INMUNODEFICIENCIA FISICA Y MENTAL
La inmunodeficiencia es la condición médica por la cual el sistema inmune de una persona no es capaz de funcionar correctamente o no funciona en absoluto.
El funcionamiento incorrecto del sistema inmunitario puede favorecer el desarrollo de enfermedades autoinmunes y alérgicas, o de neoplasias.
Las inmunodeficiencias se dividen en primitivas si se derivan de defectos congénitos o secundarias, si
se derivan de infecciones o
tratamientos farmacológicos.
Una persona puede sospechar que padece inmunodeficiencia si padece repetidamente infecciones graves con baja eficacia de los tratamientos farmacéuticos a los que se somete, y sin una curación completa entre las diversas infecciones.
La conexión entre la salud mental y las enfermedades físicas es profunda y compleja. YA ya que los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes.
A su vez, las enfermedades físicas pueden contribuir a problemas de salud mental, generando un ciclo de deterioro.
La relación entre la enfermedad mental y la física es un tema de gran relevancia en el campo de la medicina, que durante muchos años se ha debatido sobre la conexión entre el cuerpo y la mente, y se ha tratado de comprender cómo influyen una en la otra.
La influencia de la enfermedad mental en la salud física, pues las personas que sufren de enfermedades mentales a menudo experimentan una disminución en su estado de ánimo y su energía, lo que puede afectar su apetito, actividad física y calidad del sueño. Estos cambios en los hábitos alimenticios y de sueño pueden llevar a problemas de salud física, como desnutrición, obesidad o trastornos del sueño.
Por otra parte la enfermedad mental también puede afectar directamente el sistema inmunológico de una persona, el estrés crónico asociado con ciertos trastornos mentales, como el trastorno de estrés postraumático, la depresión o la ansiedad generalizada, puede debilitar el sistema inmunológico y hacer que una persona sea más susceptible a enfermedades infecciosas.
Los efectos de la enfermedad física en la salud mental pueden ser especialmente pronunciados en las personas que ya sufren de trastornos mentales preexistentes y por otra parte la enfermedad mental también puede afectar directamente el sistema inmunológico de una persona.
Dada la interrelación entre la enfermedad mental y la física, es crucial que los profesionales médicos aborden ambos aspectos en el tratamiento de sus pacientes. Las terapias que abordan esta conexión compleja pueden ayudar a mejorar tanto la salud mental como la física de una persona.
Ferrán
Aparicio
15 de Octubre de 2025