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viernes, 28 de septiembre de 2018

idealist@s: MODA Y MODISMO

idealist@s: MODA Y MODISMO: Mucho se ha hablado y se sigue hablando en especial en los medios de comunicación, sus videos típicos y mensajes tipo, sobre la zona de con...

MODA Y MODISMO

Mucho se ha hablado y se sigue hablando en especial en los medios de comunicación, sus videos típicos y mensajes tipo, sobre la zona de confort y es que las modas y modismos existen y existirán siempre. El problema surge cuando una vez saturado sobre la expresión empiezas a psico analizarla y llegas a tus propias conclusiones, como es mi caso.

La Wikipedia,  que hoy en día resulta como un diccionario virtual abierto a dar mucha y variada  información, la cual hay que en cierta forma filtrar, pues el problema de la información que obtienes no implica su absoluta veracidad, define la zona de confort a cada uno de los lugares y situaciones donde nos sentimos seguros, y donde no existe riesgo alguno, y nuestra mente los interpreta como potencialmente de bajo riesgo, lo cual causa una dependencia a ciertos lugares y no nos permite conocer otros escenarios productivos para la vida.

Como definición parece acertada, el problema es la interpretación individual que cada uno hace de esta definición por que como moda o modismo, cada uno, lo hace propia en su propio ámbito y con su propio estilo, pues todos ya hemos oído alguna vez que estilo es esa forma lógica y personal de hacer las cosas.

De forma contraria, hay autores que definen la zona de confort como un estado mental que no permite el crecimiento personal y que aun estando bien posicionado en esa zona no puedes seguir creciendo, pues no necesitas esforzarte, motivarte o aprender o simplemente arriesgarte para seguir viviendo cómodamente.

Como casi siempre, yo creo que en el medio está la virtud, porque a nadie le amarga un dulce y no es necesario sufrir por necesidad de un liderazgo innecesario, cuando uno está a gusto en la zona que se ha creado el mismo, a efectos de dotar de cierta comodidad circunstancial a su vida. 

Así mismo me pregunto si resulta conveniente y necesario el vivir con una ansiedad vital de tener presuntamente para crecer como persona el obligarnos a mal vivir de una forma innecesaria.

Las modas y modismo son útiles en cuanto nos abren un abanico de posibilidades, pero somos nosotros los que tenemos que elegir que palo nos apetece utilizar pues al fin y al cabo somos  víctimas de nuestras propias decisiones, para bien y para mal.

De una manera o de otra todos vamos buscando el mejorar nuestra zona sea de confort o de desconfort y evitar por pereza, conformismo; el miedo y la inseguridad que puede llegar a ser nuestra zona de  convivencia  en una vida centrada en el Kaos.

Si analizas tu vida y tu zona de confort, eres capaz de ver que muchos de los elementos que la componen los has elegido tú mismo, circunstancia que lleva a pensar que son errores de elección o bien a temas de contexto. 

Al final llegas a la conclusión de que la zona de confort es un estado de las personas, puesto que somos las personas las que vivimos en un sistema y una coyuntura, cada una la suya y que el problema se genera cuando la zona de confort no se adapta al contexto.

Te digan lo que te digan, lo mejor es hacer aquello que te gusta, que te haga sentirte cómodo y que,... además, suceda en el contexto adecuado, lo demás,.. modas y modismos.

                                              Ferrán Aparicio
                                      30 de septiembre de 2018

martes, 25 de septiembre de 2018

idealist@s: MIS ERRORES FAVORITOS

idealist@s: MIS ERRORES FAVORITOS: Hace muchos años  que decidí abandonar la adicción a la televisión cuando empecé a estudiar, bien porque en aquella época, el poco tiempo q...

MIS ERRORES FAVORITOS

Hace muchos años  que decidí abandonar la adicción a la televisión cuando empecé a estudiar, bien porque en aquella época, el poco tiempo que me quedaba después de unas densas clases, lo invertía en organizar el tiempo de estudio o diversión, bien porque necesitaba moverme en un espacio fuera de la escuela universitaria o  bien por simplemente organizar mi propia casa.

Con el tiempo y una vez obtenida la correspondiente licenciatura, empecé a hacer a aquello que me apetecía y realmente me gustaba, un poco como rebelión al tiempo que había invertido de una forma obsesiva a mi formación y con ganas de liberar mi mente, ante un espacio en blanco a través de la pintura, la fotografía y la escultura.

Lo  más chocante de este espacio de relajación es que como siempre la mente, va simultaneando la expresión y la meditación y en especial  se deriva a un análisis de mis errores favoritos así como las consecuentes lecciones que cada día presuntamente vas aprehendiendo, auto convencido, que muchas veces  todo lo que has descubierto, es  a base de golpes y esfuerzos tontos.

En general al hablar de errores, hablamos de una forma peyorativa de equivocaciones, admitiendo que es propio de seres humano el equivocarse, pero aprehendiendo con el tiempo  que los errores suelen ser irreversibles, porque por lo general uno no tropieza  dos veces en la misma piedra, salvo error, despiste o excepción.

También es cierto como dice el dicho que lo que no mata,…, engorda y a colación también podemos afirmar que lo que no te mata, te hace más fuerte y cada día que pasa eres más sabio o acumulas mayor experiencia. Sin embargo ese aspecto negativo del error como concepto es un error en sí mismo, y valga la redundancia semántica,  en el sentido de cada error te facilita seguir avanzando más rápido en la siguiente ocasión.

Al mismo tiempo la presunción de hecho o las pre-suposiciones de derecho son las circunstancias que más errores me han hecho cometer y consecuentemente aceptar. 

Cuando te sientas a dibujar, pintar o modelar, o retocar una fotografía, es muy fácil olvidarse del mundo real y dejarse llevar por la filosofía o los pájaros y flores, pero también es muy fácil que tu propio subconsciente aproveche para manifestarse con pequeños detalles que manifiestan los errores que has podido cometer.

Hay y habrá excelentes momentos  y circunstancias propias y ajenas a lo largo de tu vida, que generaran  muchas experiencias y situaciones y por supuesto tropiezos con  personas que encontrarás en el camino, incluso enmarcadas en distintas etapas,  pero otro de los errores que no tenemos asumidos es que los nombres, términos y denominaciones, tienen fecha de caducidad. 

Precisamente por eso es mejor asociar tu pensamiento a un valor que a un término más o menos de moda o a una persona que cambiado de situación, cambie directamente con tu relación.

Al final sólo se trata de ser capaz de tener una serie de ideas claras y sencillas  y sobre todo aprehender conscientemente de los errores como medio de ir cerrando círculos o ciclos.
                                                                  
                                                                   Ferrán Aparicio
                                                             25 de Septiembre de 2018

viernes, 21 de septiembre de 2018

idealist@s: ALEGRIA VITAL

idealist@s: ALEGRIA VITAL: Ya llega el Otoño de nuevo , los ciclos son siempre como círculos en los que de una forma  dinámica nos lleva al mismo punto pero el tie...

ALEGRIA VITAL


Ya llega el Otoño de nuevo , los ciclos son siempre como círculos en los que de una forma  dinámica nos lleva al mismo punto pero el tiempo como elemento arrollador lo va  sobrepasando todo y lo único que queda son las experiencias y en cualquier caso la expectativa de la alegría del vivir, sin más.

Todos en general reconocemos que el destino del hombre es la felicidad y que la pócima mágica de la salud, dinero y amor; es  a veces  insuficiente, pues erramos en no reconocer que el verdadero goce de vivir es para quienes saben ver y apreciar las cosas desinteresadamente, llegando finalmente al sentir como virtud más adecuada para realmente vivir.

Pero como todo en la vida, el calidoscopio de cada uno le hace sentir la felicidad de una forma y es claro que depende del funcionamiento de su celebro y de las causas que están detrás del sentimiento de plenitud y felicidad.

La capacidad humana en todas sus facetas, le permite a acceder a miles de posibilidades desde una introspección personal que fomente la felicidad y sobre todo la serenidad, evitando todo aquello que nos provoca ansiedad, miedos y en cualquier caso desesperanza.

Esta claro que todos conocemos gente que arrolla alegría, valora su tiempo y aman aquello de lo bello que es vivir, porque  aunque hay muchas formas de vivir la vida, también está aquella que  sea cual sea busque disfrutar de cada momento, nuestro momento, incluso los penosos como contradictorios a los alegres, a efectos de valorar lo que teníamos y ya no tenemos, sea lo que fuere.

En cualquier caso, la vida es muy breve y pasa muy rápido, eso lo sabemos todos; pero a grandes problemas grandes soluciones, la actitud positiva prima pues hay demasiadas razones para ser feliz.

Entre los decálogos de libros de cómo alcanzar la felicidad, es cierto que no existe una fórmula única, pues al fin y al cabo es algo personal incluso a veces terapéutico, pero me llama la atención de parámetros que se reiteran en cuanto a posicionamiento y contenido que generan la infelicidad como son: no vivir el momento, vivir en una rutina constante personal y circunstancial, la actitud irónica ante la vida y lo que nos rodea y la falta de perdón  tanto personal como hacia los demás.

En general y sin ponernos trágicos, no se trata de analizar nuestro pasado, sino esporádicamente no darle tanta importancia a cada etapa vivida, pues al final han sido etapas  y ahora estamos aquí y ahora.

Sólo llegaremos a buen puerto si somos capaces de comprender que la felicidad es un trayecto  y la experiencia un grado y sólo nos queda la alegría de vivir como modo de aceptar y ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones tal y como ocurren como muestra que delata nuestro estado vital.

                                                                 Ferran Aparicio
                                                           20 de Septiembre de 2018


lunes, 17 de septiembre de 2018

idealist@s: MAS ES MENOS

idealist@s: MAS ES MENOS: Mucho me esta resonando últimamente esta expresión, más es menos, y después de analizarlo un poco más detenidamente es por la resonanci...

domingo, 16 de septiembre de 2018

MAS ES MENOS



Mucho me esta resonando últimamente esta expresión, más es menos, y después de analizarlo un poco más detenidamente es por la resonancia que está teniendo el libro de Barry Schwartz, como título de su teoría.


Es cierto que intuitivamente y por nuestra contemporaneidad hemos crecido en el espíritu de que más es más  y mucho más, es decir siempre queremos más de todo, sin embargo llega un momento en la vida de todas las personas, que bien por acción bien por omisión, hay que seleccionar y delimitar cada uno de los aspectos que componen nuestra vida.


Es cierto que depende de lo que estemos hablando; un mayor número de opciones nos dan una mayor posibilidad de elección, sin embargo hay decisiones cotidianas que nos abruman por su complejidad y ante el desconocimiento de sus consecuencias, vamos 

Todo en la vida en su justa medida resulta  la respuesta al equilibrio y en este sentido el exceso de oferta puede hacer plantearnos decisiones  antes de tomarlas y en caso contrario, todo lo contrario, es decir sin opciones no hay resolución, lo que a corto plazo nos puede resultar frustrante en cuanto a no poder ver con clarividencia y seguridad que es por lo que estamos apostando o en su caso decidiendo.


En general la toma de consciencia de cuáles son las herramientas tanto materiales, como intelectuales, incluso espirituales, quizás sea la respuesta, a no considerar la cantidad de material, sino a la escala de valor que tiene cada uno de los elementos en nuestra vida, cuál es su vida útil y cuál es el fin a que se le destina, por decir un algo.


Hoy en día no hay excusa para bloquearnos en una toma de decisiones, pues disponemos de muchas más herramientas para poder afrontar las respuestas, sin embargo la envolvente de una cultura tan amplia, donde las posibilidades de elegir son tan ilimitadas, resulta un exceso de opciones que nos puede abrumar a la hora de tomar una decisión.


En definitiva y como contenido básico de este escrito, simplemente una reflexión que como decía Schwartz, nuestra elección general y puntual para cada problema marca el sello distintivo de la libertad individual y la autodeterminación que  tanto celebramos, sin menos cabo que muchas veces se vuelva en contra por no asimilar que hemos errado en nuestra elección.


Les animo a replantearse, si  más es menos o si realmente menos es más, todo depende de la escaleta que ustedes hayan previsualizado para su vida, pero lo que tengo mucho más claro es que no vale la pena tener más para ser menos, ni vivir obsesionado con tener más y más, pues al final de todo  lo único que vale es de haber disfrutado de esas pequeñas cosas de cada día, que no son ni más ni menos , sino del sabor con que vivimos nuestro presente, nuestro  presente sin más.


                                                           Ferrán Aparicio

                                                    15 de Septiembre de 2018





lunes, 10 de septiembre de 2018

idealist@s: LOS BOTONES DE MI MADRE

idealist@s: LOS BOTONES DE MI MADRE: Hace tiempo leí un artículo firmado por Mónica Lalanda, médico de urgencias en algún l...

LOS BOTONES DE MI MADRE


Hace tiempo leí un artículo firmado por Mónica Lalanda, médico de urgencias en algún lugar de España, cuyo titulo era los botones de mi madre, que me llamó francamente la atención.

Hoy estoy de guardia con mi madre, que con ochenta y un años, tiene una movilidad reducida y se lo dedico con gran cariño, pues me identifico esencialmente con la idea fundamental que transmitía.

Mónica Lalanda se define en su biografía  como idealista y sobre todo inconformista y transmite que casi todo se puede hacer mejor y para eso hay que echarle arrojo, valentía, fuerza, ilusión, imaginación y esfuerzo , principios y valores, con los que me he convivido todos los años de mi vida y que de momento no pienso abandonar per sé.

Reflexionaba en su artículo, por la vivencia que había tenido y que todos hemos vivido en mayor o menor  implicación que deshacer la casa de tus padres, tus abuelos, o cualquier familiar cercano en la escala de proximidad sanguinea,  es el siguiente escalón a enterrarlos, un duro trago que se hace con una mezcla de ternura, emoción y tristeza infinita.

Supone de alguna manera y ante la ausencia de esa persona querida,  rescatar recuerdos, encontrar pequeños tesoros que no recordabas o que ni siquiera sabías que existían, lo mismo que nos pasa en nuestra casa cuando sacamos un armario o abrimos una cómoda, sin hacer mención a ese trastero en el que olvidamos aquello que no utilizamos pero ha sido parte de nuestra vida y por ello lo guardamos.

Cuando hablamos de los nuestro, hablamos de recuerdos, situaciones y etapas pasadas que nos vuelven a la memoria y recordamos fielmente como si hubieran acontecido ayer mismo, pero cuando hablamos de los demás nos acordamos de las virtudes, trabajos y esfuerzos que dejaron en una caja, una colección de botones que  en antaño se reciclaban para nuevos modelos o simplemente para reponer alguno que con el cambio de botones parecía una nueva creación.

En todo este proceso de recordar la caja de botones de nuestras abuelas o de nuestra propia madre reconoces, personas excepcionales que victimas de una posguerra , de una situación económica mejor o peor , pero en cualquier  caso dificultosa, fueron capaces de desarrollarse sabiendo o sin saber , pero con un gran sentido común a la vez que práctico y pragmático,  como excelentes economistas que eran capaces de ahorrar, de dirigir familias numerosas, fantásticas cocineras, cuidadoras dedicadas, maestras de vida,..,madres, esposas, hijas y mujeres de gran envergadura.

Vivimos en una sociedad siempre con prisas, descentrada, incapaz de parar a realizar tareas sencillas o poco llamativas, hemos dejado de encontrar placer en la simplicidad de las cosas, vivimos con un pie en la virtualidad de las redes sociales, pero lo que nadie nos podrá quitar son los recuerdos y la admiración y  agradecimiento a esas personas que nos labraron como personas y personajes que somos, como siempre, sin más, pero con gran recuerdo y emoción  añadida.

                                                           Ferrán Aparicio
                                                 10 de Septiembre de 2018


jueves, 6 de septiembre de 2018

idealist@s: VERSUS

idealist@s: VERSUS: Me viene a la cabeza   la palabra   “versus” como   cualquier idea espontánea o soniquete, que de una manera inconsciente aparece de for...

miércoles, 5 de septiembre de 2018

VERSUS


Me viene a la cabeza  la palabra  “versus” como  cualquier idea espontánea o soniquete, que de una manera inconsciente aparece de forma aislada y no me la puedo llevar durante una largo tiempo, el caso es que ni la he oído últimamente, ni he leído nada acerca de ella.

Por aquello de que todo llega en su justo momento, empiezo la investigación, aunque intuitivamente ya sabía lo que ratifique buscando en el diccionario de la RAE.

La palabra “versus” es un participio latino que significa “orientado hacia”, “frente a” o “en “dirección a” y que ha entrado en el español a través del inglés con el uso que se le da en ese idioma desde el siglo XV: mostrar contraste o enfrentamiento entre dos personas, entidades, conceptos o cosas.

Sin embargo y dentro de lo escueto que caracteriza  a las definiciones del diccionario de la Real Academia Española, simplemente lo reduce a: “frente a” o “contra”.

La palabra versus al ser pronunciada adquiere como toda palabra sonora una innegable existencia, lo cual no implica la coexistencia física o etérea de su significado.

Las circunstancias que acompañan también acaban dotando de un significado más amplio a este tipo de palabras, incluso en algunos casos con  mayor o menor fuerza, pues no siendo  una palabra muy usada  en el lenguaje coloquial, inspira algo de desconfianza, tanto al leerla como al oírla.

Pero yendo un poco mas allá, cuando aparece en forma abreviada como “vs”, especialmente en el lenguaje jurídico donde se acostumbra a traducir versus por el contrario, es realmente reconocible por todo el mundo que tienen contacto con este mundo académico, pero me planteo, por que fuera de este contexto es preferible recurrir a los otros giros, ya que "contra" o “frente a” no  siempre refleja con exactitud el significado de "versus".

Palabras como “versus”, nos evidencian  que siendo personas  racionales estamos llenos de errores de percepción, de interpretación, incluso de análisis. Me encantan las palabras donde se señalan las limitaciones de nuestro cerebro y los múltiples sesgos que tenemos a la hora de interpretar la realidad. Casi todos comparten la idea de que la consciencia de nuestras limitaciones nos permitirá reducirlas. Pero en ese punto los autores se diversifican en dos grandes grupos; unos piensan que la reducción de los sesgos nos llevará a un mayor bienestar porque la racionalidad es un valor en si mismo y otros sin embargo, consideran que la consciencia de los sesgos es muy útil pero no llegan a propugnar su eliminación total como camino hacia la felicidad, la plenitud o el bienestar.

Lo que esta claro es que el bienestar puede pasar en ocasiones por el autoengaño y el sentido común es siempre la mejor brújula para el bienestar y por tanto nuestra libertad de decisión estará condicionada, en expresarnos de la forma  que consideremos más cómoda.

                                                          Ferran Aparicio
                                                      5 de Septiembre de 2018


lunes, 3 de septiembre de 2018

idealist@s: SUDOKU

idealist@s: SUDOKU: EL SUDOKU DE LA VIDA Recuerdo con gran nostalgia un artículo que leí, escrito por Fernando Pascual en el que se decía que la vida se p...

SUDOKU


EL SUDOKU DE LA VIDA

Recuerdo con gran nostalgia un artículo que leí, escrito por Fernando Pascual en el que se decía que la vida se parece en gran parte al juego de pasatiempos llamado “Sudoku”.

La comparación me hizo pensar como parece fácil tener que rellenar 9 grupos de 9 casillas, que en vertical y en horizontal se van desarrollando sin que se repita ningún número ni en filas ni en columnas. Sin embargo si pensamos hacia atrás nos damos cuenta como en la vida repetimos números erróneos continuamente ya que  nuestro estímulo pregunta-respuesta, acción-reacción, y tantos otros antónimos nos hacen redireccionar a la hora de solucionar los distintos problemas y se descubren  dificultades no contempladas y sin querer repetimos el mismo numero en la misma fila y más de una vez hay que tachar casillas para encontrar la solución de poder encuadrar un número perfecto, lo que nos hace en cualquier caso volver a empezar casi de cero sin más solución.

El artículo resaltaba la trascendencia del nacimiento en un ámbito cultural, que determinaba de alguna manera la paradoja de tener algunas casilla rellenas, impuestas e incluso desde teorías más avanzadas, la determinación de una tipología  de padres, hermanos, una villa, una ciudad, un año , una década, un idioma,.., en definitiva una cultura y educación propia, determinaban una solución distinta a este juego, pero coincidía  comúnmente que en el centro del crucigrama siempre existían un montón de casillas vacías donde supuestamente dispondríamos de libertad para poder rellenarlas una vez habíamos  transcendido los conceptos y valores de esa supuesta cultura adquirida y que podríamos transpolar  a una identidad cultural propia que nos hace que nuestro Sudoku sea nuestro, único y exclusivo.

Y dando un paso en la reflexión , el problema de este particular Sudoku, se planteaba en el hecho de que no existe una vuelta al pasado y una vez rellenada la casilla elegida por el número o concepto o simplemente por el valor elegido consciente o inconscientemente, voluntaria o automáticamente, no podremos borrarlo asimilando el dato equivocado, quedando enmarcada la proyección del presente al futuro creando una sensación de angustia y cierto miedo, en cuanto una vez cometida una equivocación, no  podemos volver a rellenar en ocasiones una casilla vacía para llegar a la siguiente sin repetir el mismo dato ni en la fila ni en la columna.

Sin embargo y normalmente es un proceso común el que  las casillas se van rellenando y no podemos parar el proceso, como no se puede parar el tiempo y la existencia y si se para; se acabó el juego, por lo que el planteamiento  ante una casilla vacía es como pensar la identidad de esta casilla sin referentes al futuro y sin posibilidad de encontrar las tradiciones del lugar desde donde proyectarse o como hacerlo si la voluntad parece aletargada, cuando no lastimada, ante una decisión precipitada, lo que lo convierte en un acto consciente.

Os invito a entrar en el juego , simplemente planteándoos nueve valores , conceptos o elementos o una mezcla  de ellos y que intentéis cuadricularlos por etapas y en función de vuestra experiencia, vuestra propia identidad reflexiva y consciente , para cuadrar el Sudoku de la vida , aunque sólo sea por un reto personal.

                                                               Ferran Aparicio
                                                           1 de Septiembre de 2018