La frase "Polvo eres y en polvo te convertirás" es una cita bíblica que significa que todos los seres humanos, al igual que fueron creados del polvo de la tierra, también volverán a ella tras la muerte.
La incineración es, por muchas causas, una opción que está ganando adeptos en la sociedad actual La recomendación profesional de psicólogos y psiquiatras es que la decisión de qué hacer con las cenizas de un ser querido, se tome, siempre que sea posible, antes de que llegue el momento. Ya que cuando el fallecimiento ocurre, los hechos se suceden de una forma muy rápida y los familiares reciben los restos incinerados en medio de su fase de negación del duelo, lo que dificulta aún más el momento y la toma de decisiones, ocasionando al entorno más cercano del difunto situaciones de dolor y tensión.
Aunque las posibilidades se multiplican de forma insospechada, existen una serie de alternativas básicas y más populares para hacer con las cenizas de un difunto.
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las cenizas en un cementerio, es hasta el momento la forma más habitual y
también la más tradicional para depositar los restos de un ser querido. Tanto
el procedimiento y el trámite es similar al que se realiza con un cuerpo
muerto, sólo que en el caso de incineración se lleva a cabo con las cenizas.
Son nichos específicos para depositar urnas cinerarias. Con el aumento de la demanda de incineraciones es una alternativa en expansión, los columbarios no tienen porqué estar sitos en cementerios, aunque también los hay, además y por el contrario, se están empezando a construir columbarios en lugares como jardines, espacios cercanos al mar o la montaña para atender las demandas y deseos de familiares y fallecidos.
Muchas culturas y religiones tanto actuales como milenarias, contemplan este rito funerario del esparcimiento de las cenizas del muerto en lugares como el mar o la montaña, y en sus versiones más actuales, hay personas que desean que sus cenizas sean esparcidas en lugares especiales o con mucho valor o significado para ellos, como la casa de su niñez, un parque especial, un río o incluso en un estadio de fútbol, aunque legalmente está prohibido en muchos países.
Existen otras muchas posibilidades como mantenerlas en la casa del fallecido, guardarlas en joyas como collares o anillos, o incluso, entre las más originales, pintar o encargar pintar un cuadro con óleos compuestos por una mezcla de pintura y las cenizas.
Y recordando el memorándum “Por cuanto agradó a Dios Todopoderoso en su gran misericordia tomar consigo el alma de nuestro amado hermano aquí difunto, encomendamos su cuerpo a la tierra, tierra a tierra, cenizas a cenizas, polvo a polvo, con la segura y cierta esperanza de la Resurrección a la vida eterna, por nuestro Señor Jesucristo” Amén
Ferrán
Aparicio
15 de Julio de 2025
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