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martes, 5 de septiembre de 2017

LA RUTINA CREA COSTUMBRE


Dicen que la rutina crea costumbres, entendiendo el término  rutina como aquellos  hábitos adquiridos de hacer algo de un modo determinado, que no requiere tener que reflexionar o decidir, y la costumbre es un hábito o tendencia adquirida por la práctica frecuente de un acto. 

Las costumbres de la vida cotidiana son distintas en cada grupo social, conformando su idiosincrasia distintiva, que, en el caso de grupos definidos localmente, conforman un determinado carácter nacional, regional o comercial, algo como la idiosincrasia que los define .

Pero si nos hacemos una introspección o nos sentimos espectadores de nosotros mismos, es fácil que podamos distinguir entre los términos rutina y costumbre pues en el ámbito personal es algo que ejercemos de una forma automática e innata sin apenas pensarlo, y tiene matices distintos especialmente si lo aplicamos como algo definido como la vida misma. 

La vida cotidiana suele estar formada de rutinas, sobre todo en lo referente al ámbito personal, todos tenemos unas costumbres en función de nuestras circunstancias que van normalmente acompañada de una rutina diaria desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Es bien cierto que lo rutinario suele ser asociado a lo tedioso o aburrido, razón por la cual aparecen necesidades de paréntesis temporales  como el momento elegido para dejar la rutina de lado y embarcarse en actividades que, por las obligaciones laborales o personales del resto del año, no pueden realizarse.

Si lo analizamos ajenos a nosotros mismos, la rutina es un mecanismo que brinda seguridad  y que permite ahorrar tiempo, pues no pensamos lo que hacemos sino simplemente actuamos como costumbre adquirida por su práctica habitual.

En los ámbitos más básicos como nuestra casa, nuestro museo y también nuestro mausoleo, somos unos adictos a la rutina, lo cual deferentemente nos crea una dependencia emocional crítica en cuanto a que nos aferramos  a la costumbre y no creamos cambios por la inseguridad que nos producen.

No podemos en un momento cuestionarnos toda nuestra vida que tantos esfuerzos nos han costado de montar, pero igual que distinguimos entre rutina y costumbre , podríamos empezar a diferenciar términos como casa y hogar, trabajo y profesión , amigos y conocidos y tantos otros que componen esa famosa rueda de la vida que muchas veces tiene abollones y pinchazos y zonas desinfladas , y aun circulando sabemos que el estado perfecto de la rueda es su homogeneidad en todos los aspectos, que la componen.

Al final de todo , es bien cierto que buscamos rodearnos de aquello que despierta en nosotros emociones agradables y positivas, creando  sensación de seguridad y calma, por lo que te animo a ir revisando esos aspectos que componen tu rutina ,pues solo en la calma,está  la buena vida.

Ferrán Aparicio
5 de septiembre de 2017

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