Vistas de página en total

martes, 30 de agosto de 2022

FELON, SIMPLEMENTE FELON

 

Hay palabras que cuando llegan a tus oídos o simplemente las lees en un artículo, libro o revista, o en cualquier medio gráfico, tu cerebro chirria , simplemente te poner en alerta porque temes lo peor en cuanto a su significado dentro de un contexto.

Últimamente se ha puesto muy en boga y de una forma inquieta toca buscar su real significado, independientemente de quien la usado en los medios públicos españoles.

Después de todo, como dice el dicho no hay nada y en este sentido, felón significa falso o traidor. El término dicho por alguien revela su gran formación lingüística y cultural si bien no es una palabra tolerada por todos los públicos, circulo en el que también me encuentro yo.

Entendemos que algo o alguien felón como falso o traidor se entiende como desleal y no son más que todas aquellas prácticas que se encuadran fuera de los parámetros legales establecidos por la Ley de Competencia Desleal o que se escapan de la ética, siempre en términos comerciales.

No es fácil andar por la vida como persona autentica fiel a tuis valores o principios, si bien en el mundo que vivimos la competencia a todos los niveles ha creado un teatro virtual, en el que los actores simulan un papel que no encaja con su verdadera identidad o personalidad, lo que implica tácitamente la perdida de principios y valores y un cuidado especial en el análisis de con quién te relacionas.

En el mundo real y en especial en el político, nada es fiable, y todo es felón, pues hechos son amores y no buenas razones y si tiramos de hemeroteca, nos sorprenderíamos de las contradicciones entre lo dicho y lo hecho como grandes felonadas y personajes felones.

La ética como principio de la lealtad es una parte indispensable en la persona y consecuentemente en la sociedad, pues no sólo se trata de tener unos principios éticos por los cuales la persona puede alcanzar un compromiso social.

Muchas personas carecen de una ética personal, no poseen valores, normas de comportamiento, y eso genera un problema en la sociedad pues hablamos de la moralidad del ser humano, y una sociedad civilizada debe tener esto.

Los personas se vuelven más leales y menos felonas, si se les respeta, y existen valores morales que respeten también su sistema de vida.

El felón como personaje siempre aparece inmerso en los casos de corrupción y serán ajenos a la sociedad, si esta tiene unos principios morales y un valor desde sus inicios.

Somos aquello en lo que creemos y no podemos renunciar a nuestros principios y valores, pues renunciaríamos a nuestras convicciones, con lo que consecuentemente rechazaríamos de pleno el relativismo que conlleva contemporizar con nuestras actitudes y acciones aquello que creemos. Les animo a asumir y proteger sus principios y valores, pues si los pierde se van a perder a ustedes mismos y lo que se va ya no vuelve, por definición, sin menos cabo que siempre exista un felón a nuestro alrededor.

Ferran Aparicio
30 de agosto de 2022







jueves, 25 de agosto de 2022

PASADO, PRESENTE Y FUTURO

 

Hace tiempo me obsesioné con el espacio tiempo, en cuanto que sin anclarme en el pasado, el futuro llegaba demasiado rápido, la transición entre el presente y futuro era inmediata, hasta que una psicóloga me aseveró que debía  anclarme en el presente inmediato, pues era el secreto para disfrutar de la vida.

Y así lo hice intentando eliminar aquello que todo aceleraba esa transformación entre presente futuro y con pocas miradas al pasado, simplemente en ocasiones para recordar éxitos y errores que valían la pena analizar, recordar y repasar como guía para una situación especial vivida en el presente o con proyección en el futuro.

Sin embargo si analizamos el factor tiempo te das cuenta  que por regla general, el tiempo vuela cuando nos lo estamos pasando bien, en bodas, fiestas, viajes …. y acontecimientos que hemos estado esperando y preparando y cuando te quieres dar cuenta pasan fugazmente dejando un rescoldo de satisfacción temporal, pero también es cierto que también pasa rápido cuando nos hacemos mayores, pues tenemos más consciencia de la fugacidad.

En realidad si lo pensamos conscientemente el tiempo es un valor fijo medido, en segundos, minutos y horas, días, semanas y meses, y desde lo general en años, pero esa sensación de que los minutos corren a mayor velocidad según cumplimos años es una sensación generalizada, y su explicación no es el tiempo físico conceptual sino nuestra apreciación consciente respecto a su transcurrir.

El paso cronológico de los minutos, las horas, los días y los años en nuestros relojes y calendarios es un fenómeno constante y que se puede medir. Sin embargo, nuestra percepción del tiempo cambia continuamente, según las actividades que realicemos, nuestra edad e incluso cuánto tiempo dedicamos exclusivamente al descanso.

Se ha analizado este procedimiento por científicos y según se desprenden de estas teorías el concepto del paso del tiempo gira en torno a una idea principal: el tiempo que experimentamos representa los cambios percibidos en los estímulos mentales, lo cual implica que cada uno de nosotros tenemos  muestro propio tiempo mental en relación a los estímulos producidos en nuestro propio cerebro.

Básicamente, lo que viene a decirnos este físico es que el tiempo físico no es tiempo mental. El tiempo que percibe uno mismo no es el mismo que el que percibe el otro.

Cuando envejecemos, la velocidad a la que se perciben los cambios en las imágenes mentales disminuye debido a varias características físicas transformadoras, que incluyen la visión, la complejidad del cerebro y, posteriormente, la degradación de las vías que transmiten información.

 En definitiva los grandes sabios llegan a la conclusión que el tiempo físico no es tiempo mental y por tanto el  tiempo que percibe uno mismo no es el mismo que el que percibe el otro, por lo que finalmente desde la ignorancia científica que padece el que escribe inocentemente, se llega a la conclusión que la causa fundamental se centra en que somos nosotros o nuestro cerebro los que producimos la aceleración del tiempo, por lo que les recomiendo que no paren el tiempo , y les animo a que simplemente traten de aquietar el procedimiento disfrutando del segundo del momento.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                     25 de  Agosto de 2022

 

sábado, 20 de agosto de 2022

A FECHA DE HOY

 

La verdad es que cada día cuando amanece hay que dar gracias a Dios por  vivir un día nuevo. La sucesión de hechos crea rutina y la rutina costumbre. Esto es un proceso humano donde no paramos, hasta que por un suceso fatídico nos damos cuenta del significado de la relatividad y susceptibilidad y del concepto de tiempo y espacio, especialmente hoy que cumplo años.

Cuantas veces estamos bien y en un segundo empezamos a estar mal , desde un dolor de muelas, a una llamada telefónica, sin habérnoslo planteado de otra forma hoy estamos aquí y tomando un vuelo incluso yendo con el sol, en el mismo día podemos estar al otro lado del atlántico sin que el tiempo hubiera pasado, como si pudiéramos controlar el tiempo marcha atrás, lo cual es irreal y nos lleva a pensar que no podemos controlar nuestro destino y no ser susceptibles de sus consecuencias.

No es que esté pesimista , ni mucho menos, es que cuando a tu alrededor , ves que sin una molestia le declaran un cáncer a una persona, o lo que pensábamos que era un simple dolor puntual de estómago acaba en un cáncer de páncreas , por decir un algo,  es entonces  cuando te das cuenta del concepto de lo relativo que es todo en esta vida. Nos obsesionamos con tener el poder, el control de todo y no nos damos cuenta que no hay nada que podamos controlar que las cosas suceden unas veces por una causa y otras casualmente, pero en cualquiera de los casos , nos marcan la vida.

Está claro que todos hemos oído aquello de que hay que vivir el momento, el presente, pero muchas veces no podemos. No queremos o no somos conscientes de que debemos mantener ese concepto de relatividad ingente como si fuera nuestro reloj , en que cada minuto pasado es un minuto regalado y por ello es nuestro precioso legado el poder acumular esos minutos de felicidad que en definitiva no es más que nuestra experiencia acumulada en el tiempo relativo.

Lo que sucede es que esa experiencia es individual y absolutamente intransferible, por lo que siente uno y por mucho que lo quiera contar y compartir es inexpresable al cien por cien y cuando nos la llevamos, queriendo o sin querer, queda en el olvido.

Después todo y hablando en alto, voy a hacer una prueba,  hoy y sólo hoy voy a intentar ser positivo en todas mis acciones, voy a sentir el tic-tac del tiempo, voy a centrarme en el presente, de cada minuto de cada segundo, como si fuera el último, prestando atención al intelecto de las gentes, a la belleza del paisaje, al crecimiento de cada planta, a la evolución de cada trabajo, al sabor de cada cosa, al color que tiene cada objeto y otras tantas y tantas  percepciones que estoy seguro de que cuando acaba el día , cuando vuelva a pensar en ello y haga un balance, podré darme cuenta de lo positivo que hay en todo lo que me rodea, y valoraré desde la consciencia mis propias circunstancias todo lo vivido, en lugar de vivir amargado en una rutina  que me puede hacer vivir asosegado delante de un árbol que me impide tener la visión del bosque maravilloso que es la vida y está justo detrás de lo que veo.

                                                           Ferrán Aparicio

                                                    20 de Agosto de 2022

 

lunes, 15 de agosto de 2022

CUMPLIENDO AÑOS

 

Entre las múltiples reflexiones que hemos hecho en estos últimos meses que hemos pasado encerrados, muchos solos como yo, o en compañía, nos hemos dado cuenta sin exteriorizarlo demasiado que la vida es corta y que cuando menos lo esperes los años habrán pasado y solo te quedará la satisfacción o el remordimiento de no haber vivido según tus propias condiciones, eso si cumpliendo años

De entrada este año nos espera un futuro insostenible con la recesión que se acerca, que recordaremos mientras vivamos, pues hemos vivido muy bien y entre unas cosas y otras nos han hecho pobres y conformistas. Para los que ya peinamos canas, esto esta siendo un sufrimiento y una terapia, pues tenemos más recuerdos y vivencias que procesar. Para los que ya están en la tercera edad un cierto pánico  se aloja en sus venas, pues sienten que la amenaza tiene nombres y apellidos y que son candidatos a ser nominados, si bien en el caso de las pandemias, no hay edad para contraer el dichoso virus.

En esta etapa nos ha dado tiempo a recordad nuestra niñez, nuestra pubertad, nuestra adolescencia, nuestra madurez y hacer una balance de nuestro estado actual. A los que nos hemos dedicado a ordenar y ver álbumes de fotos, ya ni os digo la cantidad de grandes recuerdos, de fiestas , celebraciones y paisajes que ya ni recordamos , pues nuestra memoria se centra en el recuerdo visual de los vemos y sentimos acorto plazo.

Bien es cierto que realmente, aunque en ocasiones pueda parecernos lo contrario, la vida es corta, pues cuanto más sabes, cuanto más experiencias y vivencias tienes , es cuando se acerca el momento natural de despedirte .En un abrir y cerrar de ojos los años pasaron, y solo te queda la satisfacción o la frustración de haber no haber aprovechado al máximo cada uno de esos instantes.

Mientras permanecemos inmersos en la carrera de la rata es sencillo perder de vista lo realmente importante. Vivimos en un mundo apresurado, competitivo y exigente. Uno en el que siempre nos sentimos insuficientes, poco preparados y escasamente experimentados.

Al final llegas a la conclusión, con cierta ironía pero con gran convencimiento  que tenemos que aprender más, saber más, conocer más, que tenemos que disfrutar de la literatura, cine y ciencia, y que nuestra única obligación es ser felices. La otra cara de la luna que también reluce es el hacer balance  de si todos nuestros esfuerzos han valido la pena , cuando de repente el barco de la vida  puede hundirse de repente y te das cuenta  que nuestras vidas están llenas de situaciones en las que no deberíamos emplear ni un segundo.

Lo que es bien cierto es que la vida es eso que pasa mientras nos preparamos para vivir, sin ser conscientes de que estamos malgastando lo más valioso que tenemos y eso es  nuestro tiempo.

Les animo a tomar conciencia antes de que sea tarde y elijas en cada momento aquello que te hace feliz , pues la vida es demasiado corta para ser el equipaje de nadie, para transitar por senderos egoístas o para ser el personaje secundario en esa historia de otros, de situaciones  que no quieres verte envuelto, de lo que piensen de ti, de lo que no disfrutas  , pues el tiempo, tu  tiempo es limitado y no puedes desperdiciarlo.

                                                             Ferrán Aparicio

                                                         15 de Agosto de 2022

miércoles, 10 de agosto de 2022

ETAPAS , SIMPLEMENTE ETAPAS

 

La pura verdad es que reflexionando sobre cómo había sido mi vida me di cuenta que tan solo la vida se resume en un conjunto de etapas , simplemente  etapas. Y es que si hubiéramos escrito nuestro cuaderno de Bitácoras, vería como ha ido cambiando el rumbo de nuestra vida en cuanto a etapas cíclicas.

Todos sabemos que los ciclos vitales son la infancia , la pubertad ,la adolescencia, y la tercera edad , aun así si lo pensamos fríamente es como una carrera que la que  como niños ansiosos queremos que todo llegue lo antes posible soñando que llegue a aquello que anhelamos , pero cuando llega  vemos que pasa fugazmente y más tarde cuando llegas a la madurez empiezas a valorar los triunfos y las desilusiones, pero avanzando asumiendo cambios dentro de nuestra humildad esencial en todo ese maravilloso trayecto vital que hemos tenido.

Todos hemos  querido alguna vez que algo llegue lo más pronto posible y al mismo  tiempo  deseado en alguna ocasión que un momento fuera eterno, que el tiempo se detuviera ahí mismo , sin avanzar  sintiendo el éxtasis de aquello por lo que habíamos perseverado, sin embargo es imposible y lo importante dentro de cada etapa es que está  hecha de recuerdos  y de esos buenos momentos que siempre quedaran impresos en

Admitir que nuestra vida discurre un poco más cada día y que avanza con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y que nos obliga a reflexionar, sin tener miedo a ese camino , a esa etapa  a ese constante avanzar.

Somos efímeros en este mundo imperfecto lleno de cosas, y gente maravillosa, pero no hay que tenerle miedo a los años al cambio de etapa sino a la vida no vivida alos años vacíos y huecos de emociones, de triunfos y fracasos nunca experimentados,

En efecto, podríamos decir que en esta vida todo llega, todo pasa y todo cambia, no obstante, hay algunos elementos que deben ser fijos en el camino como son : el amor, el respeto, la dignidad y nuestra necesidad por cultivar el crecimiento personal, deben ser pilares esenciales en tu día a día, sin embargo declinamos muchos de estos aspectos en favor de otras personas y también hay  quien prioriza en algún momento de su vida a sus parejas hasta tal punto, que se olvida de uno mismo.

Y si bien todo es justificable si los sentimientos son intensos, hay que saber mantener el equilibrio, pues cuando pierdes tu capacidad por ilusionarte, cuando tus días están aferrados a la preocupación o la insatisfacción, tu vida ha dejado de avanzar. 

Ahora bien, dentro de este avanzar vital, todos podemos llegar a hacer pequeños cambios en nuestra personalidad e incluso en nuestra escala de valores de acuerdo a las experiencias vividas y todo será sin duda para bien porque forma parte del proceso de aprendizaje y de crecimiento, en esa etapa en la que te encuentras.

No te ancles a los errores del pasado ni te alimentes de nostalgias, la vida no espera a quien se detiene en sus propias oscuridades pues la vida busca luz y su propia libertad, permítete crecer con ella, con optimismo, con ilusión y sencillez.

                                                                Ferrán Aparicio

                                                           10 de  Agosto de 2022

viernes, 5 de agosto de 2022

AQUIETANDO LA VIDA SE RECUPERA EL TIEMPO

Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno de ellos, fruto de un fantástico regalo de navidad. El libro que para mi gusto es muy recomendable es El aroma del tiempo” de Byungchul Han, publicado por Herder en 2015.


Quizás lo más interesante es  la empatía que el texto establece con el lector, en cuanto identificas el diagnóstico del mundo actual en que vivimos, en cuanto a la percepción del tiempo y la aceleración perceptiva que de este tenemos.

Todos y cada vez más personas vemos como las semanas pasan de lunes a domingo, pasamos del invierno al verano y cuando nos queremos dar cuenta ya estamos celebrando el final del año, y  sentimos que la velocidad con que se mueve el tiempo en la vida diaria, nos hace sentir como una pieza del mecanismo que no para nunca, si bien esta aceleración no es lo que nos molesta, sino más bien el perder el sentido y el control del tiempo, animados por las rutinas y costumbres, que transforman el factor tiempo en un valor fragmentado.

En realidad esta aceleración vital de alguna manera nos agota pues todo parece efímero y fugaz, estamos esperando, programando, organizando unas felices vacaciones y cuando nos damos cuenta ya las hemos vivido, sin más. Es como si todo lo que vivimos se terminara antes de lo que debería, sin llegar a saborear el aroma del tiempo.

Como siempre la solución sería parar el tiempo, lo cual como todos sabemos resulta imposible,  sin embargo no estaría demás el tomar conciencia de que si bien no podemos parar la máquina del tiempo, podemos aquietar nuestra vida disfrutando de algo tan valioso como es el concepto de tiempo.

Analizado este mecanismo, Han  determina  que al hacer del trabajo, el todo se anula cualquier otra forma de vida y afirma  que el hilo de la vida, de la trayectoria de la vida se recupera, con la vida contemplativa, con el aquietamiento circunstancial, con el concepto del no-hacer, revelando consecuentemente el aroma del tiempo, ganando consecuentemente  tiempo y espacio, duración y amplitud

Han y su libro, no trata de resolver el problema de la velocidad sino el del sostén del tiempo, el sentido, la trayectoria, el hilo narrativo que engarce los fragmentos y le devuelva la tensión.

No puedo finalmente dejar de transcribir un par de párrafos de su libro que seguramente les harán pensar sobre la necesidad de parar a pensar sobre el  conflicto de la percepción del aroma del tiempo, como siempre,.., sin más.

“El tiempo comienza a tener aroma cuando adquiere una duración, cuando cobra una tensión narrativa o una tensión profunda, cuando gana en profundidad y amplitud, en espacio. El tiempo pierde el aroma cuando se despoja de cualquier estructura de sentido, de profundidad, cuando se atomiza o se aplana, se enflaquece o se acorta. Si se desprende totalmente del anclaje que le hace de sostén y de guía, queda abandonado. En cuanto pierde su soporte, se  precipita.

                                                               Ferrán Aparicio
                                                           5 de Agosto  de 2020


lunes, 1 de agosto de 2022

INDEFENSION COLECTIVA

 

Al hilo de los últimos acontecimientos que han sucedido tanto en  España como en el Mundo y sin tener que nombrar la palabra mágica de la cual todos somos conocedores, me he planteado como lo rápido que una situación puede a acabar con parte de la humanidad como cuando leemos en las novelas épicas que la peste lo hacía y todo había que quemarlo por si algún caso.

Es cierto que más vale prevenir que curar, el problema surge cuando no tenemos la fórmula mágica para solucionar la epidemia que se nos avecina y ahí es donde surge el cuestionamiento del concepto de poder preventivo de la persona y en especial de los especialistas en materia pública.

 El poder preventivo personal no difiere mucho respecto al poder preventivo social, y sólo se trata de analizar el problema y buscar rápidamente una solución, la diferencia fundamental es que el personal puede subsistir cuando sobreviene la incapacidad de hecho de actuación del poder preventivo social o colectivo.

De alguna forma cuando surgen estos problemas es cuando la persona adquiere conciencia de la pérdida de facultades de actuación del sistema público frente a la protección personal indefensa.

En este sentido la mentalidad colectiva tiene que estar abierta a que la protección comienza por uno mismo y la previsión de una circunstancia puede estructurar un sistema de autoprotección, así como evitar perjuicios contra otras personas aún cuando se comparten intereses comunes con estas y que se traducen en una supervivencia y en definitiva una calidad de vida.

Cada persona podrá reaccionar con una enfermedad personal como más le interese, pues el respeto debe existir en cuanto al concepto de su desarrollo. El problema surge cuando hablamos de palabras mayores como lo es de una epidemia.

Es también inminentemente cierto que un uso indebido del poder por parte del apoderado puede causar grandes perjuicios al resto de las personas, lo cual resulta como mínimo ciertamente inmoral, sin embargo y en cualquier caso puede suceder que con la medicina y el sistema medico y clínico general que usado indebidamente, puede convertirse en un veneno mortal, para la sociedad, lo cual no es cuestión baladí.

En cualquier caso cuando surgen problemas como la infección del COVID y todas sus variantes, nos damos cuenta que somos y estamos indefensos por una falta de conciencia del otorgamiento de un poder preventivo a alguien que no es consciente de la trascendencia del tema, pues evitar las necesidades inminentes es cuestión primaria antes de sobrevenir ante una capacidad de hecho repentina como de dotarse de estabilidad de cara a una situación posiblemente permanente, aunque sea solo por unos años.

Ferran Aparicio
1 de Agosto de 2022