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lunes, 25 de febrero de 2019

idealist@s: SIMPLEMENTE CALMA

idealist@s: SIMPLEMENTE CALMA: No es lo mismo parar que aquietar. Cuantas veces nos hemos sentido aprisionados en la aceleración de la vida, del tiempo, de la vida mis...

SIMPLEMENTE CALMA


No es lo mismo parar que aquietar. Cuantas veces nos hemos sentido aprisionados en la aceleración de la vida, del tiempo, de la vida misma y nos damos cuenta que tenemos que parar, si bien el parar no es la solución , sino más bien aquietar de una forma consciente nuestro propio movimiento de rotación rutinaria ante aquello que es el teatro de nuestra vida.

Ese aquietar, el Dalai Lama lo describió como calma. Esta calma y por el contexto del biudismo lo podemos intrepretar en nuestro mundo occidental como una esencia de  la tranquilidad, ausencia de agitación y de nervios en la forma de actuar.

También la calma la asimilamos desde el punto de vista emocional como la quietud, ausencia de ruido, de movimiento o de agitación en un lugar, si bien supone como estado físico una suspensión o reducción momentánea de una actividad, un estado o una situación.

"Se llama calma" es un poema donde el Dalai Lama nos enseña el valor de aquietar la mente, de apaciguar los miedos, las preocupaciones y ansiedades para apreciar el presente y alcanzar así el bienestar y la plenitud personal.

La calma es la tranquilidad de ánimo, la fortaleza emocional del sujeto que no se deja afectar de un modo negativo por las circunstancias externas, si bien es más difícil mantener la calma en los momentos de dificultad y en una situación de tensión.

En la sociedad actual, existen dos grandes enemigos de la calma como principio de salud: el estrés y la ansiedad laboral que se convierten en un lastre emocional que además, afecta a la salud. Pero la calma también se trasmite en los que nos rodea,  pues  el alma de los lugares, así como la esencia de la propia vida, no suele habitar en las personas apresuradas, lo que nos invita a aquietar nuestra vida, porque lo queramos o no, la calma lo es todo y nos ayuda  a responder mejor  a las dificultades de la vida.

Es bien cierto que alcanzar ese sentimiento, ese sutil equilibrio interior, no es algo que podamos conseguir de un día para otro, pero cuando te ves inmerso en estado dinámico vital , en un cierto momento te invita a ser consciente de que la calma también existe.

Al final solo se trata de intentar alcanzarla con algunos hábitos muy positivos para mantener la calma en el día a día: caminar con más frecuencia, establecer un orden de prioridades en la rutina diaria de acuerdo al criterio de la economía del tiempo o simplemente escuchar música relajante, cultivar las aficiones, reforzar los momentos de y o marcar distancia respecto aquello que nos acelera y en especial en  aquellos momentos en los que quieres evitar las interrupciones.

                                                       Ferrán Aparicio
                                                  25 de febrero de 2019

 SE LLAMA CALMA –DALAI LAMA

“Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.
Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.
Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.
Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar (…)”.

miércoles, 20 de febrero de 2019

idealist@s: NO ES LO MISMO

idealist@s: NO ES LO MISMO: El otro día como siempre no sé, si por casualidad o casualidad , me comentaba una compañera de trabajo, la reacción de una persona conocid...

NO ES LO MISMO

El otro día como siempre no sé, si por casualidad o casualidad , me comentaba una compañera de trabajo, la reacción de una persona conocida que por cierto no oye muy bien, la reacción no justificativa  que había tenido al plantear la diferencia entre oir y escuchar. La verdad es que me quedé con la diferencia de semántica entre los dos términos y a la sazón me vino a la cabeza el mismo paralelismo entre ver y mirar.

Oír significa percibir con el sentido del oído las palabras que se hablan. Escuchar involucra otros cuatro sentidos para ayudarnos a entender las palabras que se dicen.

Escuchar es un verbo que hace referencia a poner atención a aquello que captamos por nuestros oídos. El oír es un verbo que hace referencia a la facultad que tenemos de percibir sonidos. Cuando oímos lo hacemos con nuestro sistema auditivo. Cuando escuchamos otras funciones cognitivas entran en juego: poner atención, recordar, pensar y razonar.
En este mismo plano, Mirar es, según la Real Academia Española, “dirigir la vista a un objeto”, mientras que ver es “percibir con los ojos algo mediante la acción de la luz” .

En el caso paralelo, la diferencia entre ver y mirar es  que mirar es algo que hacemos con nuestro cuerpo y ver es algo que pasa en nuestra mente. Es bien claro que la diferencia entre ver y mirar es paralela a la que se da entre oír y escuchar.  Mirar y ver son dos cosas diferentes, incluso si ambas se refieren a la percepción visual de un individuo.

Mirar algo significa mirar utilizar los ojos o reconocer la presencia de un objeto. Para ver, no solo uno mira el objeto sino que también lo comprende y le presta atención, esta es la principal diferencia entre ver y mirar.

Escuchar va más allá de oír las palabras que se hablan, significa pensar en el mensaje para entender de manera clara y completamente, y al mismo tiempo requiere oír las palabras, observar el tono de voz, el estado anímico, y cualquier otra señal, por eso la diferencia se centra la intención, mientras que oír es algo que sucede independientemente de nuestra voluntad. En cambio, las cosas que nos suceden independientemente de nuestra voluntad carecen de finalidad per sé, por eso no decimos que alguien está oyendo para enterarse.

Hablar con propiedad, es hablar con conocimiento de causa, o sea saber de lo que estás hablando y que la gente que te escucha lo perciba, sin dudar y sabiendo  el significado de los términos que utilizas, como siempre sin más.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                   20 de febrero de 2019


viernes, 15 de febrero de 2019

idealist@s: PROCRASTINACION FATAL

idealist@s: PROCRASTINACION FATAL: Hay palabras dentro de nuestro diccionario, que ni por asomo conoceríamos su significado   cuando las escuchamos o leemos, salvo que acu...

PROCRASTINACION FATAL


Hay palabras dentro de nuestro diccionario, que ni por asomo conoceríamos su significado  cuando las escuchamos o leemos, salvo que acudiéramos a un diccionario, y procrastinación es una de ellas.

La procrastinación, postergación o posposición, según Wikipedia  es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.

El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente sin tener una fuerza de voluntad para concluirla, sin embargo en mi opinión no tiene relación siempre con  lo abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, sino nuestra actitud a enfrentarnos al suceso en relación  a su necesidad pues  actuamos en relación a lo que nos parece  lo importante que en definitiva es supeditado a lo urgente.

Es común en toda persona que dejes  quehaceres para mañana , si bien el dicho lo dice claro expresamente “ lo que puede hacer no lo dejes para mañana , sin embargo  la evasión  de responsabilizarse posponiendo tareas a realizar puede llevar a las personas  a refugiarse en actividades ajenas a su cometido, simplemente por inercia o de ganas y en general por falta de interés o aburrimiento.

 Sin embargo dentro de unos quehaceres diarios, está la reorganización del tiempo a efectos de conseguir  hacer o cumplir, tanto con lo que nos apetece como lo que no nos apetece. La organización implica en cierto modo el poner en valor por su importancia  en el tiempo real, concentrándose en realizar las tareas importantes que tienen un plazo de finalización más cercano.

Muchas veces decir que no tenemos tiempo es expresar nuestros miedos al fracaso, en tareas donde no hay garantías de éxito y si lo pensamos fríamente no  existe nunca la falta de tiempo, existe la falta de interés, pues lo realmente nos interesa siempre está hecho en forma y tiempo.

En este sentido dicen los expertos que la lógica organizar del tiempo es en un inicio de día hacer lo que más trabajo o interés de las cosas que tenemos pendientes y dejar las más sencilla o indeterminantes para los últimas horas del día.

Al final y como siempre sólo se trata de tomar consciencia de las cosas que tenemos pendientes y de adjudicarles nuestro grado de interés y urgencia, en un binomio que es personal e intransferible y sólo nosotros dominamos en nuestra propia organización del tiempo.

Cuando eres consciente de la procrastinación como concepto y  actitud en la vida , te das cuenta que no vale la pena derivar en el tiempo las cosa que tenemos pendiente , pues lo que está claro es que lo que no se hace está pendiente de hacer y no nos la van a hacer nadie.

                                                            Ferrán Aparicio
                                                           15 de febrero de 2019


lunes, 11 de febrero de 2019

idealist@s: CERRADO POR REFORMA

idealist@s: CERRADO POR REFORMA: Hay momentos que sin saber cómo ni por qué , ni por qué no , nuestra cabeza retrocede a un momento del pasado y desde el punto vital en ...

domingo, 10 de febrero de 2019

CERRADO POR REFORMA


Hay momentos que sin saber cómo ni por qué , ni por qué no , nuestra cabeza retrocede a un momento del pasado y desde el punto vital en que nos encontramos , comenzamos a valorar, juzgar, interpretar incluso prejuzgar aquella situaciones , momentos y sucesos, que nada tienen que ver con nuestro momento presente. 

Esto tiene que ver en su relación con la etimología de la palabra crisis, que según la Wikipedia es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. 

Pero cuando analizamos nuestros recuerdos fríamente tanto si han sido significativos, positivamente o negativamente, nos damos cuenta que para bien o para mal, valieron la pena , bien para ser puntualmente felices o bien para evolucionar como personas. 

Siendo pragmáticos y desde una actitud positiva en caso de determinadas situaciones vividas solemos arrepentirnos de momentos, de sentimientos, de acciones y de personas que han pasado por nuestras vidas, sin embargo desde la perspectiva del tiempo, que presuntamente lo pone y nos pone a todo en su sitio, nos damos cuenta que determinados momentos, sentimientos, acciones y personas pudieron evitarse, por no haber aportado nada en nuestra evolución como persona. 

Sin embargo hay que tener claro que lo pasado, pasado está y fue parte de nuestras vidas, por lo que no cabe un arrepentimiento, y mucho menos una tortura mental en hechos que actualmente no tienen especial trascendencia en la mayoría de los casos y deberíamos verlo como una experiencia sea bueno o malo, porque aunque tenga fecha de caducidad, en su momento nos hizo bien. 

Los que creemos en la causalidad, que no es lo mismo que la pura casualidad pensamos que los acontecimientos que conforman personas o sucesos, todo tiene una razón de ser. 

En el caso de amores, relaciones, parejas y demás hierbas, podemos encontrar de todo tipo de flores como en el campo, sin embargo en cualquier parte de la balanza han sido positivos , bien para crecer en el sentimiento del amor , como en la satisfacción de haber sido amantes y amados. 

Al margen de este raciocinio lo que está claro es que la vida está para vivirla y ser consciente que toda acción tiene una reacción y que es necesario asumir las consecuencias de los actos. 

La evidencia del proceso evolutivo surge cuando aparecen estos pensamientos y los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad, pues si no serían meras reacciones automáticas como las físico-químicas. 

El recuerdo aunque sea temporal tenderá siempre a ser positivo, por aquello de que nuestra mente es selectiva, pero si llega algún recuerdo trascendente simplemente hay que tener la actitud de que no vale la pena desgastar tu energía y pensamiento en algo que ya pasó. 

Ferrán Aparicio 
10 de febrero de 2019

miércoles, 6 de febrero de 2019

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO: Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno ...

martes, 5 de febrero de 2019

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO

idealist@s: EL AROMA DEL TIEMPO: Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno ...

EL AROMA DEL TIEMPO


Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno de ellos, fruto de un fantástico regalo de navidad. El libro que para mi gusto es muy recomendable es “El aroma del tiempo” de Byungchul Han, publicado por Herder en 2015.

Quizás lo más interesante es  la empatía que el texto establece con el lector, en cuanto identificas el diagnóstico del mundo actual en que vivimos, en cuanto a la percepción del tiempo y la aceleración perceptiva que de este tenemos.

Todos y cada vez más personas vemos como las semanas pasan de lunes a domingo, pasamos del invierno al verano y cuando nos queremos dar cuenta ya estamos celebrando el final del año, y  sentimos que la velocidad con que se mueve el tiempo en la vida diaria, nos hace sentir como una pieza del mecanismo que no para nunca, si bien esta aceleración no es lo que nos molesta, sino más bien el perder el sentido y el control del tiempo, animados por las rutinas y costumbres, que transforman el factor tiempo en un valor fragmentado.

En realidad esta aceleración vital de alguna manera nos agota pues todo parece efímero y fugaz, estamos esperando, programando, organizando unas felices vacaciones y cuando nos damos cuenta ya las hemos vivido, sin más. Es como si todo lo que vivimos se terminara antes de lo que debería, sin llegar a saborear el aroma del tiempo.

Como siempre la solución sería parar el tiempo, lo cual como todos sabemos resulta imposible,  sin embargo no estaría demás el tomar conciencia de que si bien no podemos parar la máquina del tiempo, podemos aquietar nuestra vida disfrutando de algo tan valioso como es el concepto de tiempo.

Analizado este mecanismo, Han  determina  que al hacer del trabajo, el todo se anula cualquier otra forma de vida y afirma  que el hilo de la vida, de la trayectoria de la vida se recupera, con la vida contemplativa, con el aquietamiento circunstancial, con el concepto del no-hacer, revelando consecuentemente el aroma del tiempo, ganando consecuentemente  tiempo y espacio, duración y amplitud

Han y su libro, no trata de resolver el problema de la velocidad sino el del sostén del tiempo, el sentido, la trayectoria, el hilo narrativo que engarce los fragmentos y le devuelva la tensión.

No puedo finalmente dejar de transcribir un par de párrafos de su libro que seguramente les harán pensar sobre la necesidad de parar a pensar sobre el  conflicto de la percepción del aroma del tiempo, como siempre,.., sin más.

“El tiempo comienza a tener aroma cuando adquiere una duración, cuando cobra una tensión narrativa o una tensión profunda, cuando gana en profundidad y amplitud, en espacio. El tiempo pierde el aroma cuando se despoja de cualquier estructura de sentido, de profundidad, cuando se atomiza o se aplana, se enflaquece o se acorta. Si se desprende totalmente del anclaje que le hace de sostén y de guía, queda abandonado. En cuanto pierde su soporte, se  precipita.

                                                               Ferrán Aparicio
                                                           5 de febrero de 2019



viernes, 1 de febrero de 2019

idealist@s: INDIFERENCIA VITAL

idealist@s: INDIFERENCIA VITAL: No les ha pasado a ustedes que por circunstancias personales, un día recapacitan y se dan cuenta que han vivido un día anodino.  Así podrí...

INDIFERENCIA VITAL

No les ha pasado a ustedes que por circunstancias personales, un día recapacitan y se dan cuenta que han vivido un día anodino.

 Así podría definirse a la sensación de que un día de tu vida ha pasado y no ha ocurrido nada extraordinario, nada remarcable, han pasado 24 horas de tu vida se han sucedido, una detrás de la otra, y dejan tras de sí un sinsabor, una especie de melancolía por pensar que no ha habido en el transcurso de la jornada nada que haya sido especial, que haya valido la pena.

 Este suceso vuelve a repetirse cuando las semanas se suceden cuando pasan de lunes a domingo , sin más que un paso temporal del tiempo que nos acerca de enro a diciembre al paso de un año, sin más , y así sucesivamente recibimos un año, otro y otro hasta que un día te levantas y con todos sus acontecimientos tedas cuentas que ha pasado demasiado tiempo y que no hemos valorado su paso , creyendo que la temporalidad tiene tendencia al infinito , cuando en verdad no es así y el tiempo está acotado en etapas de la vida y que con lleva un final que es el fin de nuestras vías.

No trato de ser dramático , sino de reflexionar sobre la consciencia de que el paso del tiempo tiene su temporalidad y hay que ser consciente ,de ello , nunca nos imaginamos que en cualquier momento pueden surgir contrariedades y que hay que superarlas y enfrentarnos a ellas , pero lo que también es cierto es que sin demasiadas obsesiones deberíamos controlar unas metas atemporales que nos permitieran visualizar la trayectoria que deseamos para encauzar el presente proyectado en un futuro inmediato.

Consecuentemente, por nuestra propia rutina, vamos avanzando de alguna forma en lo intelectual, lo profesional, lo laboral, en nuestras relaciones , la madurez va creciendo en nosotros mismos, en nuestro comportamiento , en nuestras reacciones incluso en nuestro ímpetu de lucha, que va perdiendo fuerza como el bicarbonato cuando reacciona y se diluye en el agua cuando pasan ciertos segundos, después de haber burbujeado fuertemente.
La cuestión se centra en cuantas cosas hemos perdido en el camino por seguir una rutina acelerada que no nos lleva a algo concreto, sino a algo abstracto como es la supervivencia formal en el tiempo.

La vida está llena de un gran contenido , como una biblioteca nacional donde puedes encontrar todo tipo de temas, argumentos , materias , ciencias incluso vivencias, el problema central responde al hecho de que no tenemos tiempo para encontrarlas y apreciarlas, básicamente porque nuestra receptividad está abandonada en aras a seguir un camino preestablecido.

Les animo a plantearse, a esquematizar que cambios quieren hacer a sus vidas, que objetivos semanales deben proponerse para no cocer sino enriquecer su vida a apreciar los momentos mágicos que disponemos todos los días y los dejamos pasar, y a pesar que resulta complicado encontrar tesoros cuando el tiempo se convierte en nuestro peor enemigo y, minuto a minuto, se nos escapa un día al que no le hemos dado la oportunidad de que sea maravilloso. 
Ferrán Aparicio
1 de febrero de 2019