Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta EL ARTE INCOMPRENDIDO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta EL ARTE INCOMPRENDIDO. Mostrar todas las entradas

martes, 20 de enero de 2015

EL ARTE INCOMPRENDIDO

Entre todos esos temas pendientes de revisar y que este año me tengo que enfrentar a ellos, bien como meta bien como propósito, está esa nueva dimensión del arte incomprendido , o dicho de otra forma como empezar una nueva etapa dentro del mundo del arte, el cual amo profundamente, como el mar o la mar, sin más.

Mucho hemos cambiado todos, en los últimos años, con las nuevas tecnologías, los medios de comunicación y nuestra propia mentalidad colectiva y ese “open-mind” como actitud y aptitud de enfrentarnos a ese mundo llamado presente, pero como expresión poética expresada fuera de nosotros en ese punto de encuentro que dentro de nosotros, donde no se encuentra el arte como propio, surge la dicotomía del arte incomprendido.

La reacción del público ante lo que expresamos es el feed-back que el artista necesita independientemente de la recompensa económica secundaria para reconocer una propuesta sutil incluso poética de un discurso sentimental aceptado.

Sin embargo la aceptación y la compresión es un acto generoso del público en el que se reconoce un medio de expresión, una materialización del duende como propuesta, porque en cualquier caso para que exista el arte ha de haber artistas.

Cuando te atreves a enfrentarte a un público en una exposición o en una exhibición, el arte individual se transforma en colectivo y ha de expresarse, comunicarse y tratarse, a través de otro arte; el arte colectivo.

Hay una razón para ello, una causa: estamos ante un arte que no existe por si solo; necesita de la complicidad, la expresión, el soporte, la creatividad de otras artes, de otro colectivo: el plural que acepta, comenta y expresa su reacción ante nuestra emoción.

También es cierto que el arte como medio de expresión no puede ser un mundo introvertido y cerrado,…, si lo es, se incomunica, se cierra, se entronca, es un arte inútil cara al mundo exterior.
Pero si analizas el público a que te diriges pierdes la libertad de expresión que tiene el arte como tal, convirtiéndose en un arte incomprendido, solitario, sin mensaje incluso privado de contenido que sólo se alimenta de sus acólitos, de sus partidarios.

En esa búsqueda de sentido, de análisis de resultados, está claro que no está la respuesta, pero si el planteamiento de un cambio inminente que nos haga comprensibles, expresen sus valores de mensaje y reflejen los valores creativos.

En general todo el mundo somos autocriticos y queremos evolucionar pero no podemos perder vista que debemos reflexionar sobre lo que queremos expresar y a quien se lo queremos comunicar, porque incluso en el arte siempre hay un aspecto incomprendido.

Ferrán Aparicio
20 de enero de 2015