TODOS LLEVAMOS UN NIÑO EN NUESTRO INTERIOR

 

Siempre hemos tenido la referencia de que todos llevamos un niño en nuestro interior. Cuando te resuena una idea y la investigas realmente llegas a entender `porque ese mensaje ha llegado a tu cabeza y en mi caso fue a través de una foto mia, que encontré en casa.

Muchos atribuyen las bases del concepto del niño interior a Carl G. Jung. , que incluyó un «arquetipo infantil» en su lista de arquetipos que representan la individuación y el desarrollo de las diferentes partes del yo, en un todo funcional, pero también hay quien plantea que el niño interior es un concepto nacido de la terapia Gestalt , que plantea que el niño interior es la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro “yo”.

Este niño, con sus luces y sombras, se refleja en muchos de nuestros actos cotidianos y en las decisiones que tomamos, sino de esa parte de nuestro “yo” que no ha crecido del todo.

El concepto de niño interior es utilizado por la psicología para definir esa parte íntima de carencias afectivas que todos tenemos sin cubrir en mayor o menor medida, esa parte necesitada de amor cuya falta nos llega desde la infancia, y que es responsable de muchas tendencias autodestructivas y de insatisfacción en las relaciones personales.

Lo cierto es que con el paso del tiempo, este niño se va escondiendo en lo más profundo de nuestro ser pero sale a la luz en determinadas circunstancias, como por ejemplo, cuando necesitamos enfrentar un proyecto que demanda mucha imaginación o cuando revivimos un miedo que, como adultos, no debería atemorizarnos.

Todos tenemos o hemos tenido heridas emocionales, y tiene que ver con la comunicación y sanación de nuestro Niño Interior Herido, porque cuando somos pequeños todos pasamos por experiencias positivas y negativas en relación a su resolución y capacidad de solucionarla de manera adecuada, tanto las positivas como las negativas , las incorporamos a nuestro yo.

Pero sinceramente, como las brujas que haberlas aylas, en el caso de tu niño interior, es importante conectar con nuestro niño interior para sanar sus miedos y conflictos, pero también para recuperar todo su caudal de ternura y capacidad de amar. El niño interior debería servirnos para despertar la ilusión, la creatividad, la espontaneidad y la alegría, pero cuando nos hace revivir antiguos miedos y nos incita a comportarnos de manera irascible, se convierte en un problema que debemos solucionar.

Muchos de nosotros hemos vivido muchos años buscando el amor, la aprobación, la valoración y el apoyo de otras personas, bien conscientemente o inconscientemente , pero lo que es racionalmente claro es que el niño interior herido busca afuera aquello que más necesitó recibir durante su infancia

Cuando vivimos desconectados de nuestro niño Interior creamos confusión interior, es por ello que conectar con nuestro niño interior también es un proceso, un camino, de lo que es el trabajo de desarrollo personal que todos tenemos que hacer para conectar aquellas partes de nuestra personalidad individual que tenemos individualmente afectadas.

Ferrán Aparicio

10 de noviembre de 2021