La Gauche Divine, su traducción simultánea es: ‘izquierda divina’ en francés, fue un movimiento de intelectuales y artistas de izquierda que se extendió por la Barcelona de los años sesenta y comienzos de los setenta.
La Gauche Divine surge en la década de los años 60, una época sumamente creativa, que empieza con el Pop Art, y desarrollan iniciativas en el campo cultural presididas por un conglomerado de gente que iban desde la burguesía ilustrada antifranquista a los filósofos, intelectuales , profesionales y artistas, que además de personas constituían personajes dentro de la corriente “gauche divine”. Delimitando ambos vocablos ,”gauche” porque eran de tendencia de izquierda y “divine”, porque en el fondo pertenecían a un mundo clasista y elitista , combinación que no es baladí y con la perspectiva del tiempo, resulta esta combinación algo incoherente dentro de una mentalidad moderna, cosmopolita e igualitaria.
Así mismo y profundizando en la naturaleza de sus componentes, todos o casi todos sus miembros pertenecían a un estrato social privilegiado, lo que les facilitó su sutil estilo libre y libertario de vida, mientras el modo de vida común del resto de jóvenes españoles no podían acceder al afán lúdico de noctámbulos y vividores y su importante capacidad de ocio de lo secreto y prohibido en aquella época.
Si algo tenían en común como corriente grupal es que los miembros del grupo entendían la libertad como un derecho personal, se consideraban adictos a la risa y sentían la enorme necesidad de recuperar la diversión que les había sido escamoteada en los años anteriores, haciendo de su vida y su trabajo una actividad creativa y lúdica.
La Gauche Divine se caracteriza especialmente por su espíritu provocador y transgresor y su amor por la cultura-protesta contra lo establecido, con un sentido crítico desconocido hasta entonces y con amplias manifestaciones libertarias, llegando incluso a lo frívolo.
Como parte de la vida todo lo que nace tiene como final la muerte, incluso la gauche divine, las épocas avanzaron y ese movimiento se integró en la sociedad como un parámetro normalizado, donde todo el mundo o casi todo el mundo tenía acceso a la libertad con la llegada de la democracia.
En conclusión y según a mí me lo parece el “Gauche divine” fue un proyecto de renovación estética, literaria, cinematográfica y de costumbres, en línea de una modernidad urbana y sobre todo de caracter europeo.
A pesar de que desde ciertos sectores se les ha criticado por su elitismo divino, cuarenta años más tarde el prestigio de la “gauche divine” sigue alto y todo hace pensar que ya se ha convertido en un “leit motive” de largo recorrido como el modernismo o el noucentisme, salvadas sean las distancias que haya que salvar.
Ferrán Aparicio
10 de mayo de 2017
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