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martes, 30 de junio de 2020

VACUNA VITAL

Ha llegado el momento de plantearlo, de planteártelo, de que nos lo planteemos, es decir, realmente nos lo merecemos, o sigue siendo un sueño el seguir pensando en un futuro que no llega.

Después de este periodo de confinamiento , des aceleración , de entrada en una presunta normalidad a todos nos ha dado tiempo de replantearnos muchas cuestiones , especialmente lo vulnerables que somos , y que la muerte es la continuidad de la vida.

Desde hace unos meses todo ha ido de mal en peor, sin más, para la mayoría de la gente. Hay gente que todo esto no le afecta pero a la mayoría de los ciudadanos nos ha llegado el síndrome de la tristeza, del conformismo y de la vejez prematura, ante esta situación.

Hemos perdido energía de tanta inactividad, cada día tenemos más problemas por resolver , por la acumulación en el tiempo y además  por que tenemos menos ganas y todo se centra en el síndrome de la angustia y la ansiedad que nos corroe, ante ese posible repunte.

La angustia como tal es simplemente según la RAE, es un temor opresivo sin causa precisa y la ansiedad es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo, la combinación de ambas es un estado inquietante de vivir alterado, pero me pregunto como no vivir con este estado de inquietud cuando las circunstancias que nos rodean son solo para salir corriendo y no parar hasta caer en el más puro descendimiento.

La angustia y la ansiedad son los síntomas preámbulos de la depresión y se lo digo por experiencia. Los tratamientos químicos, si bien son necesarios pues estimulan el síntoma de relax, son justos y necesarios en cuanto que palian los síntomas de una angustia y ansiedad desmesurada, si bien vivir con ansiedad y angustia es un sufrimiento constante en contra de la paz y sosiego de la vida cotidiana.

Por otra parte resulta agotador el vivir en una tensión constante producida por esa ansiedad y angustia en este momento puntual y vital, que en la vida diaria se traduce a una preocupación general, una irritabilidad desmedida, una dificultad de concentración y memoria o simplemente una inquietud que no nos deja vivir, por lo incertidumbre del futuro.

Otro de lo factores a mencionar es ese insomnio general que nos aturde, aun durmiendo estamos pendientes de un hilo para despertar y pensar que no vamos a seguir durmiendo y descansando, sin hablar de las taquicardias, los dolores musculares, las micciones frecuentes y la sensación de debilidad en general.

Muchos son los síntomas, pero cual es el fondo de la cuestión me pregunto, nuestra debilidad o quizás el no estar preparados para el mundo que nos ha tocado vivir.

La cuestión es mucho mas sencilla, quizás solo se trate de no esperar nada, vivir el momento eso si con mascarilla, y disfrutar de los pajaritos y flores que nos rodean. La sociedad ha mutado y nos exige que cada día estemos más preparados, más conscientes,…, pero la cuestión es para que y el por qué,…, como ves los síntomas son muy diversos y algunos pueden deberse a otros motivos diferentes de la ansiedad , pero el foco para todos es la pandemia y su erradicación a través de una vacuna.

Lo importante es que sepas que la angustia y la ansiedad pueden tratarse y mejoran mucho con los tratamientos. Yo te desaconsejaría el uso de medicación, pues acaban ocasionando más problemas de los que solucionan o hacerlo sólo en cortos períodos y con supervisión médica, pero sobre todo tener esperanza en que al final todo se arregla.

Ferran Aparicio
30 junio de 2020

viernes, 1 de febrero de 2019

INDIFERENCIA VITAL

No les ha pasado a ustedes que por circunstancias personales, un día recapacitan y se dan cuenta que han vivido un día anodino.

 Así podría definirse a la sensación de que un día de tu vida ha pasado y no ha ocurrido nada extraordinario, nada remarcable, han pasado 24 horas de tu vida se han sucedido, una detrás de la otra, y dejan tras de sí un sinsabor, una especie de melancolía por pensar que no ha habido en el transcurso de la jornada nada que haya sido especial, que haya valido la pena.

 Este suceso vuelve a repetirse cuando las semanas se suceden cuando pasan de lunes a domingo , sin más que un paso temporal del tiempo que nos acerca de enro a diciembre al paso de un año, sin más , y así sucesivamente recibimos un año, otro y otro hasta que un día te levantas y con todos sus acontecimientos tedas cuentas que ha pasado demasiado tiempo y que no hemos valorado su paso , creyendo que la temporalidad tiene tendencia al infinito , cuando en verdad no es así y el tiempo está acotado en etapas de la vida y que con lleva un final que es el fin de nuestras vías.

No trato de ser dramático , sino de reflexionar sobre la consciencia de que el paso del tiempo tiene su temporalidad y hay que ser consciente ,de ello , nunca nos imaginamos que en cualquier momento pueden surgir contrariedades y que hay que superarlas y enfrentarnos a ellas , pero lo que también es cierto es que sin demasiadas obsesiones deberíamos controlar unas metas atemporales que nos permitieran visualizar la trayectoria que deseamos para encauzar el presente proyectado en un futuro inmediato.

Consecuentemente, por nuestra propia rutina, vamos avanzando de alguna forma en lo intelectual, lo profesional, lo laboral, en nuestras relaciones , la madurez va creciendo en nosotros mismos, en nuestro comportamiento , en nuestras reacciones incluso en nuestro ímpetu de lucha, que va perdiendo fuerza como el bicarbonato cuando reacciona y se diluye en el agua cuando pasan ciertos segundos, después de haber burbujeado fuertemente.
La cuestión se centra en cuantas cosas hemos perdido en el camino por seguir una rutina acelerada que no nos lleva a algo concreto, sino a algo abstracto como es la supervivencia formal en el tiempo.

La vida está llena de un gran contenido , como una biblioteca nacional donde puedes encontrar todo tipo de temas, argumentos , materias , ciencias incluso vivencias, el problema central responde al hecho de que no tenemos tiempo para encontrarlas y apreciarlas, básicamente porque nuestra receptividad está abandonada en aras a seguir un camino preestablecido.

Les animo a plantearse, a esquematizar que cambios quieren hacer a sus vidas, que objetivos semanales deben proponerse para no cocer sino enriquecer su vida a apreciar los momentos mágicos que disponemos todos los días y los dejamos pasar, y a pesar que resulta complicado encontrar tesoros cuando el tiempo se convierte en nuestro peor enemigo y, minuto a minuto, se nos escapa un día al que no le hemos dado la oportunidad de que sea maravilloso. 
Ferrán Aparicio
1 de febrero de 2019