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lunes, 31 de agosto de 2020

idealist@s: PERDER, TAMBIÉN ES VIVIR

idealist@s: PERDER, TAMBIÉN ES VIVIR: Hace tiempo leí un artículo que hablaba de este tema, en el que se expresaba la idea de que perdiendo también se vivía y en definitiva h...

domingo, 30 de agosto de 2020

PERDER, TAMBIÉN ES VIVIR


Hace tiempo leí un artículo que hablaba de este tema, en el que se expresaba la idea de que perdiendo también se vivía y en definitiva hablaba que la  experiencia nos aporta en la pérdida una gran sabiduría, como para generar un crecimiento mayor que  simplemente ganando.

A todos los humanos, como humanos que somos que no divinos, nos gusta ganar,  unos lo centran normalmente en el dinero, pero sin embargo, si bien es cierto que hay una frase genérica que dice que el dinero no da la felicidad, si da la seguridad, independientemente que no cura los males crónicos de una enfermedad.

Pero hiendo  un poquito  más allá el bloqueo mental  que nos producen determinados miedos, nos impiden visualizar aquello que realmente nos gustaría hacer y que está vetado por el hecho de vivir de una determinada forma: cantar, bailar, pintar y tantos y tantos verbos que denotan acción están abiertos a poder materializarlos aunque nos equivoquemos en el planteamiento, pues haciéndolo habremos superado la barrera inactiva de   los miedos.

Es claro que escribir o al menos a mí me lo parece ayude a sacar desde nuestro interior esas proyecciones imaginarias que vemos como figuras o conceptos imposibles, cuando en realidad no lo son. Pero no hay que centrarse en el plano material de la cosas, los coches, los pisos o las camas, como aquel que dice, sino a otros factores, como comunicación, amistad, autoestima, alexitimia y tantos conceptos variopintos y realidades espirituales que se hayan bloqueadas hasta el punto que nos frena un estado depresivo de insatisfacción e incluso de tendencias y sentimientos depresivos.

Lo pasado, pasado está, desde el punto de vista positivo podemos valorar aquellos recuerdos de lo que nos han hecho felices, bien por ser logros adquiridos así como situaciones vividas.

Pero la cuestión es cómo enfrentarse al presente sino somos capaces de perdonar, aceptar, y asimilar aquello que llevamos dentro y no podemos olvidad. Quizás y sólo quizás aquí esté la clave, en centrarnos en éste momento, empezar a meditar de no como hubiese podido ser , sino el cómo puede ser o como podré llegar a ser, estar o vivir.

La verbalización se la lleva el viento, pero  lo que queda por escrito tienen una relación mayor con el alma, en cuanto que nos permite aflorar, un número mayor de campos y conceptos, arrinconados por miedos y angustias.

El plantearnos como nos gustaría vivir en un año, a que nos gustará dedicarnos, cuál sería el prototipo de pareja o en el caso de que la tengamos, como podría cambiar determinados aspectos de nuestra relación personal, creo que es una de las terapias  de antibloqueo más efectiva y productiva.

El problema surge muchas veces, cuando nos preguntamos, preguntas tan básicas y también tan radicales a las que en un momento de contestación rápida no `podemos contestar, como es el caso; de donde nos gustaría vivir, en que nos gustaría trabajar. a que dedicaríamos nuestro tiempo libre o cual sería nuestra manada perfecta y tantos y tantos aspectos, que creo fundamental plantearse en el sentido de que si perder también es vivir ,.., meditar, parar y reflexionar es el secreto para vivir de una forma mucho más satisfactoria y enriquecedora.

                                                         Ferrán Aparicio
                                                   30 de Agosto  de 2020

viernes, 28 de agosto de 2020

idealist@s: RECICLAJE

idealist@s: RECICLAJE: Hablar de reciclaje es hablar de evolución, de reconocer aquello   del pasado que nos gustó o no nos gustó, pero pasó , pero también de la...

RECICLAJE


Hablar de reciclaje es hablar de evolución, de reconocer aquello  del pasado que nos gustó o no nos gustó, pero pasó , pero también de la realidad misma  de empezar a querernos y reconocernos con unos hábitos naturales, que al principio resultan forzados, pero luego se convierten en costumbres como  cualquier rutina adherida a la mente.

Hemos vivido unos años a la carrera del consumismo, pero ha llegado la crisis del corona virus y hemos tenido que parar de repente. Este momento es el momento actual, donde de alguna forma nos negamos a nosotros mismos, por la imposibilidad de dar un beso o un simple abrazo, porque en el fondo no somos capaces de  asumir el nivel emocional que manteníamos y el nivel de vida que nos hemos creado aferrados al consumismo de la sociedad, sin sopesar, cuáles de tantas cosas nos satisfacían  y en el fondo nos hacía crecer como personas en cuanto nos recreaban nuestro ego sin saber si realmente nos llenaban.

No es fácil mirar para atrás , pues el olvido es el mejor recuerdo, pero desde nuestra niñez hay recuerdos  que no deberíamos olvidar, aquel dormitorio compartido con tus hermanos, ese tren que circulaba por unas vías metálicas o aquellas canicas que tantos buenos ratos nos hicieron pasar en los patios de recreo del colegio.

Avanzar en el recuerdo es recordar aquellas cosas que formaron parte de la vida y nos hicieron ciertamente felices, tan simples como construir pegando aquellas casitas de papel que hoy ni se ven ni se entienden, los bolos, la bicicleta BH o simplemente aquellos juguetes que nosotros mismos nos construíamos. También recordar aquellas comidas hechas por nuestras abuelas o madres  tan peculiares y caseras que en ese ejercicio de memoria nos animan a intentar hacerlas, aunque no lleguemos al auténtico sabor del recuerdo.

Respecto a la gente que nos a rodeado, amigos y familiares , compañeros de clase y colegio , de vacaciones , pensar en aquellos que han quedado en el camino , y que aun a través de fotos que ya se han desvanecido su color , nos recuerdan aquellos momentos de convivencia y entrañabilidad.

La abstracción es de tal calibre que la brújula no acierta a marcar el norte, pero sin embargo hay cosas que no llegamos a olvidar, porque quizá y sólo quizá si bien hubo tiempo para todo, muchas veces perdimos trenes por enfocar nuestra mirada en otros objetivos que necesitaban más tiempo o más ilusión.

Si tuviera que volver a empezar, tengo claro con lo que he vivido que ejercería de una forma que me sintiera libre, compartiría mi tiempo con aquellas personas de las que siempre aprehendes algo y te hacen vibrar, divertidas y jocosas y llenas de energía, dedicaría menos tiempo a trabajar y más a recrearme y a disfrutar de aquello que realmente me gusta , y aunque nunca es tarde  cuando la dicha es buena , al final solo se trata de reciclarse , en aquello que no hemos hasta ahora podido recrearnos.

                                                        Ferrán Aparicio
                                                   25 de Agosto de 2020

jueves, 27 de agosto de 2020

idealist@s: ESCEPTICISMO PURO Y DURO

idealist@s: ESCEPTICISMO PURO Y DURO: El mundo está lleno de maravillas y aventuras por descubrir. En los últimos meses hemos tenido que adaptarnos a una nueva situación, origi...

jueves, 20 de agosto de 2020

ESCEPTICISMO PURO Y DURO


El mundo está lleno de maravillas y aventuras por descubrir. En los últimos meses hemos tenido que adaptarnos a una nueva situación, originada por el coronavirus, que ha obligado a posponer muchos planes y viajes que esperábamos con ilusión, como cada año haciendo planes para nuestra etapa vacacional.

La pandemia por coronavirus ha provocado  que los meses de confinamiento, la situación crítica que se ha vivido en los hospitales, los duelos sin despedidas y la crisis económica den paso a otra crisis sanitaria, y en especial a la situación de escepticismo emocional.

Ese escepticismo se ha producido en la medida que el encierro disminuye, la posibilidad de contagios también genera soledad, perdiendo la rutina habitual ,ya sean actividades del hogar, el trabajo y la escuela, así como actividades físicas y de esparcimiento, con esto hay pérdida o reducción de la interacción social con familia y amigos.

Este impacto, además, puede llevar a síntomas más graves como depresión o sentimientos de desesperanza, tristeza, cambios en el apetito, insomnio o dormir demasiado, ansiedad, estrés agudo o incluso síntomas de estrés postraumático, ira, fastidio y agotamiento emocional intenso.

El coronavirus es un estresante psicológico significativo, además, tiene un gran impacto en todas las facetas de la vida y organización de las personas en prácticamente todos los sectores sociales y económicos del mundo. Además a ese escepticismo emocional se suman una sensación de lentitud física y mental, hastío y aburrimiento, desánimo para realizar actividades comunes e irritabilidad y enojo, lo que denota que nos ha cambiado en nuestra forma de ser y de pensar.

Los especialistas determinan que el estrés, el aislamiento social y la violencia familiar probablemente afecten la salud cerebral y el desarrollo de los niños pequeños y los adolescentes, además, la reducción de la actividad física y la disminución de los estímulos intelectuales aumentan el riesgo de reacciones sin patologías claras, por no hablar de la forma de trabajar vía telemática , eso si aquellos que hayan tenido la suerte de mantener su trabajo y no caer en un ERTE sin fecha de caducidad. 

Solo se trata de reconocer las emociones y aceptarlas, y también es importante que se compartan evitando saturarse de información y buscar fuentes confiables, y aceptarlo con naturalidad independientemente que nos sintamos vulnerables y a la par escépticos por un futuro poco fiable.

Esta pandemia también nos ha dado la oportunidad de replantearnos , mucha gente ha considerado la posibilidad de cambiar de casa y vivir en el campo en plena naturaleza donde el contagio puede ser relativo pero también nos ha dado tiempo eso que ahora tenemos  y nos permite ejercer otras actividades como aprender algún idioma, reforzar conocimientos o habilidades del trabajo y realizar alguna manualidad, así como ejercitarse físicamente.

Al final lo aceptamos todo incluso estar escépticos de una forma pura y dura, pues esos nuevos planteamientos nos pueden ayudar a afrontar las consecuencias del aislamiento que, además de prevenir los contagios, también resta posibles consecuencias.

                                                 Ferrán Aparicio
                                          20 de agosto  de 2020
                                  


sábado, 15 de agosto de 2020

ESTRUCTURA DEL TIEMPO

La verdad es que cada día cuando amanece hay que dar gracias a Dios por  vivir un día nuevo. La sucesión de hechos crea rutina y la rutina costumbre. Esto es un proceso humano donde no paramos, hasta que por un suceso fatídico nos damos cuenta del significado de la relatividad y susceptibilidad y del concepto de tiempo y espacio.

Cuantas veces estamos bien y en un segundo empezamos a estar mal , desde un dolor de muelas, a una llamada telefónica, sin habérnoslo planteado de otra forma hoy estamos aquí y tomando un vuelo incluso yendo con el sol, en el mismo día podemos estar al otro lado del atlántico sin que el tiempo hubiera pasado, como si pudiéramos controlar el tiempo marcha atrás, lo cual es irreal y nos lleva a pensar que no podemos controlar nuestro destino y no ser susceptibles de sus consecuencias.

No es que esté pesimista , ni mucho menos, es que cuando a tu alrededor , ves que sin una molestia le declaran un cáncer a una persona, o lo que pensábamos que era un simple dolor puntual de estómago acaba en un cáncer de páncreas , por decir un algo,  es entonces  cuando te das cuenta del concepto de lo relativo que es todo en esta vida. Nos obsesionamos con tener el poder, el control de todo y no nos damos cuenta que no hay nada que podamos controlar que las cosas suceden unas veces por una causa y otras casualmente, pero en cualquiera de los casos , nos marcan la vida.

Está claro que todos hemos oído aquello de que hay que vivir el momento, el presente, pero muchas veces no podemos. No queremos o no somos conscientes de que debemos mantener ese concepto de relatividad ingente como si fuera nuestro reloj , en que cada minuto pasado es un minuto regalado y por ello es nuestro precioso legado el poder acumular esos minutos de felicidad que en definitiva no es más que nuestra experiencia acumulada en el tiempo relativo.

Lo que sucede es que esa experiencia es individual y absolutamente intransferible, por lo que siente uno y por mucho que lo quiera contar y compartir es inexpresable al cien por cien y cuando nos la llevamos, queriendo o sin querer, queda en el olvido.

Después todo y hablando en alto, voy a hacer una prueba,  hoy y sólo hoy voy a intentar ser positivo en todas mis acciones, voy a sentir el tic-tac del tiempo, voy a centrarme en el presente, de cada minuto de cada segundo, como si fuera el último, prestando atención al intelecto de las gentes, a la belleza del paisaje, al crecimiento de cada planta, a la evolución de cada trabajo, al sabor de cada cosa, al color que tiene cada objeto y otras tantas y tantas  percepciones que estoy seguro de que cuando acaba el día , cuando vuelva a pensar en ello y haga un balance, podré darme cuenta de lo positivo que hay en todo lo que me rodea, y valoraré desde la consciencia mis propias circunstancias todo lo vivido, en lugar de vivir amargado en una rutina  que me puede hacer vivir asosegado delante de un árbol que me impide tener la visión del bosque maravilloso que es la vida y está justo detrás de lo que veo.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                    15 de Agosto de 2020

 


miércoles, 12 de agosto de 2020

idealist@s: EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES

idealist@s: EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES: Quizás   ha llegado la hora de aceptar   que nuestra crisis   es más que económica, independientemente de la pandemia que todavía vivimos, s...

lunes, 10 de agosto de 2020

EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES

Quizás  ha llegado la hora de aceptar  que nuestra crisis  es más que económica, independientemente de la pandemia que todavía vivimos, sin menos cabo de un segundo repunte y con la inseguridad de ver la luz al final del túnel,  y va en cualquier caso más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros y de los corruptos , independientemente del color de su mirada o simplemente del PIB o la prima de riesgo nacional o internacional.

Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando  a un partido por otro, o simplemente con otra batería de medidas urgentes o una huelga general, esta es  una realidad como respuesta a la vulnerabilidad que estamos siendo sometidos.

Reconocer que el principal problema de España es la mediocridad de los dirigentes es una realidad contemplada por los grandes periodistas, desde el New York Times a la BBC, y hay que admitirlo al margen que lo que digan los demás, está de más, al menos para tratar de corregirlo, aceptando que nos hemos convertido en un país mediocre.

Es bien cierto  que ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana, sino como en una escena de teatro la trama del guionista nos va llevando hasta el desenlace, sabiendo que es la situación actual es el resultado de una cadena  que comienza en la educación y termina en la clase dirigente que va manipulando a su libre albedrío.

Hemos creado una cultura , donde todo resulta válido , donde nos pasamos los principios y valores por el forro, donde la educación primaria no existe, donde los sentimientos básicos ni se consideran y en la que los mediocres son los protagonistas de nuestras vidas, los que se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los único que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan.

Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas y sus excepciones nos sirven para negar la evidencia.

Mediocre es un país donde sus habitantes se dedican a mirar el móvil y pasan de conversar con la persona que tiene enfrente independientemente del lazo que les una. Mediocre es un país que en toda la democracia no hadado un presidente que hablara un inglés correctamente o simplemente tuviera unos conocimientos mínimos sobre protocolo o política internacional y necesite rodearte de 20 asesores, por decir un número.

Mediocre es un país, que en después de instaurar una democracia y con un rodaje de cuarenta años  instaura y camina hacia un sectarismo rancio, consiguiendo dividir y crispar a su población con aquello del insulto naturalizado.Mediocre es un país que ha reformado el sistema educativo tres veces en tres décadas, dependiendo del color de su mirada y en aras a llevar a la población al huerto de sus votos.

 Lo que si es bien cierto, es que si me pillara con veinte años menos  me exiliaría a otro paraíso con más calidad humana y menos política manipuladora y en definitiva menos mediocre , por aquello de que sólo se vive una vez.

                                                    Ferrán Aparicio

                                               10 de Agosto de 2020

 


miércoles, 5 de agosto de 2020

idealist@s: ANNUS HORRIBILIS

idealist@s: ANNUS HORRIBILIS: Annus horribilis es una expresión latina, traducible como "año terrible". Esta expresión es utilizada cuando al finalizar el año l...

ANNUS HORRIBILIS

Annus horribilis es una expresión latina, traducible como "año terrible". Esta expresión es utilizada cuando al finalizar el año las cosas no han salido como se esperaban. 

Sin embargo, annus mirabilis ; es un término tradicional, mientras annus horribilis;  es de relativamente reciente acuñación. Según la Wikipedia , Annus mirabilis es una locución latina, que significa «año de los milagros» o «de las maravillas». Históricamente se ha aplicado a diferentes años, aunque su uso parece provenir del título de un poema de John Dryden (Annus Mirabilis, 1667, sobre los terribles acontecimientos del año anterior en Londres, especialmente el gran incendio y la gran plaga. 

Quizás y solo quizás, desde la última pandemia denominada como española , si bien han habido crisis económicas y sociales, fenómeno que forma parte del ciclo de la vida misma, no teníamos consciencia de las desoladoras consecuencias de una pandemia , que van desde los 50.000 muertos habidos en este momento en España , como la perdida de tres millones de empleos y una pérdida económica en el PIB , pudiendo calificar  a este año 2020, como annus horribilis.

La pandemia  nos ha cambiado el mundo, si bien no totalmente si parcialmente , desde cómo nos hemos sentido vulnerables, hasta valorar nuestra salud como parte de nuestra tranquilidad y bienestar. En este sentido ha sido un fenómeno plural y particular ha cambiado a las sociedades y nos ha cambiado a nosotros mismos.

El estado de alarma y su consecuente confinamiento, nos ha hecho ser espectadores desde la barrera de cosas cotidianas, desde el  ocio a la actividad física, salir a correr, ir al gimnasio, quedar con los amigos a jugar un partido, tocar un instrumento o incluso la lectura son también conductas habituales que están profundamente incorporadas en nosotros.

En cierta forma nos han modificado los hábitos de conducta, que en cierta forma no valorábamos, porque un hábito es una disposición a actuar de cierta manera, que normalmente adquirimos repitiendo acciones que nos resultan gratificantes. 

Por otro, para que un hábito sea bueno, es decir, flexible y mejore nuestra conducta, tiene que estar dirigido a un fin; más aún, un hábito bueno nos ayudará a alcanzar fines cada vez más complejos, que al principio parecían inalcanzables.

Si bien los científicos y expertos en neurología, afirman que el cerebro cambia con cada una de nuestras acciones; los efectos de la pandemia han podido ir más allá, atravesando nuestra segunda naturaleza que no son ni más ni menos, lo que Ortega y Gasset denominaba como las creencias.

La pandemia nos está cambiando, independientemente de que recordaremos 2020 como un “Annus horribilis”, aceptaremos  el cambio consciente de hábitos que teníamos bien asentados, con el impacto cerebral que eso conlleva y el cambio de nuestras creencias acerca del mundo, alterando nuestra forma de abordar la realidad. 

 Ferrán Aparicio

5 de Agosto de 2020




sábado, 1 de agosto de 2020

LO TUYO ES PURO TEATRO


Han oído ustedes aquella expresión no es oro todo lo que reluce, pues en el procedimiento de comunicación ocurre lo mismo, comunicaciones  las hay como las brujas , pero tenemos que tener en cuenta que existe la comunicación verbal y no verbal.

La palabra comunicación proviene del latín comunis que significa común, de ahí que comunicar, signifique transmitir ideas y pensamientos con el objetivo de ponerlos en común con otro, lo que  supone la utilización de un código de comunicación compartido.

Un código es un conjunto de símbolos y signos los cuales deben ser compartidos por los protagonistas del proceso, pero realmente entendemos lo que nos comunica la gente a través de una mira, un gesto o una postura, este es el lenguaje de la comunicación no verbal en el lenguaje del teatro de la vida.

Los códigos no verbales, al igual que el lenguaje, varían de acuerdo a las diferentes culturas, pero tienen en común que son expresión de mensajes subliminales que ni la mente consciente es capaz de controlar, pues surgen desde nuestro cerebro.

La comunicación o lenguaje no verbal es un tipo de lenguaje corporal que los seres humanos utilizan para transmitir mensajes, en la mayoría de casos de forma inconsciente, y no sólo se transmite con las palabras, sino también a través de los movimientos corporales como las posturas, las miradas, las distancias entre unos y otros, la forma de sentarse o incluso de caminar.

La comunicación no verbal que va más allá de las palabras, y por ese motivo expresa sentimientos o estados interno como el hambre, la tristeza, la alegría, el miedo, la indignación, el enfado, la sorpresa, etc… es igual en todo el mundo, pues los gestos son el “idioma” internacional de la humanidad.

La pregunta del millón es si el lenguaje corporal puede llegar a modificarse con terapias de auto control mental y físico y la respuesta es sí, con un control mental sobre las expresiones de nuestro cuerpo.

Lo que es bien cierto que hay expresiones como la sonrisa que nos delatan puede utilizarse como sonrisa defensiva, como gesto de pacificación o simplemente puede servir para transmitir el hecho de que a una persona le gusta otra; puede suavizar un rechazo, comunicar una actitud amigable, y animar a los demás a que le devuelvan a uno una sonrisa.

Un gesto es cualquier acción que envía un estímulo visual a un observador y en cierta forma nos delata como  las manos y, en menor grado, la cabeza y los pies, pueden producir una amplia variedad de gestos, que se emplean para una serie de propósitos diferentes y  transmiten mensajes inocuos, también la posición del cuerpo y de los miembros, la forma en que se sienta la persona, como está de pie y cómo pasea, reflejan sus actitudes y sentimientos sobre sí misma y su relación con los otros.

Fíjense en ustedes mismos como espectadores de su propio teatro y tengan en cuenta  que la apariencia personal, el volumen de la voz, la entonación, la claridad, la velocidad y el tiempo de habla, son factores que nos delatan en aquello que no queremos decir claramente.
                                                               Ferrán Aparicio
                                                           1 de agosto de 2020