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miércoles, 5 de abril de 2017

EL OLOR DE LA POLILLA

Hay cosas que son ciertamente claras y otras que tras pensarlas generan ciertas dudas, pero lo que sí está claro es que la polilla carece de olor, y es que asociamos la polilla a un olor y lo que huele es el antipolilla entre los que se encuentra la  clásica naftalina.

El término vintage es un término de uso relativamente reciente que sirve para designar a estilos de moda o diseño que basan sus características principales en la recreación de elementos de estilos pasados, de otras décadas, con algún retoque o elemento de creatividad propio. También vintage cuya traducción literal es : “ cosecha” es el término empleado para referirse a objetos o accesorios con cierta edad que no puedan catalogarse como antigüedades y como los buenos vinos, se considera que han mejorado o se han revalorizado con el paso del tiempo.

En este mismo sentido y como siempre mi último recurso, la Wikipedia  define “Vintage” como un término que proviene del inglés, derivado del francés “vendange” luego de alteración semántica, gráfica y de pronunciación y designa un vino destacable por su calidad, en referencia a una cosecha o añada.

Todos o casi todos tenemos la idea del significado de la palabra vintage se utiliza para referirse a aquellas prendas o accesorios que han sobrevivido al menos veinte años después de su creación convirtiéndose en un clásico preciado. Sin embargo, en el mundo de la moda, de la decoración, del estilismo, de la simplemente vida se viene utilizando vulgarmente para catalogar también artículos nuevos inspirados en los clásicos, que en realidad son de estilo "retro". 

En general y analizando la historia de los estilismos el vintage surge como una manifestación de la cultura postmoderna, fruto y producto de la pérdida de fe en el progreso y el desencanto de la propia modernidad, como técnica recurrente a la búsqueda de la nostalgia de eras pasadas, pero carentes de significado original.

Quizás estar a la moda nos lleve a no confundir lo retro con lo vintage, de la misma forma que nosotros no podemos anclarnos en el pasado como elemento motivador, si podemos utilizar fórmulas que en el pasado nos han sido válidas, algo aquello como cerrar un circulo adecuadamente que decía Paulo Coello.

Si lo llevamos a nuestra personalidad de una forma intelectual por hacer un ejercicio de creatividad sería algo vintage intelecto-emocional hacer referencia al pasado de una manera de aceptación consentida pero sin ataduras que en un momento oportuno sacamos a la palestra porque es parte de algo emocionalmente e intensamente vivido.

Lo pasado,…, pasado está, lo sabemos todos, que los viejos roqueros nunca mueren,.., también,  pero los sentimientos vintage no sólo son sentimientos antiguos, sino que por su historia, significación en la trayectoria de nuestra vida, valor funcionalidad o singularidad, poseen un valor personal e intransferible que trasciende  su sentido de lo meramente anecdótico o casual.

Les  animo como siempre a revisar su espíritu vintage y hacer una terapia retro, pues las polillas carecen de olor y el olor a naftalina se evapora exponiéndose al sol.

                                   Ferrán Aparicio
                        5 de abril de 2016

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