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martes, 27 de julio de 2021

idealist@s: EMPATIA LITERARIA

idealist@s: EMPATIA LITERARIA:   Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno de...

lunes, 26 de julio de 2021

EMPATIA LITERARIA

 Hay ciertas ocasiones que no puedo evitar el comentar algún libro que ha caído por casualidad o causalidad, en mis manos, y este es uno de ellos, fruto de un fantástico regalo de navidad. El libro que para mi gusto es muy recomendable es “El aroma del tiempo” de Byungchul Han, publicado por Herder en 2015.

Quizás lo más interesante es  la empatía que el texto establece con el lector, en cuanto identificas el diagnóstico del mundo actual en que vivimos, en cuanto a la percepción del tiempo y la aceleración perceptiva que de este tenemos.

Todos y cada vez más personas vemos como las semanas pasan de lunes a domingo, pasamos del invierno al verano y cuando nos queremos dar cuenta ya estamos celebrando el final del año, y  sentimos que la velocidad con que se mueve el tiempo en la vida diaria, nos hace sentir como una pieza del mecanismo que no para nunca, si bien esta aceleración no es lo que nos molesta, sino más bien el perder el sentido y el control del tiempo, animados por las rutinas y costumbres, que transforman el factor tiempo en un valor fragmentado.

En realidad esta aceleración vital de alguna manera nos agota pues todo parece efímero y fugaz, estamos esperando, programando, organizando unas felices vacaciones y cuando nos damos cuenta ya las hemos vivido, sin más. Es como si todo lo que vivimos se terminara antes de lo que debería, sin llegar a saborear el aroma del tiempo.

Como siempre la solución sería parar el tiempo, lo cual como todos sabemos resulta imposible,  sin embargo no estaría demás el tomar conciencia de que si bien no podemos parar la máquina del tiempo, podemos aquietar nuestra vida disfrutando de algo tan valioso como es el concepto de tiempo.

Analizado este mecanismo, Han  determina  que al hacer del trabajo, el todo se anula cualquier otra forma de vida y afirma  que el hilo de la vida, de la trayectoria de la vida se recupera, con la vida contemplativa, con el aquietamiento circunstancial, con el concepto del no-hacer, revelando consecuentemente el aroma del tiempo, ganando consecuentemente  tiempo y espacio, duración y amplitud

Han y su libro, no trata de resolver el problema de la velocidad sino el del sostén del tiempo, el sentido, la trayectoria, el hilo narrativo que engarce los fragmentos y le devuelva la tensión.

No puedo finalmente dejar de transcribir un par de párrafos de su libro que seguramente les harán pensar sobre la necesidad de parar a pensar sobre el  conflicto de la percepción del aroma del tiempo, como siempre,.., sin más.

“El tiempo comienza a tener aroma cuando adquiere una duración, cuando cobra una tensión narrativa o una tensión profunda, cuando gana en profundidad y amplitud, en espacio. El tiempo pierde el aroma cuando se despoja de cualquier estructura de sentido, de profundidad, cuando se atomiza o se aplana, se enflaquece o se acorta. Si se desprende totalmente del anclaje que le hace de sostén y de guía, queda abandonado. En cuanto pierde su soporte, se  precipita.

                                                               Ferrán Aparicio
                                                           25 de Julio de 2021


lunes, 19 de julio de 2021

idealist@s: SIMPLEMENTE UN JUEGO

idealist@s: SIMPLEMENTE UN JUEGO: Si lo analizamos fríamente y de una forma  asimilable te das cuenta que   la vida es como un parchis, en el que entrabamos a jugar al nacer,...

jueves, 15 de julio de 2021

idealist@s: SIMPLEMENTE UN JUEGO

idealist@s: SIMPLEMENTE UN JUEGO: Si lo analizamos fríamente y de una forma  asimilable te das cuenta que   la vida es como un parchis, en el que entrabamos a jugar al nacer,...

idealist@s: PROBLEMA SIN SOLUCION ,.., NO ES PROBLEMA

idealist@s: PROBLEMA SIN SOLUCION ,.., NO ES PROBLEMA:   Me llama la atención esa reacción natural que tenemos las personas cuando se nos presenta un problema, cuestión que no es baladí ni agrad...

SIMPLEMENTE UN JUEGO

Si lo analizamos fríamente y de una forma  asimilable te das cuenta que  la vida es como un parchis, en el que entrabamos a jugar al nacer, elegíamos un color y hasta que no sacábamos un cinco no salíamos de casa.

El parchís es un juego de mesa derivado del “pachisi” y similar al “ludo”, al “parqués” y al “parcheesi”, tal cual lo define la Wikipedia y  es muy popular en España. Se juega con 1 dado y 4 fichas para cada uno de los jugadores.

El objeto del juego  como presuntamente es en la vida, es que cada jugador lleve sus fichas desde la salida hasta la meta intentando, en el camino, comerse a las demás bien de una manera consciente o bien de una manera inconsciente, pero el avance individual esta superditado como al cangregismo desmesurado, en el que salir de la casa no es fácil.

Al final del juego, el primero en conseguirlo será el ganador y todo volverá  a empezar. Cuando tienes barreras del mismo color en distinto apartado que no sea el de color, sí se pueden saltar, aunque cuando vas cumpliendo años  aprendes a saltar con facilidad pues las barreras son relativas y ya no dependen tanto del color sino de las fuerzas que tengas para hacerlo.

El parchís como la vida misma requiere una terminología que permita entenderse a los jugadores, de hecho nos relacionamos por afinidad o pseudo afinidad con fecha de caducidad pues como personas salvo error u excepción,  vamos cambiando presuntamente evolucionando y todos los conceptos, hechos, incluso personas tienen fecha de caducidad y si no piense cuanto y cuantas personas afines le quedan, de todo lo que tenía cuando empezó a jugar al parchis de su vida , independientemente de la edad que usted tenga , aunque la edad sea un rango.

La terminología típica del parchis tienen una analogía metafórica con la vida en cuanto que las casillas cuadradas coloreadas de las esquinas se denominan casas o cárceles, y es donde nosotros iniciamos nuestra vida, en nuestra casa ó núcleo familiar.

Las casillas rectangulares, coloreadas y numeradas que hay junto a cada casa se denominan salidas, y se suponen que son el lanzamiento a la independencia para iniciar ese largo  camino que lleva a darle una gran vuelta hasta llegar al nicho final.

Las casillas rectangulares grises o marcadas de otro color se denominan seguros, y son las zonas de confort que nos vamos buscando a lo largo de nuestra vida; mientras que las casillas triangulares coloreadas del centro del tablero se denominan metas, y como metas  que son implican los objetivos que nos hacen movernos , como elemento estructurador de nuestra motivación.

Al final las reglas, son las reglas  y como las leyes están para cumplirlas, porque aunque sabemos que dos fichas de igual o distinto color en la misma casilla forman una barrera o puente, al final sabes que pueden comerte o capturarte cuando una ficha ocupa la posición de una ficha contraria y esta última se mueve a su casa.

Ferrán Aparicio
15 de julio de 2021

miércoles, 14 de julio de 2021

PROBLEMA SIN SOLUCION ,.., NO ES PROBLEMA

 

Me llama la atención esa reacción natural que tenemos las personas cuando se nos presenta un problema, cuestión que no es baladí ni agradable, pero lo es también natural es nuestra reacción a cómo enfrentarnos en el momento que se presenta.

Todos perseguimos nuestros sueños, y en ellos no entran los problemas por definición , pero sin embargo en el camino aparecen, como siempre sin más. Sin embargo cuando tenemos la sensación de vivir y estar plenamente vivos, no hay sensación que resulte más satisfactoria cuando aparecen los problemas por muy complicados que sean de posicionarnos ante ellos de una manera sencilla.

Hay personas que centran su vida en la estrategia y esto los convierte en grandes estrategas, y no hay sensación humana y más comprensible que ser uno mismo, sin embargo a la vuelta de la vida, uno se convence que ante problemas complicados sólo caben soluciones sencillas o en su caso descartar el problema ante la falta de una solución evidente.

Lo que nos diferencia a los grupos de caracteres humanos, es nuestra reacción ante los problemas, que tenemos todos y el primero que no los tenga que tire la primera piedra, como decía mi abuela.

Los estrategas muchas veces actúan carentes de elegancia, buscan soluciones agresivas y complicadas que por lo contario, la gente sencilla se encierran en sí mismos y no son capaces de visualizar soluciones.

Las estrategias son buenas pero muy al margen de los problemas que plantean la vida cotidiana sino como un rumbo en el camino, es por ello que las personas que no diferencia entre rumbo y estrategia se caracterizan por la complejidad de resolución ante los problemas cotidianos.

Como espectadores de lo que acontece en nuestra vida muchas veces concluimos que la razón y el sentido común triunfan ante la complejidad de la sencillez de lo evidente.

Al final no podemos resolver aquello de lo que no conocemos, simplemente podemos analizarlo, estudiarlo y trabajar en ese mundo de lo desconocido, pero el final siempre es lo mismo, hacemos bien aquello que conocemos y nos fortalece.

Al final solo se trata de resolver problemas en aquellos temas que constituyen nuestro mundo, pues entrar en otros temas, sería como perder el tiempo y la sencillez que nos conlleva aquello que sabemos, el hacer de una forma sencilla perdiendo la excelencia.

En cualquier caso la complejidad de la solución debe estar a la altura de la complejidad del problema, pero no hay que olvidar que las grandes respuestas a los problemas complejos vienen de de la sencillez de las respuestas.

Ferrán Aparicio
10 de Julio de 2021


martes, 6 de julio de 2021

HABITOS Y COSTUMBRES

Después de dieciocho meses de pandemia , la vulnerabilidad se ha convertido en el leif motive de nuestras vidas y nos ha demostrado que  “la vida iba en serio”.

Es bien cierto, que prefiero ser alegre que ser triste, como  casi todo el mundo, pero también es cierto que hay personas que siempre están contentas, incluso cuando luchan contra un montón de problemas y sin llegar a dramatizar, con aquello de “luchar con la vida”, pues por definición son palabras mayores.

Al final,  todo se trata de tener un hábito, por aquello de que los hábitos crean costumbres, y todo resulta más sencillo o simplemente te lo que parece, cuando el habito  de la alegría es tu propia conducta.

Agradecer estar vivos, por aquello de que todos hemos dejado a gente en el camino, es un hábito que te acerca a la alegría vital de levantarte cada día enfocando y visualizando las maravillas de la vida.

Es algo real que las personas felices se rodean exclusivamente de gente positiva, comparten sus valores y objetivos y te ayudan en un buen ambiente a cumplir tus sueños o simplemente a mantener ese grado de alegría que tú te has creado como un hábito llevado a costumbre por su asiduidad.

No se trata de discriminar a nada ni a nadie, simplemente se trata de aceptar a los demás por lo que son y el lugar que ocupan en la vida, sin tratar de cambiar a nadie, pero tratando de alegrar al día a todos los que causalmente encuentras o convives.

La reflexión como hábito tampoco es mala compañera en el sentido  de que continuamente estamos aprendiendo de aquello que vivimos especialmente cuando lo trabajamos desde el lado de la consciencia.

Al final sólo se trata de utilizar esos valores como la intuición, la creatividad y la confianza por decir un algo a modo de receta, para  en lugar de ver la vida llena de obstáculos y problemas, enfocarlos como una oportunidad para hacer algo positivo.

Aprender a confiar en tus instintos y usar tu creatividad para encontrar una solución, son dos pilares básicos, para haciendo lo que te gusta, disfrutar de tu propia satisfacción como un hábito alegre.

Tomarse un tiempo para disfrutar de la belleza que nos rodea, sin prisas pero sin pausas es también un hábito saludable, pues al fin y al cabo y hablando de hábitos como costumbres,…, solo se trata de aprender a vivir en el presente en lugar del pasado o futuro , por que lo cierto es que la vida va en serio.


Ferran Aparicio
5 de Julio  de 2021

viernes, 2 de julio de 2021

idealist@s: EL SECRETO DE LA VIDA

idealist@s: EL SECRETO DE LA VIDA:   Hace unos días apareció en las redes sociales una publicidad que determinaba que la vida comienza a los cincuenta años. Es cierto que pasa...

jueves, 1 de julio de 2021

EL SECRETO DE LA VIDA

 



Hace unos días apareció en las redes sociales una publicidad que determinaba que la vida comienza a los cincuenta años.

Es cierto que pasada la cúspide de la pirámide de los cincuenta; supuestamente las personas ya lo tienen bastante claro, se ha vivido, se ha sentido y sólo la perspectiva del tiempo es de la experiencia vivida y es la que nos hace sentir que la vida comienza de una forma adecuada.

Pero quizás el secreto del trampantojo, es que la diferencia entre persistir y perseverar radica exclusivamente en el proceso, pues no se trata de hacer continuamente las mismas tareas en una única dirección, sino en concentrarse perseverando en la meta que nos hemos propuesto como camino al, éxito.

No hay nada más satisfactorio que saber lo que se quiere o en su ausencia al menos lo que no se quiere, pues la perseverancia nos ayuda a poner todos los mecanismos para acercarnos a lo que nos hemos propuesto.

El secreto no radica en la inteligencia natural de la persona ni del personaje que ejercemos, se trata que cada uno tenemos unos dones naturales que nos hacen diferentes, sin embargo sólo la perseverancia es lo que cada uno le lleva al puerto elegido.

La perseverancia nos asegura aceptar las equivocaciones y corregir las estrategias, no siempre acertamos a la primera y son una fórmula que envilece y ayuda a fortalecer el carácter y la fortaleza, porque siempre hay una nueva oportunidad de ejercer el don desde la oportunidad de la perseverancia.

Hay toda una filosofía en torno a la perseverancia, pero el punto en común es el hecho filosófico de lo que se cree posible es lo que se hace cierto.

No obstante no es virtuoso quien lo habla sino quien lo practica y para ser perseverante es importante saber lo que uno quiere, pues sino no hay meta o objetivo no hay razón para perseverar.

Como siempre practicar la actitud positiva y excluir cualquier pensamiento negativo es lo que nos ayuda a proyectarnos hacia una meta, siendo la energía que nos proyecta mediante la actitud perseverante.

Nada sucede como un regalo y más en el ejercicio de un logro, por ello asumir que vamos a tener dificultades nos entrena a pensar siempre en nuestro objetivo, sin caer en la rutina desmotivada e innecesaria de un esfuerzo inútil.
Les animo como siempre a practicar la perseverancia desde la consciencia, pues al fin y al cabo es un don de evaluación continua que se consigue como siempre, paso a paso.


Ferrán Aparicio
1 de Julio de 2021