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jueves, 20 de marzo de 2025

A MI PLIM


Cuando decimos la expresión «a mí plin», queremos expresar que algo nos importa un bledo, o que nos importa un comino, es decir, que nos es indiferente, nos da igual, no nos importa ni nos afecta…

Según el diccionario de la RAE, plin  . que se puede expresar también «plim» es una expresión coloquial usada para indicar que a algo no se le da ninguna importancia. 

Un  ejemplo de su aplicación es: «Escuches lo que escuches, te digan lo que te digan… a tí plin, tú haz lo que debes hacer y punto.»

A pesar de que muchos nos acordaremos del eslogan del anuncio de colchones «a mi plin, yo duermo en Pikolin», el origen viene de mucho más atrás.

Los inicios de esta expresión datan de la época de la Revolución Gloriosa (1868) cuando se produjo una sublevación militar en España que supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II.

Uno de los grandes protagonistas de aquella revolución fue Juan Prim, general del ejército y político de ideas liberales, anti  borbónico y líder progresista. Entre otras muchas ideas, fue partidario de la independencia de Cuba si lo decidía el pueblo cubano a través de referéndum). Finalmente sufrió un atentado junto a la calle Alcalá de Madrid, aunque esa no fue la causa de su muerte.

Juan Prim y Prats , Nació en Reus el  6 de diciembre de 1814 y murió  en Madrid, 30 de diciembre de 1870),  conde de Reus, marqués de los Castillejos y vizconde del Bruch, fue un militar y político liberal español del siglo XIX que llegó a ser presidente del Consejo de Ministros.

En su vida militar participó en la primera guerra carlista y en la guerra de África, donde mostró relevantes dotes de mando, valor y temeridad. Tras la Revolución de 1868 se convirtió en uno de los hombres más influyentes en la España del momento, patrocinando la entronización de la Casa de Saboya en la persona de Amadeo I. Murió asesinado poco después.

 Tras la revolución de 1868, la gente cuando expresaba sus posicionamientos políticos a favor de los progresistas y congeniando con las ideas del general Prim, decía «a mí Prim», para aclarar que no le interesaban las argumentaciones de monárquicos o conservadores.

Con el tiempo se empezó a utilizar la expresión en los sainetes de los teatros y acabó derivando hasta nuestros días en la que conocemos.

                                                              Ferrán Aparicio

                                                       20 de marzo de 2025

 

 

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