Nunca
es tarde cuando la dicha es buena y es que reflexionando sobre la transcendencia de la vida, me he dado
cuenta que ya me falta poco para ponerme en primera fila, como decía mi padre.
Los que tenemos la suerte de
tener todavía al menos uno de nuestros padres, este
hecho nos recuerda que el tiempo nunca es suficiente para una vida corta, pues
hace años éramos adolescentes y ahora estamos peinando canas, unos con hijos,..,
otros sin ellos, pero todavía tenemos la
suerte de poder apreciar el cariño de uno de
nuestros padres, en mi caso mi madre.
Cuando transciendes a poner en
orden tus valores independientemente del trabajo profesional, quien lo tenga en
los tiempos que corren, los sociales , las relaciones interpersonales , y
tantos aspectos que componen nuestra vida y en
general los valores sentimentales y
espirituales, te das cuenta que en general tenemos un desorden ordenado respecto
a estos factores que integran y componen nuestra vida y en cuanto a su relevancia en el tiempo, hay
cosas para cada una de las etapas de una
vida, pero hay otras que no vuelven en el tiempo como son las personas.
Cuanta gente nos ha dejado en
el camino y hemos seguido andando y me pregunto que hubiese sido de nosotros y
nuestras circunstancias, si hubiésemos tenido la oportunidad y haber sido capaces de caminar junto a ellas, la vida
hubiese sido de otra forma totalmente distinta de eso estoy completamente
seguro.
Ya no entro en el tema de si podíamos
haber sido más felices o si deberíamos haber hecho más por ellos, porque en
cualquier relación siempre hay un sentido reciproco en cualquier relación
personal e intransferible, lo que si es cierto es que la vida es muy corta y
hay que dedicar el tiempo, sobre todo cuando reconocemos que ninguna de las
partes vamos a ser eternos.
Los pequeños detalles son los que
más llenan cuando alguien percibe que tu percibes , así como que los tiempos se
acortan en la distancia y que los papeles se intercambian en cuanto a cuidados
y maneras, pero nunca en cuanto querencias.
El ajetreo mundano de cada uno
muchas veces nos desinhiben de ser capaces de tener conciencia de lo corta que
es la vida, sin embargo tener conciencia de haber disfrutado del tiempo es algo
que nunca se olvida.
El orden de importancia de las personas lo estableces tú mismo y como
regla general, tu familia suele aflorar en los primeros puestos, salvo error o excepción,
por ello es importante darle tiempo al tiempo, pues ellos no pueden esperar.
La importancia de ser consciente
en el presente del tiempo para una vida
corta ,alivia los duelos y por ello no hay que perder la oportunidad de amar y
ser amado, aunque sólo sea por corresponder a nuestros seres queridos del
espacio tiempo que se merecen, ten presente que el tiempo que pasa y nunca
vuelve.
Ferrán Aparicio
10 de abril de 2016
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