ABURRIMIENTO SOBERANO |
Estamos en un momento donde los españoles o la mayoría de ellos,
estamos un poco en estado de aburrimiento soberano: Los mismos temas, las
mismas cantinelas, y las mismas perspectivas ante un año nuevo en el que nada
ha cambiado respecto al anterior, lo cual era de esperar pasado el corto
periodo de tiempo que nos lleva.
El
aburrimiento soberano atiende no sólo a Don Alfonso XIII de Borbón y Hamburgo-Lorena,
de quien siempre se dijo que se aburría soberanamente, habiendo nacido
aburrido, sino también del simple
aburrimiento soberano con el tema de la
soberanía.
Motivos
hay muchos en la sociedad española; unos no se cansan ya sólo con el tema de la
soberanía sino con la típica y constante amenaza constante de temas
independentistas, que pecan de cansinos como si el resto de los españoles nos
importara sus soflamas rupturistas que resultan de una ingenuidad en cuanto a
la seguridad jurídica y económica del pueblo al que representan y en el que
están insertados.
Es
bien cierto que en general a todos, no
nos divierten las mismas cosas, pero hay temas y gente que coinciden en aburrir
a casi todo el mundo.
La
ciencia ya ha advertido que no existe un gen que determine el aburrimiento,
sino que se trata de una cuestión de actitud y aptitud, en la que no hay que
ser especialmente inteligente, incluso listo ni habilidoso para resultar
entretenido y se lo digo por experiencia, en cualquier caso sólo se trata de
saber lo que debemos o nos apetece hacer.
Es cierto
que la persona aburrida se caracteriza por la persona que ejerce en su vida una
actitud negativa y quejica, eso sí, entorno a su vida y sus problemas, pero lo
que también es cierto que aburren a los que los rodean, aparte de inyectarles
esa toxicidad innecesaria.
En
definitiva asociamos el aburrimiento tanto con el silencio de determinadas
personas como de aquellas que hablan de cosas triviales o superficiales, con cierta
tendencia a repetirse y reciclando en su reflejo interno sobre los demás con
cierto grado de narcisismo inmaduro e inapropiado.
Las
actitudes impostadas como rebelión a la actitud aburrida reconocida también es
una característica que delata a las
personas aburridas, que por su eterna seriedad no despiertan empatía en el
medio que se relacionan.
Les
animo en el año que empieza a plantearse a aprender a ser divertido aunque sea
solo para ustedes mismos, simplemente con ejercitar unas conductas básicas como
ser más extrovertido revelando con naturalidad sus sentimientos, sin prejuicios
ni revestimientos, y evitando centrarnos en nuestro egocentrismo , pues en el
fondo a nadie le interesa nuestra vida, más que a nosotros mismos, y lo que en
cualquier caso todo el mundo pretende es a través de la comunicación , tanto
verbal como no verbal ,es aprehender , algo que le resulte interesante , por aquello
de que compartir también es vivir, eso sí divertidamente , porque en cualquier
caso siempre vale más ser alegre que ser triste.
Ferrán Aparicio
5 de enero de 2015
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