s: ERRORES VITALES

idealist@s: ERRORES VITALES: Llevo tiempo reverberando sucesos que han ocurrido en mi vida y que han constituido ciertos errores , bien por la inexperiencia vital , ...

sábado, 20 de octubre de 2018

ERRORES VITALES


Llevo tiempo reverberando sucesos que han ocurrido en mi vida y que han constituido ciertos errores , bien por la inexperiencia vital , bien por no haber acertado en el camino a seguir, pero lo que bien es cierto que como se dice en el lenguaje popular “nada cae en saco roto”.

La experiencia es un grado pero cuando lo piensas fríamente aprendemos de los errores , caemos y nos volvemos a levantar , cambiamos de camino de dirección, pero también tenemos que asumir el coste de nuestras decisiones y errores.

La cuestión es que todos cometemos errores vitales, en cada etapa de la vida , infancia , adolescencia pubertad , juventud, madurez y tercera edad, tiene sus connotaciones erróneas, lo que es también cierto si lo pensamos fríamente es que seguimos aprendiendo de nuestros errores vitales y recomponiéndonos , por mal que nos siente, independientemente del coste que nos produce el error cometido.

El cometer un error es un cometido humano por excelencia , pues todos lo hacemos y no voluntariamente, el problema surge cuando no aprehendemos del error y no lo transformamos en experiencia como situación vivida y reconocida.

Por otra parte nos encontramos con nosotros mismos ante el error , unas veces lo admitimos y otras veces lo obviamos, permaneciendo en una situación que reconocemos pero aceptamos, desgastándonos inútilmente y perdiendo el tiempo en algo que nop nos aporta nada más que frustraciones innecesarias , es el error repetido simultáneamente en el proceso vital.

En nuestra perseverancia por sobrevivir debemos reconocer que lo perdido,.., perdido está y cuanto antes lo asumamos, antes saldremos de ese círculo que enmarca un vacío que no nos deja evolucionar.

Es común cometer errores vitales , cuando nos engañamos a nosotros mismos crean do una realidad inexistente o simplemente una situación ideal que carece de fundamento, la mente nos hace ver y ceer en cosas que no se sostienen por si mismo desde el amor al trabajo , podemos creer que nos gusta y realmente es la rutina la que cvrea costumbre y nos habitua a pensar lo satifechos que nos encontramos sin reconocer que , en el fondo es todo lo contrario.

Por otra parte si somos pragmáticos y racionales y valoramos el error  en relación al factor tiempo, si somos realistas y contabilizamos, perdemos mucho tiempo de nuestras vidas , en cometer errores que no nos aportan nada  y nos hacen dejar de vivir otras situaciones más efectivas , incluso placenteras , siendo victimnas de nuestro conformismo vital creado por la rutina y la costumbre.

Al final de todo solo se trata de tomar decisiones  y aprender de los errores , pues
haber tomado una decisión errónea no es tan grave como pueda parecer, son las  consecuencias la que al final nos hacen salir del círculo del error cometido, sin vuelta atrás y como siempre ,.., sin más.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                    20 de octubre de 2018

lunes, 15 de octubre de 2018

idealist@s: PAISES IMAGINARIOS

idealist@s: PAISES IMAGINARIOS: Antes de empezar un viaje maravilloso dentro de muy poco, solo me queda que expresar desde el corazón aquello que decía mi querido amigo,...

PAISES IMAGINARIOS

Antes de empezar un viaje maravilloso dentro de muy poco, solo me queda que expresar desde el corazón aquello que decía mi querido amigo, tocayo y admirado Fernando Pessoa: "La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos."

Y es que todas las ciudades hermosas deberían tener una ruta ideal para llegar a ellas. Como decía también mi otro amigo imaginario, Italo Calvino en  su libro las ciudades invisibles (Le città invisibili), los viajes son una experiencia para llegar a las ciudades  donde  debería existir una puerta de entrada que dirigiera al viajero hacia el lugar donde posar sus ojos por primera vez. A partir de ahí, el extranjero podría ser libre y sumergirse en las calles, en las atmósferas, en las sombras y en los recovecos encontrados por azar.

De esa forma nuestro viaje podría ser fundado en un recuerdo: el del asombro de aquella primera vez, de aquello que desconocía y de una forma mágica  apareció en su presencia. La verdad que ya no es así , si bien se asemeja bastante. Hoy en dia tenemos la posibilidad de adentrarnos en nuestros destinos  a través de los medios de información telemática e informática, pero lo que no podemos sentir, es aquello que no vemos, tocamos o experimentamos a través de nuestros cinco sentidos.

Por desgracia, las ciudades modernas se atomizan y ya no queda una única ruta, ni una única puerta, ni un guardián a la entrada que nos guíe. Quedan estaciones, aeropuertos, carreteras... todas iguales en cualquier parte del mundo. Todas diseñadas por el mismo burócrata pragmático y sin alma. Son rutas que nos llevan directamente hasta el hotel donde hemos hecho la reserva y no al corazón de la ciudad. Rutas inhumanas. Pero podemos seguir siendo libres para soñar, para arrojar nuestras maletas encima de la cama y lanzarnos a la calle a encontrar ese lugar que la leyenda dice que nos está esperando. Para perdernos, preguntar y sentir miedo y excitación ante lo desconocido.

Para terminar viendo la ciudad con la mirada virgen de la niñez, y las personas que han viajado conmigo lo pueden corroborar, llega un momento donde te desinhibes de lo circunstancial, solo tienes hambre de ver y experimentarlo todo, sin miedos ni precauciones.

 Al final da igual donde viajes, pues todas las ciudades son invisibles y son el reflejo de ti mismo en el entorno donde te encuentras, todas las ciudades siguen creciendo y expandiendo en torres imponentes y centros comerciales entre los cuales siempre hay pasadizos que surcan la ciudad, la ciudad invisible,  la persona, el personaje  que lleva dentro, al viajero y al que viaja.

Todos los destinos son ciudadesla ciudad de lo grande y lo pequeño, de lo épico y lo íntimo... y además, la ciudad de la noche, la más bella del mundo cuando se marcha el sol, son ciudades invisibles donde no se encuentran ciudades reconocibles.

Pero al final de un viaje, lo que queda  es la mezcla de lo moderno y lo tradicional, aquello que hace que el manido cliché de ciudad real o imaginaria, sea el punto de encuentro entre Occidente y Oriente y  sea una acertada manera de describir la ciudad en pocas palabras, simplemente a través de un viaje, el viaje de tu existencia.
Ferrán Aparicio

15 de Octubre de 2018

jueves, 11 de octubre de 2018

idealist@s: AQUIETANDO EL RITMO

idealist@s: AQUIETANDO EL RITMO: Hay días que sin saber por qué o por qué no, uno aquieta su vida y reflexiona sobre todo lo que sucede a su alrededor y muy comúnmente cu...

miércoles, 10 de octubre de 2018

AQUIETANDO EL RITMO

Hay días que sin saber por qué o por qué no, uno aquieta su vida y reflexiona sobre todo lo que sucede a su alrededor y muy comúnmente cuando llega la noticia de la muerte de alguien cercano, que queremos o simplemente ha formado parte de nuestra vida.

Es bien cierto que la vida se compone de  horas, momentos, días, etapas,…, incluso años, pero lo que también es cierto que como en la vida misma estamos obligados a hacer más cosas con menos recursos, resulta  necesario aquietar que no parar el ritmo bien voluntariamente o bien circunstancialmente, pues al final te das cuenta que sólo se trata de enfocarse en las cosas más importantes en lugar de pasar el día apagando fuegos, por decir un algo.

Todos los humanos por definición queremos sacarle el mayor jugo a la vida y ser efectivos en aquello que nos interesa, pero sin embargo nuestros hábitos productivos están desenfocando la visión hacia el camino que realmente queremos coger, si es que en algún caso o momento, conocemos la dirección perfecta para llegar a la esencia de lo queremos o al menos deseamos.

Al final de pensar en blanco durante un buen rato, llegas a la conclusión de que la clave está en organizar tu vida y la información que llega a tu vida de una forma más sencilla y de una forma más eficaz, en categorías apropiadas basada en cómo hay que accederla.

Dicen la gente hábil y práctica, que se trabaja la mitad con un trabajo ordenado, si lo proyectamos al conjunto de factores que integran nuestra vida, quizá y sólo quizá, la clave esté en crear el hábito de mantener tu vida organizada.

Tener una rutina que te permite empezar cada día con un plan sencillo y alcanzable y tener claro a donde nos lleva sea una de las pautas básicas no solo emocionalmente de sentirnos mejor sino de estar más satisfechos con el paso del tiempo.

La clarividencia de saber organizar y priorizar cuales son los aspectos más necesarios en cada momento y su escala de valores en cuanto a conseguir nuestros objetivos a corto y largo plazo, resulta una técnica infalible y ágil para avanzar cada día.

No sólo se trata de salir de la zona de confort pues al fin y al cabo si nos va bien no hay por qué cambiarla, sino de analizar si en esa zona estamos realmente plenamente felices.

La inconformidad es un acto de rebelión contra nosotros mismos y la finalidad un reto que nos mueve a otra zona que nos pueda mejorar el sentimiento de bienestar, por lo que te animo a aquietar el ritmo, a dedicar al menos unos minutos a pensar qué estamos haciendo y qué hacer con nuestras vidas , para salir de esas zonas improductivas no en el sentido económico de la palabra sino más bien emocionalmente, pues no hay mayor satisfacción de estar peleando al levantarme cada día por algo bueno y para mí , y se lo digo porque hoy es mi cumpleaños y este es mi auto regalo.

Ferrán Aparicio
10 de Octubre de 2018




viernes, 5 de octubre de 2018

idealist@s: PERDER TAMBIEN ES VIVIR

idealist@s: PERDER TAMBIEN ES VIVIR: Hace años leí un artículo de F. Sabater que se titulaba Perder. Si bien la memoria es caprichosa, el autor hablaba d como con el paso del...

PERDER TAMBIEN ES VIVIR

Hace años leí un artículo de F. Sabater que se titulaba Perder. Si bien la memoria es caprichosa, el autor hablaba d como con el paso del tiempo todos vamos perdiendo. Perder es parte de la vida como ser y estar, pensar y sentir o simplemente comer o beber.

Perdidas muertes o distancias en el tiempo de amigos, amores y seres queridos. Vuelos muy queridos y también desconocidos. Proyectos y realidades que se esfumaron dejándonos dentro un paso que tuvimos que  entender con el paso de los años.

Todas las perdidas traen cierto dolor, vacios, miedos y sufrimentos,…, porque solo se siente así cuando lo perdido es algo o alquien profundamente valioso para cada uno de nosotros.

Cabría ahora aquí unos cuantos sinónimos de perder: dejar, descuidar, desperdiciar, extraviar, malgastar, olvidar… Resultan obvias connotaciones negativas de toda la lista. Se entendería que uno ha tenido que ver con esa pérdida, de la que debería hacerse responsable y más en el sentido judeocristiano de la culpabilidad. A mi modesto entender esta es la causa más probable del sufrimiento y quizás del enganche más insano al drama y a la negatividad. Es uno de nuestros mayores engaños: hacemos responsables de asuntos que más tienen que ver con las circunstancias , que son cambiantes, las fronteras y los limites ,.., que con nuestras acciones  y responsabilidades , que en definitiva son circunstancias , hechos y razones que no dependen siempre de nosotros mismos.

Todos y digo todos,  a lo largo de nuestras vidas perdemos. Hay que decirlo así y aceptarlo como siempre sin más. Forma parte de la vida  humana. También el dolor, el vacio, el miedo y el proceso hasta asimilarlo. Es así de sencillo.

Como pragmático de la vida que me considero, se aprehende más del éxito que del fracaso, porque este te dice una forma correcta de cómo llegar a donde quieres ir , cuando sabes realmente que es lo que quieres y donde te diriges. El fracaso por otro lado sólo te dice una forma de no llegar y cuando hay varias acciones y opciones, no se sabe cuál es la correcta.

Hemos visto y vivido el éxito y como nos emborrachaba hasta vivir en una nube todo el tiempo. También hemos visto y conocido el fracaso de cerca y como éste nos arrastraba por el fango hasta despellejar lo vivo.

Quizás  y solo quizás, la receta radique en la experiencia y en la acción, dentro de un protagonismo ineludible, siendo conscientes que la dificultad radica en el riesgo que entraña estar en crecimiento evolutivo y en movimiento constante. 

No es lo mismo aprender a través de treinta años de experiencia que de un año repetido treinta veces, que decía un proverbio chino, pues las metas y los riesgos son la sal de la vida y solo son evitables desde la apatía existencial. Al final como decía el poeta…” sufrir también es vivir. Perder y sufrir también es vivir, pues como el equilibrio estable es tan desproporcionado como el equilibrio inestable, pues  en el fondo todos vivimos sabiendo que perder también es vivir.     

Ferrán Aparicio
5 de Octubre de 2018

lunes, 1 de octubre de 2018

idealist@s: IMAGING PEOPLE

idealist@s: IMAGING PEOPLE: Me  resuena imaging people como esa  canción de John Lennon y Yoko Ono, y es que nos pasamos la vida imaginando, como algo que nos caract...

IMAGING PEOPLE

Me resuena imaging people como esa  canción de John Lennon y Yoko Ono, y es que nos pasamos la vida imaginando, como algo que nos caracteriza como esa forma de focalizar al deseado o anhelado o simplemente creándonos expectativas  de sueños como motor de la dinámica de la pasión por la vida.

Hemos oído siempre que el elemento y la pasión son dos motores fundamentales en el desarrollo de una vida plena, pero también es bien cierto que vivimos en el imperio de lo mental, de las experiencias pensadas y no vividas, bien porque nunca nos atrevimos a vivirlas, bien por miedos o simplemente porque las circunstancias no fueron propicias para ejecutarlas y las derivamos en el tiempo.

Lo racional está tan sobrevalorado que creemos a menudo que pensar las cosas equivale a hacerlas y experimentarlas, pero con la perspectiva del tiempo nos damos cuenta , que nos estamos auto engañando y que esto no es realmente cierto, pues nada ni  nadie sustituye a la experiencia de lo vivido, y tanto positivamente como negativamente. 

También es cierto de la conveniencia de la observancia como fenómeno, cuando nos relacionamos de una forma sincera aprehendemos  de situaciones que nos cuentan los demás,  tanto como una alerta ante lo negativo, como un aprendizaje en lo positivo , pero no trasciende a una información racional que no puede ser sustituida por  la experiencia sino como un acto complementario a la formación de una opinión racional.

Aunque creemos conocernos o al menos insertarlo, la pura verdad es que no podemos imaginarnos como nos sentiremos ante una situación, es por ello que cuando vivimos aquellas situaciones que hemos imaginado no resultan tan espectaculares como nuestras  expectativas habían previsto, y es que por tendencia natural el ser humano tiende a sobreestimar aquellas situaciones que hemos soñado o deseado. En semsun contrario también muchas veces y en sesgo a lo positivo, lo que hemos deseado para una situación futura es mucho  mayor  a nuestra imaginación.

En esta controversia se  sitúa nuestra capacidad para decidir y en caso contrario dejar que nuestra intuición como acto procedente del inconsciente nos derive a tomar decisiones sin juicios racionales añadidos.

Esa decisión procedente de la intuición y de la sincronicidad es la que muchas veces la vida nos lleva a mejor puerto, o al menos a puertos que no habíamos  pensado alcanzar, lo cual no es cuestión baladí, pues dejando la racionalidad, la creatividad del momento es vivida con los cinco sentidos.

Les animo como siempre a utilizar el imaging people como herramienta parar vivir más experiencias, no el sentido de pensarlas sino también en vivirlas, pues es la única forma de ir encaminando en el encuentro del elemento o pasión, como motores de la vida.

Ferrán Aparicio
1 de octubre de 2018