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viernes, 14 de julio de 2023

LA CARA OCULTA DE LA LUNA..

 

Los amigos falsos son como el reverso oscuro de la Luna, bien es cierto que al principio nos deslumbran con sus hechizos y amables atenciones, pero poco a poco vamos intuyendo ese otro lado donde habitan las oquedades de un carácter interesado.

Son perfiles que sin duda debemos saber identificar lo antes posible, sobre todo por nuestra salud emocional.

Suele decirse aquello de que la amistad es el mejor ingrediente de la vida. ese tejido construido a base de complicidades, experiencias comunes y de una confianza intensa, es lo que nos aporta una fuente de energía eterna y ante todo, calidad de vida.

No obstante, es inevitable dar, de vez en cuando, con uno de esos especímenes tan comunes en nuestros contextos sociales, donde el interés y el egoísmo se camuflan bajo el revestimiento de la más luminosa amistad. Y caemos, por supuesto que caemos. Porque en nuestra inocencia natural no dudamos ni un momento que el propósito cardinal de toda buena amistad es aportar felicidad, apoyo y bienestar.

Hasta que finalmente ocurre, aparecen las decepciones, las pequeñas mentiras, los desprecios constantes y las más sibilinas manipulaciones. Lo queramos o no, estamos ante uno más de esos amigos falsos al que no vimos llegar, pero al que debemos dejar ir lo antes posible por salud y por nuestra propia dignidad…

Hay muchos tipos de amigos falsos desde los que premeditadamente nos eligen en nuestra primera etapa de nuestra vida y se les conoce como  “alpinista social”, y son aquellos que construyen lazos de amistad solo por un fin: escalar posiciones en el contexto social.

También esta aquel amigo que está en los buenos momentos y se vuelve invisible en los malos. Hablamos de esas personas que siempre están cerca en los días de calma y bienestar, lo que se apuntan a cualquier plan, a cualquier fiesta, escapada o propuesta de última hora, pero sin embargo, cuando surge algún problema o situación donde más agradeceríamos su apoyo e interés, desaparecen como el viento al cerrar una ventana…

Si hay algo que caracteriza a la amistad más saludable es aquella que nos procura bienestar en cada momento, es por ello hace que nos sintamos bien con su cercanía, que tengamos la seguridad de que no seremos juzgados ni criticados y que al pasar unas horas con esa persona, nos iremos mejor de lo que hemos llegado.

El amigo manipulador es ese espécimen discreto pero implacable que casi sin que nos demos cuenta, nos ancla los hilos de una marioneta para manejarnos a su antojo durante un tiempo. Se valdrá del victimismo a veces, otras del chantaje emocional y otras del engaño y de infinitas estrategias maquiavélicas para tenernos en la palma de su mano y conseguir así, lo que desea en cada momento.

Para concluir, como ya podemos intuir hay muchos más tipos de amigos falsos: el que critica, el que traiciona, el que escampa chismes… Podríamos describir múltiples tipologías, sin embargo, lo más importante de todo ello es que además de identificarlos, sepamos manejarlos.

                                                               Ferrán Aparicio

                                                             5 de Junio de 2023

 

miércoles, 5 de octubre de 2016

MENTIRAS, SOLO MENTIRAS

No sé por qué razón hoy me he levantado pensando que nada es lo que parece, no sé si fruto de mis sueños o fruto de que mi inconsciente ha estado trabajando sobre el tema, pero la verdad que con la perspectiva y una vez vivido, te das cuenta que muchas cosas son mentiras y sólo mentiras, por no hablar de parecer lo que no son.

En este sentido las mentiras,  como las falsas expectativas  con respecto a algo o alguien, generan frustración, queja y resentimiento, porque al fin y al cabo la verdad como la expectativa real, es lo que se considera más probable que suceda. El problema surge cuando la expectativa planteada como una suposición centrada en el futuro plantea su propia realidad pudiendo ser o no realista, como la falsa verdad que se convierte en mentira.

También es cierto que muchas veces nosotros mismos nos auto engañamos y creamos una expectativa en algo que en general, no se sustenta por sí mismo, siendo realmente más que una expectativa una esperanza  que puede ser irracional basada en una creencia de algo que no está realmente confirmado.

El problema general es que de una forma consciente o inconsciente los seres humanos estamos todo el día generando esperanzas y expectativas y en base a ellas evaluamos nuestros resultados, sin darnos cuenta que mientras se cumplen o no se cumplen permanecemos a la espera de una forma poco activa, como si se tratara que empezara a llover lo cual en sí mismo es una pérdida de tiempo y sobre todo de energía esperanzadora.

En versus contrario la actitud idealista es crear y generar toda clase de expectativas, eso sí como decía mi abuela, a Dios rogando y con el mazo dando, independientemente que sepamos lo que queremos y luchemos perseverantemente  por ello, no podemos de dejar de focalizar la dirección en que nos movemos aunque tengamos que rectificar día a día pues trayectoria muchas veces no es una línea recta en el camino y exige en él hacer ciertas paradas.

Las mentiras tienen las patas cortas y son sólo mentiras, las expectativas parte de la posibilidad de que algo  probable suceda como suposición más o menos realista y aunque tenga la expectativa la connotación de espera siempre está cercano a algo que pueda suceder dentro de lo que es más probable que suceda, al menos desde el punto de vista del que tiene la expectativa.

La vida tiene un cierto grado de incertidumbre ligada  por una parte al concepto destino y por otra parte al futuro, por lo que la expectativa se convierte  en una predicción de los aconteceres y va ligada a la respuesta a lo desconocido.

Al final de toda la reflexión te das cuenta de que no es  momento de creerte nada sin haberlo pensado unas cuantas veces, manteniendo el principio del tripartito del saber ser, saber estar y saber esperar y sobre todo, nunca defiendas nada sin argumentos, porque al fin y al cabo muchas cosas, situaciones y personas, no son lo que parecen y son mentiras, sólo mentiras.
                                                             Ferrán Aparicio
                                                        5 de octubre de 2016