Los amigos falsos son como el reverso oscuro de la Luna, bien es cierto que al principio nos deslumbran con sus hechizos y amables atenciones, pero poco a poco vamos intuyendo ese otro lado donde habitan las oquedades de un carácter interesado.
Son perfiles que sin duda
debemos saber identificar lo antes posible, sobre todo por nuestra salud
emocional.
Suele decirse aquello de que
la amistad es el mejor ingrediente de la vida. ese tejido construido a base de
complicidades, experiencias comunes y de una confianza intensa, es lo que nos
aporta una fuente de energía eterna y ante todo, calidad de vida.
No obstante, es inevitable
dar, de vez en cuando, con uno de esos especímenes tan comunes en nuestros
contextos sociales, donde el interés y el egoísmo se camuflan bajo el
revestimiento de la más luminosa amistad. Y caemos, por supuesto que caemos.
Porque en nuestra inocencia natural no dudamos ni un momento que el propósito
cardinal de toda buena amistad es aportar felicidad, apoyo y bienestar.
Hasta que finalmente ocurre,
aparecen las decepciones, las pequeñas mentiras, los desprecios constantes y
las más sibilinas manipulaciones. Lo queramos o no, estamos ante uno más de
esos amigos falsos al que no vimos llegar, pero al que debemos dejar ir lo
antes posible por salud y por nuestra propia dignidad…
Hay muchos tipos de amigos
falsos desde los que premeditadamente nos eligen en nuestra primera etapa de
nuestra vida y se les conoce como
“alpinista social”, y son aquellos que construyen lazos de amistad solo
por un fin: escalar posiciones en el contexto social.
También esta aquel amigo que
está en los buenos momentos y se vuelve invisible en los malos. Hablamos de
esas personas que siempre están cerca en los días de calma y bienestar, lo que
se apuntan a cualquier plan, a cualquier fiesta, escapada o propuesta de última
hora, pero sin embargo, cuando surge algún problema o situación donde más
agradeceríamos su apoyo e interés, desaparecen como el viento al cerrar una
ventana…
Si hay algo que caracteriza a
la amistad más saludable es aquella que nos procura bienestar en cada momento,
es por ello hace que nos sintamos bien con su cercanía, que tengamos la
seguridad de que no seremos juzgados ni criticados y que al pasar unas horas
con esa persona, nos iremos mejor de lo que hemos llegado.
El amigo manipulador es ese
espécimen discreto pero implacable que casi sin que nos demos cuenta, nos ancla
los hilos de una marioneta para manejarnos a su antojo durante un tiempo. Se
valdrá del victimismo a veces, otras del chantaje emocional y otras del engaño
y de infinitas estrategias maquiavélicas para tenernos en la palma de su mano y
conseguir así, lo que desea en cada momento.
Para concluir, como ya podemos
intuir hay muchos más tipos de amigos falsos: el que critica, el que traiciona,
el que escampa chismes… Podríamos describir múltiples tipologías, sin embargo,
lo más importante de todo ello es que además de identificarlos, sepamos
manejarlos.
Ferrán Aparicio
5 de Junio de 2023